¡Me voy a poner a escribir ya que no quepo en mi de la inspiración!

Zoro dormía tranquilamente en el suelo, con una de sus manos despatarrada a un lado y otra sujetando con fuerza una botella de sake. A su alrededor, se había montado un barullo increíble, todos saltaban y reían. Lo que era una típica fiesta Mugiwara.

El peliverde volvía a la realidad poco a poco, despertándose por la alta música y los gritos de sus nakama. No podía evitar sentirse algo molesto por haber sido despertado de su quinta siesta, bien merecida pues se pasaba toda la noche de guardia.

Levantó el brazo izquierdo, el que estaba estirado a su lado, y sintió como su mano entraba en contacto con algo, que extrañamente dio un pequeño respingo, algo que Zoro atibuyó al pequeño toque recibido por su parte.

Su mano comenzó a deslizarse por esa suave textura que su mano llegaba a tocar, sin abrir los ojos, y le dio un pequeño apretón, sintiendo su redonda y firme forma.

Podía sentir una tela que se cruzaba por encima de esa zona, tapando parte de lo que fuera que estubiera tocando, y otra tela rozándole la parte trasera de la mano, como si estubiera colgando a su alrededor.

Fue cuando, al pellizcar esa suave zona, escuchó un pequeño sonido que le sonaba a gritito de sorpresa, pero tan bajo que si no prestabas atención no lo podrías oir.

Sin apartar la mano, fue abriendo lentamente su ojo y, girando la cabeza, pudo ver a Robin observándole con una sonrisa en los labios. Bajando, con miedo, la vista por la espalda de la morena, vió su suave cabello balancearse por la pequeña brisa. También observaba la tersa espalda de la morena hasta llegar a la parte baja de esta, donde se econtraba su mano, tocando con mucho enfasí el culo de su nakama.

Zoro abrió el ojo enormemente, pues, al encontrarse tumbado boca arriba tan cerca de su nakama, tenía una amplia vista de su trasero, incluyendo la pequeña, negra, y apretada ropa interior que tapaba parte de él.

El kenshi retiró su mano rápidamente, sentándose velozmente con un notable sonrojo en las mejillas. Pudo notar, por muy ligera que fuese, la pequeña mueca de desilusión que puso Robin en su rostro al sentir la mano de Zoro alejarse de ella, que mudó rápidamente a una de sus sonrisas malvadas, las que solía poner cuando se metía con el peliverde.

Zoro no podía despegar sus ojos de los de Robin, que le miraban con gracia y ¿deseo? No, no podía ser. Nada podría haberle distraido de aquellos dos hermosos pozos azules. Ni siquiera la palpitante erección que estaba empezando a notarse entre sus piernas y por la que Robin no dejaba de pasar la vista, con una sonrisa permanente en sus labios.

-Buenos días, kenshi-san.

¡Asgahasgadifushow! Basado en el nuevo opening de One Piece, la primera imagen. Arigato a Nico Robin, del Club de fans de ZoroxRobin en facebook por colgar la imagen e inspirarme. ¡Un abrazo desde aquí! Un saludo también a Laura, que se que esta leyendo esto. ¡Hola ñoñapervert! Espero que os haya gustado la historia y que me mandeis un pequeño review, que tampoco cuesta.

¡Un abruzo!

-Muco! ;D