Capítulo 1: Un comienzo ¿común?

Habían pasado ya algunos meses desde el día en que Penny había tomado la fotografía en la que salía ella con sus tres mejores amigos; actualmente esta foto yacía en un portarretratos en medio de una casa en California. La niña ahora iba a la escuela y llevaba una vida normal, al igual que sus mascotas, que ahora estaban jugando en el patio de la casa.

-¡Vamos! ¿O ya te cansaste, cachorrito?- Le gritó Mittens a Bolt mientras corría sosteniendo en una de sus patas la esfera de Rhino, la cual estaban usando como pelota (con el hámster adentro).

-Claro que no, si apenas estoy calentando.- Le respondió el pastor mientras ganaba velocidad para alcanzarla y quitarle la esfera. Entonces comenzó a correr en la dirección opuesta, alejándose de Mittens. -¡Ahora alcánzame si puedes!-

-Ah no, eso no.- Dijo divertida mientras se esforzaba por alcanzar a Bolt. Sin embargo, él era bastante más rápido que ella, y la hubiera dejado atrás, de no ser porque el pastor repentinamente se detuvo en seco, ocasionando que Mittens chocara con él, mandándolos a ellos dos al suelo, quedando ella encima de él, mientras Rhino salía disparado dentro de su esfera. -¿Qué pasó Bolt?

-Lo siento.- Le respondió aún en el suelo. -Por un segundo creí ver… Ah, no fue nada.

Entonces ambos se dieron cuenta de cuán cerca estaban, pues no se habían movido después del choque; voltearon a verse a los ojos sin decir nada, perdiéndose en la mirada del otro. Por un segundo fue un momento maravilloso; luego el momento terminó.

-Ejem.- Al parecer Rhino ya había vuelto. -¿Qué pasa aquí?

-Nada.- Dijeron los dos al unísono mientras se separaban y apartaban sus miradas.

Parecía que el hámster iba a insistir, pero entonces escucharon la voz de Penny desde la casa llamándolos. -¡Bolt, Mittens, Rhino, ya volví! ¡Vamos, a comer!-

Aprovechando el llamado de la niña, Bolt salió corriendo hacía la casa, agradeciéndole mentalmente a Penny por haberlo sacado de esa situación; sus dos amigos no se quedaron atrás y llegaron poco después que él a la cocina, donde ya estaba servida su comida. La comida pasó en silencio, parecía que cada uno de los tres estaba pensando. Poco después, Rhino fue el primero en terminar.

-Bien, si me buscan, estaré viendo la caja mágica.- Dijo mientras se dirigía a la sala.

-Yo estaré afuera en el árbol.- Le comentó Bolt a Mittens antes de abandonar la cocina, pero la gata parecía estar metida en sus pensamientos. -¿Mittens? ¿Estás bien?-

-¿Qué? Ah, sí. Creo que yo subiré a tomar una pequeña siesta.- Le respondió rápidamente antes de salir corriendo al cuarto de Penny.

Cada uno de los tres estuvo toda la tarde sumergido en sus propios pensamientos, aunque todos eran referentes al mismo tema.

Bolt P.O.V.

¿Qué fue eso de hace rato? Cuando ella estaba encima de mí, se sintió, bueno, bien. No es la primera vez, ya tengo tiempo sintiendo este extraño calor en mi pecho siempre que estoy cerca de ella, y es muy agradable pero no sé qué… ¿será amor? ¿Es posible que me esté enamorando de Mittens? ¿Eso es correcto? Bueno, ella es mi mejor amiga, me enseño el mundo real y como ser un perro normal también. Pero, ¿amor? No lo sé. Tendría que hablarlo con alguien, aunque no creo que Rhino sepa mucho al respecto; se la pasa quejándose cuando hay algo romántico en la televisión. No, tengo que encontrar a alguien con quien pueda hablar de esto. Y necesito pensarlo más, necesito aclarar mi mente.

Mittens P.O.V.

No se cuanto más podré quedarme callada. Desde hace mucho que quiero decirle lo que siento pero… no sé cómo se lo podría tomar. Es mi mejor amigo después de todo; y estar cerca de él, tener su compañía, es lo mejor que podría pedir. Además él es un perro y yo una gata ¿Qué tan anormal es eso? ¿Cómo nos verían los demás? Aunque, bueno, dicen que el amor no conoce fronteras, pero es diferente decirlo que hacerlo. Pero eso no importa, en realidad lo que más me preocupa es su reacción; podría tomárselo mal, podría no sentir lo mismo. No quisiera decirle y que me rechazara, no podría vivir con eso. Sé exactamente lo que siento por él, pero eso no lo hace más fácil. Tengo que pensar esto bien, tengo que planearlo.

Rhino P.O.V.

¿Ahora que se traen esos dos?, siempre se comportan extraño estando juntos. Parece que tienen un secreto o algo así. Pero, ¿qué podría ser? No tengo idea, pero debe ser algo importante, al menos para ellos. Tal vez pueda sacar algo de información, pero tendría que preguntar la pregunta exacta. Y podría comenzar por ver desde cuándo se portan así, eso me ayudaría a darme una idea al respecto. Pero tendré que darme tiempo para analizarlo mejor.

Así paso el resto de la tarde. Llegada la hora de cenar los tres se reunieron en la cocina, una vez más, sin decir una palabra hasta terminar. Poco después se subieron al cuarto de Penny para dormir. Lo último que se dijeron fue un "buenas noches" entre ellos antes de recostarse y quedarse dormidos.

Mientras, no muy lejos de la casa, entre unos arbustos, dos sombras observaban.

-Repíteme porque estamos aquí.- Le preguntó la primera a la segunda. Su voz sonaba algo gruesa, pero el tono que usaba era más bien el de un niño.

-Porque nos dieron ordenes de vigilarlos. A los tres.- Esta tenía una voz suave tierna y dulce, pero su entonación denotaba madurez. -Tenemos que estar al tanto de lo que pasa en esa casa.

-¿Quieres que entre?

-No seas imprudente. Tenemos que mantenernos al margen.

-¿Yo, imprudente? Tú eres la que siempre termina delatándonos y…

-Déjalo ya. No parece que algo vaya a pasar esta noche, hay que volver al campamento.

-Bien.

Entonces ambas sombras se salieron corriendo con dirección a un bosque cercano a una velocidad impresionante, perdiéndose en la oscuridad de la noche.


Bueno, hasta aquí llega el primer capítulo. Sólo me queda decir que es mi primer fic y bueno, ya se imaginan. Si ven algo que pueda mejorar, si les gusto o cualquier cosa déjenme un review. Gracias por pasarse por aquí, les dejo un saludo. Nos vemos luego. *Este capítulo fue modificado de la versión que originalmente se publicó; se le hicieron correcciones ortográficas y se añadieron algunas frases.*