"The Shikon Factory", es una fábrica de dulces y chocolates, situada en Nueva York, está al cargo de los hermanos Taisho, el mayor, Sesshomaru de 26 años e Inuyasha de 21 años de edad.
Sesshomaru Taisho es un joven muy apuesto, con unos hermosos ojos dorados que pueden seducir a cualquier mujer, un largo cabello plateado, muy particular y atractivo, y una voz muy seductora. A pesar de esto, no tiene ninguna clase de relación que no sea estrictamente laboral. Vive solo en un pent-house, muy grande y lujoso, que no está muy alejado de la fábrica en donde trabaja como presidente mayoritario de la empresa, por ser el mayor de los dos hermanos. Lo acompaña su leal y confiables sirviente, Jaken..
En cambio, Inuyasha es el vicepresidente y vive en la mansión Taisho, junto a su mayordomo Myoga, un hombre un poco robusto y muy simpático, que cuidada de él desde que es un niño.
La casa tiene más de 10 dormitorios, todos muy grandes y bien decorados, una sala inmensa, una comedor con una mesa muy larga para hasta 12 personas, un estudio, en el cual Inuyasha pasa la mayor parte del tiempo cuando está en la mansión, y un jardín repleto de arboles y flores que se pierden a lo lejos, además de una fuente inmensa en media de toda esa naturaleza.
La casa le pertenecía a sus padres, Inu no Taisho e Izayoi, que vivían junto a él y Sesshomaru, hasta que murieron en un accidente automovilístico ya hace varios años. Luego de eso el mayor de los hermano decidió mudarse para evitar cualquier tipo de enfrentamiento con Inuyasha, ya que tenían sus diferencias.
Inuyasha al igual que Sesshomaru, tiene los ojos de un tono dorado al igual que la miel y el cabello color plata, pero a comparación de su antipático hermano, él si tiene vida fuera del trabajo. Está comprometido con una actriz muy famosa y reconocida, que además es realmente hermosa, llamada Kikyo. Llevan 4 años en pareja y han estado pensando en casarse, pero su relación ya no es la misma de antes, ha decaído debido a todo el tiempo que la joven dedica a su trabajo.
Viaja muy frecuentemente a Europa, ya que muchas de las películas que protagoniza se filman y se llevan a cabo allí. Dejando a su prometido solo en Nueva York durante semanas, incluso meses.
A pesar de todo Inuyasha ya está acostumbrado, cada vez que Kikyo se va, él y su mejor amigo Miroku, aprovechan y hacen de las suyas. Suelen ir a fiestas los fines de semana, ya que los sábados y domingos la fábrica se mantiene cerrada.
Miroku trabaja como supervisor de personal y ha sido amigo de Inuyasha desde la primaria y hoy por hoy son casi como hermanos inseparables.
Precisamente este viernes ambos habían acordado reunirse en el bar "Last Time", a beber algo y pasar el rato, como tantos otros días.
En el bar…
Miroku: - Hey Inuyasha! Al fin llegas, ¿Dónde estabas? Te estuve esperando junto a estas dos hermosas señoritas. (Estaba abrasado con las dos empleadas del bar).
Inuyasha: - Es que lleve a Kikyo al aeropuerto, esta noche viaja a Francia, para promocionar su última película. (Dijo algo triste).
Miroku: - Ahh cierto se me había olvidado por completo. Pero anímate, ella regresará en un mes...¿No es asi? Y entonces podrán comenzar con los planes para la boda. Sé que estas muy entusiasmado por ello.
Inuyasha: - Sí es verdad, pero Kikyo insiste en esperar. Comienzo a pensar que no quiere casarse conmigo.
Miroku: - No digas eso, sabes muy bien que ella te ama. Pero ya basta de hablar de esto, hay que divertirnos esta noche. (Dijo con una sonrisa pícara).
Inuyasha: - Tienes razón, basta de penas. (Dijo en tono de broma, riéndose).
Miroku: - Esa es la actitud amigo! ¿Podrían traernos unos tragos lindas? (Les dijo a las dos empleadas del bar que seguían abrasadas a él. Ambas muchachas asintieron con la cabeza, pero luego las manos de Miroku comenzaron a cobrar como vida y se posaron el los traseros de las chicas, ellas lo abofetearon, una en cada mejilla. Después se retiraron a buscar el pedido).
Inuyasha: - Eres incorregible Miroku. (Dijo, riéndose de lo ocurrido).
La noche se pasó volando, ya eran las 5 am cuando salieron completamente ebrios del bar. Miroku, se subió a un taxi ya que no podría conducir en ese estado y se marchó a su casa. Inuyasha hizo lo mismo. Cuando llegó a la mansión, Myoga lo ayudó a recostarse en su cama, ya que apenas podía mantenerse de pie. Quedando dormido de inmediato.
Sábado al medio día…
Myoga: - Amo levántese, ya es la hora de almorzar, la mesa está servida.
Inuyasha: - ¿Qué hora es Myoga? (Preguntó algo confundido, por la resaca).
Myoga: - Son las 12:30 del medio día. ¿A caso tiene algún compromiso señor?
Inuyasha: - ¡ Que! (Gritó y de un salto se levantó de la cama y comenzó a vestirse) – Lo había olvidado, hoy tenía un almuerzo muy importante con unos ejecutivos, para discutir algunos asuntos de la fábrica. Ya es muy tarde, Sesshomaru va a matarme!
Inuyasha se vistió en menos de 5 minutos, encendió el auto, (que Myoga había hecho traer desde el bar) y se dirigió rumbo al restaurante en donde habían acordado que sería el almuerzo.
Cuando llegó vio a su hermano sentado solo en una de las mesas del lugar, (era indiscutible, había llegado tarde, ya que todos los ejecutivos se habían marchado) Sesshomaru tenía una taza de café en la mano y una mueca en la cara parecida a una ¿sonrisa?
Inuyasha se acercó a la mesa. Cuando el otro lo vio puso la cara seria y no tardó en reprocharle...
Sesshomaru: - Mira la hora en la que llegas, ya todos se fueron! ¿Dónde diablos estabas? Te dije ayer muy claramente que esta reunión era muy importante.
Inuyasha: - Lo siento es que me quedé dormido, anoche salí a tomar algo con Miroku, y creo que se pasaron las copas.
Sesshomaru: - Esas no son excusas para ser tan irresponsable, mírate, además estás hecho un desastre hermano, ¿Y así pensabas llegar a la reunión?
Inuyasha: - Pu… pues yo yo… (Se miró y se dio cuenta que estaba todo despeinado, se había puesto zapatos de distintos colores y además tenía algunos botones de la camisa desabrochados) -Lo siento, no sucederá de nuevo, pero ahora dime, ¿Cómo salió todo?
Sesshomaru: - Todo fue un éxito! Digamos que en mis manos la fábrica está segura. (Dijo con un aire de grandeza, que al otro no le gusto mucho).
Inuyasha: - Eso es un alivio, pero ya deja de presumir! (Suspiró aliviado, ya que sabía que si algo salía mal, Sesshomaru lo culparía a él por no haber llegado a tiempo) – Bueno... entonces si ya no me necesitas me iré. (Se despidió y se fue al estacionamiento a buscar su auto).
En el estacionamiento…
Mientras buscaba su auto, vio a una joven que le llamó un poco la atención, estaba con un hombre y parecía algo nerviosa. Al principio no le dio mucha importancia y continuó buscando su auto hasta que observó que el joven con el que estaba la mujer, la tiró al piso y salió corriendo con un bolso. ¡Ayúdenme! Gritó la joven desde el suelo.
Al ver esto, Inuyasha salió detrás de aquel hombre sin dudarlo, hasta que por fin lo alcanzó y se le abalanzó encima. Ambos cayeron al piso, pero el ladrón salió huyendo dejando al peliplateado aturdido en el pavimento.
Se levantó, sacudió su ropa y recogió el bolso, luego se encaminó hacia la muchacha.
Cuando se acercó pudo verla mejor. Era hermosa tenía los ojos color café, un cabello muy largo y sedoso color azabache y un cuerpo que sin duda la calificaba con toda una mujer.
Llevaba puesta una falda negra corta, que dejaba ver muy bien sus piernas, una camisa amarilla claro casi blanca, muy ajustada al cuerpo, que resaltaba sus pechos y sus curvas y unos zapatos de tacón, que la hacían lucir bellísima. Además de unos pendientes de diamantes que hacían juego con el collar que traía puesto. Inuyasha quedó impactado, nunca había visto mujer más hermosa que ella. Sin duda era única.
Se acercó, sonrió y le dijo…
