Hola a todos, de nuevo es un placer volver a esta página con un nuevo fic, para aquellos que no me conocen mi seudónimo es Jessibloom, y he escrito tres historias, todas publicadas en esta página.
"Saiyayin seductor", "Un amor alterno, la historia jamás contada" y por supuesto "La boda de Gohan", son mis obras. Esta última historia que mencione es la inspiración que dio origen a este fanfic, por ello, recomendaría que para su mejor comprensión se lea primero el fic citado.
A diferencia de "La boda de Gohan", "Princesa falsa" se desarrolla en un universo alterno, debido a circunstancias que más adelante podrán conocer, me muero por dar más explicaciones, pero le quitaría todo el sentido a este capítulo.
Espero que disfruten de esta nueva historia.
Críticas constructivas, dudas, quejas, tomatazos, en los review =).
Saludos.
Jessibloom
Capítulo 1
Nacimiento
Mi destino ha dado un cambio inesperado, ahora me toca pagar por los pecados ajenos que recaen sobre mí, aquellos, que me han transformado en una princesa falsa…
La pequeña bebe abrió los ojos y de inmediato conquisto el corazón de todos, su madre se alegro de que estuviera saludable, su hermano se enterneció al verla tan indefensa, sus abuelos se alegraron de tener una nueva nieta y su padre… su padre la miró con orgullo, amaba a la criatura que tenía frente a sí, no solo por ser de su propia sangre, sino porque era una réplica exacta de la única mujer que había amado en su vida, en ella se conjugaban la belleza de la madre y la fuerza y el poderío de los saiyayin, por un momento pensó que de reinar en Vegetasei, todo mundo habría admirado a aquella pequeña princesa.
Días más tarde de su nacimiento acudieron los amigos de su madre a visitarlas, todos comentaron con admiración que la niña había heredado sus bellos rasgos y una fuerza que superaba a todos los guerreros presentes, Bulma sonrió al escucharlos hablar aunque se sintió inquieta, no deseaba que la pequeña que dormía en su regazo se convirtiera en una guerrera, como lo eran su esposo e hijo, no estaba en contra de que supiera defenderse, pero de ahí a que se obsesionara con las peleas había una gran distancia, el mundo estaba en paz, su hija merecía tener una vida normal y tranquila.
Lejos de la Capital del Oeste, Goten trataba de convencer a su madre de visitar la Corporación para felicitar a la pareja Briefs por su recién nacida.
Si no quieres acompañarme, ¿puedo ir solo entonces? –pidió el niño-
Es mejor esperar, no es educado ser inoportunos –exclamo Milk un tanto cansada por la insistencia de su hijo-
Pero inoportunos porque, todos han ido a ver a Bulma y a la bebe –señalo Goten tranquilamente-
Por eso mismo –respondió su madre al tiempo que buscaba un argumento para evitarse la visita- todos han ido, una mujer cuando acaba de parir lo que quiere es descansar, no estar rodeada de curiosos y entrometidos.
Te prometo que solo será un momento –rogo el de nuevo- solo para cumplir, Trunks es mi mejor amigo, se sentirá decepcionado si no voy a felicitarlo por el nacimiento de su hermana.
Milk alzo los ojos fastidiada, no podía explicarle a su hijo los verdaderos motivos que tenía para no querer asistir a la Corporación, afortunadamente en ese instante Gohan entro a la casa.
Hola –saludo el joven-
¡Gohan, que bueno que estas aquí! –dijo Goten con alegría-
Lo dices como si nunca nos viéramos, te recuerdo que vivo justo al lado –señaló el recién aparecido-
Yo sé porque le da gusto verte –expreso Milk mirando a su hijo mayor-
Seguro quiere algo, ¿Qué será esta vez? -pensó Gohan-
Mamá se niega a acompañarme a ver a la hermana de Trunks ¿podrías llevarme tú? –pregunto esperanzado-
¿De verdad no piensas ir? –inquirió el mayor de los jóvenes extrañado-
No me gusta importunar –respondió la mujer sin mucho convencimiento-
Al contrario, creo que a Bulma le daría mucho gusto verte, si quieres puedo avisarle a Videl y así vamos todos juntos –sugirió Gohan-
Yo ya estoy listo –contesto Goten aprovechando la oportunidad-
La verdad es que no quiero ir porque no me siento bien de salud –mintió la mujer al verse perdida-
¿Qué te ocurre? –pregunto Gohan sin darse cuenta que su hermano menor lo miraba con insistencia-
Hermano, ¿vas a llevarme cierto?... –menciono el niño esperanzado-
No seas imprudente, que acaso no escuchaste que mamá no se siente bien –exclamo Gohan mirándolo con molestia-
Seguro no es nada serio hijo –expreso la morena mientras se sentaba en el sofá- Si quieren ir con Bulma está bien, denle saludos de parte mía y díganle que me disculpe.
No iremos a ningún lado –aseguro el joven acercándose a ella- Le llamaré y la felicitaré en nombre de todos, ella comprenderá que no te vamos a dejar sola si no estás bien.
No te preocupes por mí, solo necesito un poco de descanso para sentirme mejor –dijo Milk un poco avergonzada de su proceder, pero aliviada de haberse librado de aquel compromiso que deseaba evadir-
Vamos te ayudare a recostarte –sugirió el joven de lentes a su madre-
Goten se enfado al ver como su oportunidad se había frustrado, no entendía el comportamiento de Milk, si estaba enferma pudo habérselo dicho desde un inicio y el habría entendido, más bien parecía un pretexto de último minuto para no ir, como si eso no bastara su hermano se había molestado con él, sintiéndose ignorado abandono la casa. Después de pensar por unos minutos, decidió que no iba a defraudar a su mejor amigo, solo había alguien que podía ayudarlo, así que emprendió el vuelo y salió en dirección a las montañas donde hacía días su padre estaba entrenando.
¿Podrías acompañarme a la Corporación? –pregunto el niño sin siquiera responder al saludo de Goku-
Lo siento hijo, estoy muy ocupado ahora –dijo aquel cambiando su sonrisa por una expresión seria-
¡Esto es increíble! –expreso el niño fastidiado-
Porque no le pides a Milk que te acompañe –sugirió el saiyayin haciendo una pausa en su entrenamiento al verlo tan molesto-
Ya lo intente pero no quiere hacerlo, tampoco me deja ir solo, por eso vine a verte –señalo Goten, y anticipándose a las posibles sugerencias de su padre añadió- Gohan y Videl tampoco van, solo quedas tú…
Goku vio la súplica en el rostro de su hijo, sabía el motivo por el cual insistía en ir a la Corporación, el mismo motivo que a él lo hacía desear no ir.
Bulma es tu amiga… ¿no crees que se sienta decepcionada si no vas a verla en estos momentos? –exclamo el pequeño con la intención de que esto terminara de convencerlo-
El saiyayin medito unos instantes en las palabras de Goten, un nacimiento era una ocasión importante, en el caso de Trunks no la visito porque estaba ocupado como todos entrenando para vencer a los androides, pero en estos tiempos de paz, no había una excusa lo suficientemente poderosa como para no asistir.
Está bien –accedió el guerrero con expresión resignada-
Complacido por su logro, el menor de sus hijos lo tomo del hombro mientras el guerrero colocaba su dedo índice y medio en la frente, en pocos segundos aparecieron al lado de Trunks.
Goten, Señor Goku, que gusto –dijo el niño de cabello lila con una sonrisa-
¡Felicidades por tu nueva hermana! –comento su amigo con expresión de júbilo y después añadió con voz baja- aunque hubiera sido genial que fuera un niño, así podríamos entrenar con él.
Me hubiera encantado un hermano, pero no me quejo –agrego Trunks-
Tal vez puedas entrenar con ella, se siente un ki poderoso –observo Goku-
Tiene razón –asintió Trunks y de pronto recordó sus modales- porque no van al jardín mientras le aviso a mamá que están aquí, si desean algo pueden pedírselo a los robots –añadió con una sonrisa-
¡Espérame voy contigo!, ¡nunca he visto un bebe saiyayin y me muero de la curiosidad! –grito Goten al tiempo que lo seguía-
En menos de treinta segundos Goku se quedo solo, de pronto se dio cuenta que no quería ni debía estar ahí, una parte de él deseo teletransportarse a un lugar lejano, donde no pudiera ser testigo de la felicidad que reinaba en la Corporación y que sentía le habían arrebatado. Otra deseaba ver de nuevo a la mujer que amaba sin importar lo doloroso de la situación.
Me imagino que has venido a conocer a la princesa de los saiyayins –exclamo una voz conocida, sacándolo de aquel dilema interno-
Así es Vegeta –respondió el guerrero sin muchas ganas-
Tal vez después de que lo hagas, tú y el mocoso quieran enfrentarse con Trunks y conmigo, eso si no tienes miedo –dijo el príncipe socarronamente-
"Debe estar de muy buen humor para proponerme algo semejante", pensó Goku al escucharlo. Estaba por aceptar aquel "amistoso" combate cuando apareció Trunks anunciándole que podía ver a Bulma.
En otra ocasión será, lo prometo –señalo antes de marcharse-
Vegeta ni se inmuto solo dejo escapar una carcajada de triunfo, a la que Goku no le dio importancia. "Pronto la veré otra vez" se dijo el guerrero mientras seguía al niño de cabello lila por los pasillos de la Corporación, en un instante lo que llevaba meses esperando paso, ahí estaba ella.
Horas más tarde Goku y su hijo regresaron a casa, apenas entró el saiyayin supo por la mirada de su esposa que habría problemas, durante la cena no se pronunció una sola palabra, en el ambiente flotaba la tensión, pero no hubo ninguna pelea, ya en su habitación justo cuando estaba por olvidar sus sospechas Goku escucho lo que tanto temía.
¿Por qué fuiste a verla? –reclamo su esposa mirándolo con furia-
No fue idea mía, Goten insistió, se veía tan ilusionado que no pude negarme –se defendió él-
Por lo visto pretextos no te faltan para correr a su lado –dijo Milk apretando los puños-
Si lo hubieras acompañado cuando te lo pidió, yo no habría ido, lo juro –señalo su marido con franqueza-
¡Solo eso me faltaba!... ¡Ir a ver a esa mujer y felicitarla! –apunto ella alzando la voz- como si fuera tan fácil para mí…
Para mí tampoco fue fácil –confeso el de pronto-
¿Qué no te importan mis sentimientos?... ¿Cómo puedes decirme eso? –pregunto la mujer al borde de la histeria-
Perdóname no quise lastimarte –se disculpo el guerrero-
Siempre es lo mismo, estoy harta de escucharte pedirme perdón –exclamo ella con expresión derrotada- Si quieres seguir viéndola hazlo, pero que te quede clara una cosa... Bulma está con Vegeta y eso no va a cambiar -manifestó la mujer antes de apagar la luz y dar por terminada la conversación-
Goku suspiró aliviado una vez que la habitación quedo sumida en el silencio, sabía que Milk tenía motivos para reclamarle, pero después de todo ella fue quien decidió que las cosas siguieran así, de haber sido por él, hubiera preferido olvidar y sin embargo no podía… estaba atado a ese sentimiento que lo superaba en fuerzas, que se le incrustaba en el alma cada vez con más bríos.
Ese sentimiento que lo lastimaba día con día, al saber que la mujer que amaba era de otro por un error del destino, no pasaba un solo momento en que no se reprochara no haber peleado por ella, estaba consciente que se rindió para no herir a los suyos, para que todo siguiera como antes, pero la resignación que un día creyó encontrar no llegaba, tal vez jamás lo haría, desesperado por el dolor que lo embargaba, decidió refugiarse en el recuerdo de su encuentro con ella esa tarde, porque aunque tenerla cerca era una tortura, no tenerla era como si estuviera muerto en vida…
Trunks lo guio por la Corporación con su amabilidad acostumbrada, la charla que sostuvieron fue breve, no podía concentrarse en otra cosa que no fuera Bulma. Por fin el niño se detuvo frente a una habitación y tras despedirse de él, se marchó a divertirse con Goten.
Goku, que gusto verte –exclamo la mujer alzando la vista-
Con pasos lentos el saiyayin camino hacia la mecedora donde Bulma reposaba, pero antes de llegar se detuvo con visible timidez.
Vamos, acércate –alentó al verlo dudar- No me vengas ahora con que al guerrero más poderoso del universo le dan miedo los bebes –señalo al tiempo que reía de su propia broma-
Goku sonrió al escucharla, haciendo un esfuerzo por controlarse se dirigió a la peliazul y al pequeño cuerpo que mecía en sus brazos, cuando no hubo más distancia entre ellos, Bulma deslizo suavemente la frazada que cubría a la bebe para que su amigo pudiera mirarla.
Se llama Bra –pronunció orgullosa-
El corazón del guerrero latió con fuerza, ante sus ojos estaba la viva imagen de su amada, el mismo cabello y los ojos celestes que tanto añoraba, impulsado por la ternura que aquella criatura despertó de golpe en él, acaricio suavemente una de sus manitas.
¿Verdad que es hermosa? –pregunto Bulma conmovida por la actitud del guerrero-
Es perfecta, como tú –murmuro aquel en voz apenas audible-
No tienes que hablar tan bajo –dijo la peliazul- Así que piensas que se parece a mí –añadió ella pues solo atinó a escuchar las dos palabras finales de la oración de Goku-
Si, eso dije, son idénticas –respondió su amigo tratando de sonar convincente-
Todo el mundo me lo ha dicho, no hay duda que será una mujer atractiva –aseguro la mujer con su vanidad acostumbrada- Y mira le agradas.
Goku volvió su vista hacia la pequeña que lo veía con atención, acababa de atrapar uno de sus dedos con su manita y sonreía como un ángel.
Parece muy frágil pero no lo es, puedo sentir que es fuerte y al mismo tiempo es tan linda y pequeña, que no parece real –mencionó admirado al experimentar en ese contacto, un cálido sentimiento parecido al amor paternal-
Nunca te había escuchado hablar así –respondió la peliazul gratamente sorprendida-
Es que al verla pienso en cuanto me hubiera gustado tener una hija como ella –musitó mirando a Bulma que se sonrojo de inmediato-
Deberías intentarlo, Milk es muy maternal, no creo que la idea de otro hijo le moleste –insinuó la peliazul-
Goku le sonrió con tristeza, como explicarle que en realidad no quería otro hijo… que lo que en verdad deseaba con toda su alma es que esa niña fuera suya. No supo porque, pero en ese instante la idea de que Bra fuera su hija se apodero de él con fuerza, quizá todo se debía al parecido que la criatura guardaba con su madre, o tal vez, a lo mucho que le habría gustado estar al lado de Bulma y juntos formar una familia, lo cierto es que por un momento se dejo llevar por la fantasía de que la peliazul lo seguía amando y Bra era el fruto de ese amor.
Por fin la pequeña lo soltó, pues se había quedado dormida, entonces el embeleso desapareció para dar paso a la realidad. Había perdido a Bulma y nada podía hacer para recuperarla, pero por una extraña y desconocida razón, sentía que estaban unidos por un lazo indestructible, y eso le dio un poco de paz a su atormentado corazón, sin hacer ruido acerco una silla para estar al lado de la peliazul que seguía meciendo con dulzura a la bebe. Hipnotizado por la belleza a su alrededor se dedico a contemplarlas en silencio, de vez en cuando su amiga alzaba la vista y le sonreía, verla tan dichosa, compensaba la agonía de la separación, su sacrificio parecía poco, si pensaba que con él lograba el bienestar de Bulma, el que ella fuera feliz era lo único que importaba.
