Muy buenas noches a todos. En esta ocación vengo a traerles una propuesta bastante interesante...o eso pienso yo, y lo pensé mucho cuando la escribí xD

La verdad este fic (así como todo lo que escribo) viene siendo por petición o idea de mi hermosa y adorada Sasu-nee. Yo le había mostrado un previo de la historia y ella me dijo "¿donde la encontraste?" yo respondí "yo la hice" y al momento la locura se desato, pidiéndome que lo escribiera a como diera lugar.

En fin...fue por ella que esta historia se realizo, así que espero les guste.

En el trayecto del fic habrá una o dos referencias, así que estén atentos.

Sin más que decir espero que lo disfruten, nos leeremos en las notas finales :D

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Género: Shonen-Ai (Yaoi); Si no te gusta por favor, evítate el enojo al leer esto.

Pareja: Riren (Rivaille y Eren)

Universo Alterno.

Clasificación T: Las malas palabras podrán hacerse presentes.


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La primera vez que yo lo vi tenía quince años. Creerán que para un crio de mi edad el amor no existe, pero se equivocan; me enamore a primera vista, y lo peor de todo es que me enamore de un imposible. Me enamore de una estrella en su totalidad.

¿A que me refiero con estrella? Él lo poseía todo; era atractivo, buen bailarín, cantante consumado, un gran partido por el cual todas las chicas se desviven, pero claro, yo no era una chica.

Recuerdo perfectamente cómo te descubrí. Era un día bastante aburrido conmigo aplastado en el sofá junto a mi hermana; la aburrición se rompía cada dos segundos cuando Mikasa cambiaba el canal del televisor cada dos segundos pues no había nada interesante que ver. Cuando por fin encontró algo de su gusto allí le dejo. Simplemente yo no le ponía atención pues era un programa dedicado a grupos juveniles en el top ten de seguidoras femeninas.

Había perdido la cuenta ya de cuantos grupos habían pasado, de las incontables veces que la presentadora se emocionaba por cada chico que mencionaba. Estaba más que oficialmente aburrido. Vi como Mikasa se acomodaba mejor en el sofá y después cerré mis ojos; aunque ella era seria y recta eso no evitaba que fuera una chica y se emocionara por las cosas dirigidas hacia a ellas. Iba a largarme a mi cuarto a jugar Dota cuando la presentadora anuncio el lugar número uno y la canción empezó a sonar.

(1) Una canción con matices tecno y bastante animosa que después unos segundos dio paso a la voz del cantante, lo que me hizo prestar atención no era la letra, sino que había empezado a jadear de una forma muy sugerente. Abrí mis ojos y divise al cantante, al instante mi corazón dio un vuelco completo dentro de mi pecho; sus ojos, su porte, su rostro, la manera en la cual deslizaba sus manos por su cuerpo cuando emitía esos jadeos. Seguí observando la televisión con disimulo y mientras más veía más me impresionaba, ese chico era perfecto. Sus movimientos, su sincronía, su voz, sus ojos, su cuerpo, absolutamente todo en el era perfecto.

Cuando la canción termino la presentadora de "Historia con Ymir" dio gritos ensordecedores.

- Y ese fue nuestro numero uno. Así es, llegando desde el anonimato y lanzándose con su sencillo Pomp and Circumstance tenemos al magnífico Rivaille de "Ejercito de Salvación" ¡woooo!.- Decía la chica rubia mientras daba saltitos y agitaba sus manos con emoción.

- Es un cretino.- La voz de Mikasa me desconcertó y apago la televisión en el justo momento en que Riville llevaba sus manos hasta su cabello y lo acomodaba.

- ¿Por qué dices eso Mikasa?.- Si quería saber más de Rivaille debía escucharlo todo.

- ¡La última vez que fui con Saha y Armin a ver "Ejercito de Salvación" el muy idiota no nos firmo absolutamente nada!.

- ¿Pero aun así te gusta el grupo, no?.- Pregunte.

- Por supuesto que sí.- me dijo mientras hacia un puchero.- Planeaba ir con Sasha a su siguiente presentación privada, pero nuestros padres no me dejaran ir si no voy con alguien mayor puesto que es bastante noche. ¿No crees que es ridículo?.- Decía indignada.

La verdad la comprendía, pues siendo campeona de Karate, Jiu-jitsu, Kenpo y no sé que más mis padres la seguían viendo como a "una niña indefensa"

- Yo creo que si voy contigo padres no se opondrán.- al momento Mikasa me volteo a ver y sonrió.- Claro, si quieres que vaya.

- ¡En este momento le marco a Sasha y le diré que prepare todo!

Mi hermana subió las escaleras mientras iba marcando un número en el celular (sumamente contenta) y supuse que alistaría todo, ya que a mitad de su camino empezó a hablar bastante animada.

Sin que ella lo supiera me había brindado la perfecta oportunidad de ver por primera vez y en vivo a aquel chico.

- Rivaille.- Susurre. Sin duda su nombre saliendo de mis labios me sabía sumamente dulce.

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Se notaba que todos allí querían ver el concierto de "Ejercito de salvación". Según Mikasa la banda había empezado con pequeños conciertos de garaje donde tocaban para algunos pocos para después lanzarse con su primer demo, después de mucho esfuerzo lanzaron su sencillo Pomp and Circumstance y ahora ya eran No.1.

En la larga fila podía observar a la multitud de chicas portando el objeto emblema del grupo; dos alas cruzadas, una blanca sobre un ala obscura. Lo tenían en pins, chaquetas, gorras, pañuelos, en fin. En el caso de Mikasa ella lo tenía en su bufanda, su amiga Sasha en unos aretes y yo en un pin (regalo de agradecimiento por parte de las chicas por haberlas acompañado).

En cuanto la puerta roja se abrió un hombre rubio salió a recoger nuestros boletos. Se notaba que Mikasa y Sasha eran fans del grupo; al ser un concierto privado las entradas no podían comprarse, solamente ganarse en un concurso. El cupo del evento era solo para cincuenta afortunados. Debía admitírselo a mi hermana y a su amiga, eran persistentes, pues de los cincuenta boletos que había ellas habían logrado conseguir los tres primeros que se sortearon.

El lugar era pequeño y decorado para la ocasión; la iluminación era suave y había telas color rojo colgadas por todo el lugar, la decoración tenía varios emblemas de "Ejercito de salvación" adornando las uniones de las telas.

Siguiendo a Mikasa nos posicionamos en los lugares centrales y hasta el frente del evento. No podía creer el buen lugar que teníamos, seguramente muchas chicas estaban envidiándonos ahora, cosa que comprobé al cabo de un rato cuando una tipa nos grito blasfemias a más no poder, nosotros sencillamente no hicimos nada pero pude ver como Mikasa y Sasha (sin voltear a verla) le hacían un saludo con el dedo medio a aquella joven.

En cuanto el prestador dijo que en cinco salían, todas las chicas se emocionaron y mis compañeras no fueron la excepción; Mikasa saco su cámara y Sasha su celular (lista para grabarlo todo).
El telón se fue levantando y mi corazón empezó a latir como si no hubiera mañana. Con una breve iluminación se alumbraron tres cuerpos que nos daban la espalda y de inmediato empezó a sonar "Pomp and Circumstance". Al instante de comenzar la canción Rivaille empezó a jadear, cuando se dio la vuelta y miro al público empezó a mover sus caderas de una manera bastante sugerente, mientras más pasaba la canción más bailaba, más se contoneaba y en la mayoría de las ocasiones cuando jadeaba acompañaba esto con un movimiento de manos que pasaba por su cuerpo, iniciando en su pecho y descendiendo lentamente hasta casi tocar su entrepierna.

No he de exagerar al decir que casi me da un infarto al ver eso, y de seguro no era el único, pues más que escucharse la música se podía oír los gritos enloquecidos de las jóvenes detrás de nosotros. Las luces de colores azules y blancos iluminaban todo y de vez en cuando paraban en Rivaille y sus movimientos. Maldición, se veía perfecto; usaba un traje color negro, el saco estaba desabrochado y su playera estaba abierta en la parte superior dejando ver así su blanca piel hasta un poco debajo de su pecho.

Cantaron varias canciones de su primer sencillo, mucho más tranquilas que "Pomp and Circumstance" pero que aun así no dejaron de ser hermosas, pues cada palabra que salía de Rivaille me hacia agua la boca y me detenía el corazón.

En su última canción "Heartbreaker" (2) se sentó en un sillón que pusieron en el escenario. Su rutina fue -por decir poco- muy sensual. Pues se subía al sillón, gateaba un poco sobre él, pasaba sus manos por debajo de su ropa… ¡Por dios! parecía que estaba a punto de masturbarse en pleno escenario. En un segundo su mirada cruzo la mía, me sonroje un poco y el solo atino a guiñarme un ojo.

Cuando hubo terminado su canción solo dijo.

- Gracias por seguir a "Ejercito de Salvación". Estoy seguro que juntos venceremos a los titanes de la música.

Sin saber que pasaba varias chicas se levantaron, se pusieron en posición de firmes y llevaron su puño derecho al corazón.

- ¡Si Heichou!.- Dijeron todas al unisonó, incluyendo a Mikasa y Sasha.

Como yo no sabía que pasaba allí pude ver como "Heichou" dirigía su mirada al único que no se había puesto en pie, es decir yo. Al instante se posiciono al borde del escenario y se agacho, quedando de este modo cara a cara conmigo. Tomo con su mano derecha mis cabellos y solo hablo con ese tono de voz que me había vuelto loco.

- ¡Vaya! ¿Con que tenemos un soldado rebelde, eh "Zafiro"?.- Decía mientras me jalaba mi cabello castaño y hacia que alzara la mirada.

Podía sentir como mis mejillas ardían, pues me hacia obligarlo a verlo a los ojos mientras el deslizaba sin ningún pudor o remordimiento su índice izquierdo por mi cuello hasta dejarlo inmóvil en mi barbilla. (¡Dulce tortura!) Tenía una sonrisa burlona y se acerco más a mí, hasta quedar a la altura de mis labios.

- Pues yo he de saber quitarte lo rebelde, mocoso.- Me dijo en tono cómplice.

Cuando termino eso me soltó y empujo de nuevo hasta que yo quede recargado en el respaldo de mi asiento. Regreso al centro del escenario y se quito el saco que tenia, dio media vuelta y se sentó en aquel sillón, cruzando sus piernas y dedicándome (según yo) a mí, una sonrisa de autosuficiencia, entonces al instante el telón cayo, anunciando así que el concierto había terminado.

Todas las chicas gritaban, pero las que más emocionadas estaban eran Sasha y Mikasa, pues al tener tan cerca a Rivaille les hacia dejado un buen material.

Poco a poco el lugar empezaba a desalojarse, pero yo aun seguía viviendo el momento que había tenido con Rivaille minutos atrás. No cabía duda, ese sargento se había convertido en mi perdición.

Salimos de aquel lugar y después de haber dejado a Sasha en la parada del autobús Mikasa y yo emprendimos rumbo a nuestro hogar.
Llegamos a casa, ambos rendidos por haber caminado tanto y algo entumidos por el frio de la ciudad, aunque ya habían pasado dos horas desde el evento allí, junto a mí, tenía a una Mikasa sumamente emocionada por haber visto a "Ejercito de Salvación". En cuanto llegamos a la sala le dije a mi hermana un "hasta mañana" y subí corriendo a mi habitación.

Abrí la puerta y la cerré de golpe, sin prender la luz y en plena oscuridad me dirigí a mi cama. Me metí bajo las cobijas y solo pude pensar en alguien. Rivaille.

Al momento lleve mis manos a mi cabello (allí donde esa noche las suyas habían estado) y después las deslice hasta mi garganta, pasando por mi manzana de adán y culminando en mi barbilla. Aun recodaba cada movimiento, cada gesto, cada pose, cada sonido. Mi mente regreso a "Pomp and Circumstance" y "Heartbreaker". Maldición ¿por qué tenía que ser perfecto? Sin que lo pudiese evitar mis manos viajaron hasta mi entrepierna; acaricie, moví y me auto complací pensando solo en alguien mientras su nombre escapaba de mis labios. "Rivaille".

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Habían pasado ya tres años desde la primera vez que vi a Heichou en el escenario. Yo seguía con mi carrera y ahora ya iba culminando mi primer año de danza.

Desde ese primer encuentro yo seguía yendo a verlo, acompañando a Mikasa y Sasha (las más grandes fans de "Ejercito de Salvación"). A ellas las beneficiaba y a mi mucho más; desde que yo había decidido acompañarlas mis padres ya no habían puesto objeción alguna en dejar ir a Mikasa a todos los conciertos que quisiera. Otro beneficio a mi favor, al ser fanáticas siempre tenían boletos bastante cerca del escenario. El lugar más lejano que nos había tocado en una ocasión había sido en una quinta fila.

Yo seguía muy feliz con mi vida y me había metido a estudiar danza con el firme propósito de tener algo que me acercara a Rivaille. Al principio las prácticas habían sido la muerte, pues bailar no es cosa fácil. Con el tiempo mientras más bailaba más me gustaba, así que se fue convirtiendo en una pasión para mí. Le dedicaba tiempo, esfuerzo y todo mi corazón. Después de medio año me dieron un apodo de baile, el cual hacia que recordara a cierta persona que me lo puso ya hace tiempo. "Zafiro". Según Marco y Annie (mis amigos y compañeros de clase) decían que al bailar lo que más detonaba mis emociones y lo que más se lucia no era mi cuerpo, eran mis ojos.

Así pues el tiempo siguió su curso y antes de que yo me diera cuenta ya habían pasado otros dos años más. Ahora tenía veinte años y estaba por culminar mis estudios de danza. A todos les sorprendió pues esta carrera se hace en cinco años y yo la había terminado en tan solo tres. Mis maestros me decían que tenía un don, algunos otros que era un prodigio, fuera como fuera culmine mi carrera mucho antes del tiempo establecido.
Todos me habían felicitado y dado ánimos para poder unirme a una compañía. Debía ser mi día de suerte pues los ruegos de todos ellos fueron escuchados.

Después de mi graduación el director del "Instituto María para jóvenes con talentos en las artes" me mando llamar. En un principio me pareció bastante extraño que el director de mi academia de baile me mandara llamar cundo jamás, en el tiempo que había estado allí, me había llamado especialmente para algo.

Llegue hasta el instituto y fui directo al despacho del director. Toque dos veces la puerta y un "pase" me hicieron abrir y adentrarme.

Allí junto al director Erwin se hallaba una mujer –de no más de veinticinco- era alta y poseía el cabello castaño atado en lo alto; vestía un traje de negocios negro con detalles en blanco.

- Bienvenido Eren.- Hice una reverencia.- Por favor, toma asiento.

Cuando apenas me hube sentado la mujer hablo.

- ¡Vaya Erwin! No me mentías para nada. Es bastante lindo.- Decía la mujer mientras soltaba un silbido y me miraba de arriba abajo.

La verdad es que el practicar baile de manera profesional me había dado una condición física bastante envidiable, por lo cual ahora era un poco más alto y mi físico se encontraba bastante bien trabajado.

- Eren, esta mujer es la líder de la compañía Titan Music Records.

El director de mi academia decía mientras presentaba a aquella mujer con un movimiento de manos, la cual me hizo una reverencia en clara señal de respeto y saludo.

- ¡Hola chico, es todo un gusto!.- Me dijo mientras me guiñaba el ojo.

- El placer es mío señorita…

- Hanji. Hanji Zoe.- Al momento se sentó conmigo en el sofá y me daba una tarjeta de presentación.

- Eren, esta joven ha venido por petición mía.- Mire al director y la verdad es que no entendía nada.

- Eso mismo chico. Erwin me ha dicho que eres un prodigio en cuanto a baile se trata.- Decía mientras se acercaba mas a mí, pegando su nariz casi a la mía. El espacio vital… creo que no lo conocía esta señorita.

- No es para tanto Hanji-san.- Conteste un poco apenado.

- Veras, vengo con un propósito y realmente un no como respuesta no está en mis planes.- Decidí mirar a Hanji y escuchar que la había traído a la academia de baile. Ella se había recargado en el sofá, carraspeo la garganta y se dispuso a hablar.- Últimamente los grupos juveniles han estado a la alza y aunque hemos encontrado talentos en lo que a voces se refiere los bailarines que acompañan a estos talentos han ido decayendo.- Decía sumamente molesta mientras se revolvía el cabello.- Es por eso que quiero que vengas y trabajes con nosotros.

- ¿Con ustedes?.- Pregunte con duda.

- Así es, en TMR. ¿Qué me dices?

No sabía. Es decir, tenía opciones de bailar ballet, folclor, baile de salón e incluso baile representativo. Las posibilidades eran ilimitadas. Sin saber porque Rivaille llego a mi mente y entonces recordé la compañía en la cual trabajaba. "Titan Music Records". Entonces…si aceptaba cabía la posibilidad de que me encontrara con Heichou más seguido.

- ¡Acepto señorita Hanji!.- Respondí mientras me paraba de repente.

- ¡Magnifico!,- Me decía mientras se levantaba conmigo y tomaba mis manos.

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El mundo de la música era impresionante, en especial en TMR, compañía para la cual ahora yo trabajaba. A diferencia de otras compañías de música TMR tenía fama de compartir tanto bailarines como músicos, es decir, nada era exclusivo de nadie.

Había aprendido ya en medio año de trabajo que cuando te llamaban tenias que ir (así fuera un grupo femenil o varonil) aprenderte las coreografías y bailar según te dijeran. Gracias a Hanji-san pude desenvolverme con naturalidad en aquel lugar y también a obtener llamados bastante frecuentes, pues la castaña se había dado a la tarea de hacerme promoción entre los diversos grupos con un DVD que mostraba como bailaba (ni idea de donde lo habría sacado, pero el baile que allí se mostraba había sido mi puesta final antes de graduarme…algo así como mi tesis de la carrera).

El trabajo era simplemente ideal, podía bailar tanto como gustara y casi nunca estaba sin hacer algo. Debido al tiempo que empleaba en la compañía me había mudado cerca de ella. Ahora vivía por mi cuenta y me mantenía bastante bien, pues el ser bailarín dejaba un buen salario, mucho más si te llamaban constantemente.

Estaba en el salón de prácticas de TMR, un salón con grandes espejos y bastante espacio para bailar; me hallaba descansando en una silla, tenía una toalla en los hombros mientras tomaba un poco de agua. El entrenamiento había sido agotador y debía tomar un descanso cada hora si me era posible, así no me lastimaría o algo peor.

La puerta se abrió y por poco tiro el agua que tenía en mis manos; allí, entrando al cuarto de prácticas de la compañía estaba Rivaille. No había cambiado absolutamente nada.
Pese a que yo lo veía constantemente por los conciertos a los que iba, en mi mente aun tenía fresca la imagen del primer concierto en el cual lo había conocido.

Se acerco hasta a mí y mi corazón empezó a palpitar.

- ¿Así que tu eres el maldito prodigio del que todos parlotean?.

- Yo no diría prodigio Rivaille-san.- me avergoncé al instante.

- Mocoso, al menos reconoce tus habilidades.- Me contradijo bastante molesto.

- Lo siento, solamente no quería ser presuntuoso.- respondí mientras bajaba la mirada.

- Jodete mocoso. Ahora lárgate, tengo que entrenar.

Como se trataba de un superior no me quedaba otra más que obedecer, pero eso no evito que sintiera una punzada de dolor en mi corazón. Vi como Heichou se preparaba para el calentamiento.

- ¿Todavía sigues aquí mocoso? He dicho que te largues de una buena vez.

Tome mis cosas y salí de allí. Por algún motivo mi encuentro con Rivaille no había sido lo que esperaba, y eso que no esperaba mucho. Solamente un "¡Hola, bienvenido a TMR!".

Los días fueron pasando y la mayoría de las veces me encontraba a Heichou en el salón de entrenamiento. Cada día me insultaba aun más, gritaba o mandaba. No me importaba o al menos trataba de fingir que no era así.

Me hice amigo de varios cantantes, entre ellos Bertholdt Fubar y Reiner Braun de "Titans vs Humanity", Jean Kirschtein del grupo "Normal life" y la solista Historia (la también presentadora de los tops musicales) que había saltado a la fama con su sencillo "Llamada de ángeles".

Después de un año yo me había acostumbrado a las palabras mordaces de Heichou, e incluso ahora les restaba importancia. ¿Me gustaba? Si. Pero era demasiado idiota. Mikasa tenía razón, era un cretino. La verdad después de tantos años fantaseando con Rivaille, siguiendo su carrera y emocionándome a cada que lo veía, y porque no decirlo "acechándolo", sentí una decepción muy grande al no haber logrado al menos una relación de un "hola" cada mañana.

Mis llamados seguían ocurriendo y ahora vivía más en la compañía que en mi propio hogar. Mis relaciones con Bertholdt, Reiner, Jean e Historia fueron siendo más cercanas y terminamos siendo buenos amigos. Tanto así que ahora ellos eran los que más me solicitaban, inclusive varias veces habíamos salido en grupo al cine, a comer o tal solo a pasear. Si creían que ellos serian pretenciosos no era algo acercado a la realidad; eran bastantes simples y sencillos, podíamos tener una plática amena sobre todo. Mientras yo les preguntaba sobre el mundo de la música ellos me preguntaban acerca del mundo del baile.

Y allí estaba yo, de camino al salón de danza para practicar.

- ¡Hey Eren!.- Ante la mención de mi nombre solo gire el rostro.

- Hola Reiner. ¿Termino ya la grabación del sencillo?.- Pregunte mientras mi amigo llegaba corriendo hasta mi lado.

- Pan comido.- Me respondió mientras levantaba su pulgar.- ¿A dónde te diriges ahora?

- Iré practicar un poco.- Respondí mientras le enseñaba mi maleta.

- Entonces iré contigo.- Me decía mientras pasaba su brazo sobre mis hombros.- Hace mucho que no te veo bailar.- Sonreí y me dirigí con él al salón de práctica.

Llegamos y él se sentó en una de las sillas mientras yo me cambiaba de ropa en el vestuario del salón de practica; de un conjunto totalmente deportivo decidí cambiar a algo más relajado, me puse un short color negro, una playera de manga corta color blanco (la cual tenía el pin del primer concierto al cual fui) unos tenis y una banda para el sudor.

Cuando salí empecé a calentar, ya que si no calentaba mis músculos me dolería el bailar. Reiner no decía nada, jamás decía nada cuando me acompañaba a practicar. Una vez listo él puso una canción de su grupo y yo baile improvisadamente; daba gracias a mi flexibilidad pues podía dar saltos enormes e inclusive piruetas. Seguí el ritmo, hice movimientos con mis manos mientras movía mis caderas, me agachaba y levantaba en secuencias de rápido y lento (según lo ameritara la canción). La música dejo de sonar y me detuve, llevándome las manos al cabello y mirando al techo.

Silencio. Era extraño, siempre que Reiner iba a verme aplaudía o algo así, pero esta vez nada. Lo mire extrañado y el solo se levanto de su lugar y se acerco hasta a mí.

- Eren, somos amigos ¿verdad?.-Me pregunto mientras agachaba su mirada.

- Por supuesto.- Dije mientras sonreía.

- En ese caso puedes ser sincero conmigo ¿cierto?.- Me dijo mientras yo asentía.- ¿Hay alguien que te guste?

Mis mejillas se colorearon rápidamente y agache la mirada. Solo podía pensar a aquel hombre que había asechado desde los quince años. Asentí en silencio.

- Pues te pido que lo olvides.

Ante la clara orden levante el rostro dispuesto a responder, sin embargo Reiner me jalo contra su cuerpo, levanto mi barbilla y me beso.
¡Dios santo, Reiner de "Titan vs Humanity" me estaba besando! Solo era un roce de labios pero aun así era un beso. Gentilmente acariciaba mis mejillas y yo aun estaba en shock por lo que estaba pasando.
Cuando el beso termino se separo un poco de mi y luego solamente atino a abrazarme.

- Me gustas mucho Eren, por favor, se mi joya.- Susurraba como en una súplica contra mi oído.

Había sido tan dulce conmigo y el beso no había estado nada mal, además era un chico sumamente lindo, pero por más que quisiera no podía estar con él ya que mi amigo (y su compañero de banda) Bertholdt tenía intereses románticos por él.

Me solté del abrazo, iba a negar amablemente a sus sentimientos, pero algo me gano. Reiner yacía en el suelo; tenía la mejilla bastante roja y arriba de él se encontraba nada más y nada menos que Heichou quien le estaba propinando una golpiza.

- ¡No me jodas Braun! ¿Acaso nadie te enseño que no debes tocar las pertenencias de otros?.- Decía sumamente molesto Levi mientras seguía golpeando a Reiner.

Iba ir a ayudar a Reiner a levantarse de no haber sido porque Heichou se había levantado y ahora me cargaba sobre su hombro (como un costal); antes de cruzar la puerta pude escuchar como Reiner gritaba primero el nombre de Rivaille y después el mío, lo cual gano un saludo muy afectuoso de Heichou con su dedo medio.
Pateé, empuje, insulte, hice de todo pero por más que quería Heichou no me soltaba. Sin saber a dónde me llevaba iba rápido y con paso firme; después de unos torturantes cinco minutos por fin llegamos al destino.

Abrió la puerta y después la cerró con su pie para finalmente aventarme en un sillón. Levi regreso a la puerta y cerro con seguro. Se paseo de un lado a otro mientras se llevaba las manos al cabello.

- ¡Eres un mocoso de mierda, mira que andar besando al idiota de Braun!.- Me había gritado con mucho enfado.

- ¿¡Y a ti que te importa si lo beso o no!?.- Dije sumamente enojado.

- Mocoso ¿no me digas que te enamoraste de él?

- ¿Y que daría si así fuera?

Calidez, eso fue lo siguiente que sentí. Mis labios estaban cálidos y mis mejillas ardían. Simplemente no podía creerlo, allí la razón de mis desvelos, de mi inspiración para volverme bailarín y él que me alegraba con solo una canción suya me estaba besando.
Su beso era violento, desesperado, imprimiendo bastante fuerza. Cerré los ojos y disfrute del momento; sentía como su lengua pasaba sobre mis labios y su mano se posaba en mi mejilla, acariciándola cada cierto tiempo. ¡Santo dios! Podría morir justo aquí y justo ahora. Decidí aprovechar el momento pues sabía que en cuanto se diera cuenta de lo que hacía me daría un golpe como ningún otro y me diría "mocoso" de nueva cuenta.

Más sin embargo no paso. Me siguió besando y ahora pasaba sus manos por sobre mi ropa. Apreté los ojos con fuerza, no cabía en mí de la vergüenza y alegría. De repente deje de sentir esa calidad, abrí los ojos y vi como Heichou se sentaba a mi lado.

- Tienes prohibido volver a acercarte a Braun o a alguno de esos subnormales músicos ¿entendiste?

- ¿Y por qué no podría?.- Contesté enojado e irritado.

- ¡Por que el desgraciado de Braun siempre toca lo que no es suyo!.- Me grito enojado.

- Pues lamento decirte que son mis amigos y los seguiré viendo.

- ¡Ahhh! ¿¡Por qué no entiendes mocoso de mierda!?.- decía enojado Heichou mientras se llevaba una mano a sus cabellos y los revolvía enérgicamente.

No conteste. Me quede callado y observe el lugar; después de ver aquello caí en cuenta que el lugar donde nos encontrábamos era el camerino de Heichou. Me levante y camine por aquel lugar mientras seguía observando; en las paredes habían fotografías de él en diversos eventos, muchos reconocimientos musicales y un muy grande símbolo de "Ejercito de Salvación". Seguí observando y algo llamo mi atención; en aquellas paredes llenas de fotografías de eventos, en absolutamente todas salía yo entre el público. Pero la que estaba en el centro del todo era una foto de primer evento privado, aquel donde lo vi en persona por primera vez; la fotografía mostraba el rostro de Levi y el mío, fue en aquella ocasión donde me había jalado el cabello y llamado Zafiro.

Sentí como me abrazaban por detrás, eran los brazos de Heichou que me rodeaban hasta mi pecho. Pese a que él era más pequeño que yo (como por unos diez centímetros) poseía mucha más fuerza. Me apretaba como si creyera que de un momento a otro desaparecería.

- Ahora escúchame bien mocoso.- Decía mientras recargaba su frente contra mi espalda.- No has estado como mi maldito acosador durante seis años y medio como para que ahora te enamores de otro.

Mis mejillas empezaron a arder. Él lo sabía. Puse mis manos sobre las de Heichou, dispuesto a seguir escuchando.

- ¿Desde cuándo lo sabes?.- pregunte con algo de vergüenza.

- ¡Oh vamos! Mi grupo está dedicado a un público femenino, si hay un chico allí es obvio que resalte entre tantas mocosas pubertas.- lo escuchaba respirar y de repente tomo mis manos.- Eres único en el publico, era obvio que te notara ¿no Zafiro?.

No sé si me llamaba así por mi apodo de baile o porque él realmente recordaba la primera vez que nos habíamos visto.

- Así que esto es lo que haremos.- Heichou me había volteado y ahora deslizaba sus dedos por mis labios.- Seguirás siendo mi maldito acosador, iras conmigo a las prácticas de baile, aceptaras todos los llamados para mi grupo y saldrás conmigo ¿se entendió soldado?.

Le sonreí a Heichou e hice la pose con la cual aquellos fanáticos de "Ejercito de Salvación" aceptaban.

- ¡Si Heichou!.- Decía firmemente mientras me llevaba mi puño derecho al corazón.

- Te dije que yo sabría quitarte lo rebelde Eren.

Mi nombre. Era la primera vez que lo decía. Ya no aguantando la felicidad me lance a abrazarlo. Al instante sentí como daba unos pasos atrás, tratando de sostenerse y sostenerme a mí. Lo apreté tanto como pude.

- Lo amo Heichou.- me declare, lleno de alegría.

- Sigues siendo un estúpido mocoso Eren.- me respondió mientras daba unas palmadas a mi cabeza.

De ahora en adelante TMR me mostraría una nueva faceta; una faceta donde yo podría estar junto a Heichou.

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(1) La canción Pomp and Circumstance realmente existe y la canta (o eso pensé cuando descubrí la canción) nada más y nada menos que Kamiya Hiroshi, la voz de nuestro amado sargento. Si quieren escucharla en y-o-u-t-u-b-e peguen lo siguiente【神谷浩史】威风堂堂 o busquen Levi & Eren & Armin Pomp and Circumstance. La canción realmente la canta Shoose...¡pero vamos! finjamos que es Levi, porque su voz me pareció perfecta para él.

(2) La canción Heartbreaker es interpretada por G-Dragon. Cuando escribia el fic pense en esta canción y decidí incluirla. Si quieren escucharla en y-o-u-t-u-b-e escriban G-Dragon - Heartbreaker


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Y bien ¿que les ha parecido? Se aceptan criticas constuctivas, flores o cualquier cosa :33

Ojala y se hayan quedado con un buen sabor de boca (y de mente) al haber leído esto.

Un aviso, este fic sera un , en este capitulo vimos lo que Eren piensa, y en el siguiente...¿ya pillaron la idea? ¬u¬

Sin más me despido de momento y esperare sus comentarios.

¡Nos leemos pronto!