Comenzaban su ultimo año en East High, el verano y las vacaciones habían quedado atrás junto a todas esas nuevas experiencias que los habían echo crecer y sentirse aun mas unidos. Troy y Gabriella estaban mas enamorados que nunca, Chad por fin comenzaba a salir formalmente con Tylor, Kelsie logró ganar confianza y estaba segura de que este año sus canciones serían parte del musical mas grande en la historia de la escuela, en fin, todo parecía ir bien para los linces, tanto que ni siquiera les importaba volver a las tediosas clases de la señora Darbus. Era increíble pero todo parecía igual, excepto para los hermanos Evans. El verano había abierto una brecha entre ellos que en vez de cerrarse cada día se hacia más evidente.

En Albuquerque el clima era calido, perfecto para aquel primer día de clases, la entrada estaba repleta de alumnos reencontrándose y aprovechando esos minutos para comentar acerca de sus vacaciones, los chicos acababan de llegar, felices saludaban a sus compañeros de equipo, hasta que un extraño suceso los hizo voltear, dejándolos totalmente extrañados. Sharpay Evans, con su inconfundible cabellera rubia al viento y el estereo a todo volumen hacia su entrada triunfal en su acostumbrado descapotable rosa, lo que a todos les tenía sorprendidos es que el asiento del acompañante estaba vació, en los 18 años que habían asistido a East High nunca habían dejado de asistir juntos y ahora, en su primer día del ultimo año los hermanos Evans no llagaban juntos, ciertamente ese era un mal presagio…

- Que les pasa, nunca vieron a una chica bajar de su auto?- pregunto Sharpay a la multitud que en silencio la observaba. Tomó su cartera junto a un par de libros y se dispuso a entrar dispuesta a asesinar con la mirada a quien osara preguntarle algo, por lo que todos retomaron sus actividades y se dispusieron a ingresar a sus respectivos salones.

No había pasado mucho tiempo cuando Ryan llego a la entrada acompañado del chofer de su familia a quien despidió amablemente, se veía tranquilo aunque su mirada se notaba afectada, por lo que Gabriella y los demás corrieron hasta él para darle la bienvenida.

- Que tal lince? - pregunto amistosamente Gabriella mientras caminaba a su lado

- bien, gracias – respondió sin mucho animo – disculpa pero debo ir a buscar algo a mi casillero – se despidió y sin mas explicaciones se apresuro a entrar.

Todos se miraban sin entender nada, algo muy extraño estaba pasando entre los Evans, los reyes del drama se habían separado, era un suceso inesperado y confuso que quisieran o no terminaría por afectar la vida escolar de todos en East High…