¡Hola, hola gente bonita! Aqui me reporto con otro de mis engendrito -fanfic's- jajaja esta vez es una historia romántica, harto melosa y gay (?) si, como siempre jaja espero que les guste, yo me entretuve escribiéndola.

Titulo: El momento perfecto.

Autora: Shadow princess/Kitsune.

Fandom: Inazuma Eleven

Pareja: EndouxKazemaru como principal, mención de HirotoxMidorikawa y GouenjixFubuki.

Géneros: Romance, algo de humor, shonen ai.

Advertencia: FANFIC CON CONTENIDO HOMOSEXUAL, o sea que si eres homofobico o muy joven y sin conocimiento de lo que hablo es mejor que cierres esta ventana o pinches la flechita de "Atrás". No quiero reclamos después.

Capitulo: 1/2.

Disclaimer: Inazuma Eleven no me pertenece, es completa propiedad de Level-5, lo único que me pertenece es esta historia y no gano nada escribiéndola o publicándola mas que mi propia satisfacción.


CAPITULO 1

El entrenamiento del equipo Inazuma Japan había sido duro y largo, como usualmente pasaba, todos los integrantes estaban cansados y solo querían irse a dormir al edificio del campamento, bebieron algo de agua de los termos que les dieron las ayudantes del equipo.

Mamoru Endou, se quito los guantes para después hidratarse- El día de hoy la practica fue genial, ¿¡no lo creen! -comento entusiasmado con una enorme sonrisa en el rostro mientras el resto del equipo, la mayoría sentados en el suelo, le miraban sumamente cansados y con una enorme gota de sudor resbalando por su frente. El velocista de cabello azulado simplemente sonrió con nerviosismo, como siempre aquel chico no parecía cansarse, pero era normal siempre seguía entrenando por su cuenta en la torre de Acero.

Poco a poco los miembros del equipo comenzaron a ir a los vestidores para cambiarse de ropa y disfrutar de lo que quedaba del día descansando o dedicándose a alguna otra actividad. Los primeros en escabullirse después de sacarse el uniforme, fueron Tachimukai y Tsunami, parecían estar muy apresurados en salir del lugar. No era una sorpresa ya que ellos eran pareja, desde hacia tiempo, cosa que a nadie del equipo le molestaba al contrario esa situación parecía animar a algunos mas que sentían cierta atracción por algunos de sus compañeros...Y entre ellos contaba el jugador no. 1 del equipo, el capitán, Endou. Desde hacia tiempo había reconocido que sentía un cariño muy especial por el velocista Kazemaru; entre mas convivían juntos e incluso durante el abandono al equipo ese cariño se consolido en un sentimiento mas fuerte. Le gustaba, lo quería...estaba enamorado de el, pero su razón le decía que no era algo prudente, como capitán del equipo debía preocuparse por todos sus demás compañeros, no podía ser tan egoísta y solo concentrarse en el ex-atleta.

Estaba tan sumido en sus propios pensamientos que no se dio cuenta que todos los demás del equipo ya habían salido del vestidor, creía haberse quedado solo, pero en el momento en que se saco la playera del uniforme, entro en la habitación Ichirouta Kazemaru, aun no se había cambiado, parecía haberse distraído con algo.

El portero se puso algo nervioso pero intento no darle importancia y siguió cambiándose, dejando ver las muchas heridas en su espalda debido al entrenamiento- Kazemaru, ¿te paso algo malo? -pregunto intentando no sonar muy ansioso al ver la expresión de ligera preocupación de su compañero.

-Hmm algo así, Endou pero no te preocupes -comento sonriente mientras se sacaba la liga del cabello, dejándolo suelto, el castaño se sonrojo un poco, desviando el rostro. Le encantaba cuando podía ver al ex-velocista con aquella apariencia.

Termino de ponerse la playera limpia y aun sin mirarle al rostro hablo en voz baja- Sabes que puedes contarme lo que sea, pero no voy a presionarte -de reojo, y sintiéndose algo vil por hacerlo, observaba como el peliazul se cambiaba, tenia un cuerpo atlético y bien definido, ya varias veces había fantaseado sobre el como se sentiría esa piel al tacto y al gusto pero no tenia el valor para hacerlo en la realidad.

Kazemaru se sentó en una de las bancas, ya vestido pero aun con el cabello suelto, Endou hizo lo propio y se sentó a su lado, esperando que quisiera hablar.

-Hace un rato vino a buscarme mi antiguo compañero de atletismo...lo recuerdas, ¿no? -El chico de la banda asintió en silencio, sin querer interrumpirle aunque tenia miedo de enterarse de que el otro de nuevo dudara de su permanencia en el equipo- El me dijo que...-el numero dos, trago saliva con pesadez- Me dijo que yo le gustaba -termino susurrando, con la mirada fija en el suelo con un ligero tono rosa en sus mejillas.

Y aquella imagen seria perfecta para Endou, si no fuera porque estaba hablando de otro chico y de forma romántica, hizo un ligero gesto de enfado- Y...¿Que piensas hacer? -pregunto de forma brusca, esperando la respuesta y rogando porque fuera a rechazar al niño ese.

-No...no lo se, nunca pensé que tuviera esos sentimientos por mi, creí que era simple admiración -apretó ligeramente la mandíbula- Hay una persona que me gusta pero es inalcanzable para mi así que, tal vez...tal vez debería darle una oportunidad -termino por comentar en voz muy baja, el portero sentía una desagradable opresión en su pecho, al escucharle hablar así. De inmediato se puso de pie frente a el jugador mas rápido, tomándolo por los hombros, mirándole con el ceño fruncido, de forma decisiva.

-¡No hagas nada sino estas seguro! Lo mejor es que te tomes tu tiempo para pensar las cosas, Kazemaru...no vayas a hacer algo de lo que después puedas arrepentirte -le dijo en voz alta, haciendo que el peliazul parpadeara un par de veces, bastante sorprendido por la actitud del otro, y después le sonrió con amabilidad.

-Gracias capitán, tienes razón. Eso haré -comento ya mas tranquilo, el castaño suspiro aliviado y quito sus manos de los hombros del contrario, alejándose, con una ligera sonrisa aunque era bastante falsa.

Ambos recogieron sus mochilas para volver al campamento juntos, platicando de soccer, estrategias, recordando momentos de sus viajes y demás. Fue un momento ameno entre ambos, cuando llegaron al edificio, el castaño le acompaño hasta su habitación, despidiéndose de el con una sonrisa amplia.

Una vez que Ichirouta estuvo en su cuarto, el capitán del equipo se dio la vuelta para ir directo a su propia alcoba pero se encontró con Midorikawa que le observaba con una sonrisita maliciosa en su rostro, Mamoru levanto una ceja con curiosidad ante el bloqueo del paso que le hacia del de cabellos verdes.

-Eh...¿Midorikawa? ¿Necesitas algo? -murmuro Endou, no entendía a que venia la expresión divertida del otro aunque Midorikawa siempre era raro.

-Te gusta Kazemaru, ¿verdad? -le pregunto sin pudor, aun con una sonrisa en sus labios- Iba camino a comprar algo para comer y les vi, eres muy obvio, capitán -rió ligeramente, con las manos dentro de los bolsillos de su chaqueta. El jugador numero 1 de Inazuma, trago saliva con pesadez, sonrojándose y aferrando su mano a la mochila que llevaba, no creía ser muy obvio porque entonces el objeto de sus deseos se habría dado cuenta y eso no había pasado hasta ese momento o al menos eso creía.

-¿Porque...porque lo dices, Midorikawa? -pregunto aunque sin muchas ganas de seguir la conversación, se sentía acorralado y no le gustaba sobre todo si involucraba sus sentimientos personales hacia el ex-velocista.

El peliverde volvió a reir en voz baja, a veces el castaño era bastante lento e inocente- Es por la forma en que lo miras...algo como "Ah, es un tesoro tan delicado, no quisiera que nadie mas lo tocara" -termino de decir con una amplia sonrisa en sus labios mientras el capitán, enrojecía aun mas pero sin apartar su mirada de la de su compañero e equipo.

-No se lo digas a nadie mas, en especial a él, por favor -dijo en voz alta, no pensaba negar una verdad tan evidente, no le gustaba mentir...pero ocultar la verdad era muy diferente.

Midorikawa suspiro, aquel tonto capitán era tan suspicaz con los sentimientos y emociones de sus compañeros pero no con los de la persona que le gustaba. El ex-alien quería ver feliz al castaño y sobre todo a su buen amigo Kaze chan- Capitán, no te preocupes por eso pero...creo que deberías decirle a Kazemaru, podrías llevarte una sorpresa -comento sutilmente.

-Mi deber es prestar atención a todos mis compañeros de equipo, no puedo solo concentrarme en una persona que me gusta -susurro, explicando sus motivos mientras se recargaba en una de las paredes del pasillo.

Su compañero frunció el ceño- Endou, eso es una tontería, no vas a dejar de preocuparte por el equipo solo porque estas enamorado de alguien mas...mejor piensa bien las cosas, Kazemaru no va a esperar toda la vida -aquellas palabras sobresaltaron al portero, había recordado la confesión del ex-compañero de atletismo- Eres un buen capitán, no creo que dejes de hacerlo con nada -le sonrió con calidez antes de alejarse del chico de la banda, dándole la espalda y despidiéndose con un gesto de su mano- Nos vemos Endou -se dirigía a la habitación de Hiroto, aunque antes haría una escala en la maquina de dulces, esperaba que esta vez si se decidiera y por fin le pidiera ser su novio sino lo hacia terminaría 'atacándolo'.

El castaño se quedo en medio del pasillo, pensativo y encontrando la lógica en las palabras del peliverde, no estaba equivocado...le hervía la sangre pensando que el medio campista pudiera corresponderle a alguien mas. Siguió su camino hacia su habitación, había tomado una decisión, pensaba aclarar sus sentimientos con su 'amigo'.

Necesitaba dormir y armarse del valor para lo que tenia que confesarse con el peliazul, mientras se encontraba recostado en su cama pensaba en como todo lo que había imaginado termino cambiando dramáticamente al conocer a Ichirouta. Se suponía que debía ganar el torneo de fútbol frontera, terminar sus estudios para tener contenta a su madre, volverse un jugador profesional y encontrar una linda chica de la cual se enamoraría y se casaría...pero tenia que llegar el numero dos a trastornar su vida, aunque no le molestaba, Kazemaru era infinitamente mas interesante que cualquier chica que conociera y en cuanto a belleza podía competir sin problemas con cualquier fémina.

Sonrió ligeramente, acomodándose mejor sobre la cama, cerrando los ojos y con ese pensamiento en su cabeza termino por quedarse profundamente dormido.

El sol brillaba con intensidad, algunos rayos se colaron por la ventana de su habitación haciéndole parpadear antes de sentarse en la cama y desperezarse por completo, volteo a ver la hora e inmediatamente salio de la cama, buscando su ropa de entrenamiento, vistiéndose con rapidez antes de bajar al comedor donde todo el equipo ya se encontraba desayunando tranquilamente, al verle entrar todos voltearon a verlo, el simplemente se limito a sonreír ampliamente y llevar una de sus manos hasta su nuca frotándola con suavidad.

-Endou, tienes que desayunar antes del entrenamiento...es raro que hoy no te levantaras a tiempo -murmuro preocupada Aki, una de las ayudantes del equipo mientras colocaba el plato de comida del castaño en el único lugar vació de la mesa que quedaba.

El portero se sentó sintiéndose algo regañado por la chica pero no le dio mayor importancia y comenzó a comer, casualmente estaba sentado al lado del chico que le quitaba el sueño, pronto todos olvidaron el retraso del castaño y volvieron a charlar- Endou, ¿estas bien? -le pregunto el atleta, mirándole con ligera preocupación, cosa que hacia que el líder del equipo le sonriera.

-No te preocupes Kazemaru, estoy bien, yo estoy mas preocupado por ti -susurro, dando el ultimo bocado antes de levantarse de su asiento- ¡Muchachos hay que entrenar mucho! -animó a su equipo, que corearon un respuesta afirmativa, antes de salir del comedor para ir a cambiarse para su sesión de entrenamiento de la mañana, dejando al peliazul con una cara de interrogación; ya que aun no era el momento para decírselo al de ojos rojizos...Tenia que esperar.

Todo el equipo de Japón salio del edificio y comenzaron a hacer el calentamiento de rutina, en esa ocasión Endou se acerco a Kazemaru y se ofreció a ayudarle, empujando suavemente la espalda del jugador no. 2 hacia abajo para que pudiera estirar sus músculos lo mejor posible- Gracias Endou, el día de hoy estas mas ansioso que de costumbre, eso es bueno -comento feliz el ex-velocista, mientras el capitán sonreía disfrutando de la cercanía del cuerpo del otro. Sin ser consientes Kogure se acerco a ellos y con su usual gesto burlón comenzó a reír- Shishishi...¡ustedes dos parecen tan enamorados! -dijo en voz alta antes de ser arrastrado de la oreja por su pareja Haruna, lejos de ahí.

-¡Kogure! Eres imposible, no puedo creer que no puedas estarte quieto...-se quejo mientras lo alejaba. Mientras que ambos jugadores involucrados se sonrojaron, separándose para seguir con sus ejercicios por separado. Midorikawa se acerco a su amigo, no paraba de sonreír feliz.

-¡Kazemaru!...Vamos a entrenar muy duro el día de hoy, ¿nee? -dijo mientras el corredor sonreía nerviosamente ante la actitud tan sospechosa del otro, intuía que algo tenia que ver con su compañero de equipo, Hiroto.

-Dejame adivinar, algo paso con Hiro -murmuro sin darle muchas vueltas al asunto, ajustaba la liga en su cabello, se dio cuenta que estaba en lo correcto cuando el chico peliverde se sonrojo sin borrar la sonrisa de bobo enamorado que traía.

-¿Tanto se nota? -coloco sus manos entrelazadas detrás de su nuca- Anoche me pidió que comenzáramos a salir juntos...fue muy divertido, creí que se desmayaría antes de pedírmelo -rió en voz alta, provocando que su amigo también se riera de buena gana, feliz por la felicidad de sus compañeros. Ambos comenzaron a dar algunas unas vueltas por el campo para tomar ritmo para la practica mientras eran observados de reojo por el castaño que terminaba de ajustarse los guantes. Negó firmemente con la cabeza, despejando su mente y concentrándose solo en el entrenamiento, ya tendría tiempo para pensar en como, cuando y donde confesarse, no se sentía presionado pero estar en esa situación le hacia sentir algo cobarde por no ser capaz de decirle sus sentimientos a la persona que le gustaba.

No tardo mucho en empezar el entrenamiento, empezaron con una sesión de pases con el balón antes de comenzar la practica con algunos tiros que eran, en su mayoría, detenidos de forma brillante por Tachimukai y Endou, y para terminar se dividieron en dos equipos haciendo un partido entre ambos quedando empatados a 3 goles cada uno.

Se reunieron en las bancas al lado del campo para beber agua y escuchar las indicaciones del entrenador Kuduo que como siempre era bastante estricto y sin reparos les remarcaba sus errores pero claro sin alabar sus aciertos.

Apenas el entrenador indico que la practica había terminado, se alejo de los chicos que aun se estaban recuperando del esfuerzo. Fuyuka fue al lado del capitán y le dio una toalla para que secara su sudor, el chico le agradeció el gesto con su usual sonrisa pero algo distrajo su atención, apoyado en la reja de la instalación se encontraba un moreno de cabello rubio y en cuanto lo vio, Ichirouta, corrió a su lado, sonriente mientras parecía agradecerle su visita.

-Ah...ese es el amigo de Kazemaru kun, verdad? -pregunto la chica a su lado, mirándoles, buscando la razón por la cual aquella escena distraía tanto al portero pero la veía como algo normal. Aunque el rubio parecía decepcionado pero ese gesto cambio por completo cuando el peliazul le abrazo con suavidad como intentando confortarlo- Ahh que buenos amigos son, verdad, Mamoru-kun? -le pregunto sonriente pero el castaño parecía que no le ponía atención, tenia ligeramente fruncido el ceño, apretaba con fuerza el termo con agua casi lo rompía con el agarre y un aura negra de completo enfado le invadía. La chica se asusto y decidió dejarlo solo un momento, al menos, hasta que se calmara.

-Endou si sigues así vas a terminar preocupado a todas las chicas -susurro el goleador de fuego, que por fin logro atraer la atención del chico de cabellos castaños.

-Ah...Gouenji, ¿¡que dices! Si no eh hecho nada...-murmuro extrañado, sin entender muy bien a que se refería. Eso solo hizo que el otro sonriera de forma divertida.

-Creo que debes dejar de darle vueltas y declararte a Kazemaru...oí que le gustan juegos mecanicos, mañana deberías aprovechar el día libre-murmuro dejando al castaño de nuevo solo pero esta vez un poco avergonzado, ya que al parecer todo el mundo se había dado cuenta de lo que sentia menos Ichirouta, mientras iba a alcanzar a Shirou para acompañarlo un rato y quien sabe tal vez hacer algo de 'entrenamiento' privado y personal con el.

-Así que juegos mecánicos...-sonrió ligeramente y sin importarle interrumpir se dirigió, hasta donde se encontraban medio campista y el tal Miyasaka, hablando cómodamente- Kazemaru, lo siento...no quiero interrumpirlos pero Fuyupe me regalo boletos para el parque de diversiones y quería saber si te gustaría ir conmigo, no quiero desperdiciarlos -comento, como siempre su ingenuidad le impedía darse cuenta que la chica se los había regalado esperando que la invitara.

El peliazul se sorprendió enormemente con la invitación, nunca pensó que alguna vez llegaría a escuchar eso, creía que solo pasaría en sus sueños mas locos. El rubio de piel bronceada miraba toda la escena con un gesto de enfado, como odiaba a ese porterucho, esperaba que su ídolo no aceptara, rogaba por que esa fuera la respuesta de su amigo.

-Eh...yo, Endou mmm claro, no veo porque no podamos ir juntos. Sera muy divertido -comento sonriendo de forma encantadora, gesto que le saco también una sonrisa al castaño.

-Tengo que irme, Kazemaru kun, piénsalo bien...nos vemos -les dio la espalda alejándose rápidamente, dentro de su cabeza el portero celebraba por el éxito de su brillante plan.

-Entonces mañana después del almuerzo, ¿te parece bien? -el ex-corredor dejo de ponerle atención al amigo que se había marchado, bajo ligeramente su vista hacia el suelo, sonrojándose pero sin dejar de sonreír.

-Claro, es perfecto. Debo ir a ducharme y terminar los deberes, nos vemos mañana -se despidió el chico de cabello largo con un movimiento de su manos, yendo directo a los vestidores y a las duchas de las instalaciones.

Hasta ahora todo había salido como quería, tenia la oportunidad perfecta de acercarse a su compañero y por fin confesarse, estaba nervioso al imaginar las posibles respuestas que podría recibir. Negó firmemente con la cabeza, despejando su menta y olvidándose de cualquier idea negativa que pudiera pasar por su mente.

Tenia una oportunidad. Mañana seria el día definitivo. No pensaba escapar, ni acobardarse, iba a ser valiente y decirle a Kazemaru cuanto le gustaba.

To be continued...

Notas: Bueno, ¿que les parece? Lo se, soy mala con la ortografía y gramática, es algo cursi y predecible pero...hey! de vez en cuando me gusta ser cursi y predecible jajaja de todas formas, gracias por tomarse el tiempo para leer nwn lo aprecio mucho. Esperen pronto el desenlace de esta historia!

BYE!