"No existe el bien ni el mal en sí mismos, sino es la misma mente humana la cual los genera." - Hamlet / William Shakespeare.
Ciudad-Estado Lucis, Reino del padre de Noctis.
―"Príncipe Noctis."― Dijo una voz conocida al príncipe que descansaba en el asiento trasero del auto.
―"Príncipe Noctis."―Repitió aquella voz despertando al joven de cabello oscuro que alzó suavemente su rostro adormilado para observar al chófer que lo llamaba con un tono de voz adecuado para su posición. ―"Eso de allá se ve extraño."―Dijo el chófer al ver al joven despierto e hizo un movimiento con su cabeza para señalar el lugar sospechoso.
El joven ladeó un poco el rostro para observar desde la ventana del auto unas naves sobre un edificio en las lejanías pero que a pesar de eso su altura lo hacia ser bastante notable desde donde se encontraban.
―"Parece ser una invasión."―Respondió Noctis en un tono sarcástico volteando su rostro malhumorado hacía el frente el cual no parecía muy preocupado por las naves.
El chófer sonrío ante la respuesta del joven y continuó conduciendo hasta llegar a una parte de la calle que se encontraba cerrada con guardias alrededor y éste colocó una clave en una pantalla que se encontraba ubicada a la izquierda del panel del auto , al introducirla hizo que bajaran las estatuas que impedían el paso y así continuar su camino.
En los asientos delanteros habían pequeñas pantallas LCD incrustadas para ver en la comodidad del asiento trasero las noticias.
―"Con esto finaliza la zona de espectáculos. En otras noticias el fin de la Guerra Fría es todo un hecho sin embargo los recientes acontecimientos en la nación Euphiosyne ha puesto en alerta a las naciones vecinas. El asesinato del rey Rarsten y su hija heredera del trono Alysa Leocadia Apolline ha dejado un mar de lagrimas mientras el sobrino del rey y primo-hermano de la princesa, Laertes, ha tomado posesión de la nación a pesar de no poseer el consentimiento de sus ciudadanos el día anterior, se ha dicho que están investigando quién fue el culpable de tal atrocidad y el ladrón del penúltimo cristal. Como se pueden imaginar la princesa Alysa que prometió asistir a la celebración en conmemoración al acuerdo que concierne el uso pacífico del cristal organizado por su reino Euphiosyne y nuestra ciudad-estado Lucis no hará acto de presencia debido a su fallecimiento sin embargo se presume que Laertes vendrá en lugar de la Princesa Alysa." Al 'terminar' de hablar la periodista, Noctis apaga las pantallas quedando un silencio en el auto hasta que el chófer decide conversar un poco más con el joven.
―"¿Ha escuchado las noticias? ¿Qué piensa al respecto? Se dice que fue un atentado contra el gobierno del rey Rarsten para robar el penúltimo cristal que estaba en su posesión ya que su nación no participó en la guerra fría al igual que la suya, Príncipe Noctis."―Expuso el chófer curioso de la respuesta del joven que lo miraba indiferente.
―"No había escuchado de ello hasta ahora, no estoy al tanto de los problemas de otras naciones que no tienen relación con Lucis sin embargo, si ellos sufrieron un atentado se debió a su falta de seguridad y poca mano dura sobre la ley ya que son una nación pacifista."―Explicó el príncipe Noctis al chófer sin mucho interés sobre el tema.
―"Entiendo, Príncipe Noctis."― Tras una larga pausa el chófer habla de nuevo.―"Hemos llegado al lugar acordado para la celebración."―Estacionó el auto en un lugar reservado para Noctis Lucis Caelum, príncipe de la Ciudad-Estado Lucis y próximo al trono.
De camino al edificio donde esperaba Noctis la tan mencionada celebración en conmemoración al acuerdo que concierne el uso pacífico del cristal con personas de importancia en el mundo ya había anochecido, había un cielo nocturno un poco nublado pero con una agradable brisa. El edificio era uno de los más elegantes y se suponía que la celebración se llevaría acabo en el último piso donde en lugar de techos y paredes habían vitrinas para apreciar el hermoso paisaje que se podía observar desde allí. El edificio fue creado en un punto estratégico para ese fin y así atraer más clientes.
Al llegar al último piso todo estaba ambientado de una manera aún más elegante que el propio edificio además de personas con lujosos vestidos y trajes tomando champagne mientras discutían y sonreían entre ellos. Nada había llamado la atención de Noctis hasta una hermosa chica de cabello rubio que al percatarse de la presencia del joven príncipe se dio vuelta para así acercarse un poco más a él.
―"¿Eres el príncipe Noctis, no es así?"―Preguntó la joven chica con una gran sonrisa aunque parecía más una afirmación que una pregunta.
―"Si."―Respondió Noctis 'indiferente' a la chica. En realidad él es bastante tímido y lo oculta con esa fachada que lo hace ver frío, calculador y asocial. ―"Adiós, quién quiera que seas."― Sentenció el chico tratando de deshacerse de aquella hermosa chica y rápidamente continuó su camino por el pasillo hasta que ella dijo algo que el no se esperaba.
―"Usted puede ver la luz, príncipe Noctis."―Expuso libremente la chica mientras sonreía observando como el joven se detenía y se volteaba a mirarla agregando a lo que anteriormente había dicho ―"Yo también la veo."― Mientras asentía con la cabeza.
―"¿Qué tanto sabes al respecto de esa luz?"―Preguntó Noctis a la chica que continuaba viéndolo con un rostro sonriente que luego se volteó para acercarse a un retrato antiguo bastante hermoso de lo que se supone es un diosa que se encontraba en el centro de la habitación mientras lo miraba fijamente.
―"Cuando la diosa Etro abre las puertas para recibir las almas de los muertos, una luz muy brillante que ilumina la tierra se eleva hasta el paraíso."―Explicó la joven rubia a Noctis que observaba también para luego voltearse mientras le hacía seña a la chica de que se fueran a un lugar un poco más alejado mientras caminaba un poco lejos del murmullo y se sentó en la banca más cercana.
―"¿La luz le da poder, príncipe Noctis?"― Preguntó la chica mientras jugaba con sus dedos en su espalda siguiendo a Noctis hasta la banca y quedarse de pie frente a él.
―"No sé que sea esa luz pero no me agrada verla."―Dijo Noctis mientras posaba su mirada sobre el suelo.
La joven rubia luego de observarlo y escuchar su respuesta parecía algo desconcertada y mientras caminaba enfrente de Noctis a paso lento.
―"Pero ¿Por qué?"―La chica hizo una pequeña pausa para luego proseguir. ―"Hay personas que pueden ver la luz y otras no, esas personas son elegidas."―Detuvo sus pasos para continuar con sus palabras. ―"He estado pensando que hay un significado especial detrás de ello."― Comentó mientras volteaba su rostro para observar la luz dorada que abría paso en ese cielo nocturno tan oscuro con nubes ocultando las estrellas a través de la vitrina.
―"¿Algún significado..."―Noctis hizo una pequeña pausa mientras levantaba su rostro para ver también aquella luz. ―"...por ver la luz?"―Preguntó el joven desconcertado puesto que él nunca había pensado en una cosa como esa.
―"Si, pero me pregunto por qué solo algunas personas pueden verla y otras no."―Expresó su duda la hermosa chica mientras seguía observando la luz que parecía abrir una brecha en el cielo, como si algo mejor esperará en ese lugar.
―"Supongo que esa es una pregunta que por ahora se va a quedar sin respuesta."―Respondió Noctis ante la cuestión que planteaba la chica.
―"Hemos estado platicando sin que me haya presentado. Mi nombre es Stella Nox Fleuret, estoy encantada de haber sido capaz de entablar una conversación contigo sobre algo que tenemos en común, la luz. Siento haber quitado algo de tu tiempo pero debo marcharme."―Dijo Stella manteniendo la manera cortés y suave de hablar que había mantenido en toda la conversación mientras se alejaba del joven que había dejado encantado.
Luego de que la joven Stella dejara a Noctis solo en el pasillo éste se levantó y prosiguió su camino hacía un lado de las escaleras cuando una nave apareció y se estrelló en el edificio, precisamente en el lugar donde tenía planeado el joven de cabello oscuro ir. Rápidamente luego del impacto soldados de otra nación aparecen de la nave abriendo paso con sus armas en el edificio. Las personas de la fiesta huían despavoridas del lugar dejando un caos detrás, debido a que en estos momentos el príncipe no se encontraba con su arma y estaba completamente desprotegido decidió salir del edificio y buscar su espada que se encontraba en la cajuela del automóvil. Apresurando el paso hacía el elevador saco su teléfono celular de su bolsillo llamando a uno de sus amigos más cercanos esperando que contestara rápido y luego de unos segundo se escuchó la conexión entre las llamadas.
―"Ignis,¿Qué pasó?"―Preguntó el joven de cabello oscuro a su amigo Ignis, un joven de cabello negro que suele usar lentes oscuros y estratega del equipo de Noctis, es muy habilidoso con la Katana.
―"Es como si no hubiese pasado nada"―Respondió Ignis a la pregunta del príncipe para hacer una breve pausa y luego proseguir. ―"El ataque proviene de las tropas de Euphiosyne, al parecer tendieron una trampa teniendo como excusa la celebración para que dejaran pasar sus naves sin embargo también hay otra nación que permanece bajo perfil es Tenebrae. Euphiosyne vino por el cristal, eso es seguro. No sabemos nada sobre el motivo por el cual esta Tenebrae en nuestra nación, aparentemente por la 'celebración'."―Expuso el estratega de Noctis con mucha confianza.
―"¿A qué te referiste con la primera frase? Cito: Es como si no hubiese pasado nada."―Preguntó Noctis mientras tenía problemas con el ascensor teniendo que bajar por las escaleras.
―"Lo que escuchaste, en los medios es como si no hubiese pasado nada, se expone la celebración muy pacífica y acogedora. Quizá no buscan alertar a los otros países que quieren nuestro cristal ya que es el último."―Explicó Ignis desde la línea telefónica.
―"Era de esperarse de mi Padre, si esto sale a los medios rápidamente vendrían otras naves a crear más caos en nuestra ciudad-estado."―Dijo Noctis mientras bajaba de las escaleras lo más rápido que podía.
―"Noctis, ¿Vas a continuar?"―Preguntó Ignis con un tono de voz más serio. ―"Con el cristal, vamos a continuar con la expansión. Es la mejor manera de hacer un buen nombre para Lucis."― Expuso rápidamente luego de la pregunta que había planteado.
―"Ya no hay marcha atrás, como príncipe de Lucis y protector del cristal debo continuar hasta dar mi último aliento. Te llamo después, tengo cosas que hacer."―Terminó Noctis la conversación para colgar la llamada y meter de nuevo el celular en su bolsillo mientras salía del edificio buscando en el estacionamiento su auto cuando se vio obstaculizado por un Cerbero que parecía estar sumamente disgustado estando enfrente del coche que ocultaba su arma, debía pensar rápido cuando de repente una mujer con cabello largo y negro se metió en el camino del Cerbero y Noctis.
―"Parece que hay algo importante detrás de este Can. Apresúrate a buscar lo que necesitas mientras yo lo distraigo, no tengo tiempo que perder contigo."―Dijo la joven misteriosa de cabello oscuro.
Mientras aquella chica que vestía ropa negra ajustada que le iba bien con su figura mantenía ocupado a Cerbero con sus dos espadas Noctis se apresuró a sacar su espada y en el preciso momento que lo hizo y apuntó hacía la bestia la chica se había marchado sin embargo le parecía haberla visto en otro lugar pero sin tener tiempo de recordar dónde entró en batalla con su primer enemigo de esta aventura, un Cerbero enorme que buscaba comérselo de un bocado.
