El sol brillaba con fuerza, más de lo que a Sakura le hubiera gustado. No le hacía gracia despertarse y quedarse ciega solo porque ayer se le olvidara bajar la persiana.
Estirándose echó una rápida mirada al reloj, las nueve de la mañana.
Se levantó y aún medio dormida se metió bajo el agua helada de la ducha.
Tsunade la había citado para las 10 y le había dejado claro que era de vital importancia, así que esta vez sus compañeros de equipo: Sai y Naruto, tendrían que entran sin ella.
Ya vestida y desayunada y aún con el pelo mojado, salió de su casa.
El calor era insoportable, horrible a pesar de ser tan temprano.
Sakura llego justo a las diez y llamó tres veces a la puerta del despacho de su maestra.
-Pasa- se oyó al cabo de un rato.
Sakura abrió la puerta y entro.
-Buenos días- saludó.
-¡Sakura!-exclamó la Hokage- Bien, bien, puntual como siempre, siéntate.
La pelirrosa se sentó suspirando y esperó pacientemente.
-Veras Sakura, tengo un encargo para ti y tu equipo, pero especialmente para ti. Hoy recibiremos una especial y para nada común visita. Por motivos de misión, pasarán por aquí una buena temporada tres avatares- Sakura abrió los ojos de par en par- Y quiero que el quipo Kakashi les ayude en su misión y tu les guiaras y te quedaras con ellos en todo momento, que no les falte de nada- Tsunade rebuscó entre los papeles del escritorio- Toma – dijo entregándole una carpeta roja- sus fichas, em… no tardarán en llegar.
Sakura cogió las carpetas y sonrió saliendo del despacho.
Camino más contenta hacia la puerta de la aldea. No se lo podía creer ¡avatares! ¡acompañaría a tres avatares!. Sakura sonrió feliz, era una gran responsabilidad.
Si alguien la preguntase, no sabría como definir a los avatares. Algunos los consideraban ninjas con la naturaleza del chakra tan marcada que le otorgaba esos extraños poderes. Otros negaban que fueran humanos. Lo único que Sakura sabía es que antaño fueron ninjas y que, no se sabe muy bien como, fueron adquiriendo extraños poderes. Hoy en día, siglos y siglos después de eso, se habían alejado tanto del resto de las personas, que vivían al otro lado del inmenso océano, en otro continente, gobernados por un rey y un parlamento.
Sakura tenía constancia de que incluso existían clanes en los que todos sus miembros poseían poderes increíbles.
Miro las fichas por encima. Se trataba de dos chicas y un chico. Los tres de su misma edad.
Había llegado ya a la puerta, y como aún no había nadie, se sentó en una roca a leer las fichas. Tomó la primera ficha, una chica rubia de ojos marrones sonreía ampliamente. Era muy mona.
-Iukai, Demi- leyó en voz alta- 15 años, a cumplir 16 en dos meses- Sakura sonrió ligeramente. Parecía una chica alegre y bastante despreocupada- Poder: sanación, nivel 3 - ¿sanación?, Sakura paso a la segunda ficha preguntándose como sería eso,
-Sohma, Alira, 16 años- Sakura observó la foto, una chica morena de pelo largo y ojos azules- Poder: electricidad, Nivel 5- Sakura abrió los ojos sorprendida el nivel 5 era el nivel máximo que un avatar podía alcanzar, algo así como Jounin.
Pasó a la ultima ficha y se quedo mirando la foto fijamente, un chico guapisimo, castaño de ojos negros le devolvía una mirada traviesa. Sakura se sonrojó ligeramente- Akatora, Sith, 16 años, poder: fuego, nivel 4.
Se quedó observando la foto del chico fijamente hasta que tres figuras se perfilaron en el horizonte. Sakura guardó las fichas nerviosa, se atusó la ropa, se ajustó la cinta y se peino un poco. Dio un par de paso hacia delante y se quedó en medio de la puerta sonriendo cordialmente.
-Bienvenidos a Konoha- dijo con voz segura y agradable cuando los tres avatares se pararon delante de ella.
-¡Hola!- exclamó la chica rubia- Soy Demi encantada- Sakura sonrió- Ellos son Sith y Alira- La morena miraba el cartel de la puerta con cara de aburrida mientras el chico le daba la mano a Sakura sonriéndola.
-Se que podéis estar cansados pero lo primero es ver a la Godaime- dijo Sakura siendo todo lo más amable que podía sin sonrojarse por la intensa mirada del chico.
-Si es lo primero- Contestó Alira- vamos.
Sakura sonrió y les llevó hasta la torre del hokage mientras les enseñaba toda la aldea. Sus tres acompañantes la escuchaban con total interés y miraban atentamente todo lo que ella les señalaba.
Al entrar en el despacho de la hogake, esta les invitó a sentarse.
-Gracias-contestó Sith educadamente mientras tiraba de Demi para que se sentase a su lado y dejara de revolotear de un lado a otro del despacho.
-Es un gran honor para Konoha acogeros y facilitaros toda la ayuda que preciséis. Sakura y su equipo os acompañaran y ayudaran- dijo Tsunade.
-El honor es nuestro, no envían a cualquier mindundi a este lado del océano, ni en mis mejores sueños- contestó Sith- ¿verdad chicas?
-¿De verdad tienes un equipo?- preguntó Demi a Sakura pasando de su compañero.
-Yo ayer soñé que me compraba un gato- susurró Alira mirando ausente por el gran ventanal.
-Que tendrá eso que ver- contestó Sith suspirando.
Tsunade sonrió divertida.
-Tranquilo me lo imagino- se puso en pie y le tendió la mano- bienvenidos, de nuevo, al mundo Ninja, espero que disfrutéis de vuestra estancia.
Sith le apretó la mano.
-Eso haremos.
-¿Qué queréis hacer ahora?- preguntó Sakura una vez fuera del despacho.
-¡Conocer a tu equipo!- exclamó Demi con emoción.
-Dormir- contestó tajante Alira.
-tu siempre quieres dormir- se quejó la rubia.
-Es gratis.
-Llevanos a conocer al resto de nuestros compañeros, Sakura- dijo Sith dedicándole una preciosa sonrisa.
-Ehm… si vamos, vamos, estan… ehm… entrenando- contestó Sakura luchando por ponerse del color de su camiseta.
-¡RASENGAN!- gritó Naruto mientras dirigía el ataque contra su contrincante que apenas pudo esquivarlo.
-Bien chicos, basta por hoy, buen trabajo- Dijo Kakashi cerrando su libro y dando por finiquitado el combate.
Naruto resopló secándose el sudor de la frente mientras Sai guardaba sus pinceles y pergaminos.
-¡Ah!- exclamó el Ninja copia- Sakura.
Tanto Naruto como Sai levantaron la vista para ver a su compañera acercarse a ellos acompañada por un chico y dos chicas.
-¡Sakura-chan!- gritó Naruto agitando la mano en el aire.
-¡Naruto!- contestó Sakura imitando el gesto de su amigo- Venid que os presento. Kakashi, Naruto, Sai, estos son Alira, Sith y Demi.
-Los avatares- contestó Kakashi clavando la vista en Alira que miraba hacia otro lado molesta.
-¡Avatares!- exclamó Sai con su típica sonrisa- es la primera vez que tengo el placer de conocer a unos en persona.
Demi le cogió la mano y se la agitó arriba y abajo con energía.
-¡es la primera vez que toco a un Ninja!- exclamó la rubia emocionada.
Sai sonrió pensando que acabaría por arrancarle el brazo.
-Vosotros debéis de ser nuestros compañeros- dijo Sith tirando del brazo de Demi para cortar su efusivo saludo.
-¿compañeros?- preguntó Naruto.
-Tsunade nos ha encargado la misión de ayudarles- contestó Sakura.
Naruto la miro emocinado.
-¡POR FIN!, esa vieja me da algo importante para hacer.
-Teníamos pensado salir mañana a primera hora, ¿no Alira?- preguntó Sith mirando a su compañera que había pasado a lanzarle a Kakashi mensajes de muerte con los ojos para que dejarla de mirarla. Sith carraspeó- si, mañana.
-Bien- contestó el Ninja copia apartando la vista de la morena- entonces mañana a primera hora en la puerta de la aldea, sed puntuales.
Sin añadir nada mas despareció en un montón de humo.
-¿Dónde dormiremos?- preguntó Alira aliviada por la marcha de Kakashi.
-En mi casa- contestó Sakura- si os parece bien.
-Por mi perfecto- respondió Sith- ¿Vamos?, Naruto, Sai, encantado nos vemos mañana.
Sai sonrió, Naruto le miró con cara de pocos amigos, iba a dormir en casa de Sakura.
-Hasta mañana- se despidió Sakura echando a andar junto con Sith y seguida de Demi que tiraba del brazo de su compañera para que no andara tan despacio.
