Yaoi. Si no te gusta, no leas. Ooc? Humor? Romance? Viñetas extrañas. Primer escrito por este fandom. Espero poder sacar algún otro trabajo por estos lares.
Noragami no me pertenece, le pertenece a Adachi Toka, lo único que me pertenece es esta ida de cabeza.
Cambiando estilos
Yatogami no podía soportarlo más.
Había aguantado mucho acerca de Yukine. Era inaceptable ese comportamiento altanero.
¿Quién demonios se cree ese mocoso para hacer algo así? A él, el gran Dios Yatogami.
Había estado punzando un poco, sin embargo no era malo, no se estaba convirtiendo. Era una sensación confusa, pero permanente.
-Te ves algo tenso... ¿Todo está bien, Yato?
La burbuja se reventó, los ojos de Hiyori estaban clavados en él, Yato regreso al mundo real y se dio cuenta de que había varias miradas sobre él.
-Llevas un buen rato murmurando y echando humo, Yato-kun. - La hermosa Kufuku habló con una risita camuflada en su voz.
-No es nada.- Murmuró dejándose caer contra el suelo y colocando una de sus manos sobre sus ojos.
No podía dejar que se enteraran que eso era por Yukine. Debía arreglar las cosas directamente con él. No involucrar a nadie. Sólo entre ellos dos.
-¿Sucede algo con Yukine-kun?
Vale eso no se lo esperaba.
-¿Yukine? ¿Que podría pasar con él? Está portándose tan bien. Hablando del diablo, iré a ver dónde está.- Antes de que alguna pudiera decir algo se fue en un destello brillante.
-Definitivamente sucede algo. - Daikoku finalmente hablaba.- Pero me da la sensación de que no es algo malo. - Una sonrisa extraña se dibujó en sus labios.
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-¿Así que ahora te dedicas a esto?- Yato apareció de la nada sentado en el borde del lavamanos, tapando totalmente la visión de Yukine a su reflejo en el espejo.
-¡Waa! ¡Yato, no me asustes de esa manera! No es lo que piensas, ¡no estoy robando! No soy un monstruo.- Yukine se cubrió la cabeza esperando lo peor.
-No seas tonto, yo percibo todo de ti, sabría que estas pecando si así lo estuviese haciendo.
-¡Eh! Entonces a que se debe esta falsa acusación. ¿A qué se supone que me estoy dedicando ahora?
-A cambiar de ropa esporádicamente, y no sólo de ropa, también de estilo.- Yato bajó de un salto y empezó a girar alrededor de Yukine, observando cada mínimo detalle.- Te queda de una manera muy interesante la ropa de Kazuma.
El traje elegante encajaba a la perfección con el delgado cuerpo de Yukine. Su cabello rebelde ahora algo ordenado hacia atrás. Una corbata azul oscura alrededor de su cuello.
-Sin embargo no es el único estilo que has probado, ¿verdad?
La cara de Yukine enrojeció automáticamente.
-Has estado probando bastante, un día de estos deberíamos ir juntos y deberías dejar que yo te elija el estilo y te vea. Entre nosotros, me encantaba ese delgado yukata blanco con el cual llegaste, te veías tan tierno y tan frágil, y ahora has cambiado tanto…
-Yato, este no es un comportamiento digno...- La mano de Yato ya estaba aflojando el nudo de la corbata.
-Apuesto a que este tipo tiene muchos por aquí- Abrió uno de los estantes.- ¡Bingo! Son más de las que esperaba.- Una gran cantidad de lentes aparecieron. Yato tomó un par y con delicadeza se lo colocó a su preciado tesoro.- Debo admitir que este estilo me gusta bastante. Te ves tan serio. Tan mayor. -Se fue acercando con lentitud a sus labios.- Tan maduro.
Unió sus labios a los de Yukine y una corriente eléctrica los recorrió a ambos. El precio del pecado.
-Ahora entiendo a Bishamon y su fetiche por los uniformes y la ropa elegante. Este atuendo prende bastante.
-¡Yato!- Se quejó Yukine al sentir el fuerte agarre de Yato en su cintura.
De repente la puerta se abrió con un gran estruendo.
-Yatogami-san no permitiré que esta clase de cosas se desarrollen en mi espacio personal. Les pediré que se retiren y realicen lo que deseen en otro lugar.
-Kazuma-san, lo siento es mi culpa- Yukine se retiró los lentes y se dispuso a hacer lo mismo con el resto de prendas.
-No te preocupes Yukine-kun, puedes quedarte con ese traje.
-Igual ni lo necesitan tiene otro batallón en el armario; Dile a Bishamon que pruebe otros estilos, seguro le gustan.- El comentario de Yato dio en el punto y Kazuma se sonrojó.
-¡Yatogami-san!- Yato abandonó el espacio junto a Yukine.
-Definitivamente no tienes remedio idiota.
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Esperando que les haya gustado esta pequeña viñeta.
