La vida siempre me ha tenido obstáculos en el camino, siempre los he podido superar gracias a mi voluntad para no rendirme, mi vida no ha sido ni difícil ni mucho menos fácil, ser el único heredero de las empresas "Hokages" no es fácil, aunque mis padres nunca me exigen nada debo mantener en alto el nombre de la empresa o eso me dice ero-sannin.
Mis padres nunca se han preocupado por mi realmente, papá siempre en el trabajo y mamá también o saliendo de viaje siempre, nunca estaban en la casa, siempre estaba solo, los sirvientes no hablaban conmigo siempre me evitaban, no entendía porque, lo único que quería era sentirme querido, fue cuando conocí al Teme y a Sakura-chan, ellos cambiaron mi vida radicalmente, pero por desgracia eso duro poco.
Nací una 10 de Octubre, en los Estados Unidos, mis padres son japoneses pero por cosas del destino llegaron aquí e hicieron la sede principal aquí, cuando tenía 8 años mis padres decidieron volver a Japón, a Konoha mejor dicho, está decisión no me agradó para nada, ya tenia mi vida aquí, además no quería alejarme de Sakura-chan y del Teme, más que todo de Sakura-chan ella es mi razón de ser, mis padres no hicieron caso de mis reproches, así que no me quedo de otra así que acepte, pero ellos rompieron mi corazón, pensé que los padres siempre pensaban en la felicidad de sus hijos, bueno mis padres hacen un pésimo trabajo.
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Llegamos a Japón, cuando estuvimos en "tierra firme" mamá llamo a Reki-san para llevarnos a Konoha, cinco días después fuimos a la escuela para conocerla e inscribirme, mientras mamá hacia el papeleo, fui a dar una vuelta por la escuela, llegue a lo que parecía el patio trasero, escuche a alguien llorando, busque el origen del llanto, habían 3 niños golpeando a una niña, la niña lloraba desconsoladamente y les pedía que se detuvieran, algo en mi interior se removió, sentí una extraña furia crecer en mi e inconscientemente salí corriendo en dirección a ellos, le di un puñetazo al que parecía el jefe, luego los otros dos intentaron golpearme, la niña asustada trató inútilmente de ayudarme, pero fue empujada y quedo inconsciente, mi furia aumentó, comencé a golpear con más fuerza que antes, los niños salieron huyendo, la mano de mamá toco mi hombro evitando que fuera a seguirlos, tomó a la niña en brazos y la llevamos a la enfermería.
Una semana después entre oficialmente a la escuela, me presente a mis compañeros, di un vistazo rápido al salón, mi mirada se posó en una niña de cabellos cortos color azulados, ojos de un hermoso color perla siendo opacados por esos reflejos de desesperanza y tristeza, su mirada era de una persona que había sufrido a muy corta edad, parecía una muñeca de las que colecciona mamá, una pequeña muñeca de porcelana, sólo que ella está rota.
Sabía que le conocía de un lado pero no me acordaba, salí de mis pensamientos cuando escuche a la profesora gritarme en el oído, escuche las risas de mis compañeros y sonreí zorrunamente.
Un año después conocí a Hinata, la niña que se parecía a una muñeca rota, hacía que en mi interior creciera un sentimiento de protección hacia ella, quién diría que nuestros padres fueron grandes amigos en su adolescencia, con el tiempo nos hicimos mejores amigos, ella sabía todo de mi y yo sabía todo de ella, trate de hacer sus días soleados y felices, no quería que sufriera más, no lo merecía, lastima que el destino no está de acuerdo conmigo, este sólo era el comienzo.
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Eran vísperas de navidad, tenía 14 años, estaba aburrido pasando de canales, mamá salió a comprar ingredientes para la cena, papá aún no llegaba y Hinata no contesta mis mensajes, suspiro, escuche el irritante timbre de mi celular, me pregunto porque no lo cambio, la respuesta llego a mi como un rayo, sonreí suavemente, es la canción favorita de Hinata, conteste sin mirar quien era, la canción lo decía todo, escuche unos fuertes sollozos al otro lado del teléfono, me levante rápidamente del sofá, me puse mi abrigo y le dije que estaría ahí, salí corriendo me monté a mi bicicleta y comencé a pedalear.
Llegué a la casa Hyuga, me baje rápidamente de la bicicleta, entre sin tocar, me quite los zapatos rápidamente y subí corriendo las escaleras, casi me tropiezo en el último escalón, abrí la puerta violentamente, lo que mire hizo que se me partiera el corazón, en el suelo de rodillas estaba Hinata llorando, con las manos en la cara, sola y destruida, me acerqué y la tomé en brazos, se agarró de mi como si su vida dependiera de ello, la coloque en la cama y la abracé muy fuerte, trate de tranquilizar con dulces susurros, cuando se tranquilizó me dijo que su tío y tia junto a su primo murieron.
Hace más de una semana no hay señales de Hinata, no contesta mis mensajes ni llamadas, me preocupa tengo miedo de que las malditas voces le hagan cometer una locura, si ella no me quiere hablar por las buenas, lo haré por la fuerza, la iré a visitar, me subí a la bicicleta, comencé a andar, escuche las sirenas de la ambulancia, luego un manchón blanco, el cual va en dirección a la casa de Hinata, pedalee más rápido, vislumbre la casa, y mis sospechas fueron acertadas, sacaban en una camilla a Hinata, cuando llegue la ambulancia se había ido, volví a pedalear más rápido que la anterior, cuando llegue vislumbre a Hiashi-sama y a Hanabi, me comentaron desanimados lo que sucedió, me quedé paralizado, uno de mis mayores miedos se cumplio….Hinata intento suicidarse.
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Ya han pasado tres dias desde el "accidente" de Hinata, ha estado en coma desde entonces, no da señales de mejorar, suspiro, me dirijo al hospital, en el camino pase por una florería, le compre un ramo de campanillas de invierno, llegue al hospital, mientras iba caminando, por el altavoz estaban llamando a un doctor a la habitación de Hinata, me asusté, fui corriendo con todas mis fuerzas, llegue a la habitación, tres enfermeras estaban sujetando a Hinata de sus piernas y brazos, el doctor sacó una jeringa de su brazo, mi cara era de pánico y terror no lo podía creer, su respiración se iba regulando, deje caer el ramo de flores, ella dirigió su mirada hacia mí y me dio una sonrisa sutil, luego cerró los ojos.
Me dirigí a donde el doctor no sin antes levantar el ramo del suelo, le pregunté que sucedió, me dijo que Hinata tuvo un ataque de pánico, y para controlarla la tuvieron que sedar, me senté en una silla cercana a la cama, espere, pasaron dos horas, seguí esperando, iba a caer dormido, cuando se movió, abrió los ojos lentamente, se veía confundida, luego sus ojos se abrieron asustados, su respiración se volvió acelerada, me levanté y la abracé, levanto la mirada y me observó, con cuidado se sentó, con una dulce voz le dije que todo estaba bien, que ella es fuerte y lo iba a superar, que sería feliz, me abrazó más fuerte, comenzó a llorar, me dediqué a darle ánimos y a acariciar su cabeza, poco a poco se empezó a tranquilizar y quedo dormida.
Al siguiente día Hiashi-sama nos informó que Hinata volvería al psiquiátrico, esa idea no me gustaba nada y se lo hice saber a Hiashi-baka digo sama, me observó de arriba abajo como si me estuviera evaluando, luego me dijo que solo era un crío que no entendía nada, le iba a responder pero mamá lo evitó, lo mire con odio, enojado salí de la habitación, eso no era lo correcto para Hinata, no era justo dattebayo.
Le apoye en todo, no la deje sola, la anime en todo lo que pude, la quería ver feliz, ella más que nadie lo merece dattebayo.
Cuatro meses después salimos a celebrar su regreso a la "cordura", estaba tan feliz, amaba verla sonreír, sus mejillas sonrosadas, y ese hermoso brillo en sus ojos perla que tenía cuando algo la emocionaba, sin duda alguna tenia una belleza natural de inocencia y ternura. Desde entonces no nos separamos, hacemos todo juntos, todos los días nos veíamos, por alguna y extraña razón a Hiashi-baka no le alegraba mucho la idea de que pase tanto tiempo con Hinata, sin embargo él nunca protestó y yo jamás toque el tema, mi objetivo era hacerla feliz, se lo prometí y yo nunca me retractó de mis palabras dattebayo.
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Estaba sentado en el despacho de papá, dijo que tenía que decirme algo importante, suspiro, ya ha pasado un año más o menos desde que Hinata salió del psiquiátrico, me alegra decir con orgullo que he logrado hacerla feliz, escuchó el sonido de la puerta al ser abierta, giro mi cabeza, papá entra y se dirige a la silla situada al frente de mi, detrás de él venían mamá y ero-sannin, en mi mente sólo paso una palabra «problemas», todo estaba en silencio, en mi opinión uno sepulcral, dado que mi virtud no es la paciencia, desesperado pregunté qué sucedía, se miraron entre sí para luego dirigir su mirada hacia mí, papá iba a hablar pero mamá fue más rápida.
-Vas a ir a Estados Unidos a estudiar en Woodstock Academy en el estado de Connecticut por 3 años, no te queda otra opción, así que no aceptó una respuesta negativa.-el tiempo se detuvo, no lo podía creer, intenté hacerlos entrar en razón pero no lo logre, el nombre de Hinata cruzó por mi mente, no la podía dejar sola no ahora que es feliz, los mire con odio y desilusión, salí del despacho de papá, me dirigí a la casa de Hinata, saqué la llave de debajo del tapete, abrí la puerta, me quite rápidamente los zapatos, comencé a gritar su nombre, me respondió desde el piso de arriba, subí corriendo, ella estaba saliendo del baño, se asustó un poco al verme correr hacia ella, la abracé fuertemente, coloque mi cabeza en su hombro derecho, comencé a sollozar, ella se asustó, me pegué a la pared, me fui deslizando hasta quedar en el suelo, llevando conmigo a Hinata, me pregunto que me sucedía, seguí sollozando.
Me tranquilice, odiaba que me vieran llorar, ya más calmado le dije todo, me miro fijamente, como si esperará que le dijera que era broma, trató de sonreír, de sus ojos salieron lágrimas se fueron deslizando por sus mejillas, fui testigo de cómo sus ojos perdieron la luz que tanto trabajo me costó conseguir, no es justo dattebayo, al fin éramos realmente felices y ahora nos arrebatan esa oportunidad.
Me dolía ver como su felicidad se iba al caño, mis ojos se llenaron de lágrimas de impotencia y rabia, se deslizaron por mis mejillas, nos abrazamos más fuerte, lloramos, lloramos porque no era justo, porque estaríamos lejos, no nos veríamos todos los días, porque ya tuvimos suficiente sufrimiento, porque no estaríamos juntos…
Porque nos estaban arrebatando nuestra felicidad...
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Hoy es mi cumpleaños, suspiro, hace ya una semana desde que mis padres me informaron de su decisión, hoy es el día de mi partida, Hinata me va a esperar en el aeropuerto, ahí nos vamos a despedir, Hinata, vuelvo a suspirar, no quiero dejarla sola, no es justo, me siento tan impotente, salgo de la casa sin despedirme, papá está en el trabajo y mamá salió con una amiga, ninguno se despidió de mí, tampoco es como si quisiera que lo hicieran.
Llegué al aeropuerto, me despido de Reki-san, entró al aeropuerto, busco a Hinata con la mirada, la encuentro, sonrío, ella me devuelve la sonrisa, se que no es genuina, dejo mis maletas en el suelo y la abracé, todo el autocontrol de ella se fue al caño, comenzó a llorar y me abrazó más fuerte, la trate de tranquilizar, le di ánimos, se separó de mi avergonzada.
Sus mejillas estaban sonrojadas y sus ojos llorosos, era la imagen más tierna que he visto en toda mi vida, sonreí con ternura, luego una sonrisa maliciosa apareció en mi rostro, me miró confundida, con ese gesto se veía más tierna, saqué mi celular y comencé a tomar fotos como loco, no me pueden culpar ella es adorable, sabía que estaba desubicada le puse Flash al propio, sonreí zorrunamente, me miró fijamente luego me dio la espalda, me asusté, no, no y no, ella no se va a enojar, la abracé por la espalda, le pedí perdón, se separó de mi, la mire, sentí como mis ojos se llenaron de lágrimas luego todo fue blanco, cerré mis ojos, los volví a abrir, Hinata me miraba divertida con su celular en la mano, había tomado su revancha.
Hice un puchero, solo es divertido si ella es la víctima, nos miramos fijamente luego explotamos en carcajadas, nos volvimos a abrazar, hicimos la promesa de mantenernos en contacto, también le hice prometer no cometer una locura, nos despedimos, camino rumbo a la entrada que me llevará a la terminal de pasajeros, subí al avión, busque mi asiento cuando lo encontré me fui a sentar, saqué mi celular, mire la foto de Hinata, sonreí suavemente, como la iba a extrañar, suspiro, la azafata me pide que apague el celular, le hago caso, me abroche el cinturón de seguridad, al rato el avión despegó, sentí como mi corazón se rompía, suspiro, estaba haciendo lo correcto ¿No?
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El resto del viaje me la pase durmiendo, no quería pensar, no quería sentir nada, ¿que mejor que dormir?, no hable con mis padres desde aquel día, ellos tampoco hicieron el esfuerzo por hablarme, ero-sannin se fue hace 2 días para preparar todo, dijo que iba a enviar a dos personas por mí.
No creo poder perdonar a mis padres por separarme de Hinata, ella es lo más importante de mi vida, y ellos me la arrebataron, eso es imperdonable.
Una mano sobre mi hombro hace que me despierte, la azafata me dice que ya aterrizó el avión y me pide que baje, avergonzado le doy las gracias, tomó mis pertenencias, me dirijo al túnel de des embarcación, llego a las cintas de equipaje, busco mis maletas, las tomó, mientras camino enciendo el celular, me fijo en la hora, son las tres de la madrugada, suspiro, tomó rumbo a la sala de embarque, tomó asiento, sólo me queda esperar a que lleguen las personas que mandó ero-sannin, suspiro, será una larga espera.
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Una hora, dos horas, tres horas, cinco horas, ocho horas, diez horas, doce horas…¡Doce horas!, llevo esperando ¡Doce malditas horas aquí!, y no ha sido entretenido dattebayo, dos tipas se me acercaron y no era para saludar, otro tipo intento robarme las maletas, perdí mi dinero, tengo hambre, y nadie llega por mí, estoy enojado dattebayo.
Escuchó mi nombre, volteó, siento el duro suelo en mi espalda y algo pesado encima de mí, ahora si mi paciencia se terminó dattebayo, me levanté sin importarme lo que le pase a quién sea que este encima de mí, escuchó una queja, regresó al suelo, solo que en esta ocasión con un ardor en mi mejilla, me levanto furioso, hay dos personas al frente mío, un chico y una chica, el chico es alto, de cabello negro y ojos de igual color, la chica también es alta, cabello largo de un peculiar color rosado, y ojos verdes.
Los tres nos miramos enojados, suspiro para luego soltar un montón de maldiciones, tomó mis maletas y comienzo a caminar, gracias ero-sannin, gracias, nótese el sarcasmo, de todas las personas del mundo tuvo que enviar al Teme y a Sakura-chan, vuelvo a suspirar, los otros dos me siguen desde atrás, se que están extrañados por mi comportamiento, no estoy de humor y eso se me nota desde lejos, en primer lugar no quiero alejarme de Hinata, en segundo lugar no quiero estar aquí, tercer lugar por culpa de este par de tarados, no he dormido ni comido nada desde hace como veinte horas.
Siento mi pierna vibrar, es un mensaje de Hinata, mi rostro se ilumina, suelto las maletas y me detengo, tarado 1 y tarada 2 chocan conmigo y se tropiezan con mis maletas hasta caer al suelo, le respondo rápidamente a Hinata, levantó mis maletas, retomó el paso, solo que está vez más animado, me giro hacia los tarados y con una gran sonrisa les digo que se apuren, desde el suelo se miran entre sí confundidos, se encogen de hombros, se levantan y me siguen.
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Hace ya dos años de eso, desde que me fui han sucedido muchas cosas, Hinata y yo mantuvimos nuestra promesa, ella no ha logrado hacer amigos y eso me deprime, por lo menos la relación con Hanabi-chibi a mejorado, Hiashi-baka la sigue llevando al psiquiátrico, las voces la siguen molestando, eso no es bueno, son las tres de la mañana, hoy voy a visitarla, no puedo esperar, escuchó las quejas del par de tarados, suspiro, ero-sannin los obligó a venir conmigo para evitar que me quedara con Hinata, después de dos años sin verla, me pregunto si seguirá igual.
En todo este tiempo me he dado cuenta de algo, mis sentimientos por Sakura-chan se han incrementado, lo que alguna vez pensé era un capricho de mi niñez se convirtió en amor, aunque sabiendo esto hay algo en mi interior, que susurra cosas cada que pienso esto, sólo que nunca las logró comprender. Siento una mano en mi hombro, el Teme me dice que ya llegamos, el vuelo a durado 8 horas, una enorme sonrisa se forma en mi rostro, al fin podré verla.
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Estamos en la sala de embarque, el par de tarados están a mi lado izquierdo hablando quién sabe que, mientras yo me dedico a buscar a Hinata, la encuentro tiene la cabeza gacha, levanta la mirada buscando la mía, sus hermosos ojos perlas se encuentran con los míos, en nuestras caras se asoma una sonrisa, corremos al encuentro del otro, nos detenemos frente a frente, nos abrazamos casi con desesperación, solo existimos nosotros, este pensamiento hace que mi sonrisa se ensanche.
Nos separamos, levanta la mirada, ahora soy más alto que ella, ha dejado crecer su hermoso cabello azulado, sus ojos perlas volvieron a ser opacos por la tristeza y la desesperanza, esto me deprime por un momento, tomó su mano y se sonroja, mi sonrisa se ensancha, me alegra ser el causante de eso, la llevo donde minutos atrás estaba, se esconde detrás de mi, la colocó a mi lado, le presentó al par de tarados, mi mirada se posó un momento en Sakura-chan, el temblor de la mano de Hinata me saca de mi ensoñación, la miró preocupado, esta respirando demasiado rápido, sus ojos se llenaron de lágrimas, le pregunto que le sucede, parece no entender, coloca sus manos en la cabeza, empieza a decir «cállate, cállate», las lágrimas se deslizan por sus mejillas,no puedo seguir sin hacer nada, le golpeó la mejilla para hacerle reaccionar, levanta la mirada con lágrimas recorriendo sus mejillas, me mira con dolor, siento como mi corazón se rompe, se que ese dolor en sus ojos va dirigido a mi, sus lágrimas aumentan, comienzo a entrar en pánico, agarró su cabeza, hago que mire mis ojos, observó esos ojos perlas los cuales solo demuestran dolor, le digo palabras cariñosas, la abrazó fuertemente, poco a poco se tranquiliza.
Salimos del aeropuerto, nos dirigimos a mi auto Hinata se encargó de traerlo, se sienta en el lugar del copiloto, poco a poco se va quedando dormida, suspiro, me preocupa como reaccionó Hinata, se que fue mi culpa, no se exactamente porque, pero se que soy el culpable.
Llegamos a la casa Hyuga, salí del auto, abrí la puerta, tomé a Hinata en brazos, me dirijo a la puerta, le pido al Teme que toque el timbre, Hanabi-chibi abrió la puerta, sentí como el aire regresaba a mis pulmones, de ser Hiashi-baka me asesina, me mira asustada, me comienza a interrogar, le digo que el par de tarados le pueden contestar, comienzo a subir las escaleras, de fondo escuchó las protestas de los tarados, colocó a Hinata en la cama, la observó, vaya que a cambiado, se ve hermosa con ese vestido, mi rostro se sonrojo, sentí unos cosquilleos en mi estómago, Hanabi llego y me obligó a bajar.
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Una hora después Hiashi-baka llegó, nos miramos fijamente, saluda al par de tarados, luego sube las escaleras, yo le sigo, llegamos a la habitación de Hinata, nos retamos con la mirada, abre la puerta, Hinata nos observa atentamente, Hiashi-baka entra, le sigo, luego carga a Hanabi y sale de la habitación.
Observó a Hinata fijamente, se abraza a si misma, eso me preocupa, le pregunto si esta bien, asiente, se que está mintiendo, trató de buscar su mirada, ella la evita, siento como un vacío en mi interior, es como si ella no quisiera estar conmigo, me da la espalda, se acurruca más en la cama, como si quisiera desaparecer, este pensamiento hace que en mi rostro se forme una mueca de dolor.
Me dirijo a la cama, me acuesto a su lado, paso mis brazos encima de ella, la volteó, quedamos frente a frente, miró sus hermosos ojos perlas que solo me demuestran dolor, nos abrazamos, le pregunto si esta bien, niega, pregunto si quiere llorar, asiente, la abrazó más fuerte y comienza a llorar, me aguanto las ganas de hacerlo yo también, me duele verla así, su llanto aumenta, la acercó hacia mi pecho y la abracé más fuerte, sabía que era mi culpa, yo le hice daño de una manera horrible, aunque no se que hice y por más que ella lo niegue se que es mi culpa, poco a poco se tranquiliza, intenta separarse, pero me niego a soltarla, no quiero alejarme de ella, intenta persuadirme, me pregunta que pensarán los demás si nos encuentran así, le respondo que no me importa, nadie va a hacer que me separé de ella, resignada se abraza más a mí, yo gustoso se lo regreso, hablamos de todo lo que nos ha sucedido en estos 2 años, inconscientemente le digo que está hermosa, se sonroja y cambia de tema, sonreí suavemente, se que no me cree, le pregunto si las voces la siguen molestando, ella asiente, le digo que no les haga caso, se que mi consejo es estúpido pero es lo único que le puedo decir, intento hacerle reír con mis bromas y lo consigo, así la pasamos toda la tarde y parte de la noche.
Me levanto con pesar de la cama, no quiero alejarme de ella, tuve suficiente con estos 2 años, me acerco a la puerta, antes de salir le pregunto que sucedió, se quedó en silencio, volví a preguntar, esta vez sí me contesta, aunque se que está mintiendo, me acerco y la abracé, le digo que todo está bien, me alejo un poco para darle un beso en la frente, volví a sentir los cosquilleos en mi estómago, Hinata se sonrojo, en mi rostro se formó una pequeña sonrisa, en serio era feliz con ella, abrí la puerta, baje las escaleras, en la sala estaban los tarados y Hiashi-baka, había un silencio sepulcral, hice una seña con la mano en son de despedida, abrí la puerta y salí, seguido de el par de tarados, camine hacia mi auto, abrí la puerta trasera de mi auto a Sakura-chan, sentí una mirada sobre mí sabía que era Hinata, me emocioné, no sabía porque con que Hinata me mirara ya era feliz, Sakura-chan me sonrió, dirigí mi mirada a la ventana de Hinata, le dedique una sonrisa, se sonrojo y me regreso una tímida sonrisa, la mía se hizo más grande, incluso creo que hasta radiante, entre al auto y arranque.
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Conforme nos íbamos alejando mi sonrisa disminuía, estaba preocupado, el dúo de tarados van atrás hablando quién sabe que, hablando de los tarados, dónde los dejaré, no quiero que se queden conmigo, suficiente tengo con traerlos, los voy a dejar en un hotel, sonrió maliciosamente, de repente en el auto hay silencio, comienzo a reír pensando en mi plan, miró por el retrovisor, los tarados se miran asustados, doy un giro un poco pronunciado, haciendo que los tarados se vayan a un lado, tomó rumbo a un hotel, cuando ya lo deslumbró mi sonrisa se ensancha, me detengo en el parqueo, les digo que ya llegamos, parecen aliviados, creo que acelere demasiado.
Bajo rápidamente, sacó las maletas de ellos y las colocó en el suelo, cierro la puerta, ellos toman las maletas, los empujó hasta el hotel, se miran extrañados, les digo que voy por mis maletas, voy corriendo y comienzo a reír como si estuviera loco, abrí la puerta del auto, entre y cerré rápidamente, encendí el auto y arranque, mire el retrovisor, los tarados tenían la boca abierta y los ojos abiertos completamente, comencé a reír, esa no se la esperaban, poco a poco mi risa fue disminuyendo, ahora tenía que ir a casa.
No iré a donde mis padres, si es que aún puedo llamarles así, suspiro, hace dos años, Hinata y yo compramos un departamento para los dos, la idea era vivir juntos después de graduados, dado las circunstancias esta un poco difícil pero no imposible, el departamento queda en el quinto piso, desde ahí se ve toda la ciudad, suspiro, si las cosas fueran diferentes.
Llegué al departamento, abrí la puerta, me quite los zapatos, deje las maletas en la sala, me acosté en el sofá, suspiro, Hinata, sentí el cosquilleo, me pregunto porque siento esto, sólo con Hinata pasa, eso me alegra pero no se porque, suspiro, busco mi celular, llamo a Hinata, no contesta, suspiro, lo colocó en la mesita frente a mi, vuelvo al sofá, escuchó a mi estómago rugir, busco en mis maletas ramen instantáneo, lo tomo, me dirijo a la cocina, colocó el agua a hervir y espero, cuando el agua ya está lista comienzo a abrir el ramen, tomo el agua y empiezo a llenar el tarrito, cuando estaba a punto de terminar escuche la canción de Hinata, perdí la concentración y me queme, salí corriendo de la cocina diciendo maldiciones, conteste más tranquilo, Hinata me llamo para decirme que volvería al psiquiátrico.
Hola! ¿Cómo están? ^·^
Al fin termine \(~)/
Bueno en realidad no, esta solo es la primera parte, me quedaba demasiado largo así que tomé la decisión de hacer dos, es emocionante verlo desde el lado de Naruto ^w^
Gracias a todos por apoyar esta historia.
Me disculpo si hay faltas de ortografía, aveces se me pasa, u.u"
Estoy tan emocionada, ya quiero saber como va a terminar, ^w^, si lo se ¿Cómo es posible que no lo sepa? Neh, no se. ^^
Trate de seguir los consejos que me dieron, espero no decepcionar a ninguno.
Sin más me despido.
Sayonara ~^·^~
Naruto y sus personajes no me pertenecen, son del gran Masashi Kishimoto-sama (por el momento) ^w^