Habían pasado ya 12 años desde que Konoha fue destruída. Ahora, se había convertido en una próspera villa y más grande que la de antaño. Danzou había relevado su cargo de hokage a Naruto Uzumaki, que ahora portaba como el séptimo. La muerte de Sasuke Uchiha había sido llorada y lamentada por sus dos mejores amigos. No quiso desistir de sus ideas, por eso, Naruto no tuvo más remedio que matar al que fue su mejor amigo, no obstante, fue enterrado con honores en su villa y recordado por todos sus habitantes.

Ya había alcanzado la plena madurez a sus 27 años. Ahora, Konoha estaba de celebraciones y era motivo de felicidad de Naruto.

Se celebraban los exámenes de acceso a chunnin, y, para el rubio, no había mayor satisfacción que el de poder ver a su hijo, Sasuke, fruto de su matrimonio con Sakura.

Él mismo le había enseñado a dominar sus técnicas de multiplicación de cuerpos y el rasengan, además de un control espléndido sobre el chakra que Sakura le enseñó a dominar.

Naruto Uzumaki entró en el estadio, y se sentó en su palco principal. El primer combate era el de su pequeño . Se sentiría orgulloso de él, todas la personas de la villa habían hablado maravillas sobre su hijo de 12 años, como una viva imagen de su padre y la inteligencia de su madre.

Mientras esperaba a que la gente se situase en los asientos, una voz lo hizo salir de su ensimismamiento.

-Cuanto tiempo, Naruto Uzumaki.

El rubio giró su cabeza para contemplar silenciosamente al kazekage de la arena, y su mejor amigo, Sabaku No Gaara. Apenas había cambiado en todos esos años, seguía teniendo aspecto de niño, aunque su pelo rojo como el fuego estaba más corto y peinado.

Su hermano Kankuro entró seguidamente tras él.

-¡Gaara!¡Cuánto tiempo sin vernos!!

Gaara sonrió ligeramente, aunque Naruto fuese mayor, seguía siendo aquel escandaloso y jovial ninja.

-He oído que este año, la arena tiene unos candidatos excelentes. Espero que todos sepan dar lo mejor de sí.

El kazekage se sentó con parsimonia y tranquilidad. Kankuro comenzó a bromear con Naruto.

El rubio se levantó de su asiento para comenzar su discurso.

-Este año, asistimos a unos nuevos combates de candidatos a chunin. Espero que se diviertan y disfruten de lo que tanto nuestros ninjas como los de otras villas, pueden ofrecernos.

¡Que comiencen los combates!!

Naruto se sentó de nuevo. Miró a Gaara que permanecía con la vista fija en el punto donde se realizaban los combates.

El pequeño Sasuke apareció en el estadio. Era exactamente igual a su padre: Rubio, con el pelo alborotado, aunque sus ojos eran verdes como los de Sakura, que permanecía en las filas de abajo junto con su amiga Ino, saludando a su hijo.

Los murmullos entre la gente se hicieron presentes cuando vieron al hijo del séptimo Hokage.

-Naruto…¿ese es…? Preguntó Gaara con cierta curiosidad mirando al rubio.

-Si. Has acertado, es mi hijo Sasuke.

El pelirrojo curvó una sonrisa en sus labios.

-Entonces…esto va a ser más interesante de lo que imaginé. Pensó mientras cruzaba los brazos.

El segundo candidato llegó entonces al estadio. Era un niño pelirrojo, con el pelo alborotado. Naruto miró al niño, intentando averiguar si aquel pequeño que luchaba contra su hijo, era de su villa, lo descifró cuando vió que el niño llevaba el protector en el cuello con el símbolo de la arena.

-Asi que ese niño es candidato de la arena…jeje, bueno, no hay problema, Sasuke podrá con él!!!

El combate comenzó.

-Kage Bunshin no jutsu!!!

El pequeño Sasuke se multiplicó y comenzó a atacar al pequeño pelirrojo, que cayó al suelo cuando Sasuke le lanzó un Shuriken.

-¡Rasengan!!!!

Sasuke volvió a moverse concentrando energía en su mano y se dirigió hacia el pequeño pelirrojo con la intención de darle, pero cuando quiso darse cuenta, el pequeño pelirrojo había desaparecido de delante de él.

Sasuke miró a ambos lados intentando buscarlo, pero no le dió tiempo a reaccionar, pues cuando lo hizo, el pequeño pelirrojo le asestó un fuerte golpe en el estómago, haciendo que cayese al suelo.

Naruto se levantó de su asiento sorprendido, llamando a su hijo para que se levantara. Observó extrañado las venas que se marcaban alrededor del contorno de los ojos del pequelo pelirrojo.

-¡No puede ser!!!¡Ese niño….¿posee el Byuakugan?

Los miembros de la familia Hyuga contemplaron al desconocido niño asombrados, por un lado Neji y por otro el señor Hiashi junto a su hija Hanabi. ¿Cómo alguien que no fuera de esta villa podría poseer el Byuakugan?

-¡LEVÁNTATE SASUKE!!!Gritaron Naruto y Sakura desde sus lugares.

El pequeño Sasuke se levantó con cuidado, sonriendo y se limpió el hilillo de sangre que salía de su boca.

Volvió a ponerse en posición de ataque y se acercó usando una velocidad increíble hasta el pequeño, pero entonces ocurrió algo extraño. La arena se levantó del suelo protegiendolo y evitando su golpe.

El kazekage abrió sus ojos asombrado, sonrió y permaneció en silencio.

Mientras tanto en otra parte del estadio.

-No es posible….ese niño….¿Tambien puede controlar la arena? Es increíble, no pensé que heredase esa cualidad.

-Así es Shikamaru. Se ha convertido en una línea de sangre, lo siento por el hijo de Naruto, pero no tiene ninguna posibilidad frente a mi sobrino. Además etse niño no necesita cargar con la arena atodas partes como hace Gaara.

Shikamaru se quedó pensativo. Odiaba tener que reconocerlo de su mujer Temari, pero Sasuke estaba en franca desventaja frente al pelirrojo.

-¿Cómo es posible?Ese niño tambien controla la arena…¡No sabía que alguien más aparte de ti Gaara, supiera hacer esa técnica.

Gaara miró al rubio y le sonrió, pero no dijo nada más.

El combate estaba perdido para Sasuke. El pelirrojo se colocó el posición de combate.

-64 puntos Hakke!!

El pelirrojo comenzó a golpear 64 tenketsus del cuerpo de Sasuke, provocando que el rubio cayese al suelo, para asombro de sus padres y de todos los presentes.

El combate finalizó con la victoria del pequeño pelirrojo.

Sasuke permanecía en la enfermería, enfurecido con él mismo por no haber podido ganar.

Naruto y sakura entraron de pronto en la enfermería.

-Sasuke….

-No he podido ganar….no ha servido de nada todos los esfuerzos que he hecho. Soy un inútil….

-No digas eso Sasuke. No pasa nada, podrás presentarte el año que viene, no todo en esta vida es ganar o perder.-Le dijo Naruto.

-Aún así estamos orgullosos de ti.-Dijo la pelirrosa.

Naruto alborotó los cabellos de su hijo sonriente.

-No es el fin del mundo hijo.

Naruto le guiñó un ojo a su pequeño provocando una sonrisa en su cara.

Cuando los combates terminaron, Sasuke salió del estadio junto a Naruto y Sakura de la mano.

El niño pelirrojo se acercó hacia ellos corriendo.

Naruto lo observó durante un rato. Tenía un aspecto que le parecía familiar.

-Ha sido un placer luchar contigo, eres muy fuerte.-Le dijo el pequeño pelirrojo.

-Gracias.

El niño pelirrojo miró a Naruto.

-Eres muy fuerte pequeño. ¿Cómo te llamas?. Preguntó el rubio Hokage.

-Naruto señor. Mis padres me pusieron el nombre por el séptimo Hokage.

Naruto? ¿Quién habría podido ponerle su nombre a ese niño? Que casualidad que se llamase igual que él….Pensó el hokage.

-¡Naruto!!!

El pelirrojo giró la cabeza para atender de donde provenía esa llamada.

-Me tengo que ir, ¡Hasta luego!!

El hokage Naruto observó que el pequeño pelirrojo corría hacia Gaara. Fue entonces cuando enlazando cabos se dio cuenta. Aquel niño….era hijo de Sabaku No Gaara.

-Pero este niño es tu hijo?¿Cómo no me habías dicho nada?-Le preguntaba el rubio hokage a Gaara, que en ese momento acariciaba los cabellos de su pequeño.

-No fui yo el que quiso ocultarlo. Ella quería que fuese una sorpresa…

-¿Ella?

-Ya he vuelto. Dijo una voz a su espalda. Tenía que ver cómo le habían ido las cosas a todos.

-¡Mamá!!!!¿Has visto mi combate?¿Lo has visto?-Preguntaba el pequeño pelirrojo.

-Claro que sí, has estado excepcional, ya has aprendido a manejar el ojo blanco perfectamente.

-Si, pero aún no puedo controlar igual de bien la arena como papá.

-¿Hinata? Preguntaron Sakura y Naruto a la ojiperla que permanecía atenta escuchando a su hijo.

-Hola Naruto Kun, Sakura Chan.-Dijo haciendo una reverencia.

-Entonces..Tú y Gaara ¿Os casastéis?-Preguntó el rubio.

Flashback

-Hinata Hyuga.

-¿Si hokage-sama?

-No me llames así que hay confianza.-Sonrió Naruto.

-Te he llamado porque necesito que vayas a Suna. Verás es que andan algo escasos de personal médico. Enviaría a Sakura pero es que está de misión….además tu ojo blanco es una gran ventaja para curar los canales de flujo de chakra y eres una excelente ninja médico.

-Iré.

-Entonces les diré a Shino y Kiba que te escolten hasta Suna.

Caminaron tres días hasta Suna. Kankuro los recibió y los llevó ante el kazekage.

-Gaara, ya están aquí.-Dijo mientras tocaba la puerta de su despacho.

Hinata entró junto a sus compañeros de equipo. El kazekage, permanecía en absoluto mutismo, penetrando con su fría mirada ante los visitantes, aunque se sorprendió al verla a ella, al ver lo que había cambiado.

-¿Quién es el ninja médico?

-Yo kazekage-sama. Dijo Hinata mientras bajaba su cabeza hacia el suelo.

éis quedaros a descansar si lo deseáis, hablar con Kankuro.

-Por favor Hinata Hyuga, acompáñame, le explicaré donde tendrá que situarse.

Hinata asintió y siguió al pelirrojo por los interminables pasillos.

-¿Cómo está?-Le preguntó de repente el pelirrojo, haciendo que ella alzase su cabeza durante unos momentos y lo mirase a los ojos.

-Me refiero a Naruto.

-Él está bien….aunque parece que ser hokage es todo un reto. Si no fuese por Sakura no sé como se las apañaria. Es un desastre, tiene todo el despacho lleno de papeles y comida.

Gaara sonrió ante el comentario, ya se imaginaba algo cuando la carta que le escribió Naruto respondiéndole a su petición de un ninja médico, estaba llena de faltas de ortografía y parece que se hubiese caído un plato de ramen encima.

Gaara le explicó a Hinata el funcionamiento del hospital en su villa, lo cual hizo que ella rápidamente se incorporase al trabajo y fuese una eficiente ninja médico.

No obstante, su estancia allí comenzó a alargarse.

El kazekage se acercó hacia ella.

-Hinata Hyuga. Has trabajado muy duro durante estos meses, y aunque sé que tienes que volver a Konoha, me gustaría que reconsiderases quedarte aquí. No hayningún nija médico como tú. Aunque…no tienes que responder ahora…tómate tu tiempo.

Gaara se fue dejando sóla a Hinata con su decisión. Entró en su despacho y se puso a mirar por la ventana.

-¿Por qué no te inventas otra excusa más creíble Gaara?

Kankuro permanecía a su lado, de brazos cruzados y con semblante serio.

-¿A qué te refieres?

-Sabes de sobra de lo que hablo. ¿Por qué no se lo dices?¿Por qué no le dices directamente que la amas?

-Por que….quiero que decida quedarse por su propia voluntad. No quiero obligarla a hacerlo sólo por decirlse que sea mi esposa. Además….no creo que me acepte.

Una noche, como las demás otras, Gaara se encontraba en lo más alto de la torre del kazekage, apoyado en la barandilla,sumido en sus pensamientos…cuando una dulce voz lo interrumpió.

-Ya he pensado en lo que me ha dicho y….¡quiero quedarme!!Ya no hay nada que me ate a Konoha, mi padre me considera débil como para heredar el clan….y aquí…siento que la gente me necesita, que incluso valgo para algo.

Gaara contempló los ojos de aquella hermosa muchacha, que robó su corazón en los exámenes de chunin.

-Hinata Hyuga ¿Estás segura de tu decisión?

-Si….

Gaara se acercó hacia ella y tomó su barbilla, obligándolo a mirarlo.

-No sabes lo que deseaba oirte decir eso….porque…se scercó hacia su oído.

-Te amo y me gustaría que fueras mi esposa.

Hinata se sonrojó notoriamente. Permanecieron mirándose en silencio hasta que sus labios se acercaron hasta sumirse en un profundo beso.

Fin del flashback

-¿Así que al final os casastéis? Sabía que Gaara tarde o temprano acabaría por enamorarse.-Dijo el rubio Naruto.

-Si. Ningún ser humano es capaz de vivir eternamente en la soledad.-Dijo una Temari que acababa de llegar junto a Shikamaru y sus dos hijos.

FIN.

El final me ha quedado un poco chof pero que se le va a hacer, espero que os haya gustado.

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