ENCUENTROS
Disclaimer: One Piece no me pertenece, es obra del maravilloso Eiichirou Oda, uno de los mejores mangakas que he tenido el privilegio de leer. Esta historia es sólo obra de una fan que le gusta el yaoi.
Advertencia: Este fic contiene yaoi, es decir, relaciones entre hombres. El rating es M, así que es probable que a lo largo del fic encuentres escenas de sexo explícitas, así como de violencia (sin llegar al gore… creo). Si esto no es lo tuyo, te aconsejo que des click al botón de atrás, para evitar sorpresas desagradables.
….
El primer recuerdo que tengo de mi vida es confuso, borroso, sangriento…
Veo a mi padre… la rabia dibujada en su rostro…
Escucho a mi madre… está llorando, no sé porqué…
Luego, oscuridad y silencio…
interrumpido sólo por un llanto insoportable, agudo… ¿sería el mío?
Siento frío… mucho frío…
Hasta que sus brazos cálidos me aprisionan contra su pecho. Siento calor, mucho calor… y luego veo su sonrisa.
La sonrisa de mi hermana…
Entonces supe… que aunque mis padres estaban muertos…
todo iba a estar bien
Capítulo I
"Caras nuevas"
Grand Line, una ciudad grande, llena de luces y personajes que parecen sacados de una glamorosa película de Hollywood. Grandes edificios modernos se erigen en su centro, donde hombres y mujeres viven en opulencia. Mansiones, casinos, centros comerciales y demás construcciones lujosas adornan sus calles, hogar de empresarios famosos, artistas, políticos, etc. Una ciudad famosa, para resumir. Pero incluso un lugar así tiene su lado oscuro, y el de esta ciudad se llama 'Nuevo Mundo'.
En la zona oeste de la ciudad, se encuentra un grande y populoso distrito cuyo nombre ha sido olvidado por muchos. La mayoría prefiere llamarlo 'Nuevo Mundo' o simplemente, 'Infierno', porque eso es precisamente lo que parece. Por mucho tiempo, sus calles han sido escenarios de guerras cruentas por el poder. La 'escoria de la ciudad' reposa en aquella calles, dominadas por mafias y violentas pandillas. No hay día en que la sangre deje de correr por sus más recónditos callejones. El 'Nuevo Mundo' es el contenedor de todo un universo de historias, llenas de tragedias, traiciones y siniestros secretos, pero también de sueños y algunos romances.
Sábado. Eran apenas las diez de la noche. El bar de Shakky, ubicado a unas cuadras de la famosa zona roja del Nuevo Mundo, se encontraba aún a medio llenar. La siempre bien informada dueña del bar estaba atendiendo en la barra. Aunque su negocio le otorgaba suficientes ingresos como para contratar ayudantes, la mujer había decidido no hacerlo. Prefería estar siempre en contacto con sus clientes. De esa forma, podía obtener buena información de primera mano. Si entraban revoltosos, ella podía encargarse. Su fuerza le permitía lidiar con los imbéciles ebrios de siempre que cometían la estupidez de ponerle un dedo encima, porque no conocían la identidad del amante de la mujer. Porque aquellos de quienes sí valía la pena cuidarse, conocían perfectamente a 'Rayleigh-san' y jamás se atreverían a meterse con ella. Jamás.
A las 10:15 de la noche de aquel sábado, la dueña del bar, Shakky, exhaló una gran bocanada de humo de cigarro al ver a un hombre fornido, de dos metros de altura, cruzar la puerta de madera de su local y sentarse en el tercer asiento de la izquierda de la barra. La mujer no pudo evitar sonreír. Aquel hombre era todo un espectáculo a la vista: Cabello de un intenso tono rojizo, labios pintados, ojos ámbar y un enorme saco marrón que dejaba entrever su pecho desnudo. ¿De dónde habría salido un hombre tan llamativo? Nunca lo había visto.
Su entrada llamó la atención de varias personas en el bar, sobre todo la de una mujer de cabello rosado, que se encontraba bebiendo sola en la última silla de la izquierda de la barra. La mujer, que llevaba un aro debajo del ojo derecho, fijó su mirada en un misterioso rubio enmascarado, que se encontraba sentado en una mesa en el otro extremo del bar. El enmascarado le hizo una seña y la mujer sonrió. De un trago, se acabó su bebida y se puso de pie: "Es hora del show".
Decidida, se acercó al pelirrojo y se sentó a su lado. 'Una víctima está por caer', fue el pensamiento que cruzó su mente, mientras le dedicaba una sonrisa seductora al de cabellos rojos.
Puerto del Nuevo Mundo
9:35 pm
-Aquí, aquí está vacío… tráiganlo aquí.
Protegidos por la oscuridad de la noche, dos hombres arrastraban a un tercero hacía una bodega desocupada, mientras sus compañeros vigilaban la entrada. El hombre que yacía en el suelo había sufrido varios disparos de balas. No parecía tener muchas probabilidades de sobrevivir.
-¿Cómo pudo pasar esto?
- Alguien debe de habernos traicionado.
- Dejemos las especulaciones para más tarde, nuestro compañero está muriendo. ¿Dónde está ese maldito doctor? ¿Por qué no llega aún?
-¡Oigan, chicos!
Uno de los hombres que vigilaba la entrada a la bodega llamó la atención de sus compañeros. Con su linterna, apuntó a un hombre que acababa de llegar al lugar. Vestía jeans azules pegados con motas negras, un polo amarillo y una gabardina negra. Su negro cabello estaba casi completamente cubierto por una gorra blanca con motas oscuras, similares a las del pantalón. Al lado del hombre, caminaban dos flacuchentos muchachos, cuyos rostros estaban cubiertos por capuchas.
- Les cobraré el doble por interrumpir mi día de descanso. - habló el hombre de la gabardina.
Calles del 'Nuevo Mundo'...
10: 25 pm
Muy lejos de la zona roja del 'Nuevo Mundo', y por lo tanto, lejos del bar de Shakky, dos jóvenes corrían despavoridos por una gran avenida, mientras eran perseguidos por tres hombres mayores con apariencia de maleantes.
- ¿Por qué , Nami…? - uno de los jóvenes escapistas era un chico de dieciocho años, de tez morena, larga cabellera negra ensortijada y una prominente nariz. - ¿Por qué tenías que robarles a esos sujetos? ¡Son muy peligrosos!
- No pude contenerme cuando vi el dinero. - la otra escapista era una muchacha de la misma edad, de ojos marrones y cabello naranja. - Lo siento.
- ¡Un 'lo siento' no va a salvar nuestras vidas!
Ambos jóvenes se detuvieron en seco cuando vieron que, en frente suyo, se encontraban más compañeros de sus perseguidores.
- ¡Mierda! ¡Por aquí!- la muchacha de cabello naranja cogió a su amigo de la ropa y lo jaló. Ambos entraron a un callejón, pero lamentablemente, se dieron con la sorpresa de que este no llevaba a ningún sitio. Era un callejón sin salida.
- ¡Nooo! ¡Vamos a morir! - exclamó el muchacho, horrorizado, mientras los maleantes se aproximaban a ellos.
Bar de Shakky
10:30 pm
- Nunca te había visto por aquí, guapo. - la muchacha de cabello rosado rozó su pierna con la del pelirrojo, con la intención de llamar su atención de alguna forma. Ya llevaba varios minutos intentando hacerle el habla, pero el chico parecía más concentrado en su bebida que en ella.
Justo en ese momento, un hombre de brazos muy largos hizo su aparición en el bar y se sentó en una mesa cercana a la barra. Lo acompañaban 3 hombres de su edad. Dos de ellos eran delgados, pero altos, y el tercero era bastante corpulento.
- Celebremos por su victoria, Apoo-san. - habló uno de los hombres.
El de los brazos largos asintió con la cabeza, sin prestar mucha atención. Sus ojos habían aterrizado en cierta mujer de cabello rosado que intentaba por todos los medios sacarle alguna palabra a un corpulento muchacho pelirrojo.
Calles del 'Nuevo Mundo'...
10:29 pm
-¡ATRÁAS, MALDITOS! - exclamó Usopp, con voz grave y el ceño fruncido. De la cadera para arriba, parecía estar completamente seguro, pero sus piernas no dejaban de temblar. - ¡Les advierto que tengo 800 hombres respaldándome! ¡Váyanse si no quieren recibir una paliza!
Los hombres que habían acorralado a los jóvenes en el callejón empezaron a reírse. Nami se llevó la mano al rostro. Se moría de vergüenza.
-¿De qué está hablando este chico? - preguntó uno, sin dejar de reír.
- Acabemos con esto rápido y regresemos con el jefe Buggy pronto. - uno de los maleantes se acercó a Usopp y le estampó un fuerte puñetazo en el rostro, que terminó lanzando al pobre muchacho hasta unas bolsas de basura que yacían en el fondo del callejón.
- ¡Usopp! - exclamó Nami, preocupada por su amigo, pero no tuvo tiempo de ir hacia él, porque uno de los hombres la cogió con fuerza de la muñeca.
- Ahora, será mejor que nos devuelvas nuestro dinero, si no quieres terminar como tu amigo de ahí.
Puerto del Nuevo Mundo
10:21 pm
- Debe permanecer al menos 3 semanas en cama. Si siente dolor, denle esto.
- Gracias, doctor.
El hombre de la gabardina negra terminó de guardar sus cosas, y estaba por irse, cuando uno de los compañeros del hombre herido se le acercó con un papel.
- Doctor, tengo este mensaje para usted. Es de Joker.
El doctor se quedó mirando al hombre con ojos serios, hasta que finalmente accedió a recibir el papel. No obstante, en cuanto lo tuvo en sus manos, se encargó de romperlo en varios pedazos.
- No me interesa. - dijo, mientras dejaba caer al suelo los residuos de papel. - Vámos, Penguin, Shachi.
Los hombres encapuchados asintieron y empezaron a seguir al doctor. Los tres se alejaron en silencio de los almacenes del puerto.
- Llévense esto - una vez los tres se habían alejado del puerto, el doctor le entregó a sus amigos un portafolio negro, donde se encontraba el dinero que había recibido por atender las heridas del hombre del almacén. - Cojan su parte y dejen el resto en mi casa.
- ¿A dónde vas, Law? - preguntó el hombre de nombre Shachi.
- Buscaré algo interesante para entretenerme. - el doctor se dio media vuelta y empezó a alejarse de sus amigos.
Calles del 'Nuevo Mundo'...
10:29 pm + 10 segundos..
-¡No, suéltenme! - exclamó la muchacha de nombre Nami, mientras intentaba liberarse del maleante que la agarraba fuertemente del brazo.
- No te resistas, muchacha… danos el dinero.
- Ni hablar, lo necesito.
- ¿Estás dispuesta a morir por eso?
Nami sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas. ¿Qué podía hacer? Estaba completamente sola.
-¡Nooo, ayúdenme!
De pronto, las bolsas de basura que se encontraban en el fondo del callejón salieron disparadas por todos lados, como si una especie de explosión las hubiera impulsado. Usopp, que unos segundos atrás había caído sobre las bolsas, también terminó siendo expulsado hacia una pared.
- ¡Ahhh, dormí bien!
Ante la atónita mirada de todos los presentes, un muchacho delgado se erigió entre las bolsas de basura que habían quedado en el suelo. El joven tenía el cabello negro y vestía unos pantalones cortos de color azul, una chaqueta roja y un sombrero de paja.
- ¿Quién demonios eres tú? - preguntó uno de los maleantes.
Nami aprovechó el desconcierto de su captor para soltarse y de inmediato se escondió detrás del muchacho que al parecer, acaba de despertar de un largo sueño.
- ¡Ayúdame por favor! Esos hombres quieren hacerme algo malo.
- ¿Quién eres tú? - preguntó el muchacho, mirando a Nami con ojos curiosos.
- Que patética muchacha, pidiéndole ayuda a este pobre diablo. - habló otro maleante.
- Bien, los mataremos a los tres.
Los maleantes se abalanzaron contra el muchacho. Nami retrocedió y se cubrió el rostro. "Es verdad, ¿en qué pensaba? No hay forma que este chico pueda salvarme…", pensó, mientras se arrodillaba en el suelo y cubría su rostro, esperando lo peor.
-¿Matar? - el muchacho le estampó una fuerte patada en el rostro al maleante que se encontraba más cerca. Este cayó al suelo de espaldas, completamente inconsciente. - ¿A quienes quieren matar?
Los compañeros del maleante derrotado se quedaron de piedra al ver la fuerza del misterioso muchacho de sombrero de paja. Nami, sin moverse del suelo, observaba la escena completamente atónita.
- ¡Maldito chiquillo! - los otros maleantes se abalanzaron contra el del sombrero de paja, blandiendo sus cuchillas. En un parpadeo, el muchacho los derrotó a todos.
- Serán pesados… - soltó el joven.
- ¿Qué sucedió aquí…? - el chico de la nariz larga empezó a recuperar la consciencia. Sus ojos se abrieron de par en par al ver que todos los hombres que los habían perseguido se encontraban inconscientes en el suelo. - ¿QUÉ ES ESTO?
- ¿Quién… quién eres? - preguntó Nami, mirando con asombro al joven del sombrero de paja. Este se dirigió a la muchacha con una amplia sonrisa en el rostro.
- Mi nombre es Monkey D. Luffy. - el chico se rascó la barbilla. Una idea acababa de cruzar su mente. - Ya sé… ¿quieren unirse a mi pandilla?
Bar de Shakky
10:45 pm
La muchacha de cabello rosado soltó un sonoro suspiro. Llevaba ya media hora intentando llamar la atención del hombre pelirrojo, pero no había conseguido que este la mirara siquiera. "No entiendo… ¿acaso será gay?", se preguntó la mujer, mientras le echaba un vistazo al hombre enmascarado que estaba sentado en el otro extremo del bar. Este le volvió a hacer una seña. La mujer asintió. No tenía caso seguir con el pelirrojo si este no le prestaba atención. Lo mejor sería olvidarse de él y buscar otra víctima. Alguien que cayera más fácil.
La muchacha estaba por dejar la barra cuando el hombre de brazos largos llamado Apoo se le acercó.
- Que bueno volver a verte… Bonney. - habló. La mujer pudo percibir su fuerte aliento a alcohol.
- No puedo decir lo mismo, Apoo. - soltó la de cabello rosado, con frialdad.
- No seas tan mala… - Apoo le echó un vistazo al pelirrojo. - Te he visto desde que llegué. Llevas ya varios minutos con este… ¿Quién es? ¿Tu nuevo novio?
- No te importa.
Apoo se sentó al lado del hombre pelirrojo y empezó a examinarlo con cuidado.
- Pero que pinta tienes, amigo. Con tanto maquillaje… ¿acaso quieres competir con esta puta?
- Vete a la mierda, Apoo. - la muchacha de nombre Bonney se puso de pie e intento irse, pero Apoo la detuvo tomándola del brazo.
- No te vas a ningún lado, perra.
- ¡Suéltame!
El rubio enmascarado, al ver la escena, se puso de pie y empezó a caminar en dirección a la barra.
- Si puedes perder el tiempo con este fenómeno maquillado… - soltó Apoo, mientras apretaba con más fuerza el brazo de Bonney. - ¿Por qué no me das una oportunidad? Prometo darte una buena propina.
- ¡Suéltame, maldito! - gritó Bonney, con un claro gesto de dolor en el rostro.
De pronto, el hombre pelirrojo se puso de pie y le dedicó una mirada llena de odio a Apoo.
- ¿Qué pasa con esa mirada? ¿Acaso quieres pelea? Fenómeno. - habló Apoo, mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios.
Afueras del Bar de Shakky
10: 47 pm
Trafalgar Law se detuvo frente al bar de Shakky. Habían pasado varias semanas desde la última vez que había pisado ese lugar. No era su bar preferido, pero tenía el presentimiento de que si entraba, encontraría algo interesante para matar su aburrimiento. El doctor estiró el brazo y estaba a punto de abrir la puerta, cuando le pareció sentir una presencia extraña. De forma inconsciente, se hizo a un lado, justo a tiempo para evitar chocar con el cuerpo de Apoo, que había salido despedido del local de forma violenta, llevándose de encuentro la puerta del bar.
Law se quedó atónito al ver el cuerpo del hombre de brazos largos aterrizar en la calle. La fuerza con la que había sido lanzado era increíble. El doctor se preguntó que monstruo podría haber sido capaz de lanzar a Apoo con tanta fuerza. Al cabo de unos segundos, sus preguntas fueron respondidas.
Un hombre musculoso, de cabello rojizo y ojos ámbar salió por la puerta del bar y pasó al lado de Law. El doctor no pudo evitar fijarse en la furia que mostraban los ojos de aquel hombre, que más que un ser humano, parecía una bestia fuera de control.
Continuará…
Hola! Si estás leyendo esto, supongo que leíste todo el primer capítulo y te lo agradezco xD Hace tiempo quería escribir un fic de estos dos, pero no se me ocurría una buena idea. Bueno, no sé si esta idea sea buena, pero al menos me gustó, y estoy feliz de empezar este fic. Como ven , este fic está lleno de historias que se cruzarán en un momento determinado. Y en este capítulo, esas historias se dan casi en simultáneo. Espero que el formato no los maree a uds… ni a mí. Me gustó mucho escribir este cap. y espero que a uds les haya divertido leerlo. Me encantaría leer sus comentarios, para saber que opinan. Hasta la próxima.
(Para los que siguen 'Heavenly Blue', no se preocupen, que no pretendo descontinuarla. De hecho ya casi termino el capítulo 9, estará en línea pronto. Lo prometo. Saludos)
