Si le molesta el chicoXchico le recomiendo que no lea esto :B
Los personajes son de Nintendo no míos.
ness
Eran las siete treinta de la mañana cuando desperté por los ruidos que se oían al otro lado de la puerta. Era como si un molesto niño estuviera corriendo de un lado a otro.
Me moví un con pereza de mi cama para señalar a Lucas mi compañero de habitación. —¿Lucas puedes ver quién es el que molesta allá afuera? —Le pedí, pero no obtuve respuesta.
Me levante muy apenas para verificar por mi propia cuenta que era lo que sucedía; ni siquiera Lucas estaba en su cama, así que abrí la puerta para espantar a quien sea que estaba molestando con esos ruidos. Resulta que era nada más y nada menos que el mismísimo Lucas quien Llevaba algunos papeles en sus manos y los estaba estudiando a la vez que se movía de un lado a otro.
—¿Tienes que hacer tanto ruido? —Le pregunté evidentemente molesto.
—Oh, lo lamento...
—Últimamente te levantas muy temprano por la mañana y eso no es normal de ti. ¿Acaso ocurre algo que no me quieras contar? Pensé que éramos amigos y nos contábamos todo.
Simplemente negó con la cabeza, tampoco me miró a la cara. Ni siquiera respondió a mi pregunta. Me acerqué a él y puse mis manos en sus hombros.
—Mientes con solo guardar silencio. ―Le dije muy seriamente mirándolo como si lo estuviera desafiando con la mirada.
No quería mirarme, se puso nervioso y apenado, hasta sentía que temblaba y quería llorar.
—Háblame Lucas, ¿no confías en mí?
—No es eso, es solo que yo... te reirás de mí si te digo.
—¿Reírme? No, prometo que no me reiré.
—Dices que no te reirás..., no te he dicho nada aún y ya te estás riendo.
—Je, je es que me pones nervioso.
—¿Te pongo nervioso?
—S-si. ¡Quise decir que no! Bueno si, pero de la otra manera... ay, caray... ―contesté torpemente por los nervios, ¡ni siquiera sabía yo por qué estaba nervioso!
—Bueno te lo diré. Es que la entrenadora de wii fit, Peach y Lucario están desde hace una semana trabajando en un proyecto, es... No te rías porque yo estoy involucrado en esto y es muy importante para mí todo esto.
—¡Lucas de que se trata ese proyecto, habla de una vez por favor que me poner mucho más nervioso!
—¿Tienes que gritarme? Si me gritas no te diré nada.
—Disculpa de verdad Lucas, estoy muy torpe.
—Se nota, pero está bien. ―dijo con más calma―. Resulta que estamos en las mañanas trabajando en la en el proyecto... es una obra de teatro, Peach es la directora. Lucario y la entrenadora nos indican a los actores y actrices lo que debemos hacer, pero estamos muy complicados con algunas escenas y el guión se ha debido cambiar en reiteradas ocasiones.
—¡Jajaja! ¿Una obra de qué? ¿Un show de circo o una obra de teatro? Perdón, perdón no pude evitarlo, es que no me los imagino actuando, ¿te imaginas a Ike todo musculoso con tutú interpretando a una bailarina de ballet y a Marth con mayas?
Lucas no me contestó, pero si me dio la espalda. Se cruzó de brazos y se alejó muy molesto. Yo caminé para adelantarlo y quedar frente a él y pedirle las disculpas correspondientes sabía que las había cagado y fue sin querer... bueno no tanto.
—Lo lamento —le dije.
—Era una promesa... —nuevamente me dio la espalda y se alejó de mí.
¿Tanto le había afectado? Maldición, Ni siquiera podía ocurrírseme algo para pedirle perdón de una manera más creíble, si nunca, desde que llegó se había enojado tanto conmigo como para dejarme así como así, siempre soy yo el que se enoja por cualquier cosa no él, de él es muy extraño, demasiado.
Me puse mi ropa para ir detrás de él e insistirle para que me perdonara. ¿Pero a donde me había dicho que iba a desayunar? Me puse a pensar y recordé que ni siquiera me dijo eso, que tonto soy.
—¡Oye tú! —Zelda me llamó la atención.
—¿Hola? ―Dije acercándome más a ella.
—¡Hiciste llorar a Lucas, tonto estúpido tarado ahora él no quiere actuar por tu culpa!
—¿Qué? Pero si yo no le hice nada malo. ¡Es tan llorón maldita sea!
Me gané unas buenas bofetadas por parte dela orejona de Zelda solo por decir que Lucas era un llorón.
No volví a ver a Lucas hasta la noche cuando volvió a la habitación para dormirse. No me miró y se acostó de inmediato dándome la espalda, estaba apenado se notaba, no quería suponer que estaba así por mi culpa.
—¿Lucas estás bien? ―Pregunté.
No me respondió, pero pude percibí que estaba llorando.
—Lucas perdón, sé que soy una mierda de amigo... ¿Podemos hablar por favor?
—Estoy bien, no te preocupes.
Se me ocurrió una idea, no muy ingeniosa, pero lo haría reír un momento «a la fuerza eso si».
Caminé cuidadosamente con mucho sigilo para acercarme a él. —¡Cosquillas! —grité y me lancé encima de él para hacerle muchas cosquillas.
—¡Ja,ja,ja, Ness detente ya te dije que estoy bien, ja,ja, me estás dejando sin aire, por favor Ness!
—Si me perdonas te dejaré.
—¡Esta bien Ness si te perdono!
Lo solté y se puso a llorar...
—¿Y ahora porque lloras? —Le pregunté. Me consideraba un experto bueno para nada e insensible y cabeza de alcornoque, ese era mi segundo nombre.
—P- porque pensé que me moriría ―dijo acercando mi cabeza hasta su pecho―, escucha mi corazón.
¿No es una ternurita? Lucas me atrajo hasta su pecho para que pudiera escuchar su pobre corazoncito asustado.
—¿Te traigo un poco de agua? —le pregunté.
No me respondió. Yo quise separarme de él para traerle agua de todas formas aunque no pude porque estaba aún con sus manos en mi cabeza, no me quería dejar ir. ¿A qué estaba jugando acaso? No, no estaba jugando, lo comprobé cuando comenzó a acariciarme el cabello con tanto cuidado y suavidad que comencé a sospechar de sus intenciones. ¿Qué era lo que estaba pasando en su cabecita y su corazoncito en ese momento?
Me desperté a las nueve de la mañana y estaba aún en la cama de Lucas entonces, recordé queme había hecho dormir y yo como bebé caí. Me levanté con cuidadito y fui a buscarlo.
...
—¡Hey tú! —Era Zelda como la vez anterior.
—¡No le hice nada malo esta vez a Lucas lo prometo por mi mami! ―Chillé con un poco de temor.
—No sé que fue lo que le hiciste a Lucas esta vez..., pero está tan contento que hasta aceptó un papel que nadie quería en la obra.
—¿Dónde están ensayando? —Le pregunté—. ¿Puedes llevarme a verlo?
—Vamos ―dijo―, él seguro se pondrá feliz de que lo vayas a ver.
Nos fuimos a un teatro que ni siquiera sabía que existía. Allí estaba solo Toon Link vestido de caballero o príncipe algo por el estilo con sus guiones en mano, pero él muy tarado, burro, cabeza hueca y pelotudo leía peor que un niño de tres años con una papa en la boca, y para rematar su torpedad se le cayó el guión y después se cayó él.
Se puso de pie para continuar de inmediato «como todo un profesional».
—T-tus espadas que tienes en tus ojos... el peligro de tus ojos y... que veinte estadas... te clavo en tus ojos... —Esas fueron las textuales palabras de mi querido buen amigo Toon Link.
¿Qué había sido eso? Casi me da cáncer al oído con solo escucharlo, sentía que los oídos se me reventaban por dentro y no exageraba.
Pronto una linda y dulce chica desconocida «para mí» salió al escenario con el guión casi en la cara, ¿acaso era ciega?
—Oh, Romeo ―dijo ella―, si mis manos son el santuario queee... ―Me miró a mí y se quedó estupefacta.
Parecía asustada de mí la pobre.
—Hermosa. ¿No lo crees Ness? —Zelda me preguntó y me guiñó un ojo a la vez.
—¿Quién es esa muñeca? —Pregunté mientras que mi saliva se escapaba de la comisura de mis labios.
