Bueno, aquí está mi granito de arena para el reto propuesto por Derama17: Un mes con ItaDei.

Sé que lo he publicado con antelación, peo es que mañana me voy de viaje y el 27 me será imposible publicarlo debido a que no tendré internet ni ningún sucedáneo decente. Así que, aquí lo dejo.

Advertencias: Yaoi. Na más.

Disclaimer: Si Itachi fuera mío no sería de Deidara. Por eso le pertence a Kishimoto.


~~EL DÍA 27~~

Al vigésimo séptimo día de aguantar esa mirada adusta, sonrisa fría y la inexpresividad de su rostro, Deidara decidió que no lo soportaba más.

No podía seguir viendo cómo ese hombre conseguía todo lo que se proponía sin tener en ningún momento que sudar, ni si quiera arrugaba el entrecejo. Cómo podía tener la capacidad expresiva de una roca era algo que siempre había sobrepasado al rubio pero ver que seguía teniendo esa misma expresión mientras él intentaba razonar algo, era una de las cosas que nunca podría soportar el joven. Y más aún cuando el Uchiha le ignoraba poniendo luego cómo excusa que: "Él no podía ocuparse de nimiedades cómo a las que él le quitaban el sueño".

Ese día Deidara estuvo a punto de hacer un asesinato suicida. Pain tenía en muy alta estima al Uchiha, por lo tanto si mataba a Itachi durmiendo y a este no le daba tiempo a defenderse, el siguiente en morir habría sido el mismo, a manos del líder de Akatsuki.

Sin embargo después de que esa mañana el Uchiha le hubiese ignorado mientras ´le intentaba llegar al café, el contenido del vaso no es que se hubiese derramado tras la última gota, sino que hubo oleadas de agua tras él. Sasori tuvo que llevárselo de allí, porque sus dientes (todos ellos) rechinaban cada dos por tres mirando al moreno.

Entonces tomó la decisión de matarle. Por la noche.

Con un sigilo que sólo se obtenía mediante la experiencia, Deidara consiguió colarse con agilidad en la habitación del poseedor del Mangekyou. Las bocas de sus manos estaban ocupadas modelando arcilla que él mismo se ocuparía de dejar por la cama del Uchiha.

Pero si de algo no se había percatado el joven rubio era de que a Itachi no se le mataba así cómo así.

Tras entrar en su habitación, Deidara se acercó a la cama y por fin, a la luz de la luna, cuál era el secreto de la supervivencia de Itachi después de tantos enemigos y batallas libradas.

La luz de la luna llena se colaba por la ventana sin pedir permiso, sin necesitarlo siquiera. Y a pesar de que aún no había empezado propiamente la primavera, Itachi estaba desnudo sobre sus sábanas de seda negra que había en su cama de matrimonio.

Deidara supo entonces que ninguna persona en su sano juicio podía matar a tan hermosa criatura después de verla en ese estado. El brillo de su perlada piel sólo era comparable a los destellos plateados que soltaba su largo pelo azabache. El rubio se vio perdido e, incapaz de resistirlo, se sentó al lado de Itachi.

Quizá fue cosa de su respiración agitaba, o del peso que hizo que la cama descendiese, pero el caso es que Itachi decidió que ese era tan buen momento cómo otro cualquiera de abrir los ojos.

"Oh…dios…mío."

Fue lo único que tuvo tiempo a pensar Deidara sobre esos ojos groses antes de que el Uchiha le invitase/obligase tumbarse con él en la cama.

Durante toda la noche del vigésimo séptimo día, Itachi estuvo exponiendo sus "razones" para que Deidara no le matase, mientras que éste le atendía con toda la concentración que era capaz de mostrar, refutando argumentos o coincidiendo con ellos.


Sí, ya lo sé. Sencillo, pero no conseguía tener otra idea.

Leed los demás fics del reto!!!! Muchos saludos a todos!!!!