Hola lectores!
Aquí yo de nuevo, pero esta vez con un LongFic de Naruto, que espero les guste.
Advertencias: Ninguna… por ahora.
Disclaimer: Naruto y sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto, en cambio la historia y los personajes que no logren reconocer son completamente de Mi autoría.
Ahora sí. Nos leemos abajo.
¡Disfruten!
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*-¡Oye! No llores... debes mantenerte fuerte... por tu hermano, Princesa.-*
*-Cuida de él, hija...-*
*...¿Mami?... ¿Papi?... ¿E-están bien...?...-*
Solo se escuchaba el llanto de un bebe, y el sonido muy lejano de personas gritando.
*-... Papa yo no sé qué hacer... tengo miedo, tengo mucho miedo.-*
El llanto no paraba, al contrario, se hacía casa vez más fuerte.
*-Tranquila, Princesa... todo va a estar bien...-*
*-¡Ahí esta!... ¡Deténganla!-*
Se escucho un grito, uno demasiado agudo, cargado de dolor y ansiedad. Luego solo hubo silencio y oscuridad.
Mucha oscuridad.
Comenzaron a escucharse voces, demasiadas y muy rápido, pero por alguna razón se entendían perfectamente.
*-Eres idéntica a tu madre, pero... ¿Sabes qué?... Tu eres Mi Princesa.-* ¿Papa?...
*-Te gusta ese chico ¿Verdad?... pero tranquila, no le diré a tu padre, o el pobre niño moriría prematuramente.-*...¿Mama?...
*- ¡Te amo Onee-chan!-* Hermano... yo, también lo hago.
*-Mami, papi... ¿Por que están llorando?-*
*-Tranquila Princesa... yo te protegeré aunque pierda mi vida en ello, es Una Promesa.-* ... Hubiera deseado que no te tomaras tan en serio esa promesa, papa...
*-Hija... por favor, no te pongas triste. Te amamos...-* Madre...
*-Te prometo que volveré, Princesa.-* Pero... nunca volviste...
*-¿Onee-chan?... ¿Te iras... otra vez?*
*-Hija... iremos a un lugar muy bonito, pero tu deberás cuidar de tu hermano a partir de ahora.-* Lo siento mama, pero... no he podido...
*-Yo... lo siento Princesa, pero... ya no podre cumplir mi promesa.-* Papa...
*-Por favor... jamás nos olvides.-*... Madre... Padre... yo, nunca lo hice...
*-¡Se supone que eres mi hermana!...-*
¿Po-porque..."ese" recuerdo?...
*-No te preocupes por nosotros... cof cof... ¡Estamos perfectamente, hija!-*
*-Se que me porto mal, muy mal pero, yo si te quiero... yo... te necesito...-*
Hermano... te extraño... mucho.
Tanta oscuridad y silencio nuevamente, esa oscuridad con la que ni siquiera puedes verte la palma de tu propia mano y ese silencio, capaz de helarte la sangre.
Se ve una luz.
Una luz tan pequeña y mísera, pero con tanta pureza, que de seguro yo no podría entrar en ella, me repelería de inmediato.
Abro los ojos.
¿Ya desperté?... Solo fue otra pesadilla, ya estoy harta de ellas.
Me froto los ojos, aun estoy cansada. ¿Cuanto he dormido? ¿Cuatro horas?... de seguro que menos.
-¡Dámelos, idiota, hum!-
-¡No me jodas estúpida barbie sin pechos! ¡Estos son míos!-Mierda. Esos ya empezaron.
Me levanto de la cama, tengo que ir al baño.
Coloco los pies en el suelo. Esta frio, aun así, sigo mi camino. Llego, la puerta esta entreabierta, seguramente Él volvió a meterse en Mi Baño. Bufe... ya me tiene harta.
Entro de igual manera.
Suspiro y me dirijo hacia la ducha. Abro el grifo en caliente, el agua corre y comienza a salir vapor. Me doy vuelta y, a paso lento abandono el baño, cierro la puerta tras de mí.
Debo prepararme algo de ropa. Voy en dirección al armario, saco una camiseta-pegada al cuerpo-morada de manga tres cuartos, unos pantalones cortos de color negro, y mis zapatos ninja. Dejo la ropa arriba de la cama y los zapatos a un costado, me encamino hacia la cómoda, abro el primer cajón y de este saco un conjunto de ropa interior del mismo color que la camiseta, e igualmente lo coloco sobre la cama.
Voy al baño, entro y cierro la puerta, comienzo a quitarme la ropa, al estar completamente desnuda entro a la ducha.
Dejo el agua caer sobre mi cuerpo. Relajándome.
Unos minutos después.
Salgo de la ducha, me envuelvo en una toalla y camino hacia el fregadero.
Me veo en el espejo. Mi cabello, anteriormente amarrado en una coleta alta. Ahora, mojado, cae sobre mis hombros, llegando hasta mi cintura.
Odio mi cabello. Odio lo que representa. Odio a quien me recuerda. Pero más que nada; Odio su color, tan idéntico al de Ella.
Aun me debato entre cortarlo o dejarlo estar.
Abro el grifo, el agua corre. Esta fría, pero no me importa. Lavo mis dientes.
Al terminar comienzo a cepillar mi cabello. Duele.
Siempre duele.
Debería cortarlo pero, por un lado, si lo corto seria un cambio muy radical, me costaría demasiado acostumbrarme.
Por el otro, es lo único que me recuerda a ella y, aunque quiera y lo intente mil y una veces, jamás podre olvidarla...
Esto es una estupidez. Si decidiera deshacerme de todas las cosas que me recuerdan a ellos tendría que arrancarme los ojos.
Llego al final. Vuelvo a mirarme en el espejo, dejo el cepillo a un lado del fregadero.
Yo no quiero cortarlo.
Llevo mis dedos hacia las raíces, los deslizo hasta la altura de mi oreja, los enredo en él y vuelvo a deslizarlos, pero esta vez hacia las puntas. Tomo un mechón y le atraigo hasta mi rostro. Lo observo.
Su color, su brillo... es completamente idéntico al de ella. Por eso lo odio.
Odio parecerme a ella, pero...
¡No!
Yo, no debería estar pensando estas cosas.
Yo no debo sentir. Nada. Por nadie.
*¡Oye, mocosa! Escúchame, solo diré esto Una Sola Vez, así que préstame atención.
Este mundo está podrido, y yo solo quiero darte un consejo:
Posiblemente encuentres a alguien con buenas intenciones, que no busque el sufrimiento y, que solo quiera ser feliz.
Pero, te aseguro que encontraras personas que solo querrán ver muerte, sufrimiento, dolor... desdicha y, de ellos debes cuidarte.
Deberás cambiar y de seguro te será difícil. Eres muy extrovertida y demostrativa.
Tal vez si hubieras nacido en otra época, con otro nombre, con otra familia... con otro destino, solo tal vez, no deberías de cambiar.
Pero, naciste en esta época, con ese nombre, con esa familia y con un destino.
Y si quieres sobrevivir a la vida que te ha tocado, deberás hacerlo...
Deberás ser fría. No mostrar tus emociones, hay personas que solo intentaran dañarte... en lo más profundo de tu ser, y esas heridas no se pueden sanar. No deberás mostrarte débil frente a nadie, ni aunque sepas que morirás.
Pero, para lograr eso deberás encerrar tu corazón, armar una coraza a su alrededor. Una invencible, que nadie ni nada pueda destruir.*
Suelto el mechón. Suspiro. A veces me odio a mí misma.
*Debes tomarlo como; colocarle un candado a tu corazón. Y arrojar la llave con todas tus fuerzas, para que caiga lo más lejos de ti posible. Y, si tienes suerte, alguien con buenos pensamientos la encontrara.*
Las llaves... No, aun no es el momento.
Salgo del baño, envuelta en la toalla. Me vestí. Me coloque los zapatos, y salí de mi habitación, encaminándome hacia la cocina.
-¡Dejen de gritar idiotas!
-Líder... ¡Váyase a la mierda!
Suspiro. Ya estoy aquí.
Y comienzo de nuevo, otra vez debo poner esa sonrisa fingida, vacía y carente de sentimientos. Pero lo hare, solo para que ellos no descubaran lo que en realidad pasa por mi mente.
Para que no sepan de mi pasado.
Para que sigan ignorando el hecho de que tuve todo, y de que lo perdí.
Para que sigan creyendo que soy feliz...
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Continuara…
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Hola otra vez!
Espero que les haya gustado al menos un poquito. Supongo que podre subir la continuación la próxima semana, aunque si los exámenes atacan no sé si podre.
Pero prometo subirla antes de que se termine el mes. ¡Es Una Promesa!
Y quería agradecerles a IJustHaveADream y a Lucy3-la cual es anónima por lo que no pude responderle-por dejar review en mi otra historia titulada "Hermanos" que es algo así como una "primicia" a este LongFic, si quieren leerlo los invito a mi perfil.
Lucy3: Muchas gracias por tu review, aunque hayan sido pocas palabras me hicieron muy feliz. Te lo agradezco de todo corazón.
Y a mi amiga Selena por apoyarme y animarme a subirlo, ya que yo no estaba muy convencida. Y por ayudarme a elegir el titulo-soy bastante indecisa-.
¡Te adoro Onee-chan!
Ya sin más que decir, me retiro.
Muchos Besos embarrados de dulce de leche.
¡Chau!
Luna.