Extraño esos días en los que sin importar lo que fuera, era perfecta para ti.

Divorcio.

¿Casarme fue una decisión consciente? Probablemente no, quizá cuando llegue la segunda vez, la primera fue por mero impulso. Quiero decir, lo hice porque no me gusta estar sola, pero también me di cuenta que no me gusta despertar con la misma persona, sobre todo cuando ésta persona no te ama. Con un año de casados, yo ya odiaba sus hábitos en el baño, la recámara o la cocina. Pasaba más tiempo en la calle que con él.

Al final, ya no te importa mucho el amor. Odias su presencia. Te desesperas porque llegue la firma del acta.