¡ANTES! de que empiecen a echar tierra y pestes, las advertencias: Este fic fue realizado por RutLance -CrystalFairy DarkLady-Iria, Hetalia, nombres y otros detalles no son míos ni me interesan, solamente publico con la aprobación y consentimiento de la autora. No gano nada excepto pasar un rato más en la pc haciendo esto (en lugar de escribir xD) ¿Dudas? Las haré llegar a la autora. El crédito de esta historia no es en absoluto mío.

Buenas tardes,¿cómo están? :I Ando demasiado desmotivada como para estar actualizando, y pues como nadie pide sobre qué fanfic continuar, voy a tratar de animarme un poco y a ver qué sale.

Disfruten el one-shot. :I


Un día de campo común.

Como se aproximaba un puente vacacional, José María Itzae y su novio de meses, Mathías Kohler; se tomaron la molestia de cómo pasar los siguientes días...

- Deberíamos de ir de pinic.- Sugirió el danés.

- ¿Picnic?-

- Sí, preparar una comida al aire libre, entre la naturaleza.- Explicó el rubio de sonrisa brillante.- Llevaremos una hielera con cervezas, y prenderemos una fogata para asar salchichas y malvaviscos.-

- ¡Oh, oh! ¡Eso se oye genial!- Comentó emocionado el moreno.- Hace mucho que no voy al campo.-

Y mientras Chema seguía balbuceando, Mathías sólo lo observaba sonriente...

- Parece un perrito.- Suspiró sonrojándose.- Sólo le falta mover la cola.-

.~o0o~.

Esa tarde hicieron las compras pertinentes, y en la madrugada del día siguiente, partieron rumbo al campo...

- ¿Estás seguro de qué es por aquí?- Preguntaba al volante el rubio.

- Creo que sí.- Chema le daba vueltas al mapa, y terminó botándolo en el asiento trasero.- Mejor sigamos los letreros, así llegaremos más rápido.-

- Como digas.- Y siguió manejando.

Tras un par de horas, y vueltas, decidieron detenerse en el primer campo que avistaron. Por lo que comenzaron a bajar las cosas...

- Hay muchos mosquitos.- Se quejó Mathías, manoteando para alejar a los molestos bichos.

- Bueeeno, es que así es en el campo, Matatías.- El moreno no parecía quejarse de los insectos, mientras cargaba la pequeña hielera.- Pero no te apures, se irán en cualquier ratito.-

- Si tú lo dices.- Y continuó bajando el resto de las cosas.

De inmediato se instalaron cerca de un árbol, lo suficientemente grande para que les proveyera sombra, José María extendió una manta para que se pudieran sentar y comer...

- Hace buen tiempo, hay bastante viento.-

- Cierto, iré preparando la fogata para asar algunas cosas.-

El moreno asintió, luego se alistó para ir preparando la comida...

- Tomate, cebolla, aguacate, jamón, lechuga.- Enlistó mientras sacaba las ingredientes, y se puso a rebuscar al ver qué faltaba algo.- Matatías, no encuentro el pan blanco, tampoco está la mayonesa, ¿no lo viste?-

- ¿No están en el carro? Tal vez se cayeron durante el camino.-

- Iré a ver.- Revisó el vehículo, mas no halló nada.- No, no están.- Se cruzó de brazos.- ¿No se te olvidó meterlos al momento de salir?-

- Mmm, tal vez.- Se llevó la mano a la barbilla.- No te apures, algo podemos hacer con todo esto.-

- Tacos de lechuga, supongo.- Se resignó el mexicano, pero no dejó que eso arruinara el día.- Lo bueno es que traje quesito fresco.-

- Hablando de fresco, voy por una cerveza.- Trotó emocionado el dinamarqués rumbo a la hielera.- No hay nada mejor para este calor que una cerveza bien fría.-

Abrió la hielera, llevándose una sorpresa...

- Qué raro.- Empezó a remover entre el hielo y las bebidas.- ¿Y la cerveza?-

- ¡Ah, se me olvidó meterla a la hielera!- Se acordó Chema en ese momento, y se rió, llevándose una mano a la nuca.- De igual manera, no había espacio para la cerveza.-

- ¿¡CÓMO QUE NO HABÍA ESPACIO PARA LA CERVEZA!?- Se molestó el rubio.- ¿¡Y AHORA QUÉ VOY A TOMAR!?-

- Tranquilo, no es para tanto.- Intentó calmarlo.- Lo importante es pasarla bien juntos.-

No bien dijo eso, cuando una gota de agua le cayó en la cabeza...

- ¿Eh?- Volvió la mirada hacia el cielo, cayendo otra gota de agua gruesa sobre la cara.- No puede ser, ¿está lloviendo?-

Y antes de qué alguien más dijera algo, se soltó el aguacero...

- ¡Rápido! ¡Recoge las cosas!- Y corrieron al automóvil, partiendo al instante.

- ¿Subiste la hielera?- Le preguntó Mathías.

- No, ¿y tú?-

- Tampoco.-

- ¡Rayos!- Gruñó al ver que el día no salía tal y como lo habían planeado.

.~o0o~.

Después de volver por la hielera, ya que era de Chema y no quería que quedara entre las cosas del olvido; llegaron a la casa de Mathías, ya que quedaba más cerca...

- Pasa.- Le ofreció al moreno entrar a su hogar, ya que ambos estaban totalmente empapados.- Iré por un par de toallas, y algo de ropa para que te des un baño.-

- Gracias.- Se quitó el calzado y lo dejó a un lado de la puerta.

Mathías se duchó primero, ya que José María le cedió el turno. Y mientras el moreno se bañara, el danés metió la ropa mojada a lavar y a secar...

- Ya acabé.- Oyó la voz de su novio.

- Qué bien.- Se dio vuelta para verlo.- Tal vez podríamos hacer algo de comer...-

No pudo terminar al mirarlo con la ropa que le prestó para cambiarse, le quedaba muy grande y le colgaba demasiado...

- Te... ves...- Desviaba la mirada, tratando de no echarse a reír.- Bien...-

- Ya lo sé, ya lo sé.- Refunfuñó un poco molesto, mas al ser él quién no quisiera dejar algo de ropa propia en la casa del rubio para situaciones como ésa.- No necesitas aguantarte la risa.-

- ¡Oh, vamos!- Sonrió alegre Mathías.- No es para tanto. Además, es solo hasta que se sequen tus ropas.-

- Cierto.- Quiso avanzar, pero tropezó al pisar los pantalones que estaba usando.

- ¡Chema- Se prestó a ayudarlo.

- Estoy bien.- Le sonrió en lo que se ponía de pie.- Nomás remango esto, y con un mecatito haré que no se me caigan los pantalones.-

- Suena como una buena idea.- Se echó a reír y le revolvió los cabellos color chocolate.

José María se le unió a las risas, y de un momento a otro, la mano del danés bajó hasta la mejilla. Ambos dejaron de reír, y sin decir nada, comenzaron a besarse, teniendo el rubio que agacharse para alcanzar la boca morena. Poco a poco las caricias subían de tono, sintiendo el mexicano la piel erizarse cuando Mathías lo abrazaba apretándolo más a él. Y sin saber en qué momento se le cayeron los pantalones, el rubio lo alzó del suelo y lo sentó encima de la lavadora...

- ¿Qué estás haciendo?- Le preguntó cuando le quitó la camisa que le prestó.

Al no oír respuesta de la boca de su novio, quiso bajarse del aparato electrodoméstico, siendo impedido por él, quién lo presionó contra la fría superficie metálica...

- Está bien, no haré que te duela.- Dijo con una sonrisa maliciosa.

Y antes de qué pudiera hacer otra cosa, Chema le soltó una patada en la boca...

- ¡OUCH!- Cayó al suelo de posaderas, y se cubrió la boca con una mano.- ¡Tranquilo, Chema! ¡Era una broma!-

- ¡Ese tipo de bromas no me gustan, matarile, lire, ron!- Contestó algo bravo el moreno.- ¡Y puedo darte otra patada en la trompa si sigues así!-

Y más que molestarse con su actitud, Mathías se echó a reír, desconcertando a su novio...

- ¡Está bien, está bien!- Exclamó entre risotadas, y se puso de pie.- Tengo hambre, ¿podemos comer algo?-

- Nomás me ponga decente.- Se bajó de la lavadora con cautela, disponiéndose a ponerse los pantalones de vuelta.- ¿Y qué hacemos?-

- Pues...- Y antes de continuar hablando, se fue la luz.- No puede ser.-

.~o0o~.

- ¿Ves? Te dije que podíamos asar salchichas y malvaviscos.- Sonreía contento el danés.

Como en la casa de Mathías había una chimenea, la encendieron para ponerse a asar un par de cosa. Y como estaba haciendo un poco de frío, resolvieron sentarse juntos abrigándose con una cobija para mantenerse calientitos...

- Sí, aunque me hubiera gustado estar en el campo.- Suspiró desganado José María.

- Ya será para otra ocasión, aunque para entonces recordaré llevar una hielera más grande para la cerveza y repelente de mosquitos.- Abrazó al moreno, quién estaba sentado entre sus piernas, y olió sus cabellos.- Hueles bien.- Le susurró al oído, provocando que se sonrojara.

- Ya, estate quieto.- Se revolvió molesto entre la cobija y los brazos de su novio.- Recuerda que pego como mula.-

Mathías se echó a reír, abrazando con más fuerza al mexicano, apoyando su cabeza sobre la suya. Después de todo, no había sido un mal día de campo.

Fin.


¡Nos vemos! ;D