Los personajes no me pertenecen ahora ni nunca. ni en sueños...
Merlin es de la BBC y, yo soy de mi mama. =) chistosita la niña- xd - no me peguen. Bueno,espero les guste.
The Illusionist.
En aquella noche maravillosamente clara y calida. Solo, se lograba escuchar; los reconfortante y, sutiles sonidos de los animales más hermosos y salvajes.
Recostado en el suelo, boca arriba, se quedo mirando la copa de estos mismos, sintiéndose pequeño, comparado con todo a su alrededor…*otra vez* Se dejaba oír el susurro inequívoco, de sus propios pensamientos. Segundos, minutos u horas después, opto por erguirse sin el mínimo signo de preocupación.
Parado en el medio del bosque…, espero a recibir su señal para moverse.
El aleteo de un búho y, el grito de su canto; le incitaron a caminar a ciegas.
No sabía a ciencia cierta; si había esquivado las mismas ramas que otras veces encontró o, las mismas raíces que de niño, tropezó. Pero estaba seguro que llegaría al mismo sitio que le esperaba cada otoño.
El mismo lugar donde su cuerpo parecía cobrar vida y, regocijo.
El mismo lugar donde se originaba la mejor parte de esté extraño sueño.
Entre los anchos árboles, lo vio relumbrar en tonos verdosos y, centellantes bajo la luz de la luna. A su alrededor estaba oscuro y hacia fresco. El lago parecía no tener fin ante sus ojos, solo aquella orilla, donde con cautela se acercaba.
Midiendo sus propios pasos, se fue adentrando en aquellas aguas tranquilas, que se mecían con el murmullo del viento, que lo acunaba.
La caricia revoltosa que jugaba con su flequillo, oscuro, de su no tan amplia frente…, le hizo abrir esos ojos de un azul centellante, tan fríos como la misma luna desvergonzada qué alumbraba su piel traslucida.
Sonrió a la nada conteniendo la conmoción. Sintiendo el escalofrió que cobraba vida desde la planta de sus pies.
Sin mas preámbulos, bajo la vista, observando el remolino que se arremetía frente a él.
Otra vez aquel muchacho, la misma piel, los mismos labios, a pesar del reflejo de los años. Sin perder por un segundo ese rostro impertinente y, gentil.
Perfilado con cincel de sinceridad y, pura vanidad. Como, la obra más bella del más talentoso de los artistas. Como ese atardecer que calienta un día frió.
Sinuoso y, perfecto.
Acaricio el contornó de esa imagen. *creció* ese susurro, nuevamente en su cabeza.*tan etéreo, tan perfecto, como el inicio de la primavera* *tan imponente* *tan sutil…, hermoso*
La imagen de aquel hombre que parecía; inocente perdido en la inconciencia. De expresión tranquila y, parpados cerrados, con los labios entreabiertos, incitadores, tentadores al mas loco acto de posesión.
Resguardado entre las penumbras de su propio sueño.
- ¿Por qué estoy aquí?
- Siempre es lo mismo. – Reclamo.- Solo lo veo dormir…
Sorprendido, noto que era la primera vez que hablaba en su propio sueño. Pero más que eso, su corazón trastabillo dentro de su cuerpo, al ver como detrás de aquellas dos cortinas de piel pálida. Se asomaban unos ojos tan sublimes como salvajes.*Son tan celestes, como el mismo cielo y, tan brillantes como perlas en el océano. Le dan un valor incalculable a todo aquel aspecto.*
Intento, tomarlo con sus manos, pero sus dedos, solo rozaron el vació.
-¡¿Será así hasta que seáis viejos?!- Soltó cansado. Arto de ese juego. – ¿Qué queréis? ¡Buscáis que os mate a todos? ¡Me estáis enloqueciendo! Jugáis, con mi buena voluntad. ¡Os Advierto! Soltad lo que pretendéis de mí o, por el buen juicio de mi Dios, que yo, os Matare.
Una ventisca azotó su cuerpo, el lago se volvió arena y, aunque su garganta se seco. No dejo de gritar su amenaza.-¡Por Merlín!, ¡Por mi propio nombre! ¡Que os matareis!.- sentencio.
El golpe fue mas fuerte qué otras veces y, el suelo frió, lo recibió, como siempre. –Mierda. – grito, haciendo reír a su Hermano mayor, quien, pasaba por el pasillo de su cuarto. Para nada, indeciso; Abrir la puerta apoyándose en el umbral. Solo para verlo derrotado en el suelo.
Soltó una carcajada al verlo enredado entre las sabanas, mientras se asomaba por el borde de la cama-¿Otro, brillante sueño? Principito.
-¡Que te jodan! – Respondió enardecido.- ¿Desde hace cuanto estas ahí?
- Antes del "¡Que te jodan!" y, después del "¡Mierda!". - Sonrió al verlo resoplar mientras buscaba su ropa.- ¿Volviste a tener ese sueño? ¿Si, sabes que puedes hablarlo conmigo, verdad?
-Hablar… ¿de qué…precisamente? De un hombre que me observa y, al cual solo logro ver esos ojos tan brillantes, como la luna y, azules como el más impido océano.
-Que romántico…, -susurro divertido. Su hermano le lanzó una almohada- me refiero ah…, tu sexualidad.
-¿Que? Mejor cállate antes de que te mate.
-Oh, vamos…Artie. – su hermano le mando una mirada llena de navajas, al mencionar el apodo que tanto detesta desde que era niño.- Se dice que los sueños son la puerta que guardan los mas oscuros deseos.
-¿Y eso a mi qué?- soltó, haciendo a un lado a su hermano para salir de su propio cuarto y, bajar a desayunar…
-Sueñas con los ojos de un hombre.
-¿y? tú sueñas con un gato.
Se hundió de hombros.-Siempre quise una mascota y, sabes que mama es alérgica.
-Si, claro…- bajaron las escaleras rápidamente esperando que sus hermanas, no los regañara por hacerlas, esperar…, como siempre.
-solo digo…, que siempre has tenido, el mismo sueño, desde que éramos pequeños, ¿Verdad?- Arturo asistió apenado.- sueñas con un hombre…, bueno. Básicamente. Primero con un adolecente y, luego con un hombre… pero todo va… particularmente casi con tu crecimiento.
-Ya entendí eso…- Susurro perdiendo la paciencia.
- Ok. La pregunta del millón es… ¿Por qué no… una mujer? -El menor arrugo el ceño, sintiendo sus palpitaciones aumentar con preocupación.- Quizás inconcientemente estas admitiendo tus declines sexuales.
-No uses tu burdo análisis con nuestro pequeño hermano, Lancelot.- Advirtió, Morgause mientras intentaba no quemar los huevos y, el tocino.
- ¡Ya déjalos! ¿y, que si, lance tiene razón…? Que Arturo sea Gay, no es el fin del mundo. "hermano" te apoyamos en todo. Pero fíjate que el tío, tenga buena lana, así no tenemos que mantenerte.- Soltó sin mirarle siquiera, mientras ojeaba una revista apoyando sus codos en el pasa platos. Suspiro,- Oh, al menos una casa propia, la mansión no es tan grande como antes…
A estas alturas.
Arturo luchaba por no tener una crisis y, matar/golpear a sus hermanos.-¡Cierra la boca, Morgana!,¡Ni soy gay!, ¡QUE NO LO SOY!,- Se giro apuntando a su hermano que iba a abrir la boca.- ¡Ni tengo inclinaciones raras!- luego señalo a Morgana- ¡Ni voy a mudarme! O, si… P-Pero ¡solo para alejarme de ustedes!¡idiotas! eh… menos tu Morgues… - La cual era la mayor de los tres y, a la que mas miedo le tenían, dado que era muy vengativa cuando se le cruzaban los cables. Y por lo que veia… no estaba de buen humor…- eh, uh.. ¡¿Qué desayunamos?
La chica les enseño los huevos y, el tocino quemado.
- se eh… se ve delicioso… ¡verdad chicos? – Tanto Morgana como Lancelot asistieron con gotitas de sudor en la frente y, temiendo comer semejante desastre. Ya les dolía el estomago con anticipación.
-¡Ya, mocosos…, váyanse, antes que les haga tragas esto!
Todos rajaron de la mansión, como si el diablo estuviera dentro de esta.
- Diablos, ¿vieron eso…? – se desmembró de la riza su hermana en el asiento trasero.
-¿Por qué…, Morg estaba cocinando?- *¿llamas, cocinar a eso?* Soltó la menor entre chillidos- ¿Y, Lucy…?
El mayor de los tres suspiros, mientras conducía el Ferrari de color rojo. – Morg, quiere aprender a cocinar una cena especial… - siseó con desagrado- quiere invitar a Cenred para que tengamos todos una cena en familia. Espero que su plato, incluya veneno...
-Lo celoso no va contigo.- aseguro el rubio.
-No estoy celoso, solo… la protejo.- Aseguro, cambiando de carril.- Tú sabes…, ese tío no me da buena espina.
-Ese… y, todos los que se acercan a nosotras, enserio… lance. Apaga un poco a tu radar de hermanos sobré protector… ¡ni siquiera dejas que Arturo termine sus sueños húmedos, con su chico!
-¡Cállate!- se fue arrastrando en el asiento, sintiendo los cachetes arder mientras sus hermanos se reían de el, - No son sueños húmedos… y, no es mi chico.- aclaro con la voz titubeante y, el golpeteo de su corazón queriéndosele salir del pecho. Decidió cambiar de tema- ¿Cuándo me dejaras manejar esta belleza?
-¡Cuando cumplas dieciocho!
-Pe-pero hace casi dos que tengo el permiso...
-Entiendelo, Lance... Arturo ve en tu auto, la posivilidad de perder su inutil, virginidad...
- Al menos, yo, tengo algo que perder.- morgana le atino un golpe en la cabeza, mientras apretaba los dientes.
- ¡Hare de cuenta que no escuche eso! y, que solo es una broma... - le miro por el espejo- Por que estaras en problemas, jovencita.- solto molesto el mayor...
-te aseguro que es una broma.- Intentando sonreirle a su hermano que parecia asesino en serie- una de muy mal gusto, siguimos siendo tus pequeños inocentes...
-si, como no... -mascullo el rubio, ganandose otro golpe. -¡auch! ¡Ya para tonta!
- Y, tu Arturo, aun tienes diecisiete y, no te permitiré tocar a mi nena hasta que no apruebes mi propia prueba de manejo. – sentencio mientras doblaba otra cuadra y, observaba lo que hacia su hermana que estaba toda sonrisas, mandando mensajes por celular. -Y tú deja de chatear con ese muchacho, si no quieres que confisque tu teléfono.
-Eres tan injusto.- Se quejo el rubio.
-Y, tan estupidamente-sobreprotector...- Agrego la morena guardando su celular.
-Cállense los dos, diablos.- se masajeo la cien- Discutir con ustedes par de zuricitas, me hace dar hambre…
- No deviste dejar que Morgi le diera vacaciones a Lucy.
-¡¿Que hiciste que?!- Grito Arturo. Una cosa es que su nana no estuviera un día… otra que no estuviera por varios días…- ¡¿eres idiota?!
-Gracias, Morgana.- Soltó arrugando el ceño su hermano mayor, llegando al instituto donde el trabajaba y, sus tontos y, hormónados hermanos estudiaban.
-De nada, lance.- Sonrió, fingiendo inocencia.
Se hallaba demasiado tenso, desde que desperto en la mañana, flotando en el aire como en las ultimas noches y, callendo al suelo, sin contemplaciones. *ese maldito sueño*
Nado de una punta a la otra, mientras intentaba calmar las punzadas hirientes en su cuerpo. El ultimo sueño había sido muy, pero muy, demasiado real para su gusto. La tormenta de arena le había provocado cortes en la piel. Como si de vidrio se hubiese tratado. Sin necesidad de escuchar aquellos, tacones golpeando la cerámica. Pudo presentir la presencia de alguien más, en el cuarto. Eh imagino quien era…, Freya.
Se acerco a la orilla y, subió por las escaleras, tomando la toalla que se le era entregada, frente a el. Su mente seguía enfrascada en el recuerdo de aquel sueño. Esos ojos…, esos ojos no podían ser borrarlos y, no deseaba hacerlo…
La mujer lo observo deleitándose con aquella figura masculina que se cernía en un pequeño bañador de color azul, acentuando esa piel bronceada y, febril.
Se mordió los labios, para contener el deseo de tocar esos anchos hombros y, arrastras sus dedos por esos perfectos omoplatos que parecían llamarle…, arañarlo en un acto carnal se veía tan tentador, teniéndolo así de semidesnudo.
La desagradable sensación de ser comido con la mirada, lo trajo a la realidad-¡¿Qué necesitas Freya?- Arrugo el ceño.
-Solo decirte que la función se pasara para la próxima semana.- Soltó en un tono coqueto e intento acercarse pero sus pasos quedaron atascados en el suelo. Otra vez, lo había hecho.
-¿Por qué? Creí haberte dejado claro que no haría tal función. – Tomo una botella con agua -Gwen no se ah repuesto aun del ultimo acto.- la llevo a sus labios, dejando secos los de su acompañante- No esta de ánimo.
-Es solo una gata.- mascullo, recelosa y molesta por no poder acercársele.
-Dije que no.- Se coloco la toalla sobre los hombros y se alejo de la joven de traje ajustado.- ¡Cámbialo! O, cancélalo. No haré tal función hasta que Guinevere se componga.- observo a la distancia a la pequeña gata negra qué se hallaba recostada sobre una reposeerá. Sonrió y, la contemplo con una mezcla de cariño y, tristeza. – hasta que ella no mejore, yo, no haré nada.
-Pe-pero… eso no es bueno para nuestro…
-Freya, relájate… no pasara nada por que cambies la fecha. – sostuvo, alejándose y, perdiéndose tras una puerta. La joven sintió como el hechizo se rompía y, podía moverse nuevamente.
- ¡Gwen! Me las pagaras…- Le aseguro a la gatita, que se relamía las patitas, ignorándola. Se fue ofuscada.
- El muchacho, sonrió reapareciendo en la misma reposeerá en la que estaba aquella gatita. – Creo que aquí, ya no me buscara mas.¿ No lo crees? Gwen…, - la levanto con cuidado y, la coloco sobre su pecho.- ¿Qué tienes preciosa? ¿Te sientes sola…, se que no eh estado contigo lo suficiente… -la gatita maulló y, el vio un latigazo de dolor en ellos. -De acuerdo, que te párese si das un paseo, iré por ti luego. Eh?- la gatita volvió a maullar un poco mas animada.- solo fíjate donde andas, si. Te quiero preciosa.
La gatita desapareció de sus manos, en cuanto sus ojos azules dieron un vislumbre dorado.
-Tomare una siesta mientras tanto.- arrugo el ceño al sentir nuevamente otra precensia.- no recuerdo que tengamos arboles o sombrillas aqui...- solto, por el simple hecho de que algo, detras de el, le daba sombra.
-Primero.- solto una voz ronca y de tono bastante peligroso-, me puedes explicar..., ¿Por que me dejaste a mi suerte anoche?.
-ehy! mi buen amigo..- saludo, con un torpe intento de sonrisa.- ¡¿De que hablas? si estube contigo, todo el tiempo.
- No me vengas con esas patrañas,- colocandose frente a el y, dandole un empujon con el pie a la reposera donde se hallaba acostado el pelinegro.- Se perfectamente que eso era un jodido y, estupido clon tuyo, por lo cual me costo notarlo.
- Gwaine... una ilucion- levantandose e incandole un dedo en el pecho- no es un clon. estas confundido..., estubimos juntos, bebimos, cantamos y, bailamos con dos tias hermosas y,...
-¿Y,?
- Y, volvimos a beber...
- No te metas en mi cabeza, merlin. - Le advirtio sabiendo los trucos del ojiazul.-se que no eras tu.
- De acuerdo..., pero parte de mi estubo ahi- le sonrio y, de la nada hizo aparecer una camisa negra que se coloco sobre los hombros.- mira, si te hace feliz.. estube un rato y, luego me marche... no me sentia comodo.
- Yo, lose y, lo entiendo. - Suspiro, caminando detras de su amigo, por el borde de la picsina-Lo que no entiendo es..., por que te comportas asi, antes te volteabas a todas las porristas de la escuela y, con todas... me refiero a los que llebavan pantalones, tambien.
Se rio ante el recuerdo.- Eso era el secundario y, los rubios son mi devilidad. - se defendio-tu mejor que nadie lo sabe.- le guiño un ojo y, su amigo no pudo evitar sonrojarse.
- No pudiste haber cambiado de la noche a la mañana, Merlin... - le aseguro.- De todos, eras el peor... - le recordo.- Dime que esto no es por ese niñito que vez, en tus sueños. le sujeto de los hombros, por que Merlin no le miraba-. por que juro que te ahorco.
-No se de que hablas.
- Anoche te invite para distraerte y, alejarte de la fastidiosa de Freya.
-Y, te lo agradesco, pero creeme que estoy bien.
Nego molesto,-Para estas fechas siempre te la pasas deprimido y, extraño... vacio, como si,te faltara algo...- le miro las ojeras alrededor de los ojos- Mirate, ni siquiera has dormido.- le acaricio la mejilla, como un acto normal entre ellos. Siempre se trataban como si fueran hermanos, apesar de la pequeña aventura que tubieron algun vez.- No me gusta verte asi..., olvida ese sueño Merlin. Hace demasiado, que lo tienes... y, lo unico que haz comoprodado es que es... lo que es, solo un sueño.
- Se que tienes razon.- quito la mano de su amigo y, encambio le dio un calido abrazo.- pero es mi cabeza la que al parecer esta programada para recordarle cada que intento olvidarlo. - se alejo y, puso sus frentes juntas, sujetando la cabesa de su rubio amigo, con ambas manos, tener la misma altura ayudaba.-No se quien es... ni se, si existe, pero se volvio mi obsecion... y, no puedo encontrarle la cura... solo pido paciencia.
- Solo, ten cuidado..., dicen que los ilucionistas... tienden a quedar atrapados en su propio mundo, irreal.
- Se que te preocupa..., por que me quieres...,- El moreno acerco los labios, para darse un timido beso, reconfortante para ambos.- pero estare bien.- solto, separandose y, desapareciendo, como siempre.
-Detesto, cuando haces eso...- gruño, al ver que su cabello estaba suelto y, revuelto.- Te comportas como un niño, se que estas escuchando, Merlin. - suspiro y, se alejo, tenia una agenda bastante soturada, gracias a su amigo.
