Disclaimer: Hetalia no es mío, es de Hidekaz Himaruya. Tampoco me pertenece la canción de la que tomé el título, con la que dudo que tenga algo que ver el drabble.
Advertencia: Posible OoC, UA, uso de nombres humanos.
Dedicado a: La grandiosa Junjou-Panic. Y quise hacer algo tan bonito como lo que hiciste para mí en mi cumpleaños, pero soy muy fail y la escuela me quiere comer, además que no sirvo para adaptarme a fechas; en fin, esto es lo mejor que pude hacer. Espero que te guste aunque sea un poco. ¡Feliz cumple atrasado Lucy-sama!
One million roses
Estaba agotado, el carmesí cubría sus blancas manos; sudaba, pero seguía esforzándose; ya casi estaba.
Le había costado muchísimo trabajo, pero estaba seguro que sonreiría cuando viera aquello.
Llevaba meses trabajando en ello, pero valdría la pena, de verdad lo valdría.
El ruido de las ruedas lo sobresalto, la puerta se abrió mostrando a dos chicos rubios, el primero en silla de ruedas con una venda en los ojos, el segundo de ojos azules empujando la silla.
Su cómplice le sonrió mientras ignoraba las quejas del chico de la silla de ruedas.
— Todo tuyo — susurro el menor de todos saliendo de la habitación y dejando confundido a su hermano.
— Al, ¿con quién demonios estás…?— el rubio se quito la venda confundido, mostrando sus hermosos ojos verdes, mirando a todos lados hasta toparse con la figura del chico de cabellos azabaches frente a él, y entonces lo vio.
Sus ojos se abrieron de la sorpresa, eso era…
— Kiku, ¿qué es todo esto?
El aludido sólo sonrió, a su alrededor las paredes estaban cubiertas por mantas de hospital, mantas que solían ser blancas, ahora manchadas de carmesí, de verde, de…
— Rosas.
Los ojos verdes estaban dilatados, las lágrimas casi desbordándose.
"—Cuando salgamos de aquí te llevaré a mi lugar favorito, ahí podrás ver rosas por doquier—" A pesar de haber prometido aquello, sabía que no podría cumplirlo, él nunca saldría de ahí, no vivo al menos. Nunca podría ir a ningún lado con Kiku.
— Quería traer tu lugar favorito a ti; Alfred me mostró algunas fotos —. El japonés se sentó en el suelo, recargando su cabeza en su regazo.
"—Lo mejor que pudo pasarme fue que nos conociéramos en el hospital—" Pero Arthur lamentaba no ser capaz de salir de ahí, lamentaba estar sentenciado a muerte, lamentaba que la persona que más quería tuviera que cargar con su inminente muerte. Porque pocas veces pasan cosas felices en los hospitales, y más aún si se trataba de él.
— Son un millón de rosas, una por cada…
— Gracias, Kiku — interrumpió, sin poder evitar que una gruesa lágrima se deslizara por su mejilla hasta el rostro del menor —. Te quiero — confesó, jalándolo hacia arriba para poder besarle.
"—Siempre estaré a tu lado—" Su promesa dolía, pero la cumpliría.
Y entre lágrimas y besos un millón de rosas eran testigos de aquellas promesas que no serían capaces de cumplir.
Un millón de rosas, una por cada lágrima derramada.
N/A: Lamento que esto haya quedado tan OoC, pero no pude hacer mucho, tenía demasiado sin escribir y éstos dos no me salen del todo bien; es como mi séptimo intento de esta pareja y estoy conforme con la trama, no tanto con la manera en que manejé a los personajes, pero ya qué. Espero sinceramente, que haya resultado interesante, aun siendo un intento extraño de fluff con ¿angst? Ojalá te haya gustado aunque sea un poquito el regalo fail y atrasado; y ahora que me doy cuenta las pocas veces que he intentado esta pareja han sido por ti, espero algún día mejorar con estos dos…
¡Gracias por leer~!
