Dislclaimer: Los personajes y el mundo de Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling. La historia es mía.
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Rouge Baiser
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Las malas decisiones habían arrastrado a Hermione al Rouge Baiser. Después de diez años ella pensó que moriría en ese burdel de mala muerte hasta que una noche el enigmático Draco Malfoy se apareció en primera fila y quiso saber los motivos que la habían llevado a vender su cuerpo. DRAMIONE +18 VIOLENCIA Y ESCENAS SEXUALES EXPLICITAS. MUNDO ALTERNO.
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1. CLOSER
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Las luces brillaban intermitentes sobre la música estruendosa. El olor a sudor humano junto con sexo y fluidos corporales llenaban el lugar por completo. La temperatura aumentaba constantemente mientras que los hombres llenaban el lugar como cada noche. Él seguía preguntándose cómo fue que los estúpidos de sus amigos lo habían convencido de ir a ese agujero de mala muerte, que aunque para ser de mala muerte era bastante costoso. Miró de nuevo e lugar y se permitió sentir un poco de repulsión ante las imágenes que sus ojos grises veían.
En el centro del lugar, un escenario adornaba el lugar, en el centro había un tubo de metal fijado en el centro y delante de él una pasarela cuyo piso estaba iluminado por decenas de luces de colores. Las chicas en poca ropa o desnudas se paseaban por el lugar contoneando sus caderas y sus pechos al ritmo de la música mientras que sus clientes las observaban como perros hambrientos. "NO TOCAR SIN PAGAR" era el eslogan del lugar que brillaba por todos lados. Y lo comprendía a la perfección, las chicas de este lugar eran por mucho las mujeres más hermosas que sus ojos habían visto.
Ni siquiera la exquisita belleza de su exnovia, Astoria Greengrass, se podía comparar con aquellas chicas. Era como si fuesen algo mágico y prohibido a la vez. "NO TOCAR SIN PAGAR". El respirar en ese caldo de humedad y calor humano era ya bastante caro, no se quería imaginar lo que costaba tan siquiera tocar el cabello de alguna de esas chicas. Era claro que la mayoría de ellas eran extranjeras, lo que él no entendía era como era que habían caído en ese lugar y más aún, no comprendía como era que ellas aceptaban hacer ese trabajo tan bajo y ruin como él lo consideraba.
-Draco, por aquí –escuchó decir a su amigo moreno Blaise, quien sin duda alguna era el responsable de haberlo arrastrado a ese lugar-, tenemos los mejores asientos.
Draco lo siguió entre la multitud de gente que adornaba el lugar hasta una mesa ubicada al frente de la pasarela. Draco suspiró, no le sorprendía en absoluto la elección de lugares de Blaise y mucho menos la fortuna que de seguro pagó por ellos. Blaise se sentó emocionado y aplaudió.
-Draco, hermano, te prometo que esta noche te olvidarás de la zorra de Astoria –dijo el moreno pidiendo dos vasos de whisky de fuego.
-Deja de llamarla de esa forma, ¿quieres? –respondió el rubio molesto. A pesar de lo que había pasado entre ellos, odiaba cuando alguno de sus amigos hablaba mal de ella.
-No sé cuánto tiempo más seguirás defendiéndola, Draco, lo que te hizo es imperdonable.
Draco miró a su mejor amigo furioso. El que le estuvieran recordando constantemente la traición de Astoria no hacia las cosas más fáciles ni menos dolorosas. Se bebió e jalón su whisky y cruzó los brazos. Blaise sonrió como chaval de secundaria y abrazó torpemente a Draco. El rubio se alejó incomodo de su amigo. A Blaise le encantaba invadir el espacio personal de las personas, en especial de sus amigos porque sabía cuánto era que les molestaba cuando hacia eso. Draco suspiró de nuevo.
-En unos minutos me agradecerás el haberte traído, amigo –dijo el moreno emocionado.
-Lo dudo mucho –susurró el rubio con peor humor. Seguía sin entender como era que se había dejado convencer por Blaise para ir a ese lugar.
Bebió un poco más de whisky, Blaise había comprado una botella entera al darse cuenta del mal humor de su amigo, cosa de Draco agradeció. El Whisky no era malo, admitía el rubio, y de estar en mejor humor admitía que posiblemente estaría disfrutando del espectáculo como lo estaba haciendo Blaise. Miró a la chica vestida de vaquera en el escenario.
La chica tenía un cuerpo de infarto, cintura pequeña, pechos redondos y generosamente llenos, unas piernas torneadas y fuertes y un bonito trasero bien formado. El largo cabello rojo estaba amarrado en dos gruesas trenzas que caían por sus pechos. Una ridícula canción country sonaba a todo volumen mientras que la desvergonzada pelirroja saltaba y montaba un ridículo caballo de juguete. La chica vestía solamente una diminuta tanga color mezclilla, un sombrero vaquero y un antifaz negro.
Miró como los sonrosados pezones de la pelirroja se movían de arriba hacia abajo mientras que la danza de la chica continuaba. Los hombres alrededor del escenario-pasarela aullaban como lobos y le gritaban obscenidades a la vaquera mientras le arrojaban billetes. Draco se preguntó de nuevo qué era lo que había lanzado a esa chica a ser bailarina exótica. La pelirroja de repente se puso frente a ellos, comenzó a danzar cada vez más lento hasta ponerse de rodillas frente a nosotros. Blaise estaba anonadado. Se relamió los labios y se acercó a ella. Cuando Draco vio que le puso un billete de cincuenta libras en la boca a la chica y después le quitó el tanga pensó que los gorilas de seguridad los echarían. No fue así.
La pelirroja meneó el trasero un poco más, mostrando sus partes a los hombres que estaban detrás de ella. Draco sintió como la sangre comenzó a aglomerarse en sus mejillas. Maldijo internamente por tener un cuerpo tan traicionero y por la maldita pelirroja condenadamente sexy. La chica pareció notar su sonrojo y le sonrió. Draco la miró y pudo notar que los ojos de la pelirroja eran verdes y que tenía el rostro bañado en pecas. Apostaría su fortuna entera, que era bastante, que la vaquera era una mujer extremadamente bella.
-Lo siento amigo, pero ella es mía –dijo Blaise con una sonrisa mientras que levantaba la mano y señalaba a la pelirroja.
Inmediatamente un hombre enfundado en un traje y zapatos de charol se acercó a Blaise y le susurró algo al oído. Blaise sonrió y asintió como niño de tres años para después sacar su tarjeta de crédito. Hasta ese momento Draco se dio cuenta que el Rouge Baiser era un prostíbulo. No pudo evitar sentirse furioso con Blaise. El idiota de seguro pensaba que un polvo caro lo pondría de buen humor. No podía estar más equivocado. Draco se levantó furioso dispuesto a darse la vuelta cuando el hombre en los altavoces llamó su atención.
-Démosle un fuerte aplauso de despedida a nuestra hermosa Jessy James y uno de bienvenida a la estrella del Rouge Baiser, la hermosa, encantadora y terriblemente sensual: ¡Leona!
La multitud comenzó a aplaudir extasiada cuando por los altavoces comenzó a sonar Closer de Nine Inch Nails. Un telón, que Draco apenas notó, se abrió dejando ver de espaldas a una chica de alborotada melena castaña. Estaba vestida con un traje de cuero negro, un antifaz y una enorme cola.
You let me violate you, you let me desecrate you
You let me penetrate you, you let me complicate you
La chica comenzó a moverse lentamente de acuerdo a la música que retumbaba en el lugar haciendo que Draco se quedara estático donde estaba mirándola anonadado. Había algo en la chica que lo atraía terriblemente. Blaise notó la actitud de su siempre correcto amigo y sonrió. Le llamó al consierge y le arregló a su amigo una cita, si es que se le podía llamar así, con la leona.
Help me I broke apart my insides, help me I've got no soul to sell
Help me the only thing that works for me, help me get away from myself
La castaña era aún más curvilínea que la vaquera. Sus pechos eran más llenos y redondos, el pequeño traje de baño, si es que se le podía llamar así, contenía pobremente sus pechos, al igual que el pequeño short de cuero que a duras penas contenía su voluptuoso trasero.
I want to fuck you like an animal
I want to feel you from the inside
La leona dio un giro sobre el tubo, y luego otro y otro y otro hasta que se detuvo y Draco casi se cae del asiento. No supo en que momento la castaña se había despojado de la parte superior de su traje, boquiabierto Draco observaba el par de sonrosados pezones, pequeños y redondos que la castaña giraba de un lado a otro.
I want to fuck you like an animal
My whole existence is flawed
You get me closer to god
La chica no notó la mirada del rubio, era una más de las otras miles de miradas que diariamente sentía sobre su cuerpo. Con el tiempo se había acostumbrado a las miradas lascivas de los hombres que la iban a ver bailar al club. Sus clientes diarios eran solamente una cifra más, con el paso de los años había dejado de poner atención en los rostros de los hombres que noche tras noche compraban su cuerpo por unos cientos de libras.
You can have my isolation, you can have the hate that it brings
You can have my absence of faith, you can have my everything
Giró sus caderas de forma sugerente hasta llegar al tubo, aquel frío amigo que la había mantenido de pie en los peores momentos de su vida. Pegó su espalda al tubo y lentamente fue bajando hasta quedar de cuclillas para luego ponerse en cuatro. Avanzó lentamente simulando ser una gatita y moviendo el trasero para que la cola falsa que usaba se moviera al ritmo de la música. Odiaba esa cola que incómodamente se tenía que introducir en el ano, ya que no había ningún otro lugar de donde se sostuviera una vez que se despojaba de sus shorts de cuero.
Help me tear down my reason, help me it's your sex I can smell
Help me you make me perfect, help me become somebody else
De repente se fijó en el par de hombres que ocupaban el principio de la pasarela. Debían de ser adinerados ya que esos lugares usualmente estaban vacíos, ninguno de sus clientes tenían la fortuna para pagar esos lugares reservados usualmente para funcionarios gubernamentales, reales, militares y empresarios multimillonarios.
I want to fuck you like an animal
I want to feel you from the inside
Ambos hombres no deberían de tener más de treinta y, a diferencia de sus clientes usuales, eran bastante atractivos. El que estaba a su derecha era moreno, de cabello casi a rapa, visiblemente rizado y negro, musculoso y masculino. El otro, el más atractivo, era rubio platino, delgado, de facciones finas pero masculinas y penetrantes ojos grises. Su mandíbula estaba cubierta por una espesa barba color caramelo y sus manos, echas puño, reposaban tensamente en los antebrazos de la silla.
I want to fuck you like an animal
My whole existence is flawed
You get me closer to god
Por primera vez en muchos años Hermione se sintió observada, no lascivamente, como era costumbre, sino de una forma que hacía muchos años nadie la observaba pero que sin duda era lo que la había metido en ese lugar. La castaña llegó hacia el principio de la pasarela, donde su mejor amiga Ginny, la intrépida vaquera pelirroja, estaba sentada en el regazo del moreno.
Through every forest, above the trees
Within my stomach, scraped off my knees
I drink the honey inside your hive
You are the reason I stay alive
La música terminó y Hermione se sorprendió, los enigmáticos ojos del rubio no se despegaban de los suyos y por un momento Hermione se sintió desnuda ante él y no desnuda de la forma que si estaba. Era como si la mirada del rubio la despojara de todos sus miedos e inseguridades, como si con sus ojos grises quisiera saber todo sobre ella y protegerla. La piel se le erizó de solo pensar salir de ese lugar.
Draco la miró y pudo notar como ella lo miraba fijamente con sus ojos mieles debajo de su antifaz, también pudo notar que la piel olivácea de la castaña estaba erizada. Uso toda la fuerza de voluntad que tenía para no tocarla aunque internamente se moría por hacerlo. Su pecho subía y bajaba, producto de su recién finalizada rutina de baile, mientras que la pequeña leona trataba de absorber aire por sus labios a toda costa.
-Démosle un fuerte aplauso a nuestra estrella ¡LEONA BLOOD! –escuchó decir al maestro de ceremonias, un hombre corpulento, alto, de facciones un tanto toscas y pelirrojo. Draco lo miró de mala gana, algo le decía que ese hombre era el responsable de tener en ese lugar a la mayoría de las chicas-. Ahora, démosle la bienvenida a ¡Sweet Pea!
Los ojos de Draco no se movían de la castaña y la siguió con la mirada desde que se movió desde donde estaba él hasta que llegó con el pelirrojo. Vio como el pelirrojo le dijo algo y ella se negó, trató de irse y el hombre la sujetó con fuerza de un brazo atrayéndola hacia él. El rubio hizo las manos puño sabiendo que no podía hacer nada para ayudar a la leona de lo que fuera que la imbécil comadreja le pudiera hacer. De nuevo la comadreja le dijo algo y ella asintió derrotada para después caminar hacia nosotros de nuevo.
Draco volteó a ver a Blaise anonadado al darse cuenta lo que había hecho su amigo y por qué motivo la leona había discutido con la comadreja. Blaise estaba muy ocupado mirando como la vaquera le bailaba al son de la música por lo que ignoró por completo a Draco. Furioso, el rubio golpeó en el hombro al moreno captando con esto su atención.
-¿Qué demonios…?
-¿Qué mierda has hecho, Blaise? –le preguntó molesto el rubio. Blaise sonrió y le dio una palmada en la espalda al rubio.
-Por una vez diviértete Draco, sexo sin ataduras, por única vez en tu vida disfruta amigo –le dijo sonriendo y levantándose de su lugar para irse con la pelirroja.
Draco bufó y se puso serio. Lo que fuera que Blaise estaba pensando que él hiciera estaba totalmente equivocado. La leona claramente no quería estar con él, y probablemente con nadie más, por lo que Draco, como el caballero que era, no la iba a obligar a hacer algo que ella no quisiera hacer. Se terminó de un trago su whisky y sacó de su billetera unos cuantos billetes.
-Lo siento linda, mi amigo es un idiota y yo no acostumbro a imponer mi presencia a la fuerza, si alguna vez quieres tomar un café, llámame –le dijo a la pequeña leona, poniéndole en la mano los billetes.
El rubio se acomodó su saco de diseñador antes de salir del Rouge Baiser. De seguro Blaise lo mataría al saber que había rechazado su regalo pero eso era lo que menos le importaba a Draco. Había visto algo en los ojos de la leona cuando lo miró que le hizo saber que la chica estaba en ese lugar a la fuerza. Ahora lo único que le interesaba era saber cómo había llegado ella al Rouge Baiser.
Hola chicas, ¿cómo les va? Bueno dejen les cuento, el otro día tuve un sueño de lo más bizarro el cual me anduvo rondando en la cabeza y bueno esa idea culminó aquí. Espero les guste y me dejen sus opiniones para saber si continuo o lo dejo por la paz y termino mis otras historias (sí, sí, lo sé, están en proceso).
¡Bienvenidos al Rouge Baiser!
Besos, Kat.
