Sailor Moon no me pertenece es obra de la gran Naoko Takeuchi…

Capítulo 1

El atardecer había caído, a lo lejos se podía apreciar como las distintas tonalidades cubrían el cielo. Pero a pesar del hermoso paisaje, la pareja no podía apreciar lo que sucedía a su alrededor, ni siquiera eran conscientes de la pequeña multitud que los rodeaba.

La pareja seguía sumida en sus pensamientos, Darien con una mano sobre el hombre de Serena, esperando pacientemente a que ella tomara una decisión

Se habían congregado ahí con la intención de despedir a sus nuevos amigos y ahora simplemente no sabía si debía dejarlos marchar… hay en donde una vez Seiya le había propuesto reemplazar el amor de Darien… era donde se encontraba nuevamente, donde podría iniciar aquella oportunidad.

Ella sintió un apretón en su hombro que provenía del chico a su lado y trató de concentrar su atención en la escena. Sabía que ese apretón no sólo había sido para traerla a la realidad, sino que también era para impulsarla a tomar una decisión. Y entonces los acontecimientos de la noche pasada regresaron como un golpe a su cabeza…

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La noche había caído, Serena sonrió al mirar a todas sus amigas juntas incluido a Darien, también estaban los visitantes de otro planeta sonreían todos, se sentían tan felices gracias a que todo había terminado.

Después de algunos minutos se encontraban entrando en el departamento de Darien, él y serena decidieron quedarse juntos pues tenían mucho que hablar y Haruka se encontraba con ellos ya que se había ofrecido a llevarlos al departamento.

Serena se sentía extraña ya que Darien no se había alejado ni un instante de ella y se comportaba sumamente protector y cariñoso, más de lo usual. Y en esos momentos ella se sentía agradecida, se sentía vulnerable a pesar de que todos habían vuelto, y sentía que en cualquier momento comenzaría a llorar.

Toma asiento, Haruka– Ofreció Darien en cuanto entraron. Ella asintió y así lo hizo, mientras Darien hacía lo propio llevando con él a Serena para que se sentara a su lado sin dejar de acariciar sus manos. Ella sintió una punzada, Darien jamás la había tratado de una manera tan cariñosa frente a nadie.

Es extraño– Dijo Haruka pensativa –Siento como si debiera estar aquí… ¿estarán bien cuando me marche?–

Yo siento como si esto ya hubiera pasado– Dijo Serena mirando la escena extrañada.

Estás equivocada… nunca había estado en el departamento de Chiba– Dijo Haruka.

Es verdad… posiblemente es un Deja Vu– Dijo Darien sonriendo mientras abrazaba un poco a Serena y le daba un beso en la mejilla, ella sonrió –Voy a preparar té– Dijo él levantándose sin soltar la mano de Serena.

De pronto una luz azulada comenzó a formarse en medio de la pequeña sala, Darien jaló a serena y la colocó a sus espaldas. Cuando ella lo notó Haruka ya se encontraba a su lado.

La luz se extendió más hasta cegarlos por un momento y luego se volvió pequeña nuevamente, como del tamaño de una pelota que irradiaba luz con fuerza.

¿Qué es esto?– Dijo Serena sorprendida.

Yo…– balbuceo Dariencon aprensión

No he venido a dañarlos– Dijo una voz procedente de la luz.

¿Qué quieres?– Preguntó Haruka en guardia.

Sólo he venido a hacerles un regalo– Respondió la voz –El regalo de la elección… Quiero mostrarles la verdad–

¿De qué verdad hablas…? No creeremos en una luz– Exclamó Serena indignada.

Princesa, sólo quiero regalarte la verdad… Sólo te mostraron un lado del futuro… Recuerda que la luna tiene dos caras–

¿Qué es lo que quieres?– Preguntó Darien confundido.

¡Muéstrate!– Exigió Haruka.

Criaturas arrogantes… Deberían agradecer el regalo que les daré– Una sonora carcajada resonó en el lugar y después la luz inundó toda la habitación.

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Serena regreso a la realidad, a aquel momento que se esperaba que ella tomara una decisión mientras Darien seguía observando como sus amigas se despedían con sonrisas y palabras de aliento, Serena era consciente de que todos hablaban y reían, pero ella debía tomar una decisión ya… Y no estaba segura de estar haciendo lo correcto…

No quería perderlo, pero tampoco podría soportar aquel futuro lleno de traición y amargura… Y que dios la ayudara para no equivocarse, porque ni ella misma estaba segura de que aquello fuera lo mejor.

Serena cruzó su mano hacia su hombro y sujeto con fuerza la mano de Darien. Y sintiendo que su corazón se desgarraba al soltarlo, corrió a los brazos de Seiya– ¡No te vayas…!– Le suplicó – ¡Por favor no lo hagas!–

El silencio reinó por un segundo entre miradas de tristeza, comprensión y asombro.

– ¡Serena!– Gritó Rei, quien fue la primera en reaccionar.

– ¡¿Te has vuelto loca?!– Fue Mina ahora la que gritó.

Serena miró a Seiya a los ojos. Él reaccionó y sonrió, la quería demasiado y esto le daba esperanzas. Pero de pronto todo se volvió un caos, había protestas hacia Serena, Darien e incluso Seiya.

Serena tomó de la mano a Seiya y salió corriendo hacia las escaleras mientras un par de lágrimas corrían por sus ojos, ya después explicaría sus motivos a todos.

Para Darien las cosas no fueron tan fáciles, ya que todos se le fueron encima entre reproches y preguntas, y él no podía decir nada… Así lo habían prometido.

–Deberías controlar a tu noviecita– Decía Yaten exaltado como nunca lo habían visto.

–Darien ¿cómo pudiste permitir esto?– Preguntó Rei también exaltada.

–Chicas, Serena ya no es una niña…– Quiso intervenir Ami pero nadie la dejó continuar.

– ¿Cómo es posible que no hicieras nada al respecto?– Gritó también Mina.

–Ay Dios… Esto está mal…– Decía Lita preocupada.

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Las cosas habían ido de mal en peor. Serena se la pasaba pegada a Seiya y las chicas estaban tan molestas con lo que ocurría que acudieron a las outers. Y gran fue su sorpresa al descubrir que Haruka apoyaba ciegamente a Serena, incluso en contra de Michiru. Todo pintaba tan mal, su añorado futuro poco a poco se iba convirtiendo en un simple sueño.

Mientras Mina daba vueltas en la cama de Rei, Lita y Rei se miraban con insistencia una frente a la otra, sentadas en la pequeña mesa que se encontraba en el centro de la habitación mientrasAmi simplemente leía un libro, de pronto y con un estrepitoso ruido, Ami dejo caer el libro en la pequeña mesa.

-no puedo concentrarme… me preocupa mucho Serena- exclamo exasperada Ami, ante la mirada sorprendida de las demás presentes

-a mí me preocupa también Haruka… jamáspensé que aceptaría a Seiya por nada del mundo- dijo Mina enderezándose en la cama

-esto afectara el futuro… y tengo miedo de cómo- con un gran suspiro dijo Lita

-Serena y Darien no piensan en el futuro… en Rini… qué diablos les pasa- gruño furiosa Rei

-¿no han pensado que tal vez…- dijo insegura Ami-… tal vez de verdad ya no se amen?- completo con tristeza

-¡no!- exclamo decidida Mina- es imposible… un amor como ese no puede simplemente desaparecer- agrego

-solo ay una manera de saberlo- apuntó Rei con una sonrisa maliciosa y decidida en su rostro

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La luna estaba completamente llena, sin una nube que obstruyera su radiante luz y a pesar de eso había un velo extraño que la cubría; menguando su luz

Serena y Seiya se encontraban disfrutando de la hermosa vista, uno al lado del otro mientras disfrutaban de la brisa fresca que inundaba el ambiente del parque número diez

–Sabes que tengo que marcharme– Dijo Seiya con tristeza. Ya habían retrasado su partida casi dos meses.

–Lo sé… tienes aún un gran deber con tu planeta y tu princesa…– Dijo Serena sonriendo.

–Así es bombón– Dijo él acercándose lentamente a ella hasta rozar sus labios para besarla. Serena lo amaba o eso creía él –Gracias bombón… Gracias por esta oportunidad– Dijo con dulzura y ella sonrió.

–Quiero estar a tu lado Seiya…– Dijo Serena.

–Estaremos cada momento juntos hasta que tenga que marcharme… Y te prometo regresar pronto– Dijo él abrazándola.

–Cómo desearía que te quedaras…– Susurró ella acurrucándose entre sus brazos.

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Tres semanas después las estrellas se habían marchado, pero las cosas no habían cambiado demasiado. Las chicas se llevaban bien como siempre, pero Serena se negaba a regresar con Darien. Cada vez que comentaban algo al respecto, ella se justificaba diciendo "Es por nuestra felicidad… la de todos… yo no seré feliz a su lado… y él tampoco".

Por su parte Darien se sentía muy solo. A pesar de que él y Serena habían quedado como amigos y se frecuentaban mucho, no dejaba de sentirse solo. Ella había insistido en que acudiera a cada reunión para así poder acercarse a Rei y conquistarla, pues según Darien la amaba o la amaría en algún momento…

Aquella tarde había acudido a la invitación de Serena de una tarde en el Crown, todas las chicas se encontraban ahí

Serena sonrió cuando lo vio llegar y agito sus manos atrayendo su atención corrió hacia él y colgándose de su brazo lo dirigió hacia la mesa

-siéntate aquí Darien- dijo con una sonrisa mientras lo empujaba en el asientocon tanta fuerza que logro que él se desequilibrara y casi caiga encima de Rei- te traeré un café- añadió alejándose un poco de ambos.

Unos segundos después Serena se acercaba a él con una taza de café

-a Rei también le encanta el café- dijo mientras ponía la taza frente a Darien.

–Gracias– Dijo Darien mirando de mala manera a Serena, algo muy inusual en él.

–De nada– Dijo Serena sonriendo con picardía, mientras le giñaba un ojo a Rei quien respondió mirándola de la misma manera que el chico.

Serena suspiró frustrada, no le gustaba ver a Darien triste, pero él no ponía nada de su parte –Tal vez… tal vez debemos contarles la verdad– Dijo ella pensativa y enseguida Darien quitó la mirada de su café para mirarla molesto.

De golpe se puso de pie, la sujetó del brazo y la hizo levantarse de un jalón alejándose del resto. Todas miraron la escena confundidas, Darien jamás se había comportado de una manera tan violenta.

– ¿Qué rayos pasa…– Preguntó Mina mientras miraban cómo Darien se llevaba a Serena casi a la fuerza –…ahora?– Dijo consciente de que últimamente pasaban cosas extrañas.

–No entiendo nada…. – Dijo Lita confundida – ¿Se dieron cuenta de que Serena está tratando de emparejar a Darien y Rei…?–

–Pensé que era imaginación mía– Dijo sonrojada Ami.

–Tenemos que buscar el modo en que Darien y Serena regresen ahora que Seiya se ha marchado– Dijo decidida Rei.

–Sí… ¿pero qué?– Preguntó Lita.

– ¿Y si pedimos ayuda a las outers?– Sugirió Mina.

–Sólo Michiru nos ayudará… porque no sé qué le ocurre a Haruka… será mejor que ella no se entere– Dijo Rei recordando la actitud que había tomado la rubia. Siempre se había mostrado sobreprotectora con Serena y más aún cuando se trataba de Seiya, y ahora simplemente la apoyaba ciegamente.