¡Muy buenos días a todos! Tengo que decir que me siento muy emocionada, pues: ¡Esta es mi décima historia en FF! Así que decidí traerles algo que tengo guardado en mi cabeza no hace mucho: ¡Mi primer longfic!, una parodia del clásico cuento infantil "El principito". Aunque debo admitir que sólo me basé en la trama, no se confundan si parece un poco distinto. Digamos que es una actualización...

"Negación de derechos de autor":

Ni Vocaloid ni "El principito" me pertenecen, sólo reservo de mi autoría la idea de mezclarlos.

Aclaraciones:

-Aunque los personajes principales son Dell y Len, NO ES UN FIC YAOI.

-Habrá en el futuro unas leves referencias al RinxLen, pero no Twincest.

Dedicado enteramente a mi querida Shadow Shaw Phantom, espero que algún día podamos comer helado de limón y torturar hombres juntas, querida. *Sonrisa*

Como ya escribí demasiado, comencemos:

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"El principito digital" (Por Neko C.)

Prólogo:

A la tierna edad de ocho años, plena etapa de imaginación desbordante, tuve una gran curiosidad en la lectura; por lo que cada libro de portada que llamara mi atención caía en mis manos y mi voraz apetito por la literatura. Además fui un adepto al mundo de fantasías que me proporcionaba la televisión. Puedo decir sin pena ni gloria que escribí mis propios cuentos -ahora enterrados en el olvido-, producto de todo ese entorno creativo.

Un día, leí bastante interesado la historia de un sapo detective que le temía a la oscuridad. Los detalles y desenlace a esta altura de mi vida no puedo recordarlos con claridad, pero lo que me quedó grabado con fuego fue una escena donde el pobre animal en una investigación a media noche pensó que lo seguían unos monstruos, corrió desesperadamente, haciendo que una de sus patas se atorara dentro de un cubo de metal y no pudo resolver la investigación en ese momento.

Me sentí un poco identificado con esa fobia -una cosa muy seria e importante para mí en ese entonces- y decidí ayudar a crear conciencia de los horribles monstruos que acechan en la oscuridad. Mi primera colaboración fue un acertijo:

"El espanto de los hombres, un barril sin fondo con un ojo brillante." (Cabe aclarar que en mi mente todos los monstruos eran cíclopes gordos que sólo pensaban en devorar niños y grandes)

Se lo leí a mi madre con mucho entusiasmo y le pregunté si se sentía asustada ante tal descripción. Por desgracia, ella sólo me acarició la cabeza y dijo divertida por qué daría miedo un anillo. Le expliqué lenta y más detalladamente sobre el peligro que encerraba mi adivinanza, sin poder convencerla. Intenté con ahínco buscar la solución deseada entre los demás adultos de mi entorno. Mas, al seguir obteniendo la misma respuesta y al ser persuadido en que debía ocuparme en cosas más importantes, me resigné y dejé de lado mi mediocre -aunque prometedora- carrera de escritor.

Y ya que las letras parecían odiarme, me concentré especialmente en los números -algo que los grandes consideraban serio e importante- y siguiendo los estudios para ser un hombre de negocios. Así crecí y aprendí cosas como economía, computación y una gran variedad de idiomas; en fin, cosas importantes pero aburridas en cierto modo. Hoy me encuentro en la cima de una importante compañía, no por eso soy un viejo; es más: muchos adultos me elogian por llegar tan alto a mi relativa corta edad.

Pero no debo despreciar tanto esta vida, gracias a mis conocimientos, esfuerzo y capacidad de persuasión; tuve la oportunidad de viajar por todo el mundo y conocer una gran variedad de gente seria -un tanto aburridas en mi opinión-. Y es una lástima que un poco de esa madurez se haya pegado en mi sistema, pero es lo que me toca en este mundo.

Siempre había alguien con quien hablar, tanto formal e informalmente, y pude darme cuenta de la gran variedad de personas que habitaban este globo terráqueo; aunque cada vez que encontraba a alguien que parecía aún conservar un poco de alma de niño, me desilusionaba totalmente cuando le contaba mi acertijo -el cual aún conservo receloso- y me respondía lo mismo que los demás. Entonces volvía a mi modo mayor y le comentaba sobre deportes, estadísticas y noticias actuales; siendo bastante aceptado por eso y recibiendo la crítica de que no habían conocido a alguien tan sensato como yo nunca en su vida. A veces es tan fácil complacer a los adultos.

Es extraño que yo, Dell Honne, explique estas cosas de un modo tan vano y frío, y estoy seguro que no volveré a tocar un lápiz y papel con motivos creativos, por eso expreso esto con las teclas del teclado de mi ordenador -un poco más por la comodidad que sentido poético- aunque en cierto caso viene a ser lo mismo. El punto es que no habría relatado nunca una historia de no ser por los extraños acontecimientos que estoy a punto de contarles...

Continuará...

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Y bien, ¿Qué les pareció? Un poco corto en mi opinión. Ya sé que Len no apareció en este capítulo, pero es sólo el comienzo, denle una oportunidad al fic. Estoy segura de que, de una u otra manera, les gustará.

Si son tan amables de dejarme un review con su comentario o alguna crítica constructiva que me ayude a mejorar, les estaré infinitamente agradecida. (Prometo responderles a todos)

Bueno, tengo que hacer un pequeño anuncio: tal vez no actualice hasta dentro de una semana, y es que aún sigo en la línea de fuego con los exámenes finales. Pero, como todo es improbable en esta vida, no se sorprendan si el primer capítulo aparece pronto; o traiga otra historia aparte en mis escritos. Juro ante Dios que no abandonaré esto por nada del mundo, ¡Ni por mi muerte! *Pose heroica*

¡Un gran Abrazo desde Argentina! (Debería dejar de decirlo, ¿No?)

Neko C.

P.D.: ¿Alguien pudo ver el anillo en el acertijo? Lo siento, no soy buena escribiendo esas cosas *Gotita*