Porque este fic está hecho en conjunto con los lectores, será resubido.
Primera publicación 18 de Mayo 2013
Republicado: 07 de Julio 2017
Aclaraciones: Las canciones mencionadas en todo el fic, no me pertenecen. Solo es publicidad gratuita para sus artistas.
Sintonía
Capitulo 0
~Piloto~
¿Pueden sentir la magia que suelta la música? Desde la clásica a la más moderna, todos tienen un toque de magia, es capaz de encajar en miles de situaciones de personas sumamente extrañas pero con historias en común. Puede llevar de las lágrimas a la risa, y del odio al amor, pueden cambiar tu estado de ánimo tan rápido… Todo es un acto de magia producida por verdaderos magos: bandas, solistas, compositores y autores… ¿Qué seríamos sin música?
Gracias a ellos, no tenemos respuesta a esa pregunta.
Para mí la música es un motor, por algo estoy aquí con estos enormes auriculares y hablándole a un micrófono. Porque quiero transmitirle ese amor por la música, por la vida. Y quien sabe si aquella persona que yo creía especial y se marchó sin mirar atrás… Algún día comprenda de lo que se perdió….
¡Qué sería de la música si no existieran corazones rotos, parcheados o felices, ¿no?!
Jajaja El mío pobrecito está parcheado, pero no venimos a hablar de mí, AquaticWhisper tiene su personalidad muy bien oculta tras el nick jajaja. En fin, queridos oyentes… anden participen… y mientras más preguntas me dejen, mejor le irá a este programa piloto que están escuchando.
¡Todas las preguntas tendrán su respuesta! ¡Vamos! ¿Y qué piensan ustedes de la música?
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La pelirroja de ojos verdes, se quitó los grandes auriculares cuando el letrero rojo que indicaba que estaban al aire se apagó. Levantó la mirada al joven de ojos celestes que la miraba sonriendo desde el otro lado del vidrio.
¿Qué sería de ella sin el apoyo de ese muchacho al que había rehusado conocer? ¿Qué sería de su pobre corazón, si Giorgio no la hubiera sacado de la depresión por la noticia de que su mejor amigo, ese ser que ella adoraba, se hiciera famoso y empezara a salir con la despampanante modelo de pasarelas, Dawn? Sin mencionar, que esa niñaca también había sido parte de la vida de su mejor amigo, así como ella.
Aunque por lo visto, ella no poseía la suerte de la peliazulada.
Por eso se sumergió en las profundidades de AquaticWhisper, esperando de transmitir todos esos sentimientos que albergaba en su interior y que ahora le quemaban. No por celos, si no como escape a la realidad que tenía. Esa realidad donde descubrió que una parte de su vida había sido una mentira. De esa parte llena de promesas incumplidas, de sueños rotos y olvidos. Donde fue dejada en un rincón oscuro y desolado, donde ya no supo de nadie que no apareciera en revistas. Donde de ser una más de un increíble grupo pasó a ser solo una vieja conocida al que le das el mismo trato que alguien que pasó por tu vida sin importancia. Donde el título de mejores amigos quedó botado aún lado lleno de telarañas de indiferencia.
Ya no quería saber los ¿por qué? de la vida que llevaba ahora, al contrario, había decidido empezar a preocuparse ahora de ella. Si de ella, sin pensar en hombres estúpidos e insensibles.
Cerró los ojos y volvió a mirar a Giorgio.
No quería usar a su mejor amigo para olvidarse del otro, se lo había dicho pero él se empecinó en acompañarla.
«Si no tengo tu amor, quiero tu compañía»
Ese chico sin dudas era genial, de nobles y puros sentimientos. ¡Lo adoraba! Y esperaba que con el tiempo, logrará sacarse la sombra de Ash Ketchum de su mente para siempre…
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Ash Ketchum, era actualmente un famoso actor. No tenía la pinta de los típicos galanes ni el cuerpo de los actores de acción, era flaco, su cabello oscuro algo recordado apenas si pasaba el metro setenta, moreno y de ojos marrones. En un principio nadie daba ni dos pesos por él, al verlo a simple vista, pero si algo lo había hecho conocido era su carisma. El carisma a la hora de actuar, a la hora de demostrar sentimientos. Sin dudas, había nacido para ello y lejos de su imagen, consiguió grandes protagónicos.
Aunque claro, nunca falta el productor que trata de manejar la vida del actor.
«Ash, necesitamos que presentes a la prensa a tu novia»
Él había creído que era una broma. ¿Él, novia? Uff, si lo más cercano a novia que había tenido fue cuando algunas personas de su viaje pokémon, habían creído que sus compañeras de aventuran lo eran, nada más.
Él no quería pensar en mujeres, él prefería no hacerlo. No porque no le gustara, sino porque no quería convertirse en el mismo tipo que su padre. Un tipo que sin importarle nada, dejó a su hijo de cuatro años y a una esposa para nunca más volver. Odiaba recordar a su madre hablar con tanto amor de aquel hombre, hombre en él que temía convertirse.
—¿De qué demonios hablas? —gruñó al aire mientras conducía su descapotable rojo de regreso a su casa en pueblo Paleta—. ¿Qué novia?
«Mira tenemos un problema con una modelo, su verdadero novio está siendo perseguido por ser un simple coordinador y ella está harta quiere que lo dejen en paz, así que solicito un novio pantalla»
—Novio pantalla, ¿es esto un nuevo papel para alguna película? —exclamó con ironía mientras se quitaba las gafas oscuras que cubrían su mirada color chocolate y la dejaba en el asiento del copiloto—. ¡Novio pantalla!
«Vamos, pensé que te iba a alegrar, solo serías novio de Dawn frente a las cámaras»
Aquel nombre le hizo apretar el freno de golpe, haciendo que su cuerpo se fuera un poco hacia adelante gracias al cinturón de seguridad.
—¿Dawn? —preguntó sorprendido—. ¿La modelo es Dawn?
«¿La conoces? ¡Mejor! —se escuchó un aplauso— Habla tú con ella entonces y arreglen todo.»
La comunicación se había cortado y él había seguido su viaje a casa.
Aquella noticia había revolucionado todo el medio. Kenny por un lado, estaba tranquilo y ya no era acosado por la prensa en sus presentaciones, Dawn podía seguir con su romance con su amigo de infancia sin problemas y Ash, gracias a ello estaba filmando una nueva película en Kanto.
Todo había salido a pedir de boca, sin duda alguna.
Estaba en su camarín junto a Pikachu esperando por que lo llamaran para la escena, cuando a lo lejos escuchó una voz que lo extraño.
«¡Qué sería de la música si no existieran corazones rotos, parcheados o felices, ¿no?! Jajaja El mío pobrecito está parcheado, pero no venimos a hablar de mí…»
Salió del camerino buscando de dónde provenía aquella voz, salía de la radio que estaban escuchando los de iluminaria. Con una ceja arqueada, siguió apoyado en su puerta tratando de entender porque aquella voz le resultaba tan familiar.
Cuando comenzaron los comerciales volvió a ingresar a su camerino para dejarse caer en la silla extrañado. ¿Por qué conocía esa voz?
—¡Pikapi! —dijo el pokémon.
—¿Eh? —miró al roedor que trataba de hablarle pero poco y nada le entendía—. ¿Tú también crees que conocemos esa voz?
—¡Chu! —afirmó.
—¿Verdad?
Cuando escuchó de nuevo la voz de la mujer salió a escuchar, nuevamente se apoyó en su puerta abierta sosteniendo el picaporte de ésta.
«Bien, como todos saben esto es solo un piloto, así que si quieren un programa semanal, participen y hagan que mi productor no me despida» pidió haciendo que su voz sonara desesperada, pero luego empezó a reírse «No, no me crean, mi productor es maravilloso. ¡Me dio dos horas para que hablaremos e intercambiaremos ideas! Esta semana el tema del programa será la música. Así que si quieren oírme la semana que viene envíen un correo a y si tengo más de tres preguntas, sin dudas andaré por estas horas nuevamente. ¡Vamos! ¡Vamos! Escriban a mi correo ¿qué creen que es la música para ustedes? ¡La mejor respuesta se va a llevar una hora de pokémusica a elección! En fin, ya se acabó el tiempo. Nos escuchamos en siete días más si tú que estás escuchando envías un mail. ¡Adiós! Que tengan una buena semana.»
Cuando el programa terminó, los de iluminaria volvieron a su tarea. Pero Ash quedó petrificado en su lugar, aquella mujer tenía algo magnético en el tono de su voz, así como las sirenas en Alta Mar. Pero, ¿quién sería? No podía sacarse de la cabeza que la conocía…
—¡Ash a escena! —aquella voz lo regresó a la realidad, haciéndole un gesto al roedor eléctrico para que subiera a su hombro, cerró la puerta de su camerino para salir a escena.