Prólogo
— A veces se escuchan historias… historias realmente aterradoras. Se habla de un chico, que asiste a este instituto y todos lo conocen por el nombre de Zanza. Dicen que es un delincuente terrible al que no debes mirar a los ojos si no quieres pasarlo mal. Nunca ha perdido una pelea y acepta los retos de toda la gente que se atreva a arrebatarle el título de "El más fuerte".
— ¿El más fuerte?
— Sí, si lo vences te podrás proclamar el más fuerte, pues el venció en una pelea al pandillero más peligroso de la ciudad cuando tan sólo tenía doce años.
— ¡Eso es imposible!
— Puede que sea cierto, o puede que no lo sea. Pero por si acaso… esquiva "al chico de la cinta roja"
N.A.
Saludos a todo el mundo y bienvenidos. Si habéis llegado hasta aquí supongo que os estaréis preguntando por esta historia…
¡Sí! ¡Estáis leyendo bien! He vuelto después de una laaaaarga temporada sin pasar por aquí y os traigo la historia más ambiciosa en la que me he embarcado jamás. Si alguien ha leído Como buenos vecinos, habrá notado que en el último capítulo puse algo sobre una historia que me estaba rondando por la mente y que ya en aquella época había comenzado a escribir. Pues bien aquí la tenéis y aunque este prólogo es bastante corto os prometo muuuucho de ella y espero que os divirtáis y la disfrutéis tanto como lo he hecho yo. Soy consciente de que con tan poca información estaréis preguntándoos de que va todo esto, pero en breves os dejaré el primer capítulo de Tenías que ser tú, para que le echéis un vistazo y me deis vuestras opiniones.
Obviamente estamos hablando de un Sano/Meg, pero la cosa no se queda ahí… os prometo emociones fuertes y una historia larga llena del amor/odio tan característico que se procesan estos dos; así como la presencia de muchos personajes simbólicos de Ruroni Kenshin.
Tan solo me queda decir que los personajes de Ruroni Kenshin no me pertenecen, son obra del maestro Nobuhiro Watsuki y que yo tan solo me divierto con ellos sin recibir ningún tipo de beneficio por ello más allá de vuestras palabras de ánimo y opiniones.
¡Nos leemos muy pronto!
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