Nada de la serie me pertenece, pertenece todo a sus creadores y los cuentos a la factoría Disney. De mi autoría solo es esta humilde historia.

Esta historia se basa en un futuro lejano en el que la magia esta prohibida, y tras muchos años la salvadora vuelve encontrarse en la tierra tal y como ocurrió 500 años atrás cuando Emma salvo rompió la maldición pero ahora el mundo no es lo que era y Emma es una chica muy distinta que sueña con su vida pasada quizás por que le falte algo o mas bien alguien.

Espero que os guste ya que es mi primer fic y no hubiese salido sin la ayudada de mi amada yurena_85 que me inspira y apoya, y la creatividad de la gente del foro chicagohope que me inspiran con su creatividad.

Preludio

Han pasado muchos años, desde que Emma rompiera la maldición, la civilización, ya no es lo que era. La maldición de Regina, contrajo el acercamiento a un nuevo mundo, un mundo donde la magia no existe y las tecnologías comenzaron a dominarlo todo.

Mientras, que algunos pensaban que la paz había llegado, desde lo más bajo, desde las sombras, otros ansiaban el poder y lograron tomarlo de la forma más inesperada. Culpando a la magia de todo lo ocurrido y de las guerras que estaban por venir.

Henry III fue el último rey conocido desde la prohibición de la magia, poco a poco se fue volviendo un recuerdo, los seres mágicos fueron perseguidos, hasta que, volvieron a ser lo que eran en un principio, cuentos.

Ahora ya, en un tiempo, donde los cuentos no son más que recuerdos, en las cabezas de aquellos seres antiguos que aún habitan en la tierra, que temen hablar sobre ellos, esta nueva era, donde un 2503, les da una pequeña esperanza, una nueva oportunidad.

El tiempo pasa a mi alrededor,

cierro los ojos y siento una vida que no nos pertenece,

siento que me falta tu presencia sin saber quién eres.

Han pasado tantos años, tantas vidas pero nuestro amor vuelve a nosotras,

prometí encontrarte en cada vida,

en el pasado nuestro amor fue un secreto escondido en miradas,

miradas, que decían te amo sin mover los labios,

ahora son un espejismo de lo que es, mi nueva vida.

El Ocaso de tu mirada

Abro los ojos y no veo más que la luz de mi despertador, las 5 a.m, otra vez, una noche mas no puedo dormir, mis sueños son invadidos por esos recuerdos, recuerdos, que no son míos pero que los siento dentro de mí, más que a mi propia vida. Aunque cada noche son distintos algo se repite, ella, siempre ella, no logro identificarla pero parece tan real, que puedo llegar a sentirla.

Paso mi mano por mi cabello, me siento al borde de la cama, ya no puedo seguir mas así, me levanto y miro por la ventana, dejando que mi vista se pierda en la noche, iluminada únicamente, por los enormes edificios que llenan esta ciudad atestada, donde apenas queda un hueco libre, aunque la verdad no veía más que mi distrito, donde vivía la gente como yo, que no era nadie importante, a los que nadie tenía en cuenta. A lo lejos se podía vislumbrar las luces de la zona 0, donde entrar era casi imposible, solo aquellos que eran elegidos, para los más selectos.

Mis sueños cada vez iban a peor, aun no recordaba cuando comencé a tenerlos, pero desde que era niña soñaba con eso, ahora sentía un vació dentro de mí y era como si algo me faltase como si una parte de mi no existiese, creía que me estaba volviendo loca pero no me atrevía a hablar con nadie de ello. Aún recordaba como siendo niña sufría las miradas y el rechazo de los demás por hablar de ellos. Pero mis sueños eran solo el pequeño ápice de la locura que estaba creciendo en mi, pues desde hace un tiempo sentía que alguien me seguía y observaba.

-Feliz cumpleaños Emma- me dije a misma tristemente, antes de separarme de aquel ventanal.

Un año más, un año más en soledad aunque, para que negarlo, siempre me sentía sola, aunque me rodease de gente. Mire la cama ,era una tontería volver a ella así que decidí vestirme y salir hacia a la calle, oscura y fría.

Camine despacio para dirigirme a la estación central, mientras mi vista se desvió al cielo un segundo, donde pasaron de golpe varios transbordadores de la policía, me extraño bastante para que negarlo. Continué mi camino hasta llegar a mi destino, donde mi vista ahora se desvió a la gente que se apelotonaba alrededor de la pantalla central -¿qué pasa?-pregunte a la primera persona que vi - a muerto la gobernadora- me contesto. No era que la política me interesase, después de todo, nosotros no elegíamos a nuestros candidatos, solo la clase alta podía y nunca los veíamos, a no ser que fuesen actos como estos, aun así algo extraño en mi me impulso y me introduje entre la muchedumbre, para poder ver algo.

Esta madrugada a muerto nuestra amada y respetada Gobernadora- el presentador hablaba mientras de fondo alguien repetía por lo bajo lo de amada con ironía -el gran consejo ha elegido a la nueva Gobernadora que traerá a nuestro país más años de paz y prosperidad-, la misma voz de fondo, se convirtió cada vez más en revuelo de cuchicheos, hubo una voz que destaco sobre el resto -paz? Para ellos, ¿por qué no podemos elegir?-grito un chico a lo que alguien mando a callar, al ver como las fuerzas del orden se acercaba.

Nuestra nueva Gobernadora va a salir en estos momentos a saludar a su pueblo -rezaba el nuevo mensaje del presentador, con un toque entusiasta en su voz,-su pueblo?, no me jodas-el chico parecía que estaba buscando problemas a gritos ,-y aquí esta nuestra gobernadora- las cámaras se dirigieron al gran anfiteatro, donde los más ricos, con sus mejores galas estaban presentes. La puerta central se abrió, saliendo por ella, una mujer, fue entonces, en aquel preciso momento, que mi corazón se paro por segundos. Segundos, en los que sentí, que todo se paraba, en un instante mi mirada se centro en ella - Aquí tenemos a nuestra nueva Gobernadora R.. -Regina- susurre al mismo tiempo que el presentador.

Fue entonces, que mi cuerpo salió abruptamente de su trance al ver como algo golpeaba la gran pantalla, haciendo que acabara en miles de trozos, mientras las voces aumentaron -revolución-gritaron-abajo la Gobernadora-, la policía llego dando golpes a aquellos chicos mientras la gente corría. Yo no podía, mi cuerpo no me respondía, aun estaba parada, estática, mirando aquella pantalla rota, anhelando por momentos que volviera aquella imagen. Mis sueños, habían dejado de ser sueños, porque ella, ella era una realidad, una única realidad, mi realidad, aunque apenas la había visto, sentía dentro de mí, que era ella. Solo ella.

Una mano aferro mi brazo y me arrastro justo en el momento que casi me agarra uno de esos policías, mire su cara pero no pude ver más que una capucha -corre- y aunque no sabía quién era hice caso a sus palabras, salí de allí como pude siguiéndolo hasta los túneles que se escondían bajo la ciudad, restos de la ciudad que fue antaño nuestro país.

Me apoye en la sucia pared intentando recuperar mi respiración -feliz cumpleaños Emma- mire a mi salvador encapuchado algo intrigada -quien eres? Como sabes mi nombre?-dije enfadada y sin previo aviso lo empuje contra la pared, -tranquila te conozco-, me empujo y se quito la capucha dejando a la vista a una chica morena, de unos increíbles ojos, que no era más que una niña al fin, bueno quizás unos años más joven que yo.

-me llamo Ruby y llevamos años vigilándote- me quede parada, ¿cómo que años? - quienes?-ya me estaba asustando, así que no eran paranoias mías,...-somos la resistencia durante años hemos estado esperando que llegase alguien como tu ...otra vez-en sus ojos podía ver la verdad, esa verdad presente en mis sueños, sentía que no me mentía y yo no solía fallar.

Había escuchado hablar de la resistencia sabía, que era un grupo contra la zona 0 y su dominio, pero también había escuchado historias de que eran un grupo de tarados, que hablaban de que había un hechizo y no sé qué historias, la cierto era, que fuesen lo que fuesen, estar a su lado era peligroso, pues eran buscados.

-vale esto es increíble, no lo niego-coloque bien mi ropa -pero ...mira gracias por salvarme y eso, pero déjame en paz-, dije y acto seguido me gire para largarme, apenas había dado unos pasos cuando oí su voz -¿cuándo te enfadas pasan cosas raras?-me pare, nadie sabía eso, cuando era pequeña solían pasar cosas, cuando me enfadaba mucho, las cosas solían moverse, con el tiempo pensé que eso era parte de mi imaginación y que nunca paso de verdad.

Volví a caminar -Emma Swan, ¿a qué te suena ese apellido?- en ese momento sí que me gire -¿cómo sabes ese nombre?-yo me llamaba Emma pero no Swan, Swan era lo que soñaba cada noche una y otra vez.

-Si quieres saber sígueme- sonrió de medio lado y se giro metiéndose por uno de los túneles, mientras yo me quedaba parada allí, llevando a cabo una batalla en mi cabeza. Volvía y seguía mi vida tranquila, o me arriesgaba y por una vez descubría si mis sueños eran una locura o no lo eran, o por lo menos, encontraba una explicación de por qué una mujer que nunca había visto en mi vida, había hecho que por primera vez en la vida sintiese algo, que por primera vez en mi vida, mi corazón latiese para algo más que bombear sangre.

Y fue en ese instante, en que, mis pies y mi alma decidieron por mí, haciendo que siguiera los pasos de aquella chica, aunque en ese momento no supiese que mi vida estaba a punto de cambiar para siempre, porque mi vida acababa de encontrarse donde otra había acabado.