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Out for an airing
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Jack pestañeó y tomó conciencia de su locación. Chase lo había convocado, anunciándole concisamente que iban a salir, y entonces los teletransportó a ambos fuera de la montaña, con un chasquido de sus dedos. Jack ni siquiera había tenido tiempo para preguntarle a dónde iban.
Ahora estaban de pie, en una calle de alguna parte calurosa y tropical. El olor a sal llenaba el aire, y si el pelirrojo forzara sus orejas, casi podría imaginar el sonido del oleaje. Pero no intentó fatigar demasiado sus orejas, debido a la fuerte música que sonaba fuera de los clubes, que parecían tener una proporción muy alta de hombres con respecto a... bueno, más hombres.
-¿Chase¿En dónde estamos?- Jack se sentía desconcertado. Éste no era el tipo normal de lugar en el que encuentras Shen-gong-wu, o cualquier otro artefacto mágico.
-Miami- anunció Chase.
Disfrutó la mirada desconcertada en la cara de Spicer. Lo disfrutó casi tanto como disfrutó mirando el sudor que empezaba a adornar la cara y cuello del joven. Le recordó todas las deliciosas veces que había hecho sudar esa piel de porcelana, en su guarida en la montaña.
-O-kay... – dijo Jack, despacio -¿Por qué estamos en Miami?-
-Porque, Spicer, aunque normalmente prefiero la serenidad de mi santuario personal, a veces siento la necesidad de sacar a mi amante a tomar aire (1)-
Cuando se refería a su relación, Chase siempre intentaba usar la frase neutral "mi amante", como si pudiese ser cualquiera quien ocupara ese lugar. Si Spicer supiera la magnitud de lo que estaba recibiendo de Chase Young, no estaría viviendo con el joven. Le impedía a Jack que se le subieran los humos.
-¿Estamos en una cita?- peguntó el adolescente albino, escéptico.
Chase inclinó su cabeza en una afirmación, con una sonrisa maliciosa en sus labios.
-Pudiste haberme avisado a dónde íbamos- murmuró Jack, mirando sus botas de trabajo y su chaqueta desgarrada –Me habría cambiado-
Chase levantó una mano, con los dedos curvados. El antiguo guerrero esperó a que Jack lo mirara, entonces chasqueó sus dedos de repente. El pelirrojo chilló cuando sintió que su ropa se retorcía con violencia alrededor de su cuerpo. Incluso su helipack hizo un crujido cuando se separó, corriendo sobre su cuerpo en una forma que lo hizo estremecerse.
Cuando la magia se desvaneció, Jack estaba vestido por completo con cuero, metal y malla. Aunque, por la cantidad de ropa involucrada, "por completo" eran palabras fuertes. De hecho, "vestido" estaba en el borde, también.
-Um. Yikes- dijo Jack, enrojeciendo.
Algo a medio camino entre un chaleco y un arnés estaba atado alrededor del delgado pecho de Jack, fuerte en las correas y cadenas. Una camiseta manga larga de malla negra corría sobre su piel. Todavía llevaba puestos sus guantes sin dedos, pero ahora estaban acentuados por cuero apretado, tachas de plata y pulseras de cadena, de brillante plata, que subían hasta más arriba de sus codos.
Un par de aún más ajustadas botas estaban en los pies del joven albino. Eran tan fuertes como las correas y hebillas del chaleco. Pero la peor parte, o la mejor, dependiendo del punto de vista era...
-¿Cómo pueden estos pantalones siquiera mantenerse puestos?- se lamentó el pelirrojo.
-Magia- respondió Chase, sonriendo con malicia.
Spicer tenía razón; el cinturón estaba tan bajo que el mas mínimo esfuerzo por agacharse haría que las personas a su alrededor vieran su trasero. Eran tan apretados como una segunda piel hasta sus rodillas, donde estaban más sueltos para permitir mayor libertad de movimientos. Los pantalones calzaban como caucho, brillaban como cuero y se sentían como seda.
Un rápido chequeo a su cabello reveló que todavía tenía sus lentes.
-Oh, no me parezco a una prostituta del todo- siseó Jack, con las mejillas rojas.
Chase no pudo evitarlo; empezó a reírse ruidosamente. La única forma en la que Spicer podría avergonzarse más era si...
-¡¿Estoy usando collar?!-
El poderoso Chase Young se dobló por la risa, con sus brazos en volviendo su estómago.
-¡Hay algo escrito en él¡Puedo sentir la impresión¡¿Qué dice¿¡Chase?!
-Tranquilízate, Spicer. Este estilo se parece mucho a tu "look". Lo apruebo favorablemente- Chase mantuvo su risa bajo control lo suficiente para aliviar a su avergonzado compañero.
-Este no es mi "look"- retrucó Jack.
-Es bastante "gótico", creo que es el término. No te preocupes, Jack- el guerrero se puso a su lado y le dio un beso en los labios –Luces muy sexy-
Jack vació, pero cedió. No estaba acostumbrado a ser tan... abierto con respecto a su sexualidad. Por supuesto que tenía que ocultar la verdadera naturaleza de su relación con Chase de sus enemigos, y Hannibal Bean no era exactamente un amigo... y tampoco podías confiar del todo en Wuya. Seguro en la guarida de Chase, o incluso en su propia casa, Jack siempre estaba listo para ser el chico travieso del guerrero.
No estaba seguro de cómo se sentía al ir a un club gay con Chase. Hubiera sido bueno el tener opinión en la decisión.
Demasiado malo para saber más.
Chase chasqueó sus dedos de nuevo. Esta vez, su propia ropa ondeó y se deformó. Cuando el hechizo terminó, la arcaica armadura y su vestimenta negra del señor dragón se había ido. En su lugar, estaban un par de pantalones de cuero negros bien entallados, pero con mucha más diplomacia que los de Jack, y una camisa de estilo mandarín con un modelo de dragones verdes en un fondo negro, tan oscuro que sólo se mostraban cuando la luz le daba en el ángulo correcto.
La camisa estaba lo bastante desabotonada para mostrar los bien trabajados pectorales de Chase. Los últimos botones también estaban desabotonados, de tal forma que, cuando el señor dragón caminaba, sólo se podía atisbar un poco de piel desnuda sobra el cinturón de sus pantalones.
Jack miró esta visión de belleza masculina de arriba abajo y suspiró.
-¿Cómo es posible que luzcas como el Sexy Rey Genial de PateaTraseros-istán, y yo me parezca a Skippy la Prostituta Drogadicta?- gimoteó.
Chase le dio una amplia sonrisa. Envolvió a Spicer con sus brazos, abrazando al joven contra su pecho, dándole besos en sus pálidas mejillas y cuello. Eran besos gentiles; al final de la noche, el guerrero estaría pellizcándola lo suficiente para hacerlo sangrar, pero ahora podía darle a Spicer besos gentiles.
El señor dragón fue recompensado por su ternura; Jack se relajó contra el pecho de su ídolo, aceptando cada beso con una expresión de beatitud en su rostro. Para él, cada suave sonido era una bendición de los cielos.
-Vamos a divertirnos esta noche, Jack. Será una noche de baile y música, buena cena, y sexo fantástico. No hay necesidad de preocuparse- murmuró Chase, cerca de su oreja.
-Es sólo que no me imagino viéndote bailar- admitió Jack, y se ruborizó.
Estaba completamente relajado ahora, descansando con comodidad en los brazos de su amante mayor. Cualquier transeúnte que los mirase habría pensado que eran nada más que una pareja un tanto extraña.
-Oh, yo no bailaré- anunció Chase. Ante la desconcertada mirada de Jack, continuó, revelándose sus planes para la noche –Tú bailarás, Jack. Tendré el placer de mirarte. Quiero que bailes al volumen de tu corazón, pero estarás solo. Nadie tendrá permiso para bailar contigo. Si veo que cualquiera te toca, me molestaré mucho-
Los ojos de Jack se ensancharon ante la amenaza inferida.
-Cuando yo lo desee, esto vibrará- Chase tomó el teléfono celular que, de algún modo, había permanecido sujeto al frente de la cadera del pelirrojo –Cuando lo haga, detén lo que sea que estés haciendo y ven a mí-
-¿No estarás conmigo?- las cejas del joven albino se juntaron.
-Te estaré mirando. Ahora ven; salgamos de la calle-
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Juntos, el extraño par cruzó la calle hacia uno de los clubes. Chase dejó su brazo rodeando los hombros de Jack. Al señor dragón le agradó ver las miradas hambrientas que atraían ambos. Le gustó más cuando los patovicas (2) lo miraron con codicia apenas disimulada. Chase no podía culparlos.
Aunque Jack había madurado hasta ser casi tan alto como Chase, todavía retenía su figura delgada, juvenil. Su redonda, inocente cara y grandes ojos rojos aumentaban ése aspecto.. Ahora, sin su larga chaqueta negra, y mostrando su magra piel, ligeramente musculosa, Jack era la fantasía de todo homosexual.
Y le pertenecía a Chase.
El par pasó al lado del patovica. Después, el pelirrojo se preguntaría si el hombre siquiera los había visto. Una de las ventajas de salir en una cita con el más grande genio en toda la historia; no debes hacer la cola.
-¿Quieres beber algo antes de bailar?- preguntó Chase.
Sin esperar respuesta, el guerrero extendió una mano hacia Jack. Un largo vaso, lleno a rebosar por un líquido castaño, apareció entre las yemas de los dedos de Chase. Jack lo tomó. Un sorbo experimental demostró que no era nada más peligroso que té helado.
-Necesitarás tus fluidos. Bébelo todo, ahora-
-Gracias- Jack inclinó el vaso y pareció que vertía el té directo por su garganta.
"Después de todo" murmuró Chase "no es como si tuviera motivos para engañarte"
La sonrisa maliciosa de Chase se ensanchó cuando comprendió que algunos de los hombres cercanos miraban beber a Jack con ojos hambrientos. Tan pronto como el borde del vaso dejó los labios del pelirrojo, la boca de Chase ocupó su lugar. Spicer reveló lo que podría haber sido un "meep", pero el sonido fue sofocado por la lengua del señor dragón.
Chase besó y besó y besó a Spicer; explorando, sintiendo y succionando hasta que sintió la fusión del mago adolescente de la tecnología, incluso sintió cómo una protuberancia subía por su muslo. El hombre maligno despegó su boca de la del pelirrojo.
-Ahora ve a bailar; baila para llenarme de anticipación- pidió Chase, con sus ojos brillando.
-¿Vas a estar justo aquí?- preguntó Jack, con sólo un atisbo de nerviosismo en su mirada.
-No; me moveré alrededor para poder verte mejor. No temas hacer lo mismo. Me aseguraré que sepas en dónde estoy cuando yo lo requiera-
Chase aplastó su boca contra la del joven albino, y deslumbró a Spicer con otro ardiente beso, antes de empujarlo con suavidad hacia la pista de baile.
Jack fue hasta el borde de la multitud que bailaba, hizo una pausa, y miró por sobre su hombro, Chase se había ido. El adolescente albino suspiró.
-Esta es una cita extraña-
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Por un minuto o dos, Chase se preguntó si Jack estaría demasiado cohibido para bailar vestido tan provocativamente, pero no necesitaba preocuparse. Éste era Jack Spicer. Jack no estaba contento a menos que las personas lo estuvieran mirando fijo.
Chase se rió desde el fondo de su garganta, cuando recordó que Spicer se había acostumbrado a echarse en el regazo del guerrero, en especial cuando estaba tramando algo, y gritando: "¡préstame atención!". Si Chase le hablara a cualquier persona así, lo acusarían de ser seco y sarcástico. Young no sabía qué era más patético: el hecho que las acciones de Jack eran 100 por ciento exagerados, o el hecho que Chase, por lo normal, cediera a las demandas.
-Me estás convirtiendo en un suave, muchacho- murmuró a nadie en particular.
La canción cambió. Era evidente que Jack aprobaba la nueva ofrenda, porque destacó en la multitud, empezando a mover su delgado cuerpo con el ritmo.
El club tenía un segundo piso con un balcón abierto que miraba hacia abajo, sobre la pista de baile. Chase subió al segundo nivel y se sentó en un pilar para tener mejor vista. No estaba preocupado acerca de perder de vista a Spicer; la piel blanca y pura del joven prácticamente brillaba en la oscura luz del club.
Chase se perdió en el espectáculo de Jack Spicer bailando.
Jack era joven, enérgico, y desinhibido. Él también podía ser bastante elegante cuando su vida no estaba en peligro, y había sido sometido por años a lecciones de baile, desde que era niño. Jack podría haberlo considerado como abuso infantil, pero Chase agradecía los cuatro años de ballet, dos de baile de salón, y tres de tap jazz, que se mezclaban en el frenético joven pálido que bailaba.
Y no era el único.
El señor dragón sonrió abiertamente. El pelirrojo tenía suficientes admiradores ahora; los bailarines circundantes habían notado de verdad las habilidades y talento artístico de Spicer, por no mencionar su escasez de ropa y la forma en que el sudor brillaba en su cremosa piel. Algunos habían intentado bailar más y más cerca de Jack, y habían intentado terminar bailando con él, pero Spicer siempre los rechazaba, ignorando las invitaciones. Era sólo cuestión de tiempo antes que uno de ellos cediera a la tentación y... ¡ahí!
Un hombre joven la edad de Jack, con extravagantes mechones rubios en su pelo oscuro extendió la mano y agarró al mago de la tecnología por el brazo, e intentó llevarlo a un abrazo íntimo. Jack se puso tieso al instante. Empujó a quien quería ser su compañero de baile, con sus ojos agrandados por la alarma. Claramente, las órdenes de Chase de no permitir que nadie lo tocara había causado su impacto. Los ojos rojos dieron vueltas por el club, buscando al señor dragón, esperando alguna retribución.
Chase sonrió con una perversa y gran sonrisa.
El admirador de Jack volvió a su lado, llamando al gótico con una vacilante, fácil sonrisa encantadora. Spicer volvió a alarmarse y agitó su cabeza.
Si era posible, la mueca del guerrero se ensanchó.
El genio albino echó una mirada a través de la muchedumbre, sacándose de encima a su aspirante. Jack estaba buscando de nuevo a Chase, ésta vez por consuelo.
-No, no, Jack. No has terminado todavía- murmuró el guerrero.
Era evidente que Jack había llegado a la misma conclusión. Con una última mirada a su alrededor, resumió sus giros en otra parte de la pista de baile. Su desairado compañero parecía ofendido de haber sido rechazado. Algunos de los otros admiradores de Jack flotaron, como por accidente, a su nueva área de baile, y parecían determinados.
Durante los próximos cuarenta y cinco minutos, más o menos, el patrón se repitió indefinidamente. Jack bailaría como el Sexy Señor de Sexo Adolescente, alguien se le acercaría, Jack retrocedería como si hubiese sido amenazado, y se escaparía a otra parte de la pista de baile. Allí, él mostraría sus encantos a un nuevo grupo de bailarines que habían sido privados de la Gloria de Jack, así como a quienes lo habían seguido desde su locación anterior. Alguien intentaría agarrar a Spicer, o darle un golpecito seductor en el muslo, y el patrón empezaría de nuevo.
Después que Jack hubiese hecho un circuito de la pista de baile dos veces, y hubo dejado un sendero de hombres frustrados tras de sí, Chase dejó su sitio. El señor dragón bajó a la pista principal, y localizó una mesa por el área de baile, que estaba a la vista de todos los bailarines.
Desde allí, Jack parecía un poco más como un blanco fantasma que relucía dentro y fuera de la visión de los otros bailarines. Las feromonas y la lujuria espesaban el aire, junto con la frustración y el enojo del constante rechazo. Cuando Chase estuvo satisfecho con la inmensa mayoría de los bailarines queriendo poseer o ser poseído (3) por Jack, envió un poco de magia hacia el joven.
Jack se puso tieso cuando el teléfono celular en su cadera comenzó a vibrar. El pelirrojo se volvió despacio y buscó a Chase. Él dijo que estaría cerca; que sería fácil encontrarlo cuando lo llamara.
Aquí.
Las palabras flotaron a través de su cabeza, tan suave como la seda. Jack de repente supo en dónde lo estaba esperando Chase. Sin otro pensamiento, empezó a abrirse paso a través de la muchedumbre, ignorando las sonrisas invitadoras y las manos avaras. Las cadenas alrededor de sus muñecas tintinearon un poco cuando salió de la muchedumbre, dándole a todos los que estaban tras él, sin saberlo, una buena vista.
Cinco hombres lo siguieron fuera de la pista de baile.
Éstos eran los agresivos, los hombres descritos como de sangre caliente, o ardientes, o posesivos. Ellos no aceptarían un no por respuesta, en especial de alguien con un trasero que estaba rogando por ello.
Chase dejó ver una feral mueca cuando los vio.
Los ojos de Jack se iluminaron cuando él vio al señor dragón en una pequeña cabina. Dejando ver una amplia sonrisa, el villano adolescente se sentó a su lado.
-No- gruñó Chase.
La sonrisa de Jack se marchitó. ¿Había visto cómo los otros tipos lo agarraban¡Él no había querido que lo tocaran!
-Siéntate en mi regazo- pidió el guerrero.
Spicer pestañeó.
-¡¿Qué?!-
-No deseo que te sientes a mi lado, Spicer. Deseo que te sientes en mi regazo- Chase se apoyó hacia atrás, y ofreció sus muslos –Ven-
Jack jadeó por un minuto, considerado la situación. Por supuesto que él se había sentado en el regazo del guerrero antes; era uno de sus lugares favoritos para estar, justo entre del cuerpo desnudo de Chase y un colchón. Pero... ¿aquí fuera¿Delante de todos?
-Estoy todo transpirado- dijo Jack.
-Soy consciente de eso-
Los agresivos ahora estaban cerca. Todos ellos podían ver al objeto de sus deseos hablando con un hermoso hombre chino. Chase quiso cronometrarlo justo en ése momento. Le dio a Spicer una extraña sonrisa de bienvenida. El pelirrojo dejó ver una gran sonrisa, dejando de lado toda sus vacilaciones. Con avidez, el mago de la tecnología dejó su lado de la mesa y se hizo un ovillo en el regazo de Chase.
El oído sensible del guerrero captó más de un ruido de sobresalto.
Sonriendo abiertamente con perversidad, apretó un dedo pulgar bajo la barbilla de Jack, e inclinó la cabeza del joven hacia atrás. Spicer prácticamente ronroneó, arqueándose contra el maligno monstruo que lo acunaba con tanta ternura. Alzando sus ojos para encontrarse con la mirada de los bailarines agresivos quienes habían seguido a Jack, Chase clavó su boca en la expectante boca del adolescente.
"¿Quieres esto?"· decían los ojos del Señor Dragón "¿A esta belleza que no permitiría ni que le toques la mano? Mira lo que yo puedo hacer con él. Él es mío. ¡MÍO!
Los bailarines que miraban no estaban contentos. Tres de ellos retrocedieron a la pista de baile para buscar presas más fáciles. Los dos que quedaban, un rubio alto con pómulos para morirse, y un musculoso moreno desollaban con la mirada al hombre de origen indeterminado, estrechando sus ojos, pensativos.
Jack se apartó del profundo beso, con su corazón martillándole en el pecho.
-Supongo que te gusto mi danza- observó con una mueca feliz –Sólo pensé en ti-
-Tu boca está muy seca- observó Chase.
-Bueno, sí. ¡He estado bailando como una hora! Podría tomar un-¡AHHN!-
Jack dejó escapar un lamento apasionado, y se echó hacia adelante espasmódicamente. Su voz corrió por el club como un cuchillo a través del agua; simplemente una perturbación rápida seguida por un montón de ondas poco notables.
-¿Una bebida?- terminó el guerrero, sacando el vaso helado de la espalda desnuda de Jack, sosteniéndolo dónde el genio maligno pudiera alcanzarlo.
Los labios del bailarín rubio se habían apartado con hambre ante el lamento de Spicer. El musculoso cerró sus puños en frustración.
Chase sonrió de oreja a oreja cuando llevó el vaso a los labios de su joven compañero. Podía sentir la sangre empezando a agruparse en su ingle, no sólo por la danza lujuriosa de Spicer, sino también por saber que alguien iba a desafiarlo por la posesión del hermoso joven.
Parecía que había encontrado el entretenimiento de la tarde.
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(1) Aquí utiliza el título del fanfic, "Out for an airing" pero traducido quedaría "Salir a tomar aire", lo cual no es tan atractivo como el original. Por eso el título quedará como lo escribió la autora.
(2) Este es un término argentino, así que para quienes no lo conozcan: se refiere a hombres corpulentos que, por lo general, cuidan las entradas de locales bailables para jóvenes y menores.
(3) En inglés usaba un término mucho más fuerte, y pensé en poner "coger o ser cogido". Esto significa, sólo en Argentina, querer tener sexo con alguien, pero más como un acto de posesión. Pero como "coger" tiene otro significado para el resto de los países hispanohablantes, lo traduje tal y como lo leyeron.
Buenas y santas, Nakokun reportándose después de dos semanas de cuasi invisibilidad.
Después de pensarlo bien, me replanté el argumento de algunos de mis fanfics, actuales y futuros, pulí argumentos, organicé capítulos y reorganicé mi tiempo (tendré que rendir un final en menos de un mes). Además, es un hecho que en la próxima actualización traeré un capítulo único que me pidió Nightcathybrid por el comentario número mil. Tenía algunas ideas, y quiero pulirlas para hacer un buen fanfic.
Y hablando de fanfics, heme aquí con otro de nuestra querida autora, RedLioness. Este es un chack de cuatro capítulos, terminado y con continuación activa, así que habrá fanfic para rato.
Nos leemos
Nakokun
