¡Hola!

Esta historia no es de mi autoría, es sólo una adaptación. Tal vez tarde un poco en ir subiendo capítulos, pero trataré de hacerlo lo mejor y más rápido posible.

Disfruten ;)

CAPÍTULO 1

-Tu nombre es Regina Mills, eres huérfana de padre y madre desde los dos años de edad. Tu tía abuela Laura, que vivía en los Estados Unidos, se hizo cargo de ti hasta los doce años de edad en que también murió; a raíz de eso y en vista de que no tenías más familiares el estado de Arizona resolvió enviarte a una casa hogar en la cual permaneciste hasta tu mayoría de edad…- Mati miro el dulce rostro de la chica sin entender cómo era posible que nadie se hubiera interesado por adoptarla… -Me doy cuenta que eres una chica sincera a pesar de que eso te puede perjudicar- Mati comentó asombrada señalando la parte baja de la hoja donde confesaba que aunque era brillante en la escuela gustaba de dar problemas constantemente.

-Señora Mati ¿Quiere saber porque nunca fui adoptada?- Regina vio el asentimiento de la mujer y continuó -Ahí está la explicación…- Regina se percató de la confusión de su entrevistadora y decidió aclararle el panorama -Yo no quería ser adoptada por ninguna familia de acogida para no sufrir lo que sufrían los niños de mi edad que constantemente eras devueltos a la casa hogar como si fueran electrodomésticos descompuestos…. Así que encontré la forma de permanecer huérfana definitivamente y así evitarme ese malestar en mi vida-.

-Me apena escuchar eso Regina…- A Mati le agradaba la madurez de la chica y su fortaleza de carácter a pesar de su juventud. Tal vez fuera una excelente candidata al puesto, solo hacía falta ver qué opinaba el patrón que en ese momento escuchaba la entrevista del otro lado de la puerta.

-Lo que no mata te fortalece, eso lo aprendí aun siendo una niña- Regina esbozo una gran sonrisa que aligero el momento.

-¿Por qué piensas que aún sin experiencia en el ramo tienes la capacidad para desempeñar el puesto?-.

-Tengo una idea bastante buena de lo que es ordenar una biblioteca; la Tía Laura contaba con una muy extensa en casa, misma que yo mantenía en orden perfecto según las enseñanzas de ella que era experta en la materia y muy exigente… Además hablo el inglés y el español muy bien…- Regina no conocía la biblioteca de la mansión pero estaba segura de poder con eso y más.

-¿Aún no has preguntado quién es el contratante? ¿No tienes curiosidad por saber quién sería tu patrón de ser la persona elegida?- Mati seguía un cuestionario elaborado de antemano para las entrevistas, aunque ella era libre de agregar preguntas que consideraba relevantes para la selección.

-No, solo me interesa conseguir este empleo- El obtener techo y comida en el mismo paquete era una oportunidad única para la necesitada chica, que podía contar con los dedos de una mano los centavos que le quedaban de la ayuda que le proporcionara el gobierno mientras conseguía colocarse.

-El propietario de esta casa es un genio de la música y odia que lo molesten; defiende su privacidad a capa y espada y eso lo convierte en una persona difícil de tratar…- Mati sabía que se ganaría una llamada de atención del mencionado hombre pero se sentía obligada de prevenir a la chica que cada vez le gustaba más.

-No creo que el carácter del señor de la casa supere al de los encargados del orfanato e incluso al de mi severa Tía Laura, Señora Mati, así que si lo que trata es de desalentarme, créame que ningún genio incomprendido o lo que sea me va a desanimar...- Regina levanto el mentón con orgullo para enfatizar sus palabras.

Mati prefirió no hacer comentarios al respecto, tal vez después de todo la chica no consiguiera el empleo gracias al comentario tan desafortunado que acaba de hacer con el interesado a escasos dos metros de ellas.

Regina salió de la mansión sin saber cualquier cosa más de la que sabía al llegar, pero con la esperanza de que Dios escuchara su ruego, sobre todo después de reducir a su mínima expresión el saldo de sus arcas por pagar el costo del camión de San Miguel a San José de ida y vuelta. Aunque la entrevista con la dama mayor no fue en la biblioteca, por la belleza y magnitud de la residencia del "Genio de la música" podía concluir que era un hombre muy rico ya fuera por su éxito en el mundo musical o por herencia. Regina estaba segura que si no era contratada para el empleo, en su vida volvería a repetirse la suerte de pisar nada parecido a eso.

Cuando la chica llegó a San Miguel ya habían empezado las clases en su escuela preparatoria así que se obligó a bajarse de la nube en la que flotaba y regresar a su realidad antes de entrar al aula. En una semana concluiría el semestre y recibiría su ansiado certificado, requisito indispensable para poder inscribirse en la Licenciatura de Filosofía y Letras por internet, siempre y cuando tuviera un empleo que le permitiera pagar los estudios.
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-Quiero que contrates a la chica- Robin entro en su oficina en cuanto terminó la entrevista ordenando con imperante voz.

-Pero todavía falta un día de citas ¿No te estás precipitando Robin?- Mati debía insistir aunque ya sabía de antemano la respuesta.

-No Nana, cancélalas y llama ahora mismo a la chica y dile que se presente mañana a las ocho horas a trabajar- Robin salió de la habitación sin decir más.

Mati no sabía que motivaba a Robin para tomar esa decisión, sobre todo si antes de ella ya había escuchado cinco entrevistas de personas que estaban más capacitadas para el puesto, sin mencionar a las que no serían entrevistadas.

Con un sentimiento más parecido a una premonición la anciana mujer marco el número celular de Regina Mills para darle la noticia.

Regina sintió su teléfono vibrar pero decidió no consultarlo hasta salir de clases, ya había distraído a su profesor con su retardo y no quería molestarlo de nuevo; lo que fuera podía esperar tres horas más, a fin de cuentas no creía que la llamada tuviera que ver con el empleo ya que la Señora Mati fue muy clara al decirle que en dos días se tomaría una decisión.

– A la hora de la cena en la mansión Locksley –

-¿Ya contactaste a la chica?- Robin se encontraba sentado en la cabecera de la gran mesa del comedor, sólo con Mati sentada a su derecha.

-La chica aún no responde mis llamadas, debe estar…-.

-¡Mándale un mensaje de texto ahora mismo diciéndole que te responda de inmediato!- Robin sintió que le hervía la sangre por la falta de respeto de la chica… Estaba empezando a arrepentirse de su decisión y eso lo ponía aún más molesto- ¡Me importa un carajo si se encuentra en el funeral de su hermano…!-.

-De acuerdo… Mati no se extrañaba de la reacción del hombre, conocía de sobra su explosivo temperamento -Ya quedo…-.

-Márcale y pásame el aparato. Yo mismo hablaré con esa… chica-.

Ante tanta insistencia con el teléfono a Regina no le quedó más remedio que consultarlo y leer el mensaje que acaba de llegar… Justo cuando terminó, vibró de nuevo su celular…

-Diga- Regina respondió en un susurro escurriéndose en la silla para no llamar la atención.

-¿Señorita Mills?- Robin prácticamente ladraba en el teléfono -¿Hablo con la Señorita Mills?- El rostro masculino expresaba impaciencia al esperar la respuesta.

-Sí. Ahora no puedo hablar… ¿Quién es?- Regina seguía hablando en un susurro al teléfono.

-Habla Robin de Locksley, el músico incomprendido…- Robin escucho la exclamación de sorpresa del otro lado de la línea seguido de un estruendo de metal -¿Sigue ahí?-.

-¡Si…!- Regina no pudo hacer más escándalo ni proponiéndoselo cuando escuchó la grave y molesta voz que se presentó como el "Posible patrón". Literalmente hablando, se cayó de su mesa-banco y salió corriendo del aula para responder la llamada.

-He decidido que es la persona idónea para el puesto de bibliotecaria… La quiero mañana aquí en la mansión a primera hora de la mañana. No haga que me arrepienta de la decisión que he tomado Señorita Mills…-.

-Gracias Señor…- Regina calló cuando escuchó el tono de corte del otro lado de la línea -¡Grosero…! Ni si quiera se despidió… ¡Yeeeeesss!- La entusiasmada chica fue descubierta bailando y gritando como toda una norteamericana sureña en pleno corredor de la escuela cuando todos los chicos salían de su última clase…

-¿Me vas a contar por fin que es lo que pasa?-.

-¡David de mi corazón…! ¡Tengo el empleoooooo! ¡Acabo de recibir la llamada del mismísimo Robin de Locksley para contratarme!- Hasta ahora que repetía el nombre de su jefe Regina caía en la cuenta que se trataba del famoso compositor de música para orquesta, ganador de varios premios internacionales por sus obras en las películas más galardonadas de la última década.

-¡Guauuuu Gina! Solo porque tú me lo cuentas lo creo… ¡Trabajaras para "El talentoso ausente"!- David se refirió al músico con el nombre que se le conocía en los eventos de premiaciones, ya que nunca se dignaba aparecer.

-¡Ahora lo sé y te juro que muero de los nervios…! Mati, la señora que me entrevistó, me mencionó que es una persona bastante difícil de tratar y cuida su privacidad con la más alta tecnología contra personas indeseables. Solo espero que no tenga mucho que ver con él… Necesito este empleo y tengo que conservarlo si quiero realizar mis sueños, ¿¡Te imaginas lo que podré ahorrar en los doce meses que dure mi contrato con todos los gastos pagados…!? Si al final consigo una buena recomendación del músico y compositor podré colocarme en cualquier parte…-.

-Un paso a la vez amor, todavía ni inicias y ya estás planeando tu siguiente contratación…- David abrazó con cariño a la entusiasmada chica. Se alegraba de que por fin la vida le estuviera sonriendo, él había querido ayudarla pero la chica era muy orgullosa e independiente.