OTRO DE MIS FICS! REPITO! SOY KAT88, POR SI HAN LEÍDO MI FIC EN OTRA PAGINA :) ESPERO CONTAR CON SUS COMENTARIOS CHICOS! ARIGATO! SAYONARA!
No sabia por cuanto había caminado, el horror de dejar su tiempo y su vida atrás quedo en el olvido junto con la muerte de su reciente esposa, estaba demasiado adelantado como para detenerse. Con una botella del mejor wisky dio un sorbo y la aventó en esos callejones tan vacíos y mortíferos de esa noche tan fría, un sonido leve y conforme avanzaba agudo estremeció sus sentidos, miro cercas de una puerta de un viejo establecimiento abandonado, una mujer…de cabellos negros, delgada y demacrada sostenía en sus brazos a una pequeña. – se encuentra bien?- tomo de su hombro pero su cabeza se ladeo dejando ver un fuerte golpe y sangre emanando de ella con sus ojos cerrados entregada a los brazos de la muerte, quiso agarrar a la pequeña criatura que tenia en brazos llorando e implorando ser valorada y sacada de ese cruel destino, los sonidos cotidianos retumbaron en sus oídos con algunos gritos de hombres al parecer buscando a esta mujer, se escondió tras un callejón y como lo predijo un hombre con el rostro cubierto se acercó con una escoltada armada tras de si tomando a la pequeña en brazos y en sima escupiendo a la mujer fallecida. Quien podía haber echo una cosa de esa tal magnitud? Un pecado tan grave avía cometido esa mujer para ser sacrificada y arrebatada su pequeña?, no lo supo pero no se quedaría averiguarlo, con pasos suaves y agiles salió del lugar no sin antes tropezar con algunos tambos lo que obviamente capto la atención de esos hombres, se giro ,miro como apuntaban con sus armas, el movimiento mas rápido que pudo hacer y escapo.
-no vale la pena, nadie podrá creerle, es hora de irnos- con una orden fría sus laguillos entendieron dejando bajo la noche un cuerpo inerte y fallecido con una historia por detrás que hoy no seria revelada…pero a través de los años pudiese salir libre.
…
8:27Am…-
Las sirvientas entraron al lugar sin pedir permiso ni objeción alguna de la chica que estaba recostada en esa cama. – que hora es?...- adormilada y bostezando fue jalada bruscamente por las mujeres y empezar el día como tantas veces les asía batallar aquella joven con su rebeldía y sensatez.
-por favor Señorita Lin, no queremos retrasar de nuevo al Amo – suplico una vez mas la mujer, Lin echo una sonrisa cotidiana sin otra opción mas que obedecer. Un fino traje negro de falda entallada, tacones negros y una coleta le hacían verse sofisticada e importante ante las conferencias y reuniones de su frio padre. Naraku. El segundo magnate más importante presidente de negocios de las compañías industrializadas Shikon No Tama. El chofer le abrió gentilmente mientras ella subía y cerraba consigo la puerta con un ligerogracias. Topándose después con la mirada interrogativa de su padre.
-siempre te retrasas, soy alguien importante y tu mi hija, sabes lo que implica?- arqueando una ceja sin dejar de leer algunas hojas le echo una mirada rápida.-
-Lo siento , no sucederá de nuevo- se disculpo felizmente. A pesar de lo que muchos dijeran en esa mansión su padre no era una persona mala, si era cruel y estricto pero fuera de eso el siempre la trato de lo mejor. Claro todo con disciplina pero dentro de lo que cabe, bien. Llegaron y bajaron a uno de los tantos edificios saludando cordialmente a cuanta persona que ella no conocía, familias importantes, magnates, ejecutivas. Nada que ella le interesase, siempre pensó que el mundo de los negocios era aburrido y de massobrio. Todos con sus caras de serios y hablando como el mundo fuera suyo, de una forma literal si lo era…pero mas haya de eso había cosas por los que valía la pena hablar. Se equivocaba? , con una reverencia se disculpo desocupando el lugar para irse a una jardinera no lejos de ahí y respirar un poco de aire fresco, bueno…en la gran ciudad de Tokio Japón el aire no era fresco pero por lo menos una forma mas ecológica de relajarse. Recargándose , estirando la palma de su mano apoyando su barbilla en ella suspirando y cerrando los ojos deseaba que esto acabara, odiaba estas estúpidas conferencias. – Aburridas- dijo mofándose.
-que es aburrido? Esto…jajá tienes razón y además estúpido soy Kagome Higurachi-
- mucho gusto soy Lin Morikawa-
No supo cuando ni donde esa joven salió y hacerle compañía pero sin duda se agradaron al instante entablando una conversación fuera de negocios. Alta de cabello azabache , ojos grandes, vestida para la ocasión, pensó que seria una de las hijas de señores de traje elegante, pero solo resulto ser una Artista. Que hacia una artista en esta clase de reuniones? Seguro pintaba a los cara de yeso? Por supuesto que no, debería de estar en un paisaje o una galería de arte haciendo cosas que si valieran la pena. Tenia mas sentido no?.
-se lo que piensas y tienes razón, pero solo hago compañía a mi prometido- sonrió. – es uno de los hijos de Inu No Taisho, creo que sabes de quien hablo-
-si el motivo de la reunión es para cerrar trato con el, pero dime que hace una Artista como tu comprometida con uno de esos hombres…- con la curiosidad en sus preguntas, kagome se echo a reír. – no todos son iguales sabes- . contesto risueña
-Kef! Claro que No!, que les hace pensar eso? – atinando a la respuesta Lin asintió apenada al interrumpir un joven que seria por supuesto el comprometido de Kagome, si no fuera por que le dio un beso en los labios diría que es amigo.
-soy Inuyasha Taisho, tu debes de ser Lin…- atlético y atractivo, un joven que no pasaba de los 23 años , sin duda asían una pareja excelente.
-claro que si mucho gusto- se expreso con un saludo de manos cordial.
-bueno ya que nos conocemos por que no nos acompañas a merendar?- pronuncio de nuevo con esa sonrisa.
- Lo siento pero…me tengo que retirar fue un gusto conocerlos, con su permiso- antes de que alguno de los dos pudiese objetar salió dispara de ahí, no era muy buena en los eventos sociales además hacer un mal tercio no encajaba, bajo las escaleras tropezando con un hombre fornido que se encontraba obstruyendo el paso, si no fuera por que la equilibro de nuevo quien sabe que hubiera pasado, seguro que además de la vergüenza su padre le daría una buena reprimenda por ser tan distraída.
-lo siento…de verd..-
-fíjate por donde caminas, torpe- su voz fue claramente sin expresión e incluso provoco temor en ella, pero alto, torpe? Torpe?, que le pasaba a este hombre tan grosero, para traer smoky diría que le faltaron modales.
-disculpa? Torpe? Quien es el torpe ahora, no conozco una persona que este obstruyendo el paso- le lanzo una mirada acida cruzándose de brazos esperando una disculpa que nunca llego. – eres una insolente – , se dio la media vuelta y se fue dejándola con el enojo.
Pero quien se cree! Dios, es un hombre estúpido que le pasa? Decirme insolente cuando el me ofende primero? dejare que se vaya si me lo vuelvo a topar le diré hasta de lo que se va a morir, traer un traje no le hace poderoso!- llego a lado de su padre tirando una sandeces de cosas, miro que estaba con un hombre y sabia perfectamente quien es asi que mejor seria tener compostura y comportarse como tal.
-que bueno que llegas, el es el magnate Inu No Taisho- su padre la invito formar parte de la platica, con un saludo de manos reverencio.
-los rumores de las empresas son ciertos Naraku, es muy hermosa esta jovencita además adorable- el hombre no parecía mala persona, a cambio despedía un aire de seguridad y gentileza, todo lo contrario de los hombres que usualmente su padre asía tratos, a lo lejos y mirando por detrás de ese hombre uno en especial llego provocando que a Lin se le hiciera un nudo en el estomago, -de nuevo el? Que hace aquí…seguro es para dejarme en ridículo..-
-que bueno que llegas hijo, te presento a Naraku Morikawa y a su hija-
Que!, miles de cosas se le pasaron por la mente en un segundo, cuando menos se dio cuenta ya había estrechado la mano con ese hombre tan grosero de hace unos instantes, el mundo se puso de cabeza, si descubrían que tubo una pequeña restricción su padre la colgaría…
-Sesshomaru cierto?, tu padre habla que eres un excelente empresario, tu reputación te precede-
-así es- por alguna extraña razón a sesshomaru no le daba buena espina ese magnate con el que su padre haría negocios, tal vez seria por ser el padre de esa chiquilla tan molesta? Lo desconocía pero no estaría conforme hasta saber, con forme la platica avanzaba echaba miradas fugases a la insolente que por cierto ella no se quedaba atrás, era adorable y su cara angelical con un cuerpo curvilíneo la describían como todos los rumores decían en la empresa, pero vamos…era una malcriada, insolente, inmadura además hija de unos de los hombres que no le agradaba, así que la idea de conocerla mas afondo estaba descartada.
-1:45 Pm…-
la terrible hora en su reloj de mano, camino asía la salida y disponer a irse de ese lugar, por fin todo había terminado, en veces quería expresarle a su padre que aquellas reuniones no le eran de agrado, pero sabía que era su deber. Una vocecita que reconoció al instante gritaba su nombre a lo lejos, observo y era la misma chica de hace algunas horas con la que tubo una platica de lo mas agradable. Kagome.
-Lin, que bueno que te encontré estaba buscándote por todos lados, no tuve la oportunidad de invitarte a la galería de arte que expondré hoy se lo mucho que te intereso- alzo su mano y le dio un pequeño tarjetón con la dirección y hora, Lin lo medito, no seria malo despejarse un momento y conocer cosas que a ella le interesaban. Estaba segura que su padre no se opondría pues el saldría de viaje durante todo el mes partiendo esta misma tarde.
-claro, estaré ahí- subió a la limosina con una gran sonrisa despidiendo de lo que hoy seria una amiga, después de todo este día no resulto ser como cualquiera. Imaginen los demás?
La exposición podía verse desde afuera, un gran museo de arte decorado de lo mas ecológico con un ambiente futurista, se miro por la ventanas polarizadas de la entrada, una falda entallada no mas arriba de las rodillas color negro, con un saco del mismo color y debajo una blusa crema, sin olvidar su coleta. Que inapropiada vestía en ocasiones informales, pero no era su culpa, años de vivir entre personas importantes le fue costumbre, desato su coleta abriendo fuego un cabello negro y lacio cayendo debajo de sus pechos, esta vez no había personas que le llamasen la atención, entro y se maravillo con aquellas pinturas de diferentes colores y temas abstractos en ellas, matices de diferentes semblantes con una historia detrás de ellos..
-que haces aquí?-
-tu…tu!- de nuevo ese hombre, porque? Si todo marchaba a la perfección, que le importaba que asía ella ahí? Ahora resulta que puede cuestionar y meterse en lo que sea.- no es algo que te interese- lo ignoro siguiendo su camino pasando por un lado.
-no creí que te interesaba el arte- siguiéndola por detrás ella se detuvo girándose y encararlo.
-ni yo tampoco creí que fueras capas de comprender el arte, que sabe un grosero de estas cosas?- la victoria parecía para ella pero fue derrotada con una ignorancia por parte del hombre quien la dejo hablando. Ha no..eso no!- dio algunos pasos adelante por fin a su altura y acompañarlo, por alguna extraña razón aquel hombre la intrigaba. - no me sigas – interrumpió los pensamientos de la joven, por un momento era expresivo y al otro un completo estoico frio, que le pasaba? Acaso era bipolar? Si es así sugeriría que este hombre era impredecible.
-me debes una disculpa- pararon de caminar encarándose de nuevo,- si te pido una disculpa, dejaras de seguirme?- arqueo una ceja y la miro de arriba a bajo, de nuevo con ropa de ejecutiva? Había pensado que la chiquilla era mas rebelde. – puede ser- hablo tenaz.
Creo que se equivoco de nuevo, tal vez se vistiera de una forma madura pero su carácter no lo era, a un así lo esquivo y se disculpo dejándola atrás, si tenia que volver a topársela seria capaz de asegurarse que su padre no cerrara trato con aquel hombre de mala espina, en verdad aquella mujer lo sacaba de sus cabales.
Conduciendo por las noches de la gran ciudad, freno bruscamente y se adentro a una lujosa mansión, se estaciono bajando tranquilamente entrando lo que seria su hogar, estaba demasiado cansado, ir a la exposición de Arte de su cuñada y arreglar asuntos con la empresa le dejaban agotado además a trajeado . paso desapercibido para dirigirse a su habitación, no se había percatado que antes de llegar la sala de trabajo estaba ocupada por su padre quien sabia perfectamente cuando el llegaba, como una especie de perro guardián.
-sesshomaru, pensé que llegarías mas temprano- el hombre frente a el le hiso una parada rápida poniéndose de pie, lo miro de reojo y se detuvo.
-hmmm, tienes mirada de que quieres darme una noticia- se adentro tomando un vaso de wisky que por suerte estaba en el escritorio de fina caoba.
- a ti nada se te escapa, estas en lo cierto, quieres sentarte?- lo invito pero este se negó, las dos miradas gélidas de padre e hijo se comían vivos. La interrogativa siguió y exasperado de nuevo afirmo que era lo que ocurría, su padre suspiro y por fin hablo, sabia que no era noticia de lo mas ligera pero sabia que su hijo mayor lo tomaría con calma. O al menos eso pensaba.
-En la conferencia de hoy no solo cerré un trato con Naraku Morikawa…también te puse en el juego – Sesshomaru dejo de darle sorbos a la copa y mirarlo detenidamente, esto empezaba a exasperarlo. – y bien?-
-Hemos decidido que para hacer fuerte las dos grandes empresas de Japón te comprometerás con su Hija- por fin Inutaisho hablo y como respuesta de su hijo este paso de largo sin decir una palabra, subiendo las escaleras adentrándose en su cuarto silenciosamente. No había esperado otra respuesta del mayor, así era el igual que su madre. Suspiro resignado volviendo al trabajo y terminar de una buena vez firmar los documentos de su nuevo trato.
Comprometerme con esa jovenzuela malcriada? En que rayos pensó mi padre al hacer semejante cosa, casarme con una mujer que no me agrada y además no conocía? Esto no se quedaría asi….me las pagaras- con aquellos pensamientos tan estrechos y desmotivados, con las palabras que no pudo decir frente a su padre, descanso entregándose a los brazos de Morfeo. Seguro que mañana arreglaría este asunto que se volvió personal.
