Disclaimer: harry potter no me pertene, ni tampoco ningun personaje relacionado.
Hola a todos! bueno, esta es otra de mis historias, que espero que les guste y que me digan q les parece. Intentaré actualizar muy seguido. bueno, eso es todo, q espero que disfruten de esta pequeña historia! bye
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Corro a duras penas sobre la calle mojada. Mis zapatos, raídos por el uso, pronto dejaran de mantenerme en pie. Y solo puedo correr, pues no puedo detener mi destino, y mucho menos manejarlo a mi antojo.
Noto que un señor me agarra por el brazo, dándome caza al fin. Me mira con compasión, con pena. Cómo odio eso… No habrá tardado ni cinco segundos en suponer que yo era otra chica pobre que se escapaba de ese horrible orfanato de la esquina.
Y la visión de la señorita Clifford, varios minutos después, mirándome por encima de sus gafas, apoyada en la mesa del recibidor, hace que se me retuerzan las tripas. La señorita Clifford, la señora del orfanato. Era una mujer despiadada y a veces cruel. Su cara surcada de arrugas delataba su edad, así como su pelo gris y blanco recogido en un severo moño.
Ella la conocía desde siempre, pues su casa siempre había sido Unlucky House. Unlucky House (Desafortunada Casa), nombre con el que la señorita Clifford quería dar lastima y pretendía que, en su ignorancia, los del gobierno subieran su acomodada pensión. Bueno…eso y recordarles a todos los huérfanos su desgraciada existencia. Ninguna de las dos funcionó, o quizá la segunda sí.
Pero ahora que se encontraba en su habitación, desprovista de cualquier lujo, la ridícula existencia de la señorita Clifford le daba igual. Sentía el coraje de su fracaso en la sangre. El simple hecho de no haber conseguido escapar después de tres intentos era altamente frustrante y humillante. Siempre había sido una chica inteligente, lista, valiente y muy segura. Ya desde pequeña, la señorita Clifford la odiaba por ello. Pero también era demasiado delgaducha y alta cuando era pequeña, y eso a Clifford la reconfortaba.
-Demasiado destartalada y fea esa sin nombre…-gritaba en sus excesos de alcohol.
Su ropa no mejoraba ese fatal aspecto, siempre con agujeros y de colores tristes. Pero también tenía unos ojos verdes extremadamente luminosos y un pelo rojo brillante hasta la mitad de la espalda, que no la hacía sentir tan mal. Aunque su aspecto bien poco le importaba. Solo quería crecer 2 años de golpe, y que la señorita Clifford la dejara libre para decidir su futuro. Se llamaba lilian, lily para sus amigos de Unlucky house. Su apellido ni siquiera lo sabía.
Oyó a alguien trastear en la cerradura de su puerta, cerrada con llave por la señorita. Se escuchó un 'click' y la puerta se entreabrió para dejar ver unos ojos azul claro, que delataban la decepción de verla allí.
-Oh, no lo has conseguido¿eh?- dijo con una triste sonrisa, mientras de apartaba el pelo castaño de la cara y guardaba las orquillas que abrían las puertas.
-Pues ya ves, parece que alguien pretende que pase la eternidad aquí.
-No te mortifiques. Tienes 17 años, a los 18 te dejaran marchar. No creo que la vieja bruja de la señorita te suplique que te quedes-dijo Kat Britt, su mejor amiga desde donde alcanzaba su memoria.
-No-dijo lily sonriente al imaginarse esa escena-. Pero Kat, el que me quede un año no es un bonito consuelo.
-Bueno…algún día nos marcharemos las dos juntas de este lugar, e insultaremos a la vieja bruja.
-Pero kat¡eso no seria nuevo! Sería la cuarta o la quinta vez que lo haces-dijo lily riéndose.
-oh…pues…siempre podemos tirarla por las escaleras como te propuse una vez!- dijo Kat sonriente.
-tienes un extraño caso de anti-Clifford…-dijo lily, de pronto extrañada-, espera un momento… ¿y Maik?
-recuerda que está en la planta 3 que es igual a…
-'medio enrollados'-dijeron las dos con voces aburridas al unísono.
Hacía años, la señorita Clifford decidió que eso de separar a los niños y a las niñas era muy clásico (la señorita de antaño hacía tremendos esfuerzos inútiles por aparentas ser moderna y comprensiva frente a la gente de fuera) por eso los clasificó en orden de quién le caía o no mejor. La planta 2 estaba abarrotada por empollones y matones que hacían cosas para caerle bien a la señorita. La planta 3 era para los pequeños detestables, a los que podía controlar en su parte, o por lo menos no habían intentado fugarse. Y por último la planta 4, los desgraciados, como le gusta a la señorita llamarles. Gente demasiado inestable. Kat estaba en ella, por que era demasiado rebelde. Y lily porque era muy fácil de envidiar. En cambio, Maik era amable y sosegado, aunque siempre se había revelado ante las injusticias. En la planta 1 se encontraba el comedor, las cocinas y el recibidor.
-mañana llega una pareja a llevarse a alguno de nosotros¿sabes, ojala se lleven a la pequeña Cora, es demasiado buena niña para quedarse aquí- dijo kat mirando a Lily.
Lily sonrió con tristeza al imaginar que al tiempo, la inocencia de la pequeña cora quedaría reducida a cenizas del pasado si seguía en este lugar.
-¡que rabia! Y pensar que el orfanato de la ciudad es mucho mejor que este… ¿crees q, por algún milagro, la señorita Clifford estirara la pata, y cerraran este orfanato… y nos enviaran al de la ciudad?- seguía diciendo kat.
- ¿que la señorita la palmara por un extraño empujón hacia las escaleras?- dijo lily sonriendo- nah! Creo que esta tan vacía de órganos y de cerebro que el golpe no le afectaría- lily suspiró-, ojala un día nos despertemos de este horrible sueño llamada vida. Pero asta entonces, propongo una pequeña excursión hacia la planta 2. Hay que contarle a Maik las novedades.
-vale, pero si nos pillan, no vuelvas a hacerte la sonámbula, todavía me duele la mano de escribir 300 veces, no haré tonterías con otra tonta.
Lily, todavía riendo, salió de la habitación, seguida de Kat, que cogió las orquillas y dejó la puerta cerrada.
Corriendo sigilosamente, Lily y Kat bajaron las escaleras y abrieron la habitación de Maik.
Él se encontraba tumbado en la cama, leyendo el libro que tomaron 'prestado' a la señorita Clifford en una de sus excursiones nocturnas. Se volvió y las observó con esos ojos amarillos verdosos que poseía. Mechones de cabello rubio se deslizaban por su frente. Las miró un rato y luego volvió a lo suyo.
-¡eh!-protesto kat, y se tiró en plancha encima de él.
-jajajaja, cada vez aguantas menos en molestarme kat! Jajaja-dijo Maik.
-ya, bueno, la paciencia no es lo mío-dijo esta sentándose a los pies de la cama.
-¡Oye lily¿Que pasa?
-¿es que no lo ves¡No he podido escaparme!
-¿creías en verdad que lo conseguirías?
Lily lo miró con el ceño fruncido.
-Maaaaiiik…estaba segura de conseguirlo, a esa hora no había nadie en el pueblo y…estuve taan cerca…
-Bueno lilita, la próxima vez me avisas y veo el espectáculo por la ventana-dijo Maik sonriente.
Lily lo miró con reproche.
-Anda, no me seas, en realidad te preocupa pensar en la idea de no verme más.
Lily sonrió, pero ese comentario de su amigo no hizo mas que preocuparla. Bien sabía que dentro de un año se dirían adiós, y sería un milagro encontrarse en Londres.
-Oye, bueno, antes de que empecéis a llorar como dos bebes, propongo cogerle a la vieja bruja otro libro, el mío ya lo he leído asta el cansancio- dijo kat, que como siempre era incapaz de quedarse quieta.
-¡Vale! Yo también cambiaré el mío-dijo maik. Él y kat se quedaron mirando a lily.
-¿qué? Me da mucha pena cambiar el mío, es romeo y Julieta, y es realmente bonito.
-bueno, de todos modos acompáñanos.
Caminaron en silencio, recorriendo pasillos y pasillos de habitaciones. Los libros estaban en un pequeño cuarto al lado del de la señorita.
Pero, al cruzar una esquina, una luz les dio directamente a los ojos, cegándolos por completo.
-¡Ajá¡Grupo de desagradecidos insolentes!andar por la noche y en un pasillo que no os corresponde…dios sabe lo comprensible que soy, pero esta vez ya veréis…-iba diciendo una enfurecida Clifford.
'¡comprensible…ja! El día en el que la señorita fuera comprensible, ella sería reina!' pensaba lily mientras la señorita la agarraba por el brazo a ella y a Kat, y Maik andaba detrás muy tranquilo.
Las soltó de malas maneras en el recibidor, pero pareció recordar algo, y su gesto cambió repentinamente y se volvió apacible.
-haaaay…estos niños…-dijo, lanzando una mirada mal disimulada a un rincón de la sala.
Un rayo iluminó el rostro y la silueta de una mujer entrada en años, pero sin llegar a ser vieja. Su pelo, de un color castaño, estaba poblado de numerosas canas, y estaba recogido por un moño. Los ojos, oscuros, los miraba detrás de unas gafas que se sostenían al final de su afilada nariz. Con todo, su expresión, y los labios tan fruncidos que hacían una línea, solo podía inspirarles desconfianza.
-Lilian, esta es la señora Rooney, y según dice, viene a llevársela a usted. Corra a recoger sus pertenencias- dijo sin más.
Lily, definitivamente, esta en estado de shok.
-Pe...per…pero…co-como que marcharme? Ahora?
-si, querida, andando! Esta señora tan distinguida no puede perder el tiempo por contratiempos como tú- dijo la señorita Clifford mandándole una desagradable amarillenta sonrisa-. Ah! Vosotros dos, ya veréis, esperad aquí vuestro castigo, ahora mismo vuelvo- dijo andando apresuradamente hacia la cocina.
Todos estaban bastante desconcertados ¿quién era esa elegante mujer¿era familia de lily para querer llevársela¿por qué ahora y no hace 17 años?
La mujer se los quedó mirando, y pareció darle vueltas en la cabeza a una idea, hasta que por fin dijo:
-Bueno, vosotros dos también os venís. Me hacen falta dos camareros. ¿Aceptáis? Creo que os estoy haciendo un favor.
Los dos asintieron muy fuertemente.
-En marcha, entonces. Dejad aquí las cuatro cosas que tengáis, ya os proporcionaré yo algo de ropa.
La señorita Clifford regresó con dos cubos y unos trapos, pero se quedó sorprendida al ver dirigirse a kat y a maik a la puerta.
-señora clifford…
-señorita, si no le importa.
-por supuesto, señorita clifford-siguió la Señora Rooney-, espero que me permita llevarme a estos dos jóvenes también.
-pe…pero… los papeles…
-permítame rellenar el papeleo otro día, en verdad se me hace tarde. Así que no se hable más, mañana le enviaré a una persona a rellenar esos impresos y todos contentos. Adiós señora- dijo la Señora Rooney, apresurando a los tres jóvenes que todavía salían de su trance. ¿cómo podía la vida darles tantas vueltas?
Pero, a pesar de su confusión, a ninguno de los tres se les ocurrió pasar por alto la cara de coraje de la señorita Clifford (y kat tampoco soportó no hacerle un corte de manga). Así, los tres, se encontraron en su nueva perspectiva de futuro, aunque la noche estuviera oscura, húmeda y fría, y las gotas les calaran sus ropas finas.
La señora Rooney les condujo hacia un carro, que no hizo mas que recalcar que aquella señora no era precisamente pobre.
Durante el viaje, les explicó que ella era la ayudante, o mas bien la mano derecha del señor Evans desde hacía ya muchos años, y que a la edad de 65 años, el señor ya se sentía viejo para hacer este tipo de viajes.
-per…perdone, señora Rooney, pero¿el señor Evans es familiar mío?-preguntó Lily desconcertada.
-de eso ya se hablara, señorita, confórmese con saber que tendrá que relacionarse con gente influyente. ¡Incluso los señores Potter quieren conocerla!
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Bueeeeno, esto es todo, ya se q no es mucho para comenzar, pero algo es algo.
Un bss y reviews para animarme x fis!
