Luna cerró los ojos y Harry la beso tiernamente. En el día de la mañana el la iba a extrañar muchísimo, porque se tenía que ir a buscar los horrocruxes restantes para acabar con Voldemort de una vez por todas. Él le recordaba todo el tiempo que siempre le seria fiel, pase lo que pase, y que cuando se vaya le escribirá cartas todos los días enviándole todo su amor. Él imaginará que estaba besando los labios que tanto añoraba, esperando que sus sueños de amor con Luna se hagan realidad. Y así fue, él le escribía todos los días, enviándole todo su amor a su dulce Luna y diciéndole que siempre le será fiel, y no podía dejar de soñar con sus labios, que tanto extrañaba y deseaba. Pero no era necesario que estuvieran juntos las 24 horas del día para que él le pueda demostrar su amor con intensidad, porque el con sus cartas ya le enviaba su eterno amor, día tras día. Un amor mágico entre dos magos, un amor que jamás se extinguirá, a pesar de los obstáculos y la distancia, ellos se volverán a encontrar...y Harry por fin podrá besar los labios que tanto añora, los labios de su rubia, los labios de Luna Lovegood...
