Hola chicos, esta es una historia original que adapte al anime de Naruto, obviamente los personajes no me pertenecen, pero espero que les agrade mi trabajo. Tratare de estar subiendo mínimo un capitulo en español al mes, en mi perfil podrán encontrar fechas y anuncios diversos. Les adelanto que los capítulos no serán así de cortos, así que probablemente vean el primer capítulo en una o dos semanas.
Pueden dejar un review o compartir la historia; yo apreciaría mucho que hicieran ambos pero con uno de los dos me harán muy feliz.
Mientras me dirigía al palacio de mi futuro esposo no podía evitar sentir un gran dolor en mi pecho por aquella extraña situación; mi padre me había cambiado como una vaca por unos frijoles magico, figurativamente hablando, pero, dicho de forma menos poética me había cambiado por poder y codicia. Mi matrimonio con el rey Sasuke traía como recompensa la unión de nuestros reinos. Pensar en esta unión me causaba un gran asco, no estaba segura de porque, era como si mi pequeño mundo se derrumbara a una velocidad vertiginosa, un momento me encontraba organizando la inauguración de un nuevo orfanato y al siguiente me encontraba en un tren dirigiéndome a toda máquina al que sería mi nuevo "hogar" de ahora en adelante. Como princesa imaginé que eventualmente me casaría con un noble con el fin de fortalecer una alianza, sin embargo, jamás ví venir mi matrimonio con Sasuke ni ser arrancada de mi mundo en apenas unos minutos. No tuve tiempo de asimilar la idea, todo fue tan rápido, como cuando te levantas rapidamente después de una noche de fiesta, sientes un fuerte mareo y una gran náusea. Yo no tuve que ir a una fiesta, simplemente llegó mi padre a mi oficina y me entregó a los guardias de mi futuro esposo como si fuera una piedra preciosa.
No hubo intercambio de palabras amables o cariñosas, no hubo largas despedidas o lágrimas, no hubo una explicación o consejo; simplemente no hubo nada más que una fría mirada y un corto "Adiós, hija mía".
Mi tren de pensamientos fue interrumpido cuando alguien tocó la puerta de mi vagón privado. Me giré en dirección a la puerta; un joven uniformado entró, me saludó haciendo una pequeña reverencia, yo me limité a asentir así reconocía su saludo y le daba permiso para comunicarme la razón de su visita. El joven soldado era parte de la guardia privada de mi futuro esposo.
-Llegaremos en diez minutos princesa- anuncio.
-De acuerdo, gracias- respondí levantándome de mi asiento junto a la ventana.
El joven nuevamente hizo una reverencia antes de retirarse. Me quedé un par de segundo contemplando la puerta, meditando la posibilidad de escapar, sin embargo, en todas las posibilidades que pensé el final siempre era el mismo: capturada. Al final decidí que era mejor abandonar aquella idea, si en verdad hubiera querido huir ya había perdido mi oportunidad, hubiera sido muy sencillo para mi huir dentro de un territorio que ya conocía donde ademas tenia personas dispuestas a ayudarme, pero en territorio extranjero todo era muy diferente, no sabría a donde ir ni tendría a donde ir y lo más importante es que no tendría con quien ir.
Me limité a asegurarme que mi escaso equipaje de mano estuviera listo; revisé mi apariencia en un espejo para confirmar que mi imagen era la adecuada para la futura esposa de un rey. Cuando ya no encontré con que entretenerme simplemente espere lo inevitable en silencio.
