Serie de 5 drabbles sobre los sentidos. 1er drabble, FranxMatt: Olfato

Ni Hetalia ni sus personajes me pertenecen, eso lo sabemos todos.

OLFATO

Lo primero que vio Francis al despertar, fue una densa gama de tonalidades rojas y naranjas. Y es que todos los otoños, los bosques canadienses se tiñen de estos cálidos colores.

Pero lo único que Francis sentía era frío. Mucho frío, a pesar de que la temperatura superaba los 18º. Tenía frío a pesar de que el pequeño Matthew estaba acurrucado junto a él. Tenía frío a pesar de la calidez que inspiraba aquel bosque.

Luego estaba el silencio. Era lo único que se oía. Algún que otro pájaro volando de vez en cuando, ardillas trepando por los árboles…

Miró con cansancio a Matt. Dormía profundamente, con una expresión de ternura en su cara, abrazado a Kumajiro (como siempre)… así que decidió dar una vuelta por el bosque. Sabía que no iba a despertar, lo sabía. O al menos, eso esperaba.

Comenzó a caminar pausadamente. Olía a hierba mojada y a arce. Cuánto echaba de menos ese olor… Había pasado mucho tiempo desde la última vez que fue a Canadá.

Resté avec moi... s'il te plaît...

Pasó hace un año o dos. Lo recordaba perfectamente. Arthur -y sus irremediables celos hacia su hermano- le había separado de Matthew. Su Matthew. Son petit garçon.

Y lo peor era que, una vez más, se había vuelto a comportar como un cobarde. Y el olor a arce, el olor a tierra mojada, a lluvia, a Matthew, se habían esfumado como el vapor.

Se sentó junto a la orilla del arroyo al que Matt y él solían ir. Intentó poner la mente en blanco y olvidar todos los recuerdos del pasado.

Y más recuerdos es lo único que encuentra.

Y recuerda los años anteriores, inevitablemente, y la palabra soledad se le viene a la cabeza.

Y cree que está solo, pero no lo está. Y de sus ojos caen dos lágrimas. Y las mejillas se le encienden. Y el corazón le arde, y le duele.

Pero no está solo. No, no lo está, porque el bosque huele a arce, a tierra mojada, a lluvia, a Matthew.

Y unos brazos le rodean por detrás. Y cree que es un sueño, porque esos brazos son canadienses, de su canadiense. Entonces suspira aliviado, y vuelve a recordar.

Esta vez, se acuerda de que está con Matthew. Con Matthew y con su voz, con Matthew y sus ojos azules, con Matthew y su dulce olor.

Y se acuerda de que si está con él, todo se va. Se van el tiempo y el espacio, se van los ríos y los lagos, se va el aire, se va la tierra, se van los árboles.

Y se quedan el olor a arce, a tierra mojada, a lluvia, a Matthew, pero esta vez, vienen a traerle nuevos recuerdos… junto a él.

Sinceramente, nunca me ha gustado mucho esta pareja. Pero tiene su encanto, eso no me lo neguéis...

¿Pasta? ¿Reviews? OwO?

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