No estoy enamorada de él.
Summary: Repetir las cosas muchas veces no hace que dejen de ser reales. Regalo para Megara Weasley.
Disclaimer: Los personajes y lugares le pertenecen a J.K. Rowling. Esta historia no tiene fines de lucro.
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Rose pasó tres veces frente a la pared diciendo en voz alta:
-Necesito un lugar para pensar, como una Sala Común, necesito un lugar para pensar como una Sala Común...
Entró en la Sala de los Menesteres y observó. Había sillas y mesas; una chimenea con el fuego encendido y, cerca de ella, una gran ventana.
Rose empezó a caminar.
-No estoy enamorada de él. No me gusta él. No estoy enamorada de él- repetía Rose, mientras caminaba con los ojos cerrados.
-¿De quién, Weasley?
Rose no abrió los ojos, pero reconoció la voz, así que le dijo:
-Malfoy, ¿Cómo entraste?
-Te escuché diciendo lo que querías y luego lo repetí. Por cierto, ¿te has enamorado? ¿No quieres admitirlo?-preguntó Scorpius.
-¿Qué te importa? Es más, ¿desde cuando te importo?
Rose se dio la vuelta para irse, pero una mano le agarró su mano derecha.
-Desde siempre- respondió el rubio-. Siempre me has importado, Rose.
Rose lo miró a los ojos, aquellos ojos grises, y se acercó a él.
La mano de Scorpius seguía agarrando la de Rose; pero a Rose le gustaba. A medida que se acercaba más al rubio, iba sintiendo un cosquilleo, sentía mariposas en el estómago. Se acercó más y lo hizo, besó a Scorpius Malfoy.
Scorpius soltó la mano de Rose y puso ambas manos en la cintura de la chica, mientras que ella le echaba los brazos al cuello.
-Está lloviendo.
Rose le agarró la mano a Scorpius y pensó "Repetir las cosas no hace que dejen de ser reales; y estoy feliz por ello. Rose miró la ventana, ella amaba la lluvia.
Scorpius y Rose se quedaron allí, mirando por la ventana como caían las gotas, y el ruido que hacían al llegar al suelo.