¡Hola, gente guapa!

Ya sé que he estado ausente por un buen tiempo, pero les traigo buenas noticias: escribí un montón de cosas. Y entre ése montón está éste nuevo proyecto que espero les guste. ¡Juvia es el centro de atención! Yo sé que todos amamos a Juvia. ;D

Aclaraciones: Fairy Tail ni ninguno de sus personajes me pertenecen, todo es propiedad de Hiro Mashima. Yo sólo los tomo por mero amor y sin ningún fin lucrativo. ¡Gracias!

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Colors of my Life

Color #1: Celeste

Gray entró con cautela al gremio, mirando con desconfianza cada rincón del lugar. Era el día 731 desde que había conocido a Juvia, o en otras palabras, su aniversario de dos años. Y no era que él hubiera contado cada día desde el día 413, para nada, seguramente. Era sólo su intuición masculina y tantita ayuda de Mirajane que se lo había recordado.

Lentamente se acercó a la barra, sentándose en uno de los banquitos sin dejar de buscar. Algo extraño estaba sucediendo.

—¿Cerveza? —preguntó la voz de la mayor Strauss.

—No.

—¿Entonces Juvia? —volvió a preguntar. Gray volteó a mirarla con los ojos entrecerrados.

—Tampoco —respondió incómodo. Mira le sonrió divertida para luego continuar atendiendo a los demás.

Un par de segundos después el alquimista ubicó a la maga elemental sentada en una de las mesas del fondo, a un lado de una ventanilla, totalmente entretenida acariciando las puntas de su cabello. Por un momento Gray pudo ver corazones flotando alrededor. Luego enarcó una ceja consternado.

Discretamente volteó a los lados, constatando que nadie, además de Mirajane, lo estuviera observando, para después levantarse del banco y caminar hacia donde estaba la Lockser.

—¿Qué estás haciendo? —le preguntó confundido.

—¡Gray-sama! —le sonrió Juvia con las mejillas rosas—. Juvia estaba mirando su cabello.

—Creo que no me di cuenta… —respondió Gray con ironía—. ¿Por qué lo hacías? —volvió a preguntar.

Por un momento el rostro de la maga se volvió con preocupación.

—Juvia quiere disculparse con usted, Gray-sama —respondió decepcionada—, Juvia sabe que hoy es su aniversario de 731 días y no le preparó nada especial; pero es que hoy cuando Juvia vio el cielo celeste no pudo evitar sentirse feliz cuando notó que su cabello es del mismo color —le explicó sonriendo feliz.

—Ya veo —respondió él un poco divertido.

—Juvia está incluso más enamorada de Gray-sama —canturreó tocándose una mejilla—, de no haber sido por aquél día tal vez nunca se hubiera dado cuenta.

—De nada —le sonrió.

Luego Gray suspiró en silencio, escuchando cada halago y palabra de agradecimiento de su compañera. Por un momento pensó que estaba bien, que Juvia lo recordara cada vez que mirara el cielo celeste o su cabello celeste.