*TINK-TINK AMA*

A TRAVEZ DEL TIEMPO

CAP. 1 PROMESA

Aclaraciones: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto. Esta historia es creación mía

Japón, Otoño de 1500, periodo Sengoku

La hierba alta y seca en la montaña era mecida cada vez más fuerte en aquel atardecer, tan triste, tan vacío, al igual que ahora él…

El sol se estaba ocultando dejando a la vista aun rastros de vida pasada, recuerdos y tanto, tanto maldito dolor. Una parvada de aves paso a lo lejos realizando un singular sonido, casi como despidiéndose de él. Los miro hasta que desaparecieron a lo lejos entre la neblina de la montaña, suspiro cerrando los ojos hinchados y ya rojizos, causa y efecto.

¿Cómo evitarlo? Lo más hermoso que le había pasado en la vida, era ahora lo más triste y desgarrador, quería morir también. Miro la lápida de madera frente a él y la tumba improvisada de puras rocas y piedras que él mismo había creado. Se arrodilló lentamente aún con el peso del dolor, la tristeza, la impotencia y la rabia en sus cansados hombros, mordió sus labios para no ser débil frente a ella aún en ese estado, sabía que ella lo seguía observando. Tomo el adorno de flores que había hecho hace un momento y lo coloco con cuidado.

Leyó nuevamente el nombre escrito con carbón en la tabla de madera casi tiznada, un nombre tan difícil de pronunciar ahora: Tenten…

Recordó la infinidad de veces que lo pronuncio; suave, delicado, entre rizas, entre llanto. Quería ser fuerte pero no podía, no realmente ¿para que engañarse así mismo? Y de paso a ella, nuevamente las lágrimas brotaron de sus orbes platinados y con cada gota que salía, sentía que se quedaba sin vida cada vez más, por esa razón lloro con más fuerza exigiendo a su cuerpo llorar con más fervor hasta quedar seco, de esa forma moriría y volvería a estar con ella. Gimoteo y soltó sonidos de dolor una vez más para variar y grito con tantos sentimientos acumulados que sintió que se ahogaba. ¿Por qué paso esto? La misma pregunta de siempre "¿Por qué?" Pero no había nadie que le respondiera y si lo hubiera, ninguna respuesta lo complacería. Aspiro su nariz un par de veces mientras su llanto cesaba y volvía la vista a la tabla.

-llévame contigo… -susurró sintiendo que ya no tenía vida, entonces el viento soplo más fuerte trayendo consigo las ultimas hojas secas de los arboles cercanos, llenando a Neji de un suave aroma y un sentimiento extrañamente reconfortante y su voz, su dulce voz, suave y apacible nombrándolo a él. Entonces entendió, ella no volvería pero seguiría con él en espíritu, las hojas y la brisa parecieron revolotear a su alrededor un momento, para después volar lejos en la misma dirección que momentos atrás habían tomado las aves. Mantuvo la vista fija en ese punto para después erguirse nuevamente con la mirada recia y decidida.

Tomo la pequeña daga que tenía colocada en una especie de portador en su pierna derecha. La tomo con decisión y sin temor ni titubeo corto la palma de su mano izquierda, de inmediato broto el líquido vital de su cuerpo por la nada pequeña cortada, se acercó más a ella con el único recuerdo vivo que le había quedado de ella: un listón rojo enredado en su extremidad ya goteando. Poso su mano en la lápida mirando ese nombre fijamente y con voz clara hablo

-Tenten… volveremos a estar juntos, confía en mí, en esta vida o en otra, hoy o mañana, aquí o al otro lado del mundo, te volveré a encontrar… te lo prometo… te lo juro…

El viento volvió a soplar una vez más dejando un aura clara cubriéndolo todo…

Japón, época actual

El despertador sonó a las 5:30 a.m. pero él ya estaba despierto desde hace mucho, lo dejo sonar dos segundos más y lo apago, se levantó quitándose las sabanas grises de suave textura. Realizo unos cuantos estiramientos para despertar por completo el cuerpo, se colocó una sudadera, unos pants deportivos, sus tenis y salió a correr, el frio de la gran ciudad poco le importaba, aceleraba el paso cada vez más, quería huir ¿de qué? No lo sabía, o quizás es que quería encontrar algo o a alguien…

Las calles estaban vacías, la luz natural, perezosa, apenas daba muestras de querer aparecer en la ahora desolada ciudad de Tokio, mientras aumentaba los kilómetros recorridos iba encontrándose con más gente realizando ejercicio al igual que él o encaminándose a la escuela o trabajo. Tantas personas, tantos rostros avistados, tantas caras vislumbradas en tantos años pero ninguna de esas caras era la que él quería, la que el recordaba.

Esos ojos brillosos ante su presencia, sus cejas pobladas pero bien arqueadas naturalmente, los hoyuelos de sus rosadas mejillas, ni esa hermosa sonrisa pronunciando su nombre, tan lejana parecía esa época… y lo era, de verdad lo era. Recordó nuevamente los últimos instantes junto a ella, cuando la tuvo entre sus brazos agonizando, viendo como desaparecía poco a poco la luz de sus ojos color chocolate, el tono dorado de su piel y la calidez de su cuerpo, ese cuerpo que tantas veces poseyó como loco, como una bestia recién liberada de su cautiverio para devorarla con cada caricia y algo más que le hacía, cuando la veía sin la ropa estorbosa del diario. La intimidad con ella era el paraíso en la tierra, las cosas que ella le hacía a él lo enloquecía de placer y lo que él le hacía a ella no podía describirse con palabras, poco era decir que le besaba hasta la sombra y un poco más…

El dolor apareció nuevamente, aunque en realidad nunca se había ido, empezó a faltarle el aire y su pecho comenzó a acelerase dolorosamente pero no detuvo su carrera, es más aumento la velocidad. Esa larga vida sin ella era tan agonizante, tantos años de una búsqueda sin resultados, pero la esperanza es lo último que muere y no descansaría hasta encontrarla otra vez, de tenerla en sus brazos, de escuchar su nombre ser pronunciado por ella, hasta besar sus labios nuevamente, hasta hacerle el amor una vez más…

Se detuvo llegando a un pequeño puente donde recargo en la baranda la cabeza apoyada en sus brazos regularizando su respiración y sudando a chorros. Tosió un par de veces antes de abrir los ojos mirando el suelo bajo sus pies, otro día más de vida sin vida. ¿Cómo había llegado hasta tal punto? ya no lo recordaba. Una gota de sudor resbalo desde su frente hasta estancarse en la punta de su nariz para después caer al piso seguida de algunas otras.

-"quiero quedarme contigo para siempre…"- una frase silente pronunciada por ella, un deseo no cumplido y una eternidad de espera, un "para siempre" solo.

De repente la ciudad despertó por completo, el sol alumbraba cálidamente y las calles comenzaron a tornarse transitadas por gente que iba y venía. Decidió regresar a su casa trotando otra vez sin perder el ritmo. Tomo una ducha, se vistió con su traje de trabajo negro y corbata gris oscuro y tomo las llaves de su auto: un Lamborghini Gallardo color negro, subió en él y lo encendió al tiempo que alguno de los criados abría el gran portón de la entrada. El hombre lo saludo con cortesía deseándole un buen día, Neji solo asintió.

Mientras conducía rumbo a su oficina permanecía atento a cada mujer que apreciara, sin dejar de poner atención a la carretera y el semáforo. En todos esos años había visto un sinfín de rostros femeninos, unos parecidos, otros no, algunos demasiados parecidos, con una similitud extraordinaria, tanta que en más de alguna ocasión sintió haberla encontrado al fin, pero al final resultaba ser todo lo contrario. Haciéndolo caer en una profunda desesperación.

Pero últimamente, de unos días a la fecha sentía la extraña sensación de confianza, como si algo dentro de él o en el universo le dijera que la hora de estar con ella al fin estaba cerca, más cerca de lo que pensaba. Llego a la empresa de la familia y subió a su oficina, dándole los buenos días a cada persona que se cruzara con él en los pasillos. Se quitó el saco y tomo asiento en su silla, encendió su laptop y abrió una carpeta algo gruesa de papeles que examinar, en ese instante su secretaria entro con el periódico y otra carpeta en la mano derecha y una taza de café en la otra.

-¿la reunión sigue en pie?- pregunto con la mirada fija en una grafica

-si señor solo que se cambió la hora, para las 12- respondió la chica- además el señor Hiashi desea hablar con usted en su oficina en 20 minutos, el señor Uchiha no podrá venir a terminar de acordar el contrato pendiente, pero sus hijos Itachi y Sasuke vendrán en su lugar a las dos de la tarde. Sus primas Hinata y Hanabi podrían venir a hablar con usted también, pero llamaran más tarde para confirmar- hablo la chica relatando el día de trabajo que le esperaba, en parte. ¿Se le ofrece algo más señor? – pregunto derecha y con las manos juntas

-no, no por ahora, puedes retírate Mina

-si señor- hiso un leve reverencia pero al levantarse abrió los ojos recordando algo- ¡ha! Señor casi lo olvido el detective Aburame vendrá a las cuatro, parece que le tiene noticias- Neji levanto la vista ante ese anuncio, una chispa de alegría se encendió en él, y su corazón se aceleró como en su carrera matutina, pero esta vez por razones muy diferentes ¿la había encontrado? ¿Al final la había encontrado?

Su soledad había llegado a su fin lo presentía, lo ansiaba con ganar inmensas, que las noticias que le traía el Aburame fuera positivas y desmotivadoras como las anteriores. Su alegría no la pudo disimular, como muy-demasiadas-pocas veces sonreía le agradeció a su secretaria, quien a estas alturas ya estaba acostumbrada a ese tipo de reacciones por parte de su jefe cuando le mencionaba que el detective lo visitaría, sabrá dios que asunto traía entre manos con ese hombre, pero ese no era asunto suyo, no debía inmiscuirse en asuntos ajenos.

Una vez que Mina salió dejándolo solo, se levantó mirando por las amplias ventanas que dejaban la vista libre a la ciudad ajetreada. Ella estaba en algún lugar del mundo y quería asegurar que pronto estaría con ella. Y dejar de lado las incontables noches de soledad, las tardes melancólicas, y los días anémicos. Ni siquiera tenía una fotografía de ella, vivía aferrándose a las imágenes que tenia de ella en su cabeza. Preguntándose si cuando la volviera a ver seria exactamente como la recordaba, o si algo en ella habría cambiado, era una época distinta tal vez ella cambio algo en su imagen. Quizás se tiño el cabello o tal vez sería un poco más gordita de lo que fue. O la más probable es que sería idéntica, lo único que tal vez cambiaria seria el hecho de que ella ya estuviera compartiendo su vida al lado de alguien más, alguien que no era el, tal vez hasta casada y con hijos…

Sacudió su cabeza ante semejante pensamiento pesimista, ella no podría estar con alguien más que no sea el, ya había estado demasiado tiempo sin ella, para que al encontrarla la pierda por alguien más, tiempo tenia de sobra, pero ganas y fuerza no tanta como años atrás.

Acostumbrarse a los cambios cada vez más modernos le resulto difícil al principio, pero ya estaba totalmente acostumbrado, nada podía ser peor y lo único que no cambiaba era la soledad de su corazón…

Un recuerdo vino a su mente, uno hermosos como todos los momentos que vivió junto a ella desde que la conoció…

-¿me abrazas? tengo frio- dijo ella acercándose a su pecho, él la envolvió de inmediato entre sus brazos y beso su frente- no quiero que te vayas nunca de mi lado- el sonrió melancólicamente sin que ella lo notara- promete que nunca me dejaras, que nunca te alejaras de mi…- ella levanto la mirada hacia él, sus ojos brillaban vivamente uniéndose a la petición, el acaricio su cabello apartando los mechones traviesos que se habían adherido a su rostro tierno, lucia etéreo a la luz del fuego del hogar que compartían, no pudo evitarlo y sonrió antes de besar su frente, luego sus ojos, la punta de su nariz y finalmente sus labios antes de contestarle.

-te lo juro, ni la muerte podrá separarnos- solo entonces ella sonrió libremente y volvió a recargar su cabeza en el pecho cálido de él.

El aroma de su cabello, ya casi lo había olvidado por completo, la suavidad de su piel y su aliento tibio al hablarle al oído de los planes que tenía junto a él.

-pienso que pronto estaremos listos para tener hijos- dijo ella peinándose el cabello, él se encontraba cortando la leña, en cuanto la escucho se detuvo y la miro lentamente.

-¿Cuándo exactamente?- pregunto con un toque de gracia.

-ya te dije pronto- libero un pequeña carcajada alisando su fleco mirando como él se acercaba a ella.

-y cuando estemos listos ¿Cuántos hijos crees debamos tener?

-no quiero muchos, ya sabes luego no puedes contra ellos- rio- una pequeña cantidad… solo seis- los ojos de Neji parpadearon a la velocidad de las alas de un colibrí para después abrirlos desmesuradamente con la vista fija en ella quien tenía un leve sonrojo y una sonrisa tímida.

-"¿solo seis?"- repitió con rostro serio las palabras dichas por ella.

- ¿te parece mucho?- el cerro los ojos sonriendo con altanería, volvió a abrirlos mirándola con una mezcla de ternura gracia y demasiado amor.

-me parece poco en realidad – dijo riendo

-¡¿quiere más?! -Pregunto riendo ella también, colocando sus manos en la cintura falsamente sorprendida.

-¡una docena al menos! – dijo riendo retomando su tarea con la leña, partiendo con el hacha el tronco de madera en dos, al igual que su corazón…

En el teléfono de su escritorio se escuchó la voz de su secretaria trayéndolo a la vida actual.

-"señor su reunión con el señor Hiashi"- él se acercó y apretó uno de los botones y hablo.

-ya voy para allá- se colocó su saco nuevamente y salió rumbo a la oficina del que se suponía era su tío. Toco un par de veces antes de recibir la invitación a entrar. Hiashi miraba por la ventana con las manos en su espalda, Neji pareció tensarse una centésima de segundo

-toma asiento Neji- y así lo hiso reposo su pierna derecha en la izquierda al mismo tiempo que abotonaba su saco

-¿sucede algo malo?

-no, no tendría por qué- dijo en hombre sonriendo muy ligeramente- veras hay una conferencia que debe realizar la empresa en el extranjero, un miembro de la familia tiene que realizar tal conferencia y atender asuntos, hay algunas personalidades que, ciertamente me gustaría fueran socios de nuestra compañía- Neji le miraba con el ceño ligeramente fruncido, no por molestia, realizaba ese gesto siempre que prestaba total atención a algo- tenía pensado hacer todo eso yo mismo, pero han surgido algunos asuntos aquí que debo atender personalmente y me gustaría que me hicieras el favor de hacer ese viaje por mí, por el bien de la compañía.

-¿Cuándo seria?

-realizarías el viaje a China en tres días y tendrías que quedarte allá dos semanas- Neji cerró los ojos meditando un poco, el hombre mayor sabía bien que pasaba por su mente.

-son solo dos semanas, estarás aquí a tiempo y tendrás mucho tiempo para preparar la ceremonia anual- Neji le miro directamente- faltan semanas para su cumpleaños todavía, además sabes que siempre te ayudamos en todo lo que concierne a ese tema…-Neji asintió.

Hiashi se refería, a una ceremonia que realizaba Neji cada año el día del cumpleaños de Tenten, desde que ella murió él se encargó de preservar ese día como sagrado, que ya en la familia Hyuga se sabía que era el festejo de un antepasado muy importante y adorado, eso era lo que la mayoría sabia, solo contadas personas de la dinastía sabían la verdad sobre Neji, la mayoría personas ya de mayor edad, Hiashi era uno de ellos, los demás creían la historia que se contaba siempre, Neji era un primo lejano, para conservar esa fachada solo trabajaba unos cuantos años y después se marchaba lejos para volver años después, para que ciertas personas no se extrañaran de a pesar de los años él no envejeciera.

Conservaba una apariencia de un joven maduro de 25 años, y cada vez que preguntaban`, esa era la edad que el aseguraba tener, difícil era mantener esa vida, claro, pero tener una fortuna tenía su lado bueno, como el de contratar a los mejores abogados y gente especializada en papeleo para ayudarlo en ese asunto y aparte quedarse callado. Las hijas de Hiashi; Hinata y Hanabi, poco conocían de él pero la verdad él las conoció cuando nacieron, después se alejó un tiempo y volvió cuando la mayor de ellas tenía 18 años, rápidamente congeniaron y se tomaron cariño los unos a los otros. Agradecía por lo menos tener una familia cariñosa

-¿iras Neji?- pregunto Hiashi llamando su atención

-sí, si iré

-perfecto, tu secretaria te dará toda la información, por cierto… ya vas a cambiarla o esperas un poco más, ella aun parece no darse cuenta de nada…

-no, la dejare un par de meses más, aunque ya había estado pensando en eso…

-bien, cuando lo hayas decidido notifícame, así también como de cualquier otro tema que quieras hablar conmigo

-así lo hare- se levantó- si es todo me retiro

-claro, nos vemos en la junta- Neji cerró la puerta.

Hola, hola, ya volví von otro fic algo raro lo sé, pero esta idea lleva muchísimo tiempo en mi cabeza, y la única forma de sacármela era escribirla, espero que no piensen que soy una loca, y espero que este primer cap. les haya gustado y si no también háganmelo saber. En los siguiente capítulos explicare más de Neji y de cómo ha vivida tanto.

Lean por fis mis otros fic`s, díganme que les gusta y que no para corregirlo, estamos iniciando el año hay que tener buena vibra positiva

Un besote y hasta pronto.