Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, son propiedad de la reina J.K Rowling y la WB. Los personajes de Sherlock perdieron ya los derechos muahaha, pero la adaptación de Sherlock moderno son propiedad de bbc (okay).
Aclaraciones: En esta historia Sherlock y John viven juntos mucho más jóvenes que en el canon. Ya que al ser Sherlock y John de la misma generación de Harry, tienen alrededor de 22-24 años. Si no les gusta el Drarry/Johnlock por favor, no lea este fanfic. XD
Resumen : John Watson y Harry Potter fueron compañeros en Hogwarts, ambos de la casa de Gryffindor, mientras que Draco Malfoy y Sherlock fueron compañeros de casa en Slytherin. Por jugarretas del destino la vida de los cuatro se ha cruzado.
Dedicatoria: A todos los slytherin y gryffindor del mundo. VIVA SLY XD
Entre Slytherins y Gryffindors
El mundo es tan grande, pero a su vez es muy pequeño. Más cuando vives en una ciudad como lo es Londres, donde aparentemente viven muchas personas, pero extrañamente en su mayoría se conocen. Un lugar en dónde siempre conoces gente nueva y que casualmente, esa gente que creías "nueva" se convierte en un conocido, al tener de amigo alguien que conoces.
Esa tarde el mundo de Harry se volvió pequeño en cuanto se encontró en una cafetería muggle con nada más y nada menos que uno de sus antiguos compañeros de Hogwarts, uno de los mejores golpeadores que había tenido su equipo de quiddicth mientras estudiaba. Dos años mayor que él, ahí estaba, el ahora doctor, John Hamish Watson.
- ¿Harry?, ¿Harry Potter?, vaya que sorpresa verte por acá, creí que jamás salías del ministerio – dijo muy amable el rubio que se sentó frente a él, Harry respondió el saludo tendiéndole la mano con una amplia sonrisa sobre su rostro.
- John, vaya, ha pasado tanto tiempo, ¿qué será?, ¿dos años? -.
- Un poco más, pues este mayo se cumplen tres años desde que venciste a Voldemort – dijo ese último nombre dejando escapar una risa – que genial es poder decir el condenado nombre sin temor alguno -.
- Lo sé, pero prefiero igual no tener que volver a nombrarlo. Entonces, ¿qué me cuentas? -.
- Nada especial, lo de siempre, trabajo, curando Muggles y uno que otro Mago en mi consultorio particular - .
- Creí que trabajabas para ese Slytherin, uhm… ¿Sherlock? -. John rodo sus ojos, justo aquel día no estaba muy animado para hablar de su compañero de piso, pero no tuvo remedio.
- Eh sí, aunque no trabajo "para él", sino "con él", soy su blogger, pero lo hago por hobbie, el tipo ni si quiera me paga – respondió presuroso esperando que Harry cambiara el tema al notar su incomodidad, pero el joven azabache continuo.
- Me asombra que aún vivas con él, en la escuela parecían buenos amigos, pero desde que casi se pasa al otro lado, creí que ya no le hablabas -.
- De hecho por un tiempo no le hable, ya que si los ayudo, pero luego me entere que a quien ayudaba era a Snape, quien gracias a dios resulto ser de los nuestros después de todo, solo por eso le perdone – dijo con nostalgia, a su mente llegaron recuerdos de aquel día en que su amistad con Sherlock volvió a formarse.
- Sí, un gran hombre Snape – se limitó a responder Harry en un tono triste, también sintió nostalgia al recordar lo que había visto en el pensadero, perdido en sus recuerdos sacudió su cabeza y antes de continuar hablando de Sherlock, John se apresuró a cambiarle el tema.
- ¿Qué hay de ti?, lo último que supe de ti es que eras auror y vivías con los Weasley – Harry casi escupe el café, y rodo sus ojos nervioso.
- Oh lo siento, ¿tema delicado? – pregunto tímido.
- No, está bien, no te culpo por no saber… pasa que ya no soy novio de Ginny, y comencé a tener problemas con Ron por eso, así que antes de que las cosas empeoraran, decidí irme de ahí, ahora me hospedo en un departamento cerca de los baños que me llevan al ministerio – contó como si nada.
- Entiendo, igual lo siento, es que tú y Ginny, y Ron era tu mejor amigo, yo… debe ser difícil – dijo sintiendo un poco de lastima por el azabache.
- Sí que lo es, JA – dijo irónico – pero no pasa nada, hace un año de eso, creo que ya lo supere – luego fingió una sonrisa.
- Vale, entonces, quizá un día vaya a visitarte, por los viejos tiempos, claro si no te molesta y tienes tiempo – dijo enérgico esperando subir los ánimos del chico de nuevo, Harry negó con su cabeza apresurado.
- No creo que sea buena idea John – susurra, - ¿qué?, bueno entiendo, debes estar muy ocupado, un Auror tan joven debe serlo -.
- No, no es lo ocupado … - susurra más bajo y sus mejillas se acaloran – ocurre que no vivo solo, al igual que tu, comparto casa con un Slytherin, uno muy peculiar, ¿no puede ser mejor en Baker Street? -. John le arqueo la ceja y lo miro muy dudoso.
- Ohmm ¿quién más puede ser más peculiar que Sherlock? Ja – dijo divertido, entonces Harry volteo el rostro para poder soltar el nombre.
- Draco Malfoy – musito avergonzado, John tuvo que resistir las ganas de reir, y con ternura animo a su excompañero del colegio a volver a voltearle el rostro – hey, escucha, no te debe dar vergüenza – dijo ahogando su risita.
- ¿NO?, por Merlin, ¿Cómo no quieres que me de vergüenza?, es Draco Malfoy, el slytherin más chiflado de la generación – dijo con una exagerada indignación – espero no me juzgues John, pero fu el único mago que me recibió, además como Auror puedo asegurarme que cumpla su sentencia -.
- Descuida, no te juzgo, y tampoco creas que vivir con Sherlock Holmes es un lecho de rosas, es tan engreído y chiflado como Malfoy, ánimo – dijo dándoles unas palmadas en el hombro, Harry le sonrió un poco más relajado – claro, si recuerdo a Sherlock, llegó a molestarme igual -.
- Así son los Sly, siempre tan presumidos, en fin, mencionaste una sentencia, ¿qué sentencia?, creí que los Malfoy, excepto Lucius habían sido absueltos -.
- De Azkaban sí, pero tienen prohibido hacer magia por diez años -. A John le brillaron los ojos y no pudo evitar dejar salir una risa, que contagio a Harry.
- Oh, disculpa que me ría, pero que gracioso que Malfoy no pueda hacer magia, el dulce karma, se lo merece por llamarme sangre sucia tanto tiempo – Harry solo reía junto con John – sí, es muy gracioso, lo entiendo – ambos calmaron sus risas poco a poco, entonces Harry agrego – lo único malo es que desde que vivo con él, es como tener un bebe, es un completo ignorante sobre la vida muggle, tengo que instruirlo – dijo entre risas leves.
- Bien, entonces nos vemos en otro lado, si voy y veo a Malfoy, podríamos terminar en pleito -. Aclaro John cuando terminaron las burlas contra Draco.
- Es lo más probable, prefiero ir a tu casa y que Sherlock se la pase criticando el trabajo de investigación de mi división de aurores -. Dijo irónico y John asintió.
- De acuerdo, entonces otro día será, fue genial verte de nuevo Harry -.
- Lo mismo digo John, y fue genial burlarse con alguien de Malfoy -.
- Imagino que sí, hasta luego Harry -.
- Que tengas buen día John Watson -.
Al terminar aquel nostálgico encuentro cada uno regreso a sus labores cotidiano. John en su consultorio para personas mágicas y no mágicas, y Harry en su oficina, en dónde para su sorpresa se encontró con el famosísimo Sherlock discutiendo con una de sus empleadas, la Slytherin Pansy Parkinsson.
- Eres la vergüenza de las serpientes, jamás entenderé que hacías en esa casa, niña testaruda – le recriminaba el detective.
- ¿Niña?, tan solo eres unos meses más grande que yo, y vergüenza tu, que también trabajas para los muggles -.
- Lo hago por pura diversión, no es que me importen los problemas muggles – le grito ofendido.
Antes de que la discusión pasara a otro nivel, Harry rodando sus ojos fastidiado se acercó a separarlos.
- BASTA, BASTA, ¿por qué es el problema y puedo saber qué demonios hacen en mi oficina? -.
Harry no pudo entender absolutamente nada, ambos Slytherin empezaron a alegar al mismo tiempo, así que exahusto congelo a su asistente Pansy.
-¿Qué haces tú aquí? – dijo frunciéndole el ceño a Sherlock.
La cosa era que aunque Harry estaba consciente de que Sherlock era el mejor amigo de John, esta no era suficiente razón para que al chico le cayera bien.
En su estadía en Hogwarts, Harry nunca sintió ni una pizca de simpatía por el tipo.
Siempre vio a Sherlock como un rival, y aunque no lo admitiera a veces hasta llego a sentir envidia, pues Sherlock lo llego a opacar en varias ocasiones.
Sherlock conocía aquel sentimiento de Harry, por eso sentía una plena satisfacción cada que el departamento de aurores estaba tan perdido en un caso como los muggles de scotland yard.
- Venía por algo de información, necesito más datos sobre el caso que ya llevan cinco meses investigando y no dan ni una – dijo en un tono arrogante.
- Escucha Sherlock, tal vez con los chicos de Scotland puedas hacer eso, pero aquí no, no puedes entrar a mi oficina a robar información como si nada, así que largo de mi oficina antes de que mande a traer unos guardias para que te lleven – dijo exagerando su enojo, lo que solo hizo que Sherlock se divirtiera más con el tema.
- Vamos Potter, sabes que ocupan mi ayuda, ahora, deja de quitarme tiempo y dime el hechizo que abre el candado de este cajón – explico sin si quiera mirarle a la cara, haciendo caso omiso de sus amenazas.
- No, no ala ocupamos, este es mi trabajo y sé cómo hacerlo, ahora lárgate, es en serio - . Dijo más enojado señalándole la puerta, Sherlock dio media sonrisa y rodo sus ojos soltando un suspiro resignado.
- De acuerdo, ya iras a buscarme tarde que temprano, tu trabajo pende de un hilo Potter, ser el niño que vivió no te salvara de que te corran si no resuelves este caso, sabes dónde encontrarme –.
- ADIOS - fue todo lo que dijo aun señalando la puerta, Sherlock se retiró pavoneándose, no sin antes descongelar a Pansy.
- Pero que hombre tan insufrible – dijo esta, Harry solo se quedó pensando en su trabajo, por desgracia Sherlock tenía razón. Le urgía resolverlo o le quitarían el puesto.
