LA MASAJISTA.
CAPÍTULO 1:
*O*O*O*O*O*O*O*O*O*
Anna estaba cansada, había discutido toda la mañana con Kristtof, había acordado un día anterior salir esa tarde por el cumpleaños de la pelirroja pero a el hombre se le dio por cancelar, la razón, la mami del chico lo quería para ella, y esa fue la gota que derramo el vaso, había aguantado a la vieja loca toda su relación, no entendía como una mujer así era hija del abuelo Pibbie que a diferencia de ella el viejo era un amor.
Así que ahí estaba nuevamente, sola en su apartamento, pasando sus 21 años en soledad, sin amigos por que según ella las iba a pasar con su chico.
Camino hacia la cocina y de un cajón saco un vino, tomo una copa de la mesada y camino de hacia el living, se sentó sobre el sofá y luego vertió vino en la copa, la tomo entre sus dedos y luego la agito un poco.
"Que los cumplas feliz Annie" Se dijo a sí misma y luego bebió el contenido hasta dejar e l liquido por la mitad. El sabor era amargo, nunca le gusto beber, tal vez si de vez en cuando un licor de chocolate o un daiquiri de durazno o frutilla, pero el vino no era como ellos, el no tenía un sabor dulce, le recordaba a Hans.
Bivio y se hicieron las siete, el sol estaba a punto de ponerse y como un rayo un recuerdo le vino a la mente. Busco algo en su bolso que tenía a su lado y encontró un cupón por un masaje gratis, recordó las palabras de su amiga.
"solo atiende mujeres, y si le caes bien, te dará un "trato" especial" Le dijo su loca amiga.
-Una masajista toquetona y lesbiana es lo que necesitas Anna- Se dijo en un susurro y luego rió sola.
Tomo su bolso junto con su billetera y se dirigió asía donde le indico el cupón, no era muy lejos así que se fue a pie.
Llego a una enorme casa, parecía una mansión, no le sorprendió, según lo que dijo su amiga la mujer hacia un buen trabajo.
Dejo de pensar un momento, pues lo estaba meditando, nunca antes había estado con una mujer, además, se supone que estaba allí por un masaje, no por una sesión de sexo con una mujer que no conocía.
Toco el timbre de la casa y en menos de nada una mujer rubia con una trenza francesa salió a recibirla, su amiga no mentía, la mujer de verdad era hermosa.
-¿sí?- Pregunto la mujer con un leve acento.
Anna no respondió, solo le entrego el cupón, pues se había perdido en los ojos cielo de la mujer.
-Valla, pasa por favor- Le pidió la rubia.
Anna asintió y siguió a la rubia en todo momento, por la casa, hasta un cuarto donde había una colchoneta forrada con un plástico trasparente en el piso. Parecía una cama china.
-Quítate la ropa- Le pidió sin rodeos.
-¿Toda?- Pregunto Anna algo incomoda.
-Si, por favor, no te preocupes, estamos en confianza- La trato de calmar un poco.
-Ok emm…- Dijo mientras empezaba a quitarse la ropa lentamente.
-Elsa, mi nombre es Elsa- Le respondió la rubia.
-Bueno Elsa, yo soy Anna- Le dijo ahora ella.
-Un gusto-
Anna ahora estaba completamente desnuda. Esto hizo que Elsa apretara los labios.
-Acuéstate boca arriba- Le pidió, Anna hizo lo que le dijo.
-¿No eres de por aquí, verdad?- Le pregunto.
-No, soy de noruega- Le respondió con modestia la rubia mientras comenzaba a dar masajes a las piernas de Anna.
Anna disfrutaba al máximo el masaje, la rubia sí que sabía lo que hacía, tenía unas manos geniales, si todo salía como le aseguró su loca amiga esas manos estarían al 100% sobre ella.
Por otro lado Elsa se estaba maravillando con el cuerpo de Anna, su piel algo tostada y sus pecas en sus hombros y su cara, aparte del cabello pelirrojo y los ojos verdes la hacían hermosa.
Con sus dedos hizo presión sobre su pelvis y esto hizo que Anna gimiera, a Elsa le encanto y sonrió levemente.
-Voy a usar un poco de gel sobre tu pecho y estomago, para que tu cuerpo sea más manejable- Le dijo la rubia a la pelirroja mientras se arrodillaba a su lado, Anna solo asintió.
Elsa tomo entre sus manos un gel bastante baboso, lo aplico sobre el pecho de Anna y luego con sus manos empezó a desparramarlo por toda la superior de su cuerpo, desde la clavícula hasta el abdomen, siempre poniendo mucha atención en los senos; a estas alturas Anna tenía los ojos cerrados y pequeños gemidos se escapaban de entre sus labios y esto lograba que Elsa sonriera cada vez más amplio.
Cuando por fin termino con toda la parte superior, la rubia tomo un poco más de gel en sus manos y empezó de nuevo de la cadera para abajo, siempre evitando la intimidad de Anna, hasta las rodillas.
"no sería la primera vez" pensó la rubia y luego tomo un poco de valor pasó su mano sobre la intimidad de Anna, metiendo su dedo medio entre los pliegues húmedos de la mujer, pasando sobre la clítoris.
La rubia espero un segundo mientras mientras se preparaba para la queja de su clienta, pero en vez de eso solo recibió un suspiro lleno de placer.
-Dios- Susurro Anna con lujuria en las vos.
Esa fue la señal para Elsa.
-Me alegra que te guste lo que hago princesa, pero ahora te quiero boca abajo- Le pidió la masajista con vos sensual.
Anna sin rodeos hizo lo que le pidió y se acomodo boca abajo.
Elsa corrió el cabello pelirrojo y luego lleno toda la espalda de la joven mujer con gel, lo desparramo de manera rápida y luego se inclino para decirle algo a Anna al oído.
-Ábrete de piernas princesa- Le pidió en voz sensual y antes de alejarse lamio el lóbulo de la oreja de la otra, la rubia obedeció al instante.
Elsa puso una gran cantidad de gel sobre el trasero de Anna, empezó a masajear mientras de vez en cuando pasaba su dedo medio sobre la entrada de Anna, esto hacia que la otra gimiera cada vez más fuerte.
-Por dios y lo que más quieras, métemelo de una vez- Rogo con voz desesperada.
-Espera solo un poco- Le pido la otra mientras retiraba las manos del cuerpo de Anna.
-¿Elsa?- Pregunto en desespero.
-Tranquila princesa- La calmo mientras la masajista se empezaba a quitar la ropa, en cuestión de segundos estaba completamente desnuda. Gateando en cuatro se acomodo sobre la espalda de Anna, con las piernas a los costados de la pelirroja se acostó sobre su trasero y empezó a hacer movimiento de caderas sobre este, su clítoris era estimulada gracias al gel y al rose.
-Esto no es justo- Se quejo Anna.
Elsa se inclino para quedar completamente sobre Anna, tomo el rostro de la pelirroja con su mano derecha y unió sus labios con los de la otra, esto era nuevo para ella, nunca antes había besado a una de sus clientas, ni las que solían visitarla habitualmente.
Anna metió su lengua dentro de la boca de Elsa, su sabor era exquisito, cuando se separaron en busca de aire Elsa volvió a mover sus caderas mientras que con su mano izquierda se hizo camino asía el interior de Anna, se entretuvo un rato con la clítoris de la chica pero luego la penetro con dos dedos; Los dedos, mas el movimiento de caderas de la rubia hacían que la portación sea de lo más placentera sea de lo más placentera y profunda, juraría que estaba en su punto G, luego de un rato cabalgando ambas llegaron a él tan preciado orgasmo, primero la rubia y luego la otra, estaban agotadas.
Se mantuvieron así hasta que su respiración se calmo.
-Sin duda, el mejor masaje y el mejor regalo que me pudieron haber dado- Le confirmo la pelirroja mientras se estiraba debajo de Elsa.
-¿Es tu cumpleaños?- Le pregunto la mujer mientras se sentaba al lado de la otra, jugó con los pequeño risos que Anna tenía en su cuello.
-Si- Le respondió mientras también se sentaba.
-Bueno, como regalo te diré que puedes venir a la hora que quieras cuando quieras por un tratamiento- Le ofreció. –Gratis- Finalizo.
- Difiero lo que dije hace unos segundos "Este" es el mejor regalo que me pudieron haber dado.
Ambas conectaron miradas por un segundo y luego Anna se inclino para poder besar de nuevo a Elsa.
Ese sábado tuvo sexo toda la noche…
*O*O*O*O*O*O*O*O*O*
Bueno, que les pareció, les aclaro que no actualizare esta historia hasta acabar con "La familia es para siempre" si les gusto esperare su reviews y todo eso, nos leemos luego, chau…
