¡Hola alessandra98! Yo soy tu amigo secreto y este es el primer capitulo de lo que sera tu regalo. Sera un three-shot y lamento si este capitulo te parece algo corto pero (ya tengo escrito el segundo solo lo estoy puliendo) cuando pensé en juntarlos me parecio que quedaban fuera de contexto y algo pesado de leer.

Te deseo una feliz navidad, un prospero año nuevo y que te la peces genial. De verdad espero que te agrade este primer capitulo.

De igual manera cualquiera que lea esta historia, mis mejores deseos (:D)


Lady Ino; relaciones complicadas

—No sé por qué lo piensas tanto amiga —se llevó la taza de té a la boca con la educación que la caracterizaba. Sus dos amigas conocían ese gesto tan propio por lo que la imitaron, haciendo tiempo para que terminara de hablar —. Conozco a Naruto, no solo eso, también es mi mejor amigo y el hermano que nunca tuve y si no se tratara de ti te golpearía por mantenerlo en la duda.

—Si no fuera yo probablemente estarías en un juicio por agresión —las tres rieron ante su comentario. Ino finalmente dejo escapar un suspiro de indecisión —, ambos me cautivaron a su manera y no hay un medio justo para compararlos, pero mi padre…

—Te entiendo —suspiró con resignación y empatía la ojiperla —mi padre también ha comenzado a presionarme con el tema del matrimonio, de no ser por Neji-nii-san que ha hecho hasta lo imposible por apoyarme y aplazarlo probablemente mi padre ya estaría pidiendo nietos también—se sonrojó ligeramente.

—Tu situación y objetivos son ligeramente distintos Hinata —Sakura continuo con la conversación —al ser la primogénita de una familia tan influyente y poderosa como la tuya sabes que al final tu matrimonio será solo un intercambio de poderes, si Neji está haciendo tiempo por ti es para que encuentres a alguien que cubra las expectativas a las que estas atada y a la vez no te arrepientas de pasar el resto de su vida a su lado.

—Lo sé —sin mucho animó regreso la vista a Ino, quien era el tema principal de conversación y de esa reunión —Sasuke-kun es un gran hombre, mi familia y la suya tienen una buena relación por lo que lo conozco desde joven, tal vez sea algo serio pero es una buena persona y si Fugaku-san ya ha aprobado tu valor prácticamente te ha aceptado.

—Hasta ahora les he hablado una y otra vez sobre Naruto y Sasuke, tan maravillosos y únicos en su propia forma, no me parece justo tener que elegir a uno sobre otro así que como última vez que les pida algún consejo, al menos sobre este asunto —las tres sonrieron con complicidad —, quisiera escuchar sobre sus opiniones sinceras, si estuvieran en mi lugar, en mi posición ¿a quién elegirían?

La posición de Ino no era nada fácil y sus amigas lo sabían. Sakura, Hinata e Ino eran las amigas inseparables, desde niñas por alguna casualidad del destino llegaron a conocerse siendo tan distintas entre sí y no solo en personalidad si no en posición social.

Hinata venia de un linaje aristócrata de siglos de antigüedad que todo el país respetaba, admiraba y temía por su gran influencia y poder económico, en algún momento no muy alejado la familia Yamanaka tuvo un valor muy grande, sin embargo gracias al milagro del que todos hablaban; mejor conocido como la revolución industrial los bienes que poseían fueron perdiendo su valor y su padre era el encargado de revivir la gloria de la familia.

Su abuelo aunque sabio y gran líder siempre fue muy cerrado de mente y tradicional, por lo tanto cuando estuvo la gran explosión tecnológica se negó a invertir en maquinaria para trabajar las inmensurables tierras que poseían ¿invertir en aparatos de metal que solo quemaban carbón que podría ser utilizado para dar calor a un hogar? ¡Por supuesto que no! Esas en conjunto con varias decisiones a la par fueron las que causaron que sus bienes perdieran valor en tan solo un par de décadas, décadas en las que Ino creció y vio como su padre; ahora jefe de la familia, hacia hasta lo imposible por revivir lo que alguna vez fueron. No es que fueran pobres o hubieran perdido el total de sus riquezas, pero sin dinero se perdían las conexiones y era justamente en lo que trabajan antes de que fuera tarde.

Por su parte Sakura, era de una familia reconocida por sus increíbles trabajos bélicos, armas, armaduras, cañones, etc… y aunque eran conocidos y famosos alrededor de todo el país no estaría ni cerca de estar en una cena diplomática, o ser el objetivo de algún príncipe en busca de matrimonio.

El cómo se conocieron será historia de otra ocasión.

Incluso sus residencias se encontraban alejadas las unas de las otras, sus reuniones como en este caso eran en la mansión, casa de verano o resort de la familia de su amiga Hyuuga, no solo por la comodidad, también era el punto medio entré ambas y así Hinata tenía alguna excusa para evadir los cientos de pretendientes que llegaban a conocerla, obra previamente trabajada de su padre.

Hace unos meses Ino ya había cumplido la edad suficiente como para casarse y su padre no había permanecido indiferente a esta situación, no solo porque sabía que su hija tenía ya un par de pretendientes, sino porque uno de ellos era el mismísimo Sasuke Uchiha, hijo segundo de tan respetable familia.

Hinata la invitó a la fiesta de la coronación del nuevo rey que dio abarco a la regencia [1] y gracias a ello conoció a Sasuke, quienes de inmediato congeniaron para gusto de ambos.

Tan solo un par de días después Sakura la invitó a una cena que iba a tener su familia junto con otras grandes potencias armamentistas y en ella conoció a Naruto con quien también congenió por igual.

—Mi familia no me lo permitiría y tampoco he tenido el gusto de conocerlo pero en tu caso yo optaría por Naruto Uzumaki —respondió la Hyuuga —, aprecio a Sasuke-kun como amigo y como persona pero hay un punto en el que buscas algo más, y como lo describes creo que sería lo que estoy buscando; carismático, divertido, amable, lleno de energía y un alma libre, suena perfecto no importa de qué lado lo veas.

—Eso lo dices porque siempre has vivido en este ambiente Hinata —respondió la pelirrosa a la par, no es que fuera algo malo pero se entendían —no voy a negar que Naruto es alguien increíble, pero como describen a Sasuke Uchiha es aún mejor, si Naruto es la perfección, Sasuke es un sueño en la realidad; amable, refinado, atractivo, bien posicionado y como si no fuera suficiente está interesado en ti.

—De cualquier manera estamos en ceros nuevamente, esperaba que las dos eligieran a uno por mí, pero creo que la decisión tendré que tomarla yo.

—Creo es lo mejor.

—También lo creo.

Aceptó el gesto de sus dos amigas.

Quería abordar otro tema que igual tenían pendiente por discutir y era sobre el viaje que tendrían en verano, sin embargo una tonada agradable de secuencias encriptadas y bien entonadas resonó en la habitación, las tres observaron el viejo reloj y vieron que su tiempo se había terminado, no pasaron más de treinta segundo en los que la puerta de la habitación se abrió y el atractivo primo de Hinata hiciera acto de presencia.

—Buenas tardes —saludo amablemente a sus amigas —, lamento la intromisión en su reunión pero Hinata-sama tiene un compromiso y no podemos permitirnos algún retraso.

—No te preocupes, ya habíamos terminado de debatir el tema principal —respondió Hinata por las tres —, sé que no necesitamos retrasos, al menos podré hablar con Hanabi durante el camino.

—Hanabi-sama ya se encuentra esperando en el carruaje, también tenemos preparados uno para cada una de ustedes —mostró por la ventana los tres transportes alineados —, las llevaran a donde gusten.

—Siempre tan atento, gracias Neji.

—Gracias.

Las dos agradecieron la atención que el castaño siempre tenía con ellas.

Las tres se levantaron de sus asientos en la sala de estar y biblioteca de la gran mansión y con cuidado de no tropezar con sus faldas tomaron camino a la salida. Hinata se disculpó por tener que terminar su reunión tan rápidamente, diciendo que en una semana en la que su agenda se encontrará un poco más abierta les dedicaría un día entero, sus dos amigas agradecieron el gesto diciendo que no se preocupara, que ellas también tenían cosas que hacer por lo que les quedo de maravilla una reunión de tan solo dos horas.

Finalmente en el gran jardín se despidieron con las debidas formalidades y cada quien abordo su respectivo transporte.

—Un placer verla de nuevo señorita.

—Gracias —respondió la Yamanaka al chofer que por lo general siempre la regresaba a su hogar —, esta ocasión iremos a la gran plaza, tengo un encuentro predestinado en ese lugar.

—Como ordene.

Se escuchó el relinchar de los caballos y se pusieron en marcha.

Era un trayecto relativamente corto de diez minutos, por lo que para evitar los nervios recorrió ligeramente la cortina abriéndole paso a la vista de la ciudad a lo que esa pequeña ventana le permitía observar; gente transitando por las calles, algunos escoltas policiacos haciendo sus rutinas sobre sus caballos y las personas que iban a pie disfrutando del escenario que tan buena hora del día brindaba.

Al llegar, después de ayudarla a bajar se despidió de ella con educación y se retiró.

Ino comenzó a buscar entre la gente a su cita, que hubiera sido un poco complicado de no ser porque la encontraron a ella primero.

— ¡Ino! —gritó el rubio corriendo alegremente a ella, moviendo su mano de un lado a otro a forma de saludo mientras se acercaba.

—Naruto —sonrió de inmediato al reconocerlo.

—Te ves hermosa como siempre —la alago al estar frente a ella, tomó su mano y le dio un tierno beso de saludo —permítame acompañarla por lo que resta del día señorita.

—Encantada —respondió a la par.

—Creo que nunca antes te había visto usar ese vestido, ¿es nuevo? —Comenzaron a caminar mientras Naruto iniciaba la conversación —estoy seguro que a nadie le queda mejor el blanco con azul que a ti…

—Es… —iba a corregir su descripción, pues no era propiamente azul pero sabía que no lo entendería y era parte de lo que le encantaba del rubio — ¿de verdad lo crees?

— ¡Por supuesto!

—Tampoco te vez nada mal, deberías considerar usar trajes más seguido —y ciertamente debería, cualquiera lo confundiría con un niño rico por la elegancia y el atractivo con el que se manifestaba.

—Lo pensaré —se sonrojo ligeramente.

— ¿Cómo que lo pensaras? —preguntó fingiendo molestia — ¿acaso estas dudando de mi cuando digo que te vez tan atractivo?

—No es eso… —hizo una cara de flojera —, es solo que es muy molesto moverse con esto, más cuando estoy diseñando, con todas las herramientas que hay en el taller terminaría rompiéndolo, no sé por qué son tan caros si se rompen muy fácil, hasta una armadura de cuerpo completo es más costeable…

—Sí, sí —esa simpleza y carisma eran irresistibles para ella, y más aún que hiciera ese esfuerzo por ella lo hacía aún más encantador — ¿A dónde me llevas? —la curiosidad la invadió al ver que no era un simple paseo, sino iban a un lugar en concreto guiada por su acompañante.

—Pensaba que podíamos ir a un restaurante que me han recomendado mucho.

— ¿Un restaurante?

— ¿A-acaso ya comiste con tus amigas? —Preguntó preocupado al no haber previsto esa posibilidad —n-no te preocupes, si es así podemos ir a… ¡ah! —se llevó las manos a la cabeza —pero si vamos a esta hora de seguro aún sigue cerrado, no, no importa entonces podemos ir a…, pero quedaría muy lejos para regresar y entonces…

Ino que veía con cierta gracia como lentamente se volvía loco con sus propios planes, se apiado de él y nuevamente tomo su brazo.

—No te preocupes, aún no he comido. Solo estaba curiosa de qué tipo de lugar me llevarías.

— ¿Enserio? —respondió ya más calmado —entonces vamos.

Recuperando el animó de siempre siguieron la ruta.

La zona por la que se adentraban no pasó desapercibida para la rubia, era una de las más caras y exclusivas no solo de la ciudad, pero también dentro del país, algo que la asombró bastante.

Siguieron atravesando un par de calles hasta que dieron con un famoso restaurante.

—Naruto Uzumaki —respondió con orgullo cuando le preguntaron por el nombre de la reservación. Ante esto los hicieron pasar, después guiándolos a una mesa.

Ino estaba sorprendida por el esfuerzo que el rubio hacía por traerla a los lugares lujosos que a ella le gustaban, incluso se notaba que era la primera vez de Naruto pues veía a todos lados asombrado por el lugar.

Hace unos años solo se podía estudiar música, arte, letras o política si es que ostentaban a tener alguna posición bien remunerada sobre la estructura social, en las cuales por lo que Sakura le contó Naruto nunca fue muy bueno, pero con la revolución industrial a todo lo que daba comenzaron a ser más necesarios los inventaros o gente que se supiera relacionar con las máquinas y ahí fue donde el rubio encontró su profesión.

Al igual que la pelirrosa, el rubio estaba bien posicionado en la sociedad pero tenía que trabajar para que siguiera de esta manera, él trabaja en la empresa de su padre y aunque este le decía que al igual que el solo se encargara de supervisar, este amaba ensuciarse, descubrir el funcionamiento, inventar algo que terminaría por explotar a los cinco minutos para después crear algo distinto que también explotaría. Por lo mismo nunca se había molestado en visitar zonas tan exclusivas y aun así ella conocía el lugar y no era para nada barato ¿habría ahorrado por meses para invitarla? Tratándose de él era una buena posibilidad sin embargo les brindaban una atención claramente preferente sobre los demás comensales, vencida por la curiosidad pregunto.

—Naruto ¿cómo supiste de este lugar?

—No me creerías si te lo dijera.

—Puedes contarme, yo juzgare que tan real suena.

—Bueno, pero es un secreto, no se lo digas a nadie —se aclaró la garganta y comenzó a hablar —Como te dije hace un mes que comencé a dar clases sobre las bases de la maquinaria moderna para la gente que estuviera interesada en aprender he incluso era favorable pues muchos de los que se capacitan terminan buscando trabajo con nosotros mismos —comento con gracia —, hace dos semanas llego un interesado bastante sospechoso, tenía un gran abrigo, una bufanda muy larga que le cubría casi toda la cara y un sombrero que ocultaba lo restante, no entendía muy bien lo que decía ya que en un principio me parecía que estaba ronco, no sé cuál era la intención pero ni siquiera mi padre acabo la sorpresa cuando supimos su identidad… —Ino centro toda su atención en él sumida por la historia —la famosa Shion, hija del magnate que controla los principales plazas y locales del país, mi padre y yo no tardamos mucho en descubrirlo pero ella insistió en que quería aprender, que estaba harta de que le dijeran que no era un oficio para mujeres. Entender por qué alguien que puede tenerlo todo con solo desearlo quiere aprender algo tan laborioso está más allá de mí…, mi padre se negó diciendo que no quería problemas, pero yo no podía abandonar a alguien que luchaba tan fervientemente por sus sueños por lo que la estoy ayudando en cada oportunidad que tengo y a cambio ella me hace un par de favores como este —señaló refiriéndose al restaurante —como pago y agradecimiento.

—Vaya… —susurró ligeramente sorprendida —no sería un relato tan fuera de lugar si Shion no estuviera involucrada —ella era famosa, realmente famosa, no solo por el poder que tenía su padre si no desde pequeña había desarrollado un talento increíble con el violín y era muy respetada en ese campo. También podría considerarlo raro pero de inmediato le vino a la mente su amiga de cabello negro azulado, quien era alguien que también podía tenerlo todo con solo desearlo, menos libertad tal y como ella misma lo había citado.

Si entendía bien, le estaba enseñando a escondidas de todos. Eso era un gran riesgo pero el rubio era tan buena persona y creyente en sus ideales que no importara lo que le dijeran, si alguien luchaba por sus sueños él lo apoyaría hasta el final, sin importarle la mentalidad que aún se tenía sobre que las mujeres no podían hacer nada, cosa a la que diariamente se tenía que enfrentar Sakura, ahora entendía por qué eran tan bueno amigos esos dos.

Su cita siguió como lo planeado, salvo por mencionar que Naruto prácticamente arraso con toda la comida del restaurant, lo demás era tal y como ella lo esperaría: agradable, sencillo y romántico.

Al terminar de comer fueron a un lago en el que rentaron un pequeño bote y pasaron gran parte de la tarde mientras platicaban de cosas triviales y de interés de ambos. El rubio le contaba sobre cómo iba su trabajo, las nuevas ideas que tenía que sonaban tan locas que incluso podrían funcionar, por su parte ella le contó; sin entrar en detalles, sobre los planes que tenía con sus dos amigas para pasar el verano fuera del país.

El crepúsculo llego y con ello la última parte de su cita.

Hubo una representación de una obra de teatro en medio de la calle que gracias a la oscuridad que brindaba la ausencia de sol, sus juegos de iluminación eran llevados a la perfección. La obra era un clásico: La divina comedia [2] y aunque por obvias razones no podían abarcar todo lo escrito en el libro, hasta donde podía era una copia fiel. Ella que ya lo había varias veces lo disfruto aún más, incluso llego a pensar que Naruto se terminaría aburriendo pero cuando volteo a verlo estaba tan sumido que parecía que el mismo sentía el dolor de los castigos durante los infiernos, la misma felicidad cuando finalmente llegaba a los cielos casi poniéndose en la piel del protagonista y de cada uno de los actores.

Era algo que no se esperaba pero le alegro que ambos lo disfrutaran por igual.

Finalmente se hizo lo suficiente tarde como para que tuviera que encaminarla a su hogar. De regreso el rubio comenzó a preguntar uno que otro detalle sobre la obra que ella alegremente aclaraba, parecía que todo iba con la tranquilidad que esperaría al menos hasta que llegaron a su casa; por lo general permanecerían un par de minutos hablando en el jardín antes de que ella tuviera que entrar y de que el regresara por su camino, pero en ningún momento espero que su otro pretendiente estuviera esperándola de la misma manera.

—Mira que tenemos aquí, ¿qué no es el niño mimado?

—Me parece que escuché algún ruido desagradable —era una noche fría por lo que metió sus manos en la bolsa y le regreso la mirada —si no era nadie más que Naruto.

—Muy gracioso Sasuke…

Ambos se quedaron viendo sin mucho aprecio mientras que la rubia no encontraba una buena manera de detenerlos.


[1] El Período Regencia en el Reino Unido es el período entre 1811 y 1820, cuando el rey Jorge III fue considerado no apto para gobernar y su hijo Jorge IV fue instalado por la Regencia como príncipe.

[2] La Divina comedia (en italiano: Divina Commedia)? es un poema escrito por Dante Alighieri.

Notas del autor: Como mencione al principio este es el primer capitulo de lo que sera un three-shot, el proximo se centrara en Sasuke y el ultimo sera en el desenlace de esta corta historia. Esperenlo con ansias ;)