Solo como un sueño

¿Qué serías capaz de imaginar en una clase de matemáticas, una hora antes de hacer un examen, mientras estás aburrida?- Solo como un sueño, ¡¡una loca historia hecha por fans!!.


Imposible

Stephanie POV

6:30 de la mañana, una mañana nublada, nada fuera de lo "normal". Estaba en mi asiento esperando a mis compañeros de clase. Como buena niña, saqué mi mp4 y escuché la canción de New Divide de Linkin Park.

-¡¡aja!! No- dijo Milena sorprendiéndome.

-no molestes- le dije.

-¿y eso que no repasas religión?

-ya lo hice.

Ya era hora de empezar las clases, apagué mi mp4 y lo guardé en mi estuche de mis lentes, por cualquier cosa.

Empezaron las clases, matemáticas para ser exactos- bien será algo aburrido- pensé. Tomé mi libro de religión y empecé a repasar para el examen.

Minutos después….

¡Ya no lo soportaba más!, ya me sabía esto y no quería seguir, por lo que dejé el libro Dios-sabe-donde (claro no lo tiré) y me giré para conversar con Milena.

-tengo sueño…y estoy harta de todo- le dije a Milena.

-yo también… me estoy muriendo…-dijo recostando su cabeza sobre la lapicera.

-¿a qué hora te dormiste anoche?- pregunté.

-a las 12:30 ¿y tú?

-igual… estaba viendo una película, creo que se llamaba Las Locuras de Dick y Jane, no lo sé, no estoy segura, la cosa es que era de comedia.

-ah ya ¬¬U- se recostó nuevamente.

-hey, ¡¡despierta!! Conversemos algo- la moví.

-¡qué!, ¿qué pasó?- dijo medio adormilada, era broma.

-nada, solo que… mm… ¡repasemos!- no quería, pero estaba aburrida.

Pasamos 5 minutos repasando para ese examen, solo revisamos algunos datos y encíclicas (que jamás llegué a aprenderme, no sé Latín ¬¬*) hasta que llegamos a un tema acerca de la virtud cristiana y…

-sabes, yo asocio la virtud con Edward él es el hombre perfecto- dijo suspirando.

-hey, quedamos que Edward era mío y Jacob tuyo- le dije.

-ok, ok ¬¬

- bueno, como seguía diciendo, la mayoría de los hombres no son caballerosos solo les importa a ellos mismos y esperan a que nosotros nos acerquemos a ellos, ¡ugh!, los odio. Aparte, mira a los del chucky clan, son unos tontos.

-sí, yo no puedo creer que hayan hombres así, mira a Elliot o a Taylor son tan caballerosos y es mas mira a mi LINDO ROBERT ES TAN LINDO- suspiré.

-hey ¿cómo es que nos desviamos del tema de religión?- preguntó.

-no lo sé, pero no importa sigamos conversando esto es más interesante que religión ya eso está estudiado- nos quedamos mirando por unos minutos.

-sabes-suspiré- yo quisiera poder, aunque sea decirle un "hola" a Robert Pattinson o hasta saludarlo con la mano o sólo verlo en persona y así mi vida estará completa…

-yo también, con Taylor Launter- dijo.

-¿sabes cuantas veces he soñado con Robert y al final me case con él?

-sí, estás traumada ¬¬.

-¡oye! ¬¬, tu también lo estás con Taylor- le pegué en el brazo.

-¡auch!, ¬¬, intentaré dormir y soñaré con Taylor, no molestes- y se recostó nuevamente.

-oh, yo también, soñaré con Robert.

No sé en qué momento de verdad me quedé dormida. Aparecí en un lugar totalmente distinto a la escuela, había muchas personas caminando por las calles y autos pasando por las calles, era más bien una ciudad en otro país. Estaba totalmente desorientada, en los letreros de direcciones decían algunas calles y en una de ellas decía Londres- imposible- dije mentalmente.

Pasé al lado de una librería y me choqué con alguien que iba saliendo.

-lo…lo siento- susurré avergonzada.

-no hay problema- contestó- discúlpame tú a mi no me di cuenta- dijo con su perfecto acento… ¿Inglés?

-pero…-fui interrumpida por una serie de gritos de chicas, ellas gritaban un nombre que no logré entender.

-oh, oh- murmuró.

-¿qué… sucede?- no me di cuenta de que esas chicas se dirigían hacia nosotros.

-¡¡corre!!- el chico me tomó de la mano y empezamos a correr; su tacto era tibio y suave, me recorrió una corriente eléctrica por todo el cuerpo.

-a… ¿a dónde vamos?- grité, estaba algo asustada.

-¡solo sígueme!- me dijo-

Al final de la calle había una elegante limosina negra, al parecer lo esperaba a él ya que la puerta estaba abierta. Sé que mi madre desde niña me dijo que no me metiera con extraños en un auto pero no lo pude evitar, estaba curiosa por saber del porque corríamos para escapar de esas chicas.

-vamos, entra tu primero. Me indicó.

-pero… ¿qu…- me metí rápidamente al ver que las chicas ya estaban a unos metros de nosotros.

-señor, acelere todo lo que pueda- indicó el chico al conductor. Oh por Dios, si mi madre se enterara de esto, estoy segura de que me mata….

-sí, señor Pattinson.

Pattinson… ese apellido me sonaba, y ahora que me preguntaba, nunca logré verle el rostro de aquel joven con quien choque hace unos momentos en la librería. Me atreví a mirarlo a los ojos, me paralicé, sus bellos ojos azules me paralizaron por completo. Mis ojos recorrieron su rostro; no lo podía creer él era…

-Robert…- susurré, pero me escuchó.

-sí, mucho gusto… - esperó a que le diera mi nombre.

-Stephanie… Stephanie Vásquez- musité.

-un gusto Steph; ¿no te molesta que te llame así, verdad?- preguntó amablemente.

-no…no para nada.

Baje mi rostro, estaba avergonzada por la situación- ¡¡Por favor quien en su sano juicio está en una limosina con Robert Pattinson dentro!! Dios es para morirse- me dije mentalmente.

-¿Estás bien?- preguntó preocupado, no me percaté que estaba hiperventilando.

-esto… es… imposible…- tartamudeé.

-que cosa.

-esto, tu aquí y yo aquí, frente a frente en una limosina… no, esto es un sueño.

-esto es real- y tomó mi mano y me sonrío.

Oh Dios, ¿me puedo desmayar? ¿Puedo? Creo que mis hormonas… explotaran de emoción- dije mentalmente.

No resistí toda la emoción que sentía, porque me desmayé.

-Steph, Steph despierta- dijo alguien tocando mi mejilla.

-mamá no quiero ir a la escuela… solo 5 minutos más… hay un examen… de… religión- dije; algo en mi conciencia hizo clic, el examen…

-OH, Dios, EL EXAMEN- me levanté de golpe y empujé levemente a la persona que estaba a mi lado y corrí hasta la puerta pero antes de llegar, caí de bruces al suelo y además escuché una pequeña risita de fondo.

-¿estás bien?- preguntó acercándose a mí.

-creo… que… sí- dije sobándome la cara.

-¿de qué examen estabas hablando?- preguntó.

-de… religión- dice ademán de levantarme pero él me lo impidió.

-¿dónde estamos?- pregunté.

-en mi casa.

-¿tu casa? pero eso tiene que estar en…

-Londres, sip, que sucede, pareciera que no eres de aquí.

-la verdad es que no, yo soy de Panamá- le dije.

-ah, valla que bien

-sí, supongo- suspiré y cerré los ojos -genial estaba frente a Robert sin saber que decirle, debo parecerle una tonta- pensé.

Sentí su aliento fresco darme de lleno a mi rostro e instintivamente abrí mis ojos, Robert solo estaba a escasos centímetros de mi rostro, me sonrojé.

-¿qué… que sucede?- tartamudeé.

-me he podido dar cuenta de que eres muy distinta a las demás chicas que he visto y conocido y eso despierta mi curiosidad- dijo y en sus ojos tenían un extraño brillo que no supe identificar.

-Yo…

-shh, no digas nada- puso su dedo índice en mis labios- solo cierra los ojos.

Obedecí de inmediato. Al cabo de unos segundos sentí sus labios sobre los míos, se movían lentamente con los míos.

Por favor que alguien me mate- pensé. (N/A: ¬¬ lástima que sólo fue sueño, pero bueno… yo me voy antes de que de verdad me maten- camino disimuladamente mientras silbo-).

Nos separamos en busca de aire, estaba como un tomate lo admito, nunca pensé que eso sucediera; sus besos eran los más dulces que he probado y sinceramente ese fue mi primer beso.

-Stephanie- me llamó mirándome a los ojos.-Ah, que placentero escuchar mi nombre salir de sus labios, repítelo una vez más por favor- dije mentalmente.

-¿s-sí?- tartamudeé.

-me gustas- susurró en mis oídos.

Mi corazón latió frenéticamente al escuchar esas palabras. No puedo creerlo YO LE GUSTO…

-y tú no sabes cuánto me gustas- no sé de donde saqué el valor y el coraje de decírselo.

(N/A: situación no apta para personas con conciencia "limpia").

No sé en qué momento llegamos a una situación de éxtasis. Nos besábamos apasionadamente- Este hombre definitivamente me quiere matar, besa demasiado bien- pensé.

Mis manos bajaron de su cuello hacia los hombros; sus labios dejaron los míos y se posaron sobre mi cuello. Mi respiración era entre cortada, luego una de mis manos tocaron uno de los botones de su camisa y la desabrochó con ayuda de mi otra mano.

De un santiamén él se quitó su camisa dejando al descubierto su pecho bien formado y musculoso.

(N/A: oh, por favor no me maten T-T *viendo a las demás fans me miraban con cara de acecinas en serie*).

Sus manos recorrieron parte de mi cintura y sus labios se posaron sobre los míos con igual de intensidad que antes. Pero de pronto se escucharon unas voces dentro de nuestra habitación.

-oh, Dios, Taylor, que musculoso estas- dijo una chica; su voz se me hacía muy pero muy familiar.

Robert y yo paramos en seco y nos miramos a los ojos y al mismo tiempo volteamos nuestros rostros al lugar donde provenían las voces. Me sorprendí, Milena estaba en una situación algo comprometedora con Taylor.

-¿Milena?- dije. Noté que ellos se tensaban y luego nos voltearon a ver.

-¿Stephanie?- preguntó.

-¿qué demonios haces aquí?- pregunté irritada, no quería que me interrumpieran.

-no, tú qué haces aquí- dijo retándome.

-no sabes que estaba ocupada, asique hazme el favor y salgan, vayan a otra habitación o a un motel yo que se ¬¬.

-no quiero, yo llegue primero ¬¬.

-¿enserio? No me digas ¬¬

Empezamos a golpearnos como las niñas riquillas (más bien como yeyés). Pero me detuve dejando que Milena golpeara al aire.

-¿a quién golpeas querida?- me reí.

-¡ugh! ¡Por qué siempre haces eso! ¡Taylor! ¡¡Ayúdame!!- le dijo.

-pero no puedo tratar mal a una chica- dijo.

-bueno… etto… esta Robert- dijo.

-ah… está bien- sonrió malignamente.

En un abrir y cerrar de ojos noté que Taylor se había transformado en lobo y atacaba a Robert, pero él de un salto lo esquivó ya convertido en un vampiro.

-te has dado cuenta de que estamos en medio de una guerra vampírica y lobuna ¬¬.

-sí… no creí que esto iba a suceder.

-bien vamos a detenerlos.

Nos armamos de valor y nos metimos en medio de la pelea. Milena detuvo a… Taylor o… Jacob… ah bueno a su chico por los hombros y yo a… Edward… Robert… por el pecho.

-ya basta por favor- dijimos Milena y yo al unísono.

- de acuerdo, lo sentimos- contestaron al mismo tiempo.

Bueno relativamente todo regresó a la normalidad y nuestros chicos nos llevaron a cenar- ¿Cómo es que llegamos a Los Ángeles? ¡Bah!, no importa después que esté con Robert, hasta el fin del mundo iría con él- pensé.


Aquí les traigo otro de mis tantitas historias, y esta vez me uní con roceta 111 (Milena) y pues en verdad soñamos esto jeje, no me maten plis, lo siento y espero que les guste nos leemos en el siguiente capítulo bye!

StephanieCullen116.