Fandom: Pandora Hearts
Claim: Elliot Nightray & Reo
Tabla: 30 besos
Tema: #25. Cercado
Advertencias: Spoiler (capítulos del 50-58 del manga), AU, Angst ligero.
Notas: Disfruten la lectura.
Disclaimer: Pandora Hearts y sus personajes no me pertenecen, son de Jun-sama. La historia que tiene cosas aun más raras, esa si proviene de mi cabeza...
25. Cercado
¡No olvides que tú hiciste esto!
Las palabras de mi anterior alma resonaban en mi cabeza desde ese día. Ni con todos estos años había podido olvidar que la causa del sufrimiento de Elliot, era yo mismo. Que la razón de que Elliot terminara con la vida de su familia casi por completo, era mi propia existencia. Y me sentía miserable, porque no podía olvidar lo que Elliot había hecho, cada vez que terminaba matando para protegerme.
Pero todo había cambiado esta vez, lo comprendí nada más al verlo luego de que clavara sin dudar su espada en el cuerpo de su madre, quien había estado a punto de acabar con mi miserable existencia. Elliot ya lo sabía todo y no había vuelta atrás.
Si me odiaba no lo culparía, pues yo era la causa mayor de su desgracia.
Y deseé con todas mis fuerzas que este momento no hubiera llegado tan rápido.
Más aún cuando vi con lágrimas en los ojos que el reloj en su pecho había llegado al límite.
Lloré y grité aferrándome a su cuerpo sabiendo que si Elliot no existía, para mi no habría mañana. Pero sus ojos ya casi no me veían, y su pecho palpitaba lentamente cuando me dedicó una dulce sonrisa, gesto que me partió el alma.
Pues… todo lo que estaba pasando "Yo lo había hecho".
No tenía más escapatoria y aún consciente de este posible nuevo error los llamé.
No podía separarme de Elliot, no iba a dejarlo morir, no importa cuánto tuviera que sacrificar. No se lo llevarían de mi lado.
-¡Dime que hacer! ¡Haré lo que sea!- les rogué a las voces que acompañaban a mi alma desde que tenía memoria.
Luego de unos segundos de silencio, que me hicieron cortar la respiración, por fin uno se adelanto a hablar. El que había estado antes de mí y llevado el nombre de Glen Baskerville, el autor de la tragedia de Sabrie. Yo mismo.
-Solo te queda una opción- Su voz retumbó en mis oídos
-¡Lo que sea!- lo interrumpí sin detenerme a pensar.
-Tienes que sacarlo de este mundo. Pero si haces eso en estos momentos, al borde de su muerte, existe la posibilidad de….-
Su voz se volvió un oscuro eco en mi mente mientras veía que la sangre de Elliot formaba un charco a nuestro alrededor y sus orbes azules perdían su brillo.
-¡Solo hazlo!- grité desesperado.
-Para eso existe una condición…-
Lo escuché en silencio. La condición de la que hablaba, de lo que había intentado huir desde siempre, ahora me alcanzaba. Pero no me tarde más de un segundo en decidir.
Estaba cercado entre malos augurios sobre el camino que me tocaría recorrer de ahora en más o una vida sin Elliot si no aceptaba sus condiciones.
Y lo entendí, no importaba si tenía que sacrificar mi alma, no podía perder a Elliot, aunque una de las condiciones me rompería en pedazos, pero el no tener nuevamente sus ojos azules sobre mi era como estar muerto en vida.
Por eso acepté.
Por eso ni siquiera temblé cuando la voz en mi cabeza de nuevo me mencionó que todo lo que pasaba era por mi causa.
Y así fue como caímos por un espeso abismo. Ni un segundo solté a Elliot que yacía con los ojos cerrados en mis brazos. Un golpe en seco me devolvió la vista, mis lentes estaban quebrados en alguna parte de ese duro piso y mi frente daba hacia un cielo nublado, no muy diferente del que había visto alguna vez en Reverie. Unas personas de vestimentas que nunca había visto, de todos los colores y formas posibles, nos miraban. No logré comprender con sólo esa vista a donde habíamos llegado.
Pero no me preocupe de esas miradas que se levantaban sobre nosotros pues el hecho de que Elliot estuviera allí dormido en mis brazos, como pude comprobar cuando me acerqué a su rostro, era suficiente para mí. Con algo de dificultad me incorporé con él en brazos. Era notoria la diferencia de estatura de nuestros cuerpos, pero tuve fuerzas para cargarlo, tal como había hecho otras veces que se había quedado dormido para llevarlo a la habitación a que descansara como debía.
Deje de sumirme en los recuerdos de un pasado que ya no volvería y me encaminé con Elliot en brazos a un lugar más alejado de la gente, que al verme levantarme se había dispersado, dejando ver que sus vidas estaban centradas en otras cosas. Llegué así a un callejón solitario donde nadie nos molestaría y lo recoste en el piso de la fría calle.
El lugar era asqueroso, como las peores calles de Reverie. Pero no me importó.
Nunca dejaría que se apartara de mi lado, aunque hubiera tenido que hacer esto.
Cercado en la incertidumbre de perderlo para siempre o de cometer un error más grave que la última vez que había impedido su muerte.
Cercado por decidir lo que ya sabía desde el principio.
No podía vivir sin Elliot.
Y la culpa de esa necesidad la cargaría conmigo toda la eternidad si era necesario.
Me acerqué a su rostro dormido, en sus mejillas se notaban las marcas que había dejado la pasada tragedia. Todo lo que yo sabía que había sufrido al enterarse de la verdad. Con suavidad besé sus párpados cerrados y limpie sus mejillas con mis labios en movimientos lentos y dolorosos para mi pecho.
Lo último que hice fue posar mis labios sobre los suyos en un beso que fue hielo de su parte, pero que ardía de mis sentimientos por él.
Me alejé unos centímetros al verlo reaccionar. ¿Que importaba no tener mis gafas cuando estaba con él? Así que no hice nada por ocultar mi vista violácea de la suya.
El azul de sus ojos me hizo estremecer unos segundos y un conjunto de emociones se revolvieron en mi interior. Aun quedaba algo de esperanza…
-¿Quién… eres tú?- Fue lo primero que me dijo cuando pudo hablar.
Sólo entonces recordé lo que el anterior Líder Baskerville me había advertido como posibilidad.
"Pero si haces eso en estos momentos… Al borde de su muerte, existe la posibilidad de que olvide toda su vida hasta ahora."
Mi decisión no flaqueó ni siquiera en ese momento, cuando sentí que una parte de mí se rompía en pedazos. Lo tenía con vida y a mi lado, sus orbes azules me miraban de nuevo, aunque el precio había sido y seguiría siendo alto.
Y aunque todo fuera mi culpa no pude evitar que un río de lágrimas se derramara por mi rostro para desconcierto del chico que estaba frente a mí.
"¿Quien eres tú?"
Su voz resuena aun en mis oídos desde ese día.
El día que estuve cercado entre una decisión, que no estaba listo para tomar.
R: ... Elliot... -en la esquina, sintiéndose miserable-
NA: Hellou~~ Terminado primer capítulo de este fic. Tomaré como base los temas de la tabla 30 besos para la comunidad de 30 vicios.
El fic seguirá una línea temporal. Dentro de lo posible, así que todos los cápitulos/temas estarán ordenados como estime conveniente.
Se aprecian las correciones, los saludos, tomatazos, abrazos, y por supuesto... Reviews.
La vida de Reo es deprimente...Uu
El próximo capítulo: Elliot POV.
Saludos desde el más allá~~
Pd: Dejen Review... -rogando- (?)
