~El corazón tiene razones que la razón no entiende… [¿No lo crees también?
BIPP BIPP BIPP
-Sakura ya es tarde levántate
Otro día de escuela que empieza, como siempre procuro levantarse temprano pero es algo muy difícil
Y a primera hora toca con Sasori-sensei, siempre dando lecciones sobre lo que debe ser, como debe ser y cuanto ha de durar -menudo gilipollas-. Sasori es mi profesor de Historia y Arte, esta ultima materia la ama, lo malo para mi es que no se me da bien. Siempre procuro dar mi mejor esfuerzo y por ello aplico mucha fuerza pero mis obras siempre quedan reducidas a una masa pastosa y rara o a pedazos de porcelana, arcilla o cualquier similar. No me gusta cuando me riñe, me siento como una niña pequeña cada vez que lo hace.
Se que es un buen profesor pero a veces me entran ganas de aplastarle la cabeza aunque dudo que le doliera o consiguiera hacerle siquiera un chichón. Sasori-sensei no es mucho más mayor que yo, o al menos eso creo. Lleva aquí más de seis años aunque su aspecto no cambia nada en absoluto.
No existe una solitaria cana en su rojizo cabello ni la más mínima arruga, ni ojeras… nada, es como si por cuerpo no pasaran los años. Y lo mas extraño de ese… ¿hombre?... ¿joven? es que nunca muestra ninguna expresión en su rostro que demuestre algún tipo de sentimiento, tampoco digo que tenga que ser tan hiperactivo como Naruto por ejemplo pero, en sus ojos no se puede ver nada mas que un absoluto vacio. Ojala que no fuera así…
-Haruno ¿a eso llamas arte?- me pregunto socarronamente señalando mi supuesta ''marioneta''. A pesar de que tuve inmensas ganas por contestarle de la misma manera me contuve. Todo por mí adorada beca de medicina.
-Hago lo que puedo Sasori-sensei- hasta yo sabia como mi sonrisa falsa no engañaba a nadie- Tal vez si usted me ayudara lo haría mejor- dije de mala gana. El pelirrojo soltó un suspiro inintencionado
-Tómala con delicadeza, como si fuera tan frágil como un cristal- cogió mis manos y las puso suavemente sobre la delicada figura, mientras me explicaba que debía hacer para evitar que las cuerdas de sus extremidades y de las que sostenían toda la marioneta se enredaran. Sus dedos eran tan suaves como el terciopelo y en cierta manera eran cálidas, ni siquiera me di cuenta de que me había sonrojado hasta que Ino, sentada a mi lado, una vez que Sasori ya se había alejado un poco me lo susurro muy pícaramente al oído. Aunque no había sido nada es solo que me extraño su contacto… si, eso fue.
Dentro de apenas dos semanas haremos un festival artístico-cultural, y para mi desgracia yo soy la encargada del proyecto dedicado a los niños pequeños que vendrán a una especie de pequeño teatro con marionetas. Esa Ino-cerda se paso ofreciéndome a mi para ese puesto y por desgracia el resto de la clase apoyo la moción, pero a pesar de que me negué en redondo, a más no poder (y tambienllamando a Ino de todo menos bonita) no sirvió para nada, de manera que tengo que hacerlo -.-'''
La idea de hacer reír o al menos de hacer pasar un buen rato a los mas pequeños de la aldea me gusta pero tener que estar con mi quisquilloso profesor de arte incluso en mi tiempo libre no es una idea que me guste un pelo a decir verdad, pero intentare que todo salga bien quizá hasta Sasori es una buena persona… - eso ni soñarlo- eso es demasiado pedir, con un poco de suerte es aceptable – o por lo menos, eso espero por mi bien-. La tarde de aquel mismo día tocaba el primer ensayo, cuando llegue él todavía no estaba, de manera que me quede observado las hermosas marionetas de Sasori, parecían muy trabajadas y tan perfectas…
-¿A ti es a quien han elegido para esto? Menudas ideas de bombero que tenéis- no, parece que no puede ser siquiera un poco amable. Le mire con mala cara- bueno supongo que podía ser peor… por lo menos no eres Uzumaki- repuso haciendo caso omiso de mi rostro.
-Yo no pedí hacer esto, no me quedo mas remedio que hacerlo Sasori-sensei- sera imbécil!
Aquella tarde no pude concentrarme, como no podía manejar correctamente las marionetas tenia al pelirrojo todo el tiempo detrás de mi, ¡pegando su cuerpo al mío!, diciéndome lo que tenia que hacer y agarrando mis manos para poder mover la marioneta, como decía él, ''decentemente''. Aunque a decir verdad sus consejos me ayudaron mucho aunque por supuesto eso yo no iba a decírselo ¡lo que me faltaba, que se creyera aun mejor! Cuando por fin se acabo el ensayo salí con el corazón latiendo a cien por hora, le había tenido tan cerca ¿Cómo no se había dado cuenta que estaba tan ruborizada cuando notaba todo su cuerpo contra mi? ¿¡No se había dado cuenta que estaba MUY cerca?! ¿No conoce el espacio vital o que?! Recé porque de verdad no se hubiera dado cuenta y corrí para llegar a mi casa antes del anochecer.
No había nadie… como siempre. Yo ya estaba acostumbrada a eso, después de todo mi madre es medico interna del hospital y padre siempre estaba haciendo negocios por todo el país, rara era la vez que podía verle. Me dirigí a mi cuarto más calmada gracias al silencio de mi hogar y empecé a desvestirme pero justo cuando me quite la camisa escolar me detuve y pensé:
¿Qué había pasado hacia solo un rato? O mejor dicho ¿que me había pasadoa miaquella tarde? Me había puesto tan nerviosa… y ese aroma a pino y a roble habían nublado mi mente...
Acerque mi rostro a la camisa que aun sostenía en mis manos… olía a él
¿¡SE PUEDE SABER EN QUE ESTOY PENSANDO!? ¡YO QUIERO A SASUKE!... ¿verdad?
-Lo que me pasa es la pubertad solo eso – me dije en voz alta intentando convencerme a mi misma- tengo las hormonas revolucionadas y tenerle tan cerca me ha descolocado, solo eso y nada más ¡No pienses mas estupideces Sakura!
Me cambie la ropa del uniforme por mi cómodo pijama de flores rosadas y como no tenia hambre directamente me acosté en mi cama y me puse a leer. No quería seguir pensando en lo que había pasado, era una autentica tontería. Sin embargo, cuando apague la luz y recosté mi cabeza en la almohada solo… solo podía oír su voz muy cerca de mis oídos cuando había estado tan cerca, con sus labios casi rozándome… su voz resonaba dulcemente como una nana
Solo es la pubertad, la edad – me decía en mi cabeza pero sin ningún esfuerzo de intentar acallar aquel sonido de mi mente… y así, sin darme cuenta, me dormí~
