Suficiente.

La guerra estaba comenzando. Sabías que ir en contra de los Volturis significaba la muerte, pero no podías quedarte de brazos cruzados, no mientras tu familia estaba en riego.

Alice tenía todo el plan trazado en su cabeza. Sabías lo que debías hacer sin duda alguna. Confiabas en ella sin medidas, y, aunque extrañaras a la pequeña princesa y a tus padres y hermanos, no podías más que luchar por ellos, desde las sombras, pero siempre luchando.

Los días pasaban rápidamente. Eran concientes de que si ambos no se apuraban todos morirían. Sabías que Alice intentaba ocultarte sus visiones, pero la conocías demasiado bien como para saber que era lo que iba a suceder si no llegaban a tiempo.

El minutero del reloj corría sin cansancio. La eternidad les quedaba chica.

Y, a pesar de todo eso que llevabas a cuestas, tenías a Alice a tu lado y sólo con eso te era suficiente para seguir viviendo.