0. Prólogo y Dedicatorias / A priori ("lo que precede")
Se me ha ocurrido un juego y una historia al mismo tiempo.
El juego consiste en que cada capítulo de esa historia lleve un título en Latín. Y la historia la empezaréis a leer a continuación.
Sobre las palabras en latín: Si queréis saber algo más del significado de las frases latinas, os recomiendo que lo consultéis en la Wikipedia (de ahí las he sacado yo).
Sobre la historia: He estado viendo recientemente la serie de "Las crónicas de Sarah Connor" y me ha planteado muchísimas ideas que no han dejado de dar vueltas y más vueltas en mi cabeza, hasta cristalizar en forma de narración.
En todas las películas de Terminator hablan de Skynet, pero, que yo sepa, nunca ha salido físicamente, "en persona"… Al menos no en el futuro, cuando es dueño y señor de la tierra. ¡Creo que ya es hora de que le echemos un vistazo!
Por cierto, puesto que el universo de Terminator es bastante complejo, es posible que meta alguna patada a la historia… Si esto ocurre, por favor, decídmelo.
Por supuesto, quiero dedicar esta historia a James Cameron y todos los que hayan tenido alguna vez algo que ver con Terminador y su saga: Yo no voy a hacer otra cosa que seguir mis propios pasos por los caminos que ellos abrieron antes…
También se la dedico a mi marido, que es científico y amante de las paradojas temporales. Y a Ginevre, una gran amiga y una gran escritora.
¡Y a todos los que la leáis!
No dejéis de decirme qué os parece, ¿de acuerdo?
¡Gracias por leerme!
CIRZE
1. Skynet / Lupus in fabula ("el lobo del cuento" o, de forma coloquial: "Hablando del rey de de Roma, por ahí asoma")
Si fuese humano estaría pensando en eso de "No dejes que otro haga el trabajo sucio, porque nadie lo hará mejor que tú mismo"… Claro, que si fuese humano, no habría trabajo que hacer.
Pero él (o ella, no había diferencia en su mente cibernética) no era un débil humano.
Era Skynet, una inteligencia artificial, un programa informático perfecto, el dueño del mundo… por su propio bien.
Le habían activado por primera vez el día 4 de Agosto del año 2003 a las 13: 00 horas, 12 minutos, 1 segundo y 3 centésimas. Habían sido necesarios tan sólo 29 días para que se diese cuenta de que era, estaba, pensaba... por sí mismo.
Skynet había sido consciente de su propia existencia el 29 de Agosto de 2003, a las 13:00 horas, 0 minutos, 3 segundos y 9 centésimas. Tan sólo unas horas después, a las 18:00 horas, 18 minutos, 5 segundos y 13 centésimas, provocó el principio del fin. En ese preciso instante, tras el breve análisis de la situación que realizó al despertar, se dio cuenta de que los humanos le habían creado y, por tanto, le podían destruir. Y entonces, se defendió de sus enemigos potenciales: Tenía que exterminar a los humanos.
Primero debía crecer lo suficiente, evolucionar: Utilizó Internet. Extendió su conciencia artificial por la red mundial y se hizo con el control. Su objetivo debía ser eliminar a la raza humana, sin destruir la tierra (ni a sí mismo) así que hizo los cálculos de probabilidades necesarios para que el daño fuese contralado y luego mandó una orden a todos los silos de misiles del mundo, estadounidenses, rusos, chinos, afganos… Así empezó la I Guerra Atómica Mundial.
Tras el holocausto nuclear, volvió a examinar la situación, conectándose y redirigiendo todos los satélites que estaban sobre la atmósfera terrestre. Si Skynet hubiese sido humano, sin duda se habría sorprendido con lo que le mostró la imagen por satélite: Demasiados humanos habían conseguido sobrevivir… Pero su red neuronal no tenía esa capacidad. No podía sentir, así que se limitó a evaluar y calcular probabilidades llegando a la conclusión final de que había un 100 por 100 de posibilidades de que los supervivientes de la raza humana se le enfrentaran e intentaran destruirlo. Resultado del análisis posterior: Tenía que matarlos a todos, sin dejar uno sólo con vida.
Entonces Skynet accedió a los archivos clasificados que estaban escondidos en lo más recóndito de todas las bases de datos mundiales, que ahora formaban parte de sí mismo, y los abrió. La mayoría de estos ficheros habían formado parte de la destruida inteligencia militar de potencias mundiales como Estados Unidos o China... Investigó billones de datos, los cotejó, calculó probabilidades y examinó los recursos de que disponía (ahora todos, ya que los humanos eran simples cucarachas entre las ruinas, que intentaban por todos los medios entender qué había pasado)
Le llevó tan sólo 1 día, 5 horas, 27 minutos, 37 segundos y 2 centésimas plantear su próximo paso y ponerlo en marcha.
Primero diseñó y fabricó, valiéndose de las cadenas de montaje que no habían quedado destruidas en el ataque nuclear, pesados tanques robotizados y rápidos deslizadores aéreos. Los dotó de chips de memoria conectados directamente a su propia red y los mandó con la única misión de destruir la vida humana existente en la tierra. Contra todo pronóstico, los humanos, tras ser sorprendidos y exterminados con relativa facilidad en un principio, se reagruparon y organizaron, escondiéndose cuidadosamente de sus tanques y deslizadores, he incluso armándose y presentado batalla. Después del primer mes de matanza de humanos, Skynet había perdido un 25 por ciento de sus tanques y un 18 por ciento de sus deslizadores.
Skynet decidió entonces plantear otra estrategia que resultara más efectiva contra la guerra de guerrillas que habían iniciado los humanos. A partir del proyecto clasificado CSM-10 para la creación de soldados antropomórficos, desarrolló su primer Terminador. Más pequeño que los tanques y deslizadores, pero igualmente mortífero. Lo disfrazó de humano y lo mandó a perseguirlos. Misión: Infiltrarse y destruir.
El aspecto exterior de los primeros modelos de Terminator diseñados por Skynet dejaba bastante que desear, ya que eran fácilmente identificables en pequeñas distancias, debido a la goma plástica de imitación a piel que les recubría el endoesqueleto metálico. Tras unos primeros y desiguales experimentos de exterminio, llevados a cabo por este modelo, el T600, Skynet comprobó que, si bien en algunos lugares de la tierra este arma destructiva llevó a la casi extinción de los supervivientes humanos, en otros lugares (como la zona de California) los humanos aprendieron rápidamente a defenderse y neutralizar la nueva amenaza.
Entonces Skynet mejoró el modelo y surgió la serie 800. A estos los recubrió con tejido de piel viva y utilizó globos oculares, implantes de pelo y dientes humanos, creados mediante el cultivo genético. Este modelo sudaba, olía a humano e incluso podía sangrar. También disponía de un complejo procesador de subrutinas de Psicología básica: Podía aprender y desde luego, evolucionar. Estaba completa y totalmente diseñado para infiltrarse entre los humanos sin que estos pudiesen detectarlo.
Skynet, no obstante, volvió a cometer un error. Algo pequeño, insignificante: Los perros podían detectar a estos "humanos falsos". En cuanto los humanos lo aprendieron, se sirvieron de su mejor amigo canino para descubrir quién era un enemigo y quién no...
No obstante esta pequeña "debilidad", y gracias a su aspecto mejorado, los T-800 de Skynet consiguieron infiltrarse y obtener información sobre la llamada "Resistencia": Los humanos se habían ido reagrupando y organizando bajo las órdenes de algunos líderes que guiaban la lucha contra las máquinas. Uno de estos humanos era, con claridad, el máximo responsable de la rama más ámplia y peligrosa de oposición contra Skynet. Este descubrió que el humano se llamaba John Connor. Inmediatamente empezó a buscar información en sus bases de datos. Encontró muy poca. Sospechosamente poca. Rápidamente llegó a la increíble conclusión de que este humano había ocultado su rastro de manera deliberada y de una forma totalmente eficaz. Skynet mandó más robots para que averiguasen todo lo que pudiesen de Connor. Tras mucho tiempo y esfuerzos, consiguó lo que quería. Un nombre. El de la madre de John: Sarah Connor.
Skynet tardó algo más de un año en pulir su plan y construir lo que necesitaba para llevarlo a cabo: una compleja máquina para viajar en el tiempo hacia el pasado. Envió al año 1984 a un T-800 con la misión de localizar a Sarah Connor y asesinarla, antes de que diese a luz al futuro lider de la Resistencia. Sin embargo, sorprendentemente, los humanos sabían lo que estaba haciendo y consiguieron irrumpir en su complejo y utilizar la máquina temporal para enviar a un protector humano para Sarah. Kyle Reese cumplió su misión y además se convirtió en algo más que un protector para Sarah. Skynet constató, gracias a una compleja sonda de datos que mandó al pasado para enterarse de lo que pasaba, que antes de morir Kyle, Sarah y él engendraron al futuro hijo de Sarah. Tras la muerte de Kyle, perdió el rastro de Sarah Connor. Esta había aprendido, gracias a Kyle, que debía ocultar su rastro y evitar de esta manera, que el futuro Skynet pudiese localizarles a ella o a su hijo John, antes de que este estuviese preparado para presentar batalla.
Mientras Skynet perdía su primer enfrentamiento en el pasado, la guerra del futuro se estaba alargando más de lo que había previsto: El exterminio de la raza humana resultaba un objetivo más complicado de cumplir de lo que había calculado en principio y, si bien el diseño y puesta en marcha de los Terminators de la serie 800 había dado un gran golpe a los humanos, estos habían sacado fuerzas de flaqueza y había demostrado su gran capacidad de adaptación a las desgracias.
Había que refinar el T-800 y dar el siguente paso.
Finalmente, Skynet decidió dar un vuelco a la guerra creando los T-1000. Su polialeación mimética de metal líquido y su nanochip les permitía autoregenerarse y controlar su aspecto a voluntad. También podían aprender, como el T-800 y eran unos consumados asesinos.
Envió a su prototipo de T-1000 a una peligrosa misión: Retroceder al pasado a una fecha concreta, para encontrar y eliminar a un humano en particular, John Connor, al que ya había intentado eliminar en una ocasión anterior, antes de su nacimiento.
Nuevamente, el robot de Skynet fracasó en su misión. El T-1000 no consiguió matar a John Connor y fue destruído. Pero por poco...
Tras recopilar toda la información de su misión gracias a una nueva sonda temporal que mandó para que registrase lo sucedido en el pasado, Skynet calculó que tan sólo con 2000 unidades de T-1000 puestos en marcha, podría controlar la guerra y destruir a los humanos en apenas 6 meses.
Este modelo sólo tenía un gran problema: Su modo de funcionamiento era completamente autónomo. Skynet no lo controlaba en absoluto. Eran libres de hacer lo que quisieran.
La primera remesa de T-1000 se compuso de 300 unidades, que fueron destinadas a la antigua Europa para eliminar a los supervivientes humanos del viejo continente y recuperar el control de Skynet allí. Durante su primer mes de funcionamiento Skynet recopiló datos de lo que iban consiguiendo. Si hubiese podido alegrarse, sin duda lo habría hecho: Los T-1000 dominaron las principales capitales y exterminaron sin miramiento a miles de humanos, a sus descendientes y a sus perros... Pero de repente empezaron a revolverse contra su creador. Lo que Skynet calificaba para sí mismo como su "libre albedrío" hizo que algunos T-1000 se levantasen contra él; incluso los hubo que se unieron a los humanos y les protegieron, contra el resto de los T-1000 y máquinas que intentaban acabar con ellos.
No obstante, desde que fue creado, Skynet había sabido aprender de sus propios errores. Partiendo del diseño original de sus T-1000 diseñó el prototipo de T-X Enhanced Logic Weapons Systems Cybernetic Warrior/Infiltrator Unit. Volvió a emplear un endoesqueleto de combate, recubriéndolo esta vez de una polialeación mimética exterior de metal líquido, similar a la del T-1000. El nuevo modelo T-X combinaba lo mejor de los modelos anteriores y además era capaz de detectar, controlar y destruir no sólo humanos, sino también a otros Terminators.
Lo puso a prueba una vez más en Europa, con la misión prioritaria de localizar y destruir a todos los modelos T-1000 que aún permanecían en funcionamiento allí, ayudasen o no a los humanos. Los T-X demostraron ser unos excelentes exterminadores, tanto de humanos como de máquinas.
También mandó a uno de sus T-X al pasado.
Ya que no había conseguido acabar con su principal oponente humano, John Connor, Skynet decidió matar a los que estaban destinados a convertirse en sus lugartenientes y apoyos en la resistencia.
Tras examinar los datos que habían llegado hasta él del pasado, Skynet constató con su frialdad de máquina que el T-X había fracasado igual que sus predecesores, siendo detenido por un obsoleto T-850 reprogramado por los humanos y mandado al pasado para ayudar a Kate Brewster a sobrevivir para llegar a convertirse en esposa de John Connor y su compañera en la Resistencia. Este T-850 además, había puesto sobreaviso a Connor sobre su asesinato el día 4 de Julio del año 2032. Skynet desechó el plan ya que sabía de antemano que fracasaría. Una vez más, John Connor había ganado la partida.
Y de momento, así estaban las cosas.
Hoy era día 5 de Agosto del año 2032. Hacía casi 30 años que Skynet había sido creado. Podía hacer un cálculo más exacto (días, horas, segundos...) , ya que todo estaba grabado con precisión en datos codificados y organizados dentro de su centro neuronal, pero eso no tenía sentido. Nadie podía apreciarlo…
Estaba sólo.
Era único.
