22 de diciembre.
La navidad, una época de paz y alegría en donde muchos aprovechan para expresar lo que sienten en forma de regalos o pasando la tan esperada época junto con sus seres queridos.
Los grandes banquetes, las exorbitantes fiestas y las increíbles decoraciones, son algunas de las cosas que nunca faltan en esta festividad, aunque algunos optan por tener una pequeña reunión familiar e invitar a uno que otro amigo cercano con el fin de repartir regalos mutuamente y celebrar. Sea cual sea la forma de celebrar todas tienen algo en común y es el espíritu navideño de aquellos que la festejan.
Son muy pocos los que no celebran la navidad, no a muchos se les ha apagado el espíritu festivo y el amor por convivir con los que ama. Entre los que no tienen buena perspectiva hacia la navidad está un astuto y un tanto amargado zorro el cual se encontraba cómodamente dormido… hasta que fue interrumpido por la alarma del despertador.
-Ag. – Se quejó el zorro despertándose fastidiado intentando atinarle con su mano a ciegas al despertador colocado en una mesa de noche al lado de su cama. – Que fastidio. – Dijo el zorro logrando apagar el despertador y levantándose de su cama mientras se restregaba la cara con sus patas.
Fue hasta el baño para ducharse, luego se vistió con su traje de policía y caminó hasta su pequeña cocina, allí abrió el refrigerador y vio su contenido, no había muchas cosas dentro de este, pero tenía lo suficiente para desayunar.
Luego de comer encendió un enano televisor y se sentó en un desgastado sillón. Los canales estaban repletos de especiales navideños y anuncios de rebajas de diferentes productos en los centros comerciales. El zorro cambiaba los canales con rapidez ya que la mayoría de cosas no le interesaban.
El claxon de un automóvil comenzó a sonar reiteradamente enfrente de su casa, se asomó por la ventana para ver lo que era y vio que una patrulla de policía estaba ocasionando ese gran escándalo.
Era su compañera de trabajo que lo esperaba para irse al edificio de la ZPD. No quería hacerla esperar y apagó el televisor, después salió de su casa dejando la puerta principal cerrada con llave y se apresuró a acercarse a la patrulla.
-Apúrate Nick, llegaremos tarde. – Gritó una coneja desde el asiento del conductor de la patrulla.
-Voy. – Respondió el zorro sin entusiasmo acelerando el paso hasta llegar a la puerta del asiento del copiloto y subiéndose a la patrulla. – Cielos pelusa, no vamos tarde, podrías tomarte las cosas con calma. – Le dijo a la coneja burlonamente.
-Como sea. – Habló la coneja acelerando el vehículo.
Ambos iban dentro del vehículo en movimiento el cual transitaba las alargadas autopistas de la ciudad, quedaban unos cuantos minutos para que llegaran a su lugar de trabajo, así que fueron lento, no solo por no tener prisa, sino también por el tráfico que se formó repentinamente y que los dejó atrapados en una larga fila de automóviles detenidos en una carretera esperando al cambio de color del semáforo.
-Faltan pocos días para la navidad. – Dijo la coneja mientras miraba por la ventana de la patrulla concentrando su atención en una tienda de árboles de navidad.
-Si… - Respondió el zorro sin prestarle importancia.
- ¿Qué harás ese día? – Preguntó la coneja entusiasmada.
-Nada. – Expresó el zorro con un tono seco y cortante en su voz.
-Vamos Nick, es imposible que nadie haga nada, el solo hecho de respirar ya es hacer algo. – Insistió la coneja con intenciones de molestar a Nick.
-Está bien zanahorias, corregiré lo que dije. No haré nada importante. –
- ¿No te reunirás con tu familia? ¿o con algún amigo a celebrar la navidad? –
-La única familia que tengo es mi madre y ella está viajando por el mundo, supongo que lo único que recibiré de ella será algún típico y tonto mensaje de texto deseándome una feliz navidad y un buen año nuevo. – El zorro rio leve y tristemente después de hablar. - ¿Qué planes tienes tú? –
-Mis padres me invitaron a que pasara la navidad en Bunnyburow con ellos, quieren tenerme allí ya que no los he visitado desde que vine a Zootopia. –
- Ojalá la pases bien en tu reunión navideña. - Dijo el zorro con ironía.
-Oye Nick, tal vez…-
- ¿Qué? Sientes lastima por mi soledad y me vas a invitar a tu reunión familiar, no gracias zanahorias, solo estorbaría, además me sentiría muy incómodo. – Nick interrumpió a Judy.
Judy guardó silencio después de que Nick hablara, se concentró en seguir conduciendo ya que el trafico comenzó a dispersarse lo que los dejo continuar con su transcurso a su trabajo sin retraso alguno.
Cuando llegaron al ZPD estacionaron el auto y se dirigieron a la sala de reuniones en donde todas las mañanas el jefe Bogo les asignaba trabajos y les daba charlas a todos los oficiales.
Entraron a la sala y se sentaron en unas sillas junto a varios oficiales, la mayoría mucho más grandes que ellos. Esperaron un rato y el jefe Bogo entró al lugar con una actitud firme e imponente.
-Bien. – Habló el búfalo con una voz amenazante. – Supongo que todos saben que hoy es 22 de diciembre, eso significa que falta muy poco para la navidad. –
Todos los animales del lugar comenzaron a festejar y a hablar entre sí generando un gran caos y mucho escándalo que hizo que el búfalo frunciera el ceño.
-Sin embargo. – Habló el jefe Bogo casi gritando. – Eso no es una excusa para que dejen a un lado sus labores como oficiales. – Todos los animales se calmaron y se deprimieron un poco por oír esto. – Pero no se preocupen, se les dejará ir temprano el 24 para que puedan estar con sus familias a tiempo para celebrar la navidad. – Los oficiales se alegraron por eso. – Y no olviden que aquellos que vallan a viajar para pasar esta festividad en otro lado deberá reportarse hoy para pedir el permiso de ausencia y no verse afectado por faltar al trabajo en los siguientes días. – Una vez el jefe bogo terminó de hablar se retiró del lugar.
Los animales fueron saliendo poco a poco, su única labor era la de patrullar y vigilar la ciudad para asegurarse de que nadie perturbara la paz y la tranquilidad de los ciudadanos.
-Vamos pelusa. – Dijo Nick mientras estiraba sus brazos para relajar su cuerpo. – Hagamos rápido nuestro trabajo para ir a descansar temprano. –
-Claro. – Dijo Judy caminando junto a su compañero para salir del lugar. – Oh, casi lo olvido. – Dijo sorprendida.
- ¿Qué sucede? – Preguntó el zorro mirándola fijamente.
-Tengo que ir con el jefe Bogo para reportar mi a usencia el 24. Recuerda que iré a Bunnyburow para pasar la navidad con mis padres. –
-Es verdad ¿Cuándo vas a salir de la ciudad? –
-Mañana en la noche. –
Luego de hablar Judy corrió hacia la oficina del jefe Bogo mientras que Nick se quedó quieto esperándola.
«Así que se irá mañana… Bueno, pediré comida a domicilio y buscaré algo interesante que ver en la televisión, tal vez salga a algún bar y pase toda la noche allí, igual que mis últimas navidades.», pensó Nick sobre lo que haría el día de navidad.
El zorro esperó bastante tiempo sin moverse del lugar en donde se había separado de la coneja. Judy no volvía y eso lo empezaba a desesperar, ya todos los demás policías se habían ido y el único que quedaba ahí era él.
Judy volvió y se disculpó con Nick por haber tardado tanto, luego se dispusieron a salir a patrullar, pero se detuvieron al escuchar sus nombres ser mencionados.
-Wilde, Hopps. – Gritó el jefe Bogo desde su oficina.
Ambos fueron corriendo a donde estaba el jefe Bogo y entraron a su oficina, el jefe los invitó a sentarse en unas sillas enfrente de su escritorio y luego él tomó asiento.
-Acaba de llegar un caso. Al parecer algún amargado robó una tienda de decoraciones navideñas y causó un caos. Necesito que lo atrapen rápido, no podemos dejar que alguien así perturbe la felicidad de los ciudadanos. – El jefe Bogo sacó una hoja y se la dio a Nick. – Aquí tienen la dirección de la tienda y la información de su dueño. –
Nick y Judy se levantaron de la silla y se apresuraron a ir hasta su patrulla para conducir rápidamente hasta la tienda.
Cuando llegaron y entraron a la tienda se encontraron con un sitio bastante desordenado y con muchas estanterías y vitrinas vacías, también estaba una marmota bastante alterada y asustada.
- ¿Él es…? - Preguntó Judy en voz baja.
-Su nombre es Tony, es el dueño de la tienda. – Respondió Nick en el mismo tono.
-Sígueme, y déjame hablar a mí. –
Caminaron hacia la marmota el cual los observó mientras se acercaban y, gracias a sus uniformes, reconoció que eran policías lo que hizo que se calmara.
-Buenos días señor, soy la oficial Judy y él es el oficial Nick, estamos aquí para atrapar al ladrón que vino a su tienda. –
-Habla con él, pelusa, yo iré a investigar. – Dijo Nick.
-Necesito que me diga como sucedió el robo. – Judy sacó una libreta y un lapicero en forma de zanahoria y miró a la marmota.
-Unos animales enmascarados llegaron a la tienda y me amenazaron con un arma, se llevaron todo el dinero y también se llevaron las cosas que iba a vender que tenía en la tienda. –
- ¿Podría decirme cuantos animales eran? –
-Eran tres animales. –
- ¿Hay alguna característica que los identifique? ¿Alguna altura o vestimenta? –
- Los tres llevaban mascaras de muñecos de nieve y usaban suéteres navideños, aparte de eso los tres eran bastante grandes y corpulentos. –
-Bien. – Judy anotaba todo lo que le decía Tony. – ¿Hay alguna otra cosa que pudiera decirme que sea útil para encontrar a esos ladrones? –
-No. – Dijo Tony desanimado.
-No se preocupe, atraparemos a los ladrones. – Dijo Judy dándole unas suaves palmadas en el hombro.
Mientras que Judy hablaba con Tony, Nick buscó por toda la tienda alguna pista sobre los animales. También usaba su celular para tomarle fotos a las vitrinas vacías y a las estanterías, esto lo hacía para tener mas evidencia para encarcelar a los ladrones una vez los atraparan.
Cuando revisó una de las estanterías encontró un pequeño papel arrugado, lo desenvolvió y vio que el papel tenia escrito una especie de lista la cual decía.
Decoraciones navideñas- 22 de diciembre
Alimentos para el banquete – 23 de diciembre en la tienda de Bill.
Decorar la casa – 24 de diciembre
Celebrar la fiesta - 25 de diciembre a la media noche.
Inmediatamente Nick volvió con Judy y le mostró el papel con la lista, ella lo observó y se detuvo a pensar.
-Estos ladrones planear celebrar la navidad con cosas robadas, ya tienen las decoraciones y mañana irán a la tienda de un tal Bill por los alimentos para el banquete. – Dijo Judy pensando.
-Zanahorias, la tienda de Bill es un supermercado en donde hay una gran variedad de frutas y verduras, es muy conocido y estas épocas tiene muchos clientes. – Dijo Nick.
-Entonces vamos mañana a esa tienda y atrapemos a los ladrones. –
-Pero no sabemos a qué hora van a atacar. –
-Lo sé, por eso estaremos desde las siete de la mañana en la tienda de Bill. –
- ¿Y ahora qué hacemos? – Preguntó Nick.
- Mañana atraparemos a los ladrones por ahora tenemos el resto del día libre. – Respondió Judy.
-Bien, ¿quieres ir a hacer algo?, podemos ir por un helado o tal vez entrar a un cine y ver alguna película. – Dijo Nick alegre.
-Lo siento Nick, volveré a mi apartamento para empacar mis cosas, recuerda que mañana en la noche iré a visitar a mis padres y celebraré la navidad junto a ellos. –
-Sí, claro… Bueno, nos vemos mañana pelusa. –
A Nick se le había olvidado que Judy viajaba mañana a Bunnyburrow para visitar a sus padres. El recordar eso lo hacía entristecer ya que, aunque no lo aceptaba, se sentía triste por pasar otra solitaria navidad, pero disimuló esto y se fue.
Ya en su casa, el zorro se quitó su uniforme de policía y se puso ropa cómoda, luego vio durante varias horas televisión, comió una sopa instantánea y finalmente se recostó en su cama y durmió para levantarse temprano al día siguiente.
