"Para mi querido hijo al que nunca conocí"
"Hijo, sé que debes pensar porqué recibes una carta mía si no me recuerdas, seguro pensabas que nunca me preocupé por ti y por tu madre. Seguro piensas que fui un mal padre al dejarte, pero no es así. Primero déjame contarte la historia que pasó para tener que separarnos. Yo estaba muy enamorado de tu madre, aún no habías nacido, pero te quería con toda mi alma. Yo era un noble taiyoukai muy respetado, el comandante general, por lo tanto yo era uno de los demonios más legendarios que existieron en este mundo, así que fui odiado por muchos demonios que querían matarme a toda costa. Yo nunca quise que tu madre ni tú sufrieran algún peligro, por eso hablé con tu madre muy seriamente sobre esta situación. Bien tú sabes los peligros que pasan los híbridos, así que te imaginarás lo que le pudo pasar a tu madre. Yo la amaba tanto, que nunca quise que sufriera por nada en este mundo, pero ella tenía miedo de tu seguridad, por mí... le dije que no se preocupe por mí, ya que heredarías una espada muy poderosa, tal vez la más fuerte en imponente de todas, y que te podrías valer por ti mismo cuando nosotros hayamos muerto, en fin, después de acordar todo, tu madre se despidió de mí con un fuere abrazo y me juró que nunca te dejaría solo, así que me fui para que ustedes no corrieran ningún peligro. Me dolió mucho dejarlos a los 2, pero tu madre era muy fuerte, y confiaba en que, cuando nacieras, ambos estarían fuera de peligro. Yo por mi parte, me fui y le pedí a Totosai que hiciera una espada con uno de mis colmillos, y me fui a pelear con todos los youkais que me estaban esperando para luchar, hasta que sólo quedó el espíritu dragón, fue una lucha que jamás olvidaré, felizmente salí victorioso ya que lo sellé con una de mis garras. Aunque quedé gravemente herido, no me importó porque sabía que tu madre te cuidaría hasta cundo pudiera, por ese lado estaba tranquilo, aunque lamenté no poder verte crecer, jugar, reír, conocerte a ti, mi querido hijo. Solo espero que te lleves bien con Sesshomaru, aunque tengan madres diferentes, no quiero verlos matándose el uno al otro, Tessaiga y Tenseiga tienen el mismo poder, ambos son mis hijos y los amo, el que se lleven bien es mi deseo como padre, y nunca creas que el ser mitad humano es una debilidad, esa es la clave de tu fuerza, la fuerza de tu corazón. Espero que seas muy feliz..." Inuyasha al leer la carta que le escribió su padre antes de irse a luchar, sintió su corazón muy dolido, enterarse de esa gran verdad era muy dolorosa, ya que siempre pensó que su padre nunca lo quiso, estaba petrificado, todo este tiempo se lo ocultaron su madre, fallecida, Myoga, que juró a su padre no decirle nada hasta el momento adecuado, y Aome, que se pudo comunicar con él porque su padre quería que él fuese feliz al lado de una mujer buena; Inuyasha de tanto dolor se puso a llorar, de la alegría de saber, que su padre nunca lo menospreció, que siempre lo quiso, y que siempre lo querrá... FIN
"Hijo, sé que debes pensar porqué recibes una carta mía si no me recuerdas, seguro pensabas que nunca me preocupé por ti y por tu madre. Seguro piensas que fui un mal padre al dejarte, pero no es así. Primero déjame contarte la historia que pasó para tener que separarnos. Yo estaba muy enamorado de tu madre, aún no habías nacido, pero te quería con toda mi alma. Yo era un noble taiyoukai muy respetado, el comandante general, por lo tanto yo era uno de los demonios más legendarios que existieron en este mundo, así que fui odiado por muchos demonios que querían matarme a toda costa. Yo nunca quise que tu madre ni tú sufrieran algún peligro, por eso hablé con tu madre muy seriamente sobre esta situación. Bien tú sabes los peligros que pasan los híbridos, así que te imaginarás lo que le pudo pasar a tu madre. Yo la amaba tanto, que nunca quise que sufriera por nada en este mundo, pero ella tenía miedo de tu seguridad, por mí... le dije que no se preocupe por mí, ya que heredarías una espada muy poderosa, tal vez la más fuerte en imponente de todas, y que te podrías valer por ti mismo cuando nosotros hayamos muerto, en fin, después de acordar todo, tu madre se despidió de mí con un fuere abrazo y me juró que nunca te dejaría solo, así que me fui para que ustedes no corrieran ningún peligro. Me dolió mucho dejarlos a los 2, pero tu madre era muy fuerte, y confiaba en que, cuando nacieras, ambos estarían fuera de peligro. Yo por mi parte, me fui y le pedí a Totosai que hiciera una espada con uno de mis colmillos, y me fui a pelear con todos los youkais que me estaban esperando para luchar, hasta que sólo quedó el espíritu dragón, fue una lucha que jamás olvidaré, felizmente salí victorioso ya que lo sellé con una de mis garras. Aunque quedé gravemente herido, no me importó porque sabía que tu madre te cuidaría hasta cundo pudiera, por ese lado estaba tranquilo, aunque lamenté no poder verte crecer, jugar, reír, conocerte a ti, mi querido hijo. Solo espero que te lleves bien con Sesshomaru, aunque tengan madres diferentes, no quiero verlos matándose el uno al otro, Tessaiga y Tenseiga tienen el mismo poder, ambos son mis hijos y los amo, el que se lleven bien es mi deseo como padre, y nunca creas que el ser mitad humano es una debilidad, esa es la clave de tu fuerza, la fuerza de tu corazón. Espero que seas muy feliz..." Inuyasha al leer la carta que le escribió su padre antes de irse a luchar, sintió su corazón muy dolido, enterarse de esa gran verdad era muy dolorosa, ya que siempre pensó que su padre nunca lo quiso, estaba petrificado, todo este tiempo se lo ocultaron su madre, fallecida, Myoga, que juró a su padre no decirle nada hasta el momento adecuado, y Aome, que se pudo comunicar con él porque su padre quería que él fuese feliz al lado de una mujer buena; Inuyasha de tanto dolor se puso a llorar, de la alegría de saber, que su padre nunca lo menospreció, que siempre lo quiso, y que siempre lo querrá... FIN
