Saint Seiya es de Masami Kurumada.
En silencio.
Sobre sus piernas, ahora dormían las dos pequeñas criaturas. En silencio contemplo los semblantes de ambas. Habían entrado a su habitación llorando, no podía culparles. Eran niños pequeños a final de cuentas. Además, el necesitaba otorgar su protección a alguien. Su hermano le esquivaba todo el tiempo y sus deseos de proteger eran rechazados. En algunos momentos, le encontraba una expresión culpable en los ojos en otras una de completo desprecio.
Ahora en completo silencio, veía a las dos criaturas dormidas y acurrucadas a sus lados. Eran muy pequeños, cuatro y cinco años. Él también era pequeño, a pesar que su apariencia física dijera lo contrario… No dejaba de ser un adolescente de trece años. Era de esperarse que esas dos criaturas se despertaran a mitad de la noche y comenzaran a llamar a sus respectivos padres.
Era de esperarse que Milo llorara hasta quedarse dormido, preguntándose por que su padre se había ido y recibiendo una muda respuesta del mayor. Era de esperarse que Camus guardara silencio, teniendo aun en su retina la imagen de su padre fallecido. Era de esperar el silencio, que venía por parte del mayor mientras les reconfortaba con suaves caricias. Él no sabía que decir y los niños no sabían que esperar.
Miro a los dos pequeños, eran como hermanos para él. Les abrazo con cuidado, su hermano cada día se distanciaba más y cada día esos dos pequeños se acercaban más. ¿Qué veían en él? ¿Acaso encontraban un vago recuerdo, de seguridad, en sus brazos? ¿Acaso los abrazos dados en silencio eran lo que esos niños necesitaban? Él si les necesitaba, a cada silencio dado por su gemelo… Se veía más necesitado del afecto de esos dos niños, llego a pensar que esos niños sentían que el necesitaba de su compañías…
En silencio, aprecio los rostros durmientes.
En silencio, vio los caminos de las lágrimas.
En silencio, entendió que le necesitaban.
En silencio, entendió que él les necesitaba.
En silencio, entendió que ya nada sería igual.
En silencio, noto, que ya no había marcha atrás.
Fin.
Corto, para lo que suelo escribir, pero no pude evitar no hacerlo.
