Naruto y todos los personajes usados aquí le pertenecen al señor MASASHI KISHIMOTO homicida de algunos de mis personajes favoritos y otros no tanto.
Conversación: -blablabla-
Pensamiento: "blablabla"
Cambio de Escena: oOoOoOoOoOo
The Sleeping Sun
Prologo
Los primeros rayos del amanecer entraron en su nuevo dormitorio iluminando su nívea piel, llamándola a reaccionar. Hinata ahora no era nada más que un recuerdo de su propia mente, de otro tiempo en su vida. Su cabello corto y negro. Sus ojos blancos, enrojecidos y nostálgicos, congelados en la nada. Sus brazos aferrando a su hermana pequeña, Hanabi, como si fuere lo único real en aquella habitación.
Una nueva lagrima recorrió los ya marcados surcos, que se habían producida durante la madrugada, cuando el recuerdo de la voz de su padre irrumpió en sus memorias "Los Hyuuga no lloran frente a nadie". El había repetido tantas veces esa frase durante su infancia, que fue la causa que se mantuviera tranquila toda la noche, solo bastó el sonido de la cerradura de la puerta trabándose para que las lágrimas, de ella y su hermana, reprimidas, encontraran su camino para brotar. Tenían miedo.
Hacía meses que tenían miedo, pero era distinto, estaban en casa, no la que las había visto nacer, ni en las que las habían educado para ser perfectas muñecas de porcelana representantes de uno de los clanes más importantes y tradicionales. Si no una donde los buenos recuerdos abundaban y eran una familia de verdad. La casa de vacaciones del Clan Hyuuga, oculta entre las montañas nevadas, junto con su primo Neji. Cuatro meses pasaron escondidas en esa casa.
La imagen del auto estallando frente a sus ojos provocó otra lágrima más.
Había sido una mañana normal, nada extraño había pasado mientras se preparaban para las clases del exclusivo y caro colegio al cual eran enviadas todos los días. El vehículo negro doblaba por la entrada a los terrenos de la mansión, puntual como todos los días. Su madre, Hyuuga Himeko las acompañaba, ella siempre las despedía cuando partían hacia el colegio y las recibía cuando regresaban. El repentino estruendo las hizo caer al piso a las tres mujeres, golpeándolas contra la entrada de la mansión. Cuando Hinata trato de incorporarse, el brazo de su madre la atrajo hacia ella, las llamas consumían el coche, el kimono blanco estaba lleno de tierra y algo de sangre por los golpes, pero la mujer estaba viva aferrando a sus dos hijas mientras los sirvientes corrían en cámara lenta ante sus ojos, tratando de extinguir el fuego.
El rostro desesperado de Hyuuga Hiashi, su padre, descendiendo de su auto y buscando por ellas, mientras las sirenas se escuchaban a la distancia. Una llamada le había advertido, esto sólo era una amenaza, la próxima vez no fallarían.
Su padre jamás se dejó extorsionar por nadie, el era un hombre de negocios convertido en político, lo que le trajo estos inconvenientes. Contrató a una agencia especial para detener a los mafiosos y para cuidar de la seguridad de sus hijas. La casa fue el escondite perfecto para ellos, hasta anoche, cuando un agente de la compañía los fue a buscar alrededor de las doce de la noche, diciendo que el lugar ya no era seguro.
-Hi…Hinata- susurro su hermana despegándose un poco de su cuerpo, pero su hermana no reaccionaba.
El cabello de la pequeña niña de trece años ahora era corto como el de su hermana mayor, sus ojos estaban enrojecidos también, pero hasta en estos momentos la niña estaba consciente.
-…Yuuhi…- llamo la pequeña usando el nuevo nombre de su hermana.
Hinata parpadeó regresando a la realidad, el escuchar su nuevo nombre la despabiló, enfocó sus ojos en la cama de al lado, donde Neji estaba sentado contra la pared mirándolas. Quizás por el sueño o por el ardor de sus ojos, o simplemente porque jamás hubiera pensado en ver a su primo de cabello negro y al hombro, pero Hinata no podía asociar la imagen con un nombre, no podía llamarlo Neji, porque ese no era él. El Neji que había cuidado de ella desde niños siempre había cuidado su cabello más largo que el de ella.
-Hiei- respondió Neji, adivinando que su prima no recordaba el nombre que le habían dado –Yuuhi, Kohaku; hay que prepararse, la agente 63-004 nos vendrá a buscar en minutos para ir a hablar con el rector-
La joven bajó su vista a su hermana, a quien desde ahora debía llamar Kohaku, solo para confirmar que estaba despierta.
-Si…- susurró soltándola al fin.
Ambas se incorporaron en la cama, algo asustadas por no saber bien donde estaban o con que se irían a encontrar.
No era un monasterio, no era un convento o un retiro; era una escuela solo para hombres, esa había sido la mejor opción para esconderlos.
"Están buscando a dos hermanas, no a tres hermanos", esa era la justificación que la agente les había dado sobre su elección.
Su primo se levantó de la cama dirigiéndose hacia los bolsos llenos de ropa de hombre que ya no eran alcanzados por el rayo que se filtraba en el centro de la habitación. Delicado y suave acariciaba el suelo, iluminando las pequeñas partículas que bailaban frente a los ojos de Hinata.
Dudaba que fuera buena idea todo esto, ella jamás había estado con muchos chicos, y además siempre había sido entrenada para ser toda una dama, danzas tradicionales, ceremonia del té, arreglos florales, etc. Las únicas actividades físicas que no tenían que ver con las artes tradicionales eran el patinaje y la natación, actividades que no podría hacer en su nueva escuela por evidentes razones.
Neji se colocó enfrente de ella, rompiendo el encanto y obligándola a mirarlo, en su mano sostenía una pila de ropa doblada y se la extendía a ella, ese era su nuevo uniforme.
Lo tomó sin intercambiar palabras, la mitad de la fila era para su hermana y la otra para ella.
Se obligó a levantarse de la cama y retirar la camisa celeste y la remera blanca de hombre que le habían dado para disfrazarla, dejando ver la faja que apretaba y disimulaba su pecho, al igual que el de su hermana.
Lentamente se fueron cambiando con la camisa blanca, el pantalón gris, la corbata roja y el saco azul marino de su nuevo uniforme.
Tres golpes secos en la puerta fue lo que la hizo terminar de despertarse y comenzar a repetirse una y otra vez "Se fuerte"
-Puede pasar- respondió Neji sentándose en la cama para atarse los cordones de los zapatos.
La agente 63-004 entró a la habitación mirándolos con sus ojos verde azulados, su cabello rubio estaba atado en dos coletas, no llevaba el traje negro con el que la habían conocido, sino un simple jean, una remera blanca de magas largas y un saco irregular gris.
-Vamos, el rector Sarutobi, los está esperando- fueron sus palabras sosteniendo la puerta para que salgan al pasillo- desde ahora para ustedes soy Sabaku no Temari, ¿Entendido?-
Las dos muchachas asintieron tímidamente mientras Neji mantenía su indiferencia, no estaba de acuerdo ni con el plan ni con el hecho de que la agente asignada fuese tan joven.
Algo de claridad entraba por los ventanales del silencioso pasillo, los focos aún eran necesarios cubriendo con luz blanca las paredes celestes y las baldosas grises. La puerta de la habitación 317 se cerró detrás de Hinata haciendo que pegara un respingo.
-Tranquilo- susurro la rubia poniendo su mano en el hombro de la joven, consciente de lo que había dicho- Recuerda Yuuhi, respira hondo- aconsejó poniendo énfasis en especial en su nuevo nombre.
Hinata hizo lo que dijo, cerró los ojos y respiro hondo; "Se fuerte", se recordó por última vez antes de comenzar a caminar por el pasillo hacia las escaleras con los demás.
-¡Warf!-
-¿Eto…eto… eso fue un…perro?- preguntó dudosa Hinata, frenándose a metros de las escaleras
-Creo que... que si ne-chan, digo, nii-san - se corrigió algo nerviosa Hanabi quedándose junto a su hermana.
-¡Baka, calla a ese animal!- alguien gritó desde otra habitación.
-¡Teme no molestes!- se escuchó algo mullido que golpeaba algo en esa misma habitación.
-¡Cállate Sasuke-uke!- gritaron desde la primera
Los ojos de la agente permanecían apretados al igual que su puño y una vena comenzó a emerger de su frente por los gritos.
-¡Bakas!... ¡Dejen dormir!- una queja pesada y somnolienta.
-¡Cállense todos o tendrán examen!- Grito la mujer- ¡Kiba calla a Akamaru o no te dejare más que lo dejes dormir en las habitaciones! ¡Y ya que están despiertos; levántense que se encargaran de la limpieza esta mañana!-la mujer se dio vuelta poniendo sus manos en forma de jarra y suspirando pesadamente mientras las quejas resonaban por todo el pasillo.
-Gracias Kiba- se escuchó casi al unísono en todas las habitaciones.
-Vamos- susurro y les dio una palmadita para que continuaran su camino mientras se escuchaba las movilizaciones en las habitaciones.
OoOoOoOoOoOoOoO
Bien, este es el prologo de mi primer AU school fic y también mi primer Naruhina.
Las demás parejas aun no las tengo muy definidas… pero casi seguro será Shikatema una de ellas, casi… aun no me eh definido y como saben los que me leen de "Sunagakure no Sato", puedo cambiar las parejas durante el fic. XD… si aun no se dieron cuenta que pareja cambie y cual formare aun están a tiempo de descubrirlo.
Besos y dejen comentarios a ver que les pareció.
