Hola chicas! he vuelto con una historia corta algo enredada que espero sea de su agrado. Quiero incursionar en otro tipo de escritura, un poco mas impersonal.. no se como me salga pero vamos! debo que intentarlo... Debo advertir que es totalmente un Terryfic.

Sin mas que decir, solo que espero sus comentarios y que se aceptan hasta jitomatazos.. xD

Candy-Candy, es obra y propiedad de Mitsuki e Igarashi, y en esta historia, solo tomo sus personajes prestados, sin fin de lucro, solo con el fin de entretenimiento..


Herencia de amor... No me hagas quererte así..

Capitulo 1

-Nueva esposa-


La mañana de ese día en ese mes de mayo, era bastante fresca. El sol brillaba en lo alto, con una luz tan vivida mientras el viento soplaba meciendo las flores recién puestas en aquella lapida, parecía que todo enmarcaba perfectamente aquella despedida... Sin poder contenerlas, las lágrimas resbalaban rápidamente por sus mejillas, mientras su cabello rubio caía desordenado, escondiendo su rostro.

Tenía escasos 2 días de haber muerto su madre, y ella estaba en este mundo completamente sola. Sin familiares cercanos o con la solvencia o resolución de ayudarla, con solo una carta en la mano y su pequeña maleta predispuesta.

Después de haber llorado y orado, un poco.. Sin pensarlo mucho, se encamino a la dirección que describía aquel papel.

No tenia le menor idea, de porque su madre antes de morir le había pedido que acudiera a ese lugar. Esperaba llegar a casa de una amiga de ella, en donde pudiera ser acogida, en lo que ella se restablecía y terminaba la escuela. Pero al momento de leer detenidamente la carta, se dio cuenta que no era así. Debía de buscar al señor de la casa, al señor Grandchéster quien dijo su madre en aquel papel, era un señor por demás amable, y que seguramente la ayudaría en lo que cumplía la mayoría de edad.

Tenía muchas deudas que pagar, y la casa que había sido ocupada por su madre y ella, tuvo que desalojarla al no tener los medios suficientes para pagar el alquiler.

Pero no podía quedarse a llorar la muerte de su madre. Le había prometido a ella que haría todo lo posible de salir adelante. Así, aun sin ganas trato de sonreír...

Al llegar aquel lugar, se sintió un poco nerviosa. Y busco entre sus cosas nuevamente el papel, para revisar de vuelta la dirección, no estaba segura de saber si no se había equivocado de casa. La gran propiedad, resplandecía imponente, siendo la más grande y ponderosa de la calle. Con resolución en la mirada, se convenció internamente, en hacerlo bien, de hacer lo posible para poder quedarse en aquel lugar, no importaba que fuera como ayudante en la limpieza... Apenas iba a tocar cuando el sonido de un motor se escucho a sus espaldas, dentro de aquel tranquilo y casi intransitado complejo habitacional.

-Llegas temprano.. - La voz aterciopelada de un hombre, no muy mayor que ella le saco de aquel estado. Ella volteo a mirarlo con un poco de alarma, ante la sorpresa de verse descubierta, admirando embobada aquella propiedad-

-No dices nada? - volvió a hablar aquel hombre y ella trato de mirarle a los ojos.. -El viento meció sus cabellos rubios, al momento que ella poso sus hermosos ojos verdes en el.. -

-Disculpe, yo... –Dijo ella casi tartamudeando, al notar el porte y lo buen mozo que era aquel caballero. Sus ojos azul saphire, y el contorno que daba su cabello castaño a su rostro la dejo casi sin aliento, era mucho más alto que ella, y su cuerpo se veía trabajado, mas no en exageración, mas su sonrisa ladeada le hizo perder un poco el piso, vestía tan elegantemente con un traje negro, hecho a la medida ... definitivamente era él, el tipo de hombre que casi no te encuentras seguido por la acera de una calle-

- Eres Candice White O me equivoco?.. –Pregunto de nuevo él ante la falta de reacción de ella..

-Si... soy Candice. –Contesto ella presurosa- Vine a este lugar, porque mi madre, Rosemary White antes de morir, me lo pidió.. Creo que tenía amistad con el señor Grandchéster. Yo...

-Así que ya murió... –Contesto el joven casi sin emoción –

Si notar bien en qué momento se había acercado tanto a ella, ese joven comenzó a inspeccionarla a detalle, tomándole bruscamente por el mentón , mirando hacia ambas partes de su rostro mientras ella estaba estupefacta, y hacia muecas de dolor por lo brusco de su agarre .

-Aunque eres muy pecosa , "No" estás del todo mal para que seas mi esposa.. –Comento ladinamente aquel joven mientras sonreía , ante la cara de asombro que ponía ella de su comportamiento- debo decir que , siendo sincero hubiera preferido que fueras un poco más llamativa... ya sabes , un poco más voluptuosa... un poco más sexy..

-"Ser mi esposa.. esposa .. esposa... "- Fueron la palabras que claramente se repetían en la mente de Candy..

-Espera un minuto! ... Disculpa! Que fue lo que dijiste?.. Yo no vine a ser esposa de nadie, mi madre me dijo que aquí podrían ayudarme. Yo pensé que ella se refería a... –Candy se deshizo del agarre y dio un paso atrás mientras se debatía internamente en salir corriendo de aquel lugar- Ni siquiera sé quién eres, ¿Cómo es posible que diga todos esos disparates?... Ni que estuviera loca, yo no me puedo casar así contigo...

-Si.. si.. me imagino, -Contesto irritado el joven de cabellos castaños, mientras miraba adustamente su reloj- Como te gusta eso de los formalismos, creo que debo decir en este momento que soy tu prometido... Vamos entra Candice, no pensaras quedarte toda la mañana aquí en la acera...

-Pero?...

-Oh ¡si disculpa, no me he presentado como se debe. - El tomo su mano y beso sus nudillos galantemente- Mi nombre es Terrence Grandchéster, y yo soy el dueño de esta casa..

Casi sin habla, Candy fue arrastrada hacia el interior de la casa, bien afianzada por la mano del joven castaño.

Las puertas se abrieron, y por ella varias personas todas uniformadas , hacían una reverencia a su paso, mientras caminaba..

-Bienvenido sea Señor Grandchéster...

-Gracias, por favor traigan la maleta de mi esposa, que está en la acera y pídanle al señor Johnson que se apure en reunirse conmigo.

-Como diga señor—Contestaron dos sirvientas sin rechistar, que se encaminaron presurosamente a cumplir aquellas ordenes. Mientras Terry junto a Candy se encaminaban a su biblioteca.

-Ya te dije que yo no vengo a ser tu esposa.. –Dijo Candy casi gritando, mientras el personal miraba de reojo el comportamiento de su futura señora.

- Por favor, señorita White, no diga eso- Comento otra voz que venía detrás ellos—

-¿Quién es usted? - Grito ofendida Candy, al ver que le trataban con tanta condescendencia.

-Soy George Johnson, el secretario, abogado y consultor de el joven Grandchéster.. –George, le sonrió de manera amable antes de proseguir - El lo personal, yo le recomendaría el no rechazar la propuesta de mi jefe, No sin antes, conocer a fondo quien es en realidad el joven Grandchéster. - Comento el señor de escasos 30 años-

El joven Terrence, heredo de su padre la presidencia de una gran empresa trasnacional, para ser exactos, es dueño y señor de la empresa cosmética Givanchi , la más grande y reconocida de reino unido.

Asumió la presidencia hace dos años, cuando él solo tenía escasos 19 años. A sus 21 años de edad, maneja con gran astucia y liderazgo de esta.

-Cállate George, no seas tan pesado!.. Esos son detalles insignificantes que tal vez mi futura esposa no quiera saber. - Acoto Terry, mientras se sentaba en la lujosa sala que estaba en esa habitación invitando a Candy que le imitara.

- Tienes 21 años y ya eres presidente de Givanchi? Eso no puede ser cierto... Tu.. tu.. Eres muy joven para hacerte cargo de todo eso... –Dijo Candy señalándole de manera grosera con el dedo.

-Acaso hay algo de malo en eso Señorita White?... Me está desestimando por mi edad? –Terry le miro de manera furiosa- Candice, deberías de dejar de hacer eso. No me gusta que me estés señalando con el dedo.

-No... No es eso.. Es solo .. –contesto dudosa Candy, mientras escondía las manos..

- Disculpé señor por mi intrusión, solo creo que es importante que este enterada de cualquier por menor—dijo amablemente George a Terry.

-Bien.. haz lo que quieras... no importa... de todas maneras harás lo que te plazca –Dijo Terry de manera desinteresada, mientras se acomodaba nuevamente en el sillón...

George se acomodo los lentes un poco y miro de vuelta a Candy – Bueno, continuo... Señorita White, usted también debe de saber, que en el testamento del señor Grandchéster, estipula que su mayor deseo es que usted se case con su hijo inmediatamente. Y que sobre ese asunto también su madre estaba enterada. E incluso, que el testamento, tiene su firma de consentimiento.

-¡¿Qué mi madre sabia de esto?!—Grito ofuscada Candy- Ella no me dijo nada de eso, Yo viene, solo porque creí que iba a trabajar, que de esa manera me ayudarían...

Yo .. yo no me puedo casar así—Candy tartamudeo al no saber que hacer - Es un disparate hacerlo ... Solo porque lo diga ese papel...Discúlpenme, pero en verdad Yo no tengo ni las mas mínimas intenciones de casarme con él!... –Grito luego de señalarle nuevamente..-

-Señorita White, no puede en realidad decir eso. –Comento George, quien le miraba un poco curioso, ante la forma de implícita de rechazo con su patrón – Las deuda de los honorarios del hospital y medicinas, la matricula de su escuela además de el alquiler de donde usted estaba viviendo, todos esos gastos han sido solventados por el joven Grandchéster desde hace 2 años..

-¡¿Queeeee!? - La cara de Candy se desencajo, poniéndose aun más pálida.

-Todo eso suma - George saco una calculadora y sumo con calma las cantidades estipuladas en una hoja- Todo esto suma la cantidad de 10 millones de libras... un poco mas, un poco menos... Eso sin contar los intereses, que esta suma ha generado...

- Candy se desplomo en el sillón, como si su alma le hubiera abandonado..-

-Claro está, que su madre estaba enterada de todo esto, de los gastos corrientes que el joven Grandchéster solventaba, y si gusta usted puede ver el detalle de su firma de conocimiento de tales hechos, aquí en el testamento.

-No! No puedes ser... cierto... mas de Diez millones de libras... –Repitió Candy casi sin fuerzas - Eso es lo que tengo de deuda..

- En resumen – La voz tranquila de Terry se escucho, envolviendo el sonido en aquel lugar- Debes de hacer lo que yo te diga y aunque no lo quieras, Candice.. Tu eres mía.. - Comento Terry socarronamente, con una gran sonrisa en la cara, al verla palidecer..

-¿Debo hacer todo lo que él me diga?-

Repitió Candy mentalmente mientras sentía que sus piernas temblaban por todo lo que había escuchado. –Pe.. Pero porque, debes de hacerlo? Incluso si tu padre lo quiso así, ¡¿A ti no te importa el que tengas que casarte conmigo?! Con una completa extraña... es más, yo creo que ni siquiera te gusto...

Encogiéndose de hombros, Terry contesto indiferente... - En realidad, eso no me interesa, con que no me molestes-

-¡¿Pero porque?! - Comento Candy totalmente afectada- ¿Acaso no tienes sueños o esperanzas del matrimonio?...! De cultivar lentamente ese sentimiento de amor, con la persona que estés realmente enamorado... - Dijo la rubia que apenas se había sentado, levantándose de golpe, mientras caminaba de un lado a otro de manera nerviosa.-

-Umm! Nop... no es algo relevante – Dijo Terry casual-

- No tienes ilusiones de tener hijos con esa persona especial a la que amas...

-Tan rápido quieres tener hijos, eso si me toma por sorpresa?—Contesto Terry un poco alarmado.

-No! No es eso a lo que me refiero... – Grito ella casi llegando a las lagrimas- Eres muy cruel, para mi casarme así tan de repente... eso no me ayuda... Yo.. yo .. Tan solo tengo 17 años ... No he tenido un novio nunca, y ni siquiera he dado mi primer beso... –Termino por decir mientras se tornaba mas pálida de lo normal—

Con una sonrisa ladeada, Terry la miro de manera divertida..

-Ah! Ahora entiendo que es eso lo que en realidad te preocupa, el que no hayas tenido la experiencia de tener tu primer beso. Bueno, eso no es un gran problema del que no podamos resolver..

-No es lo que tú piensas! - Candy iba a refutarle con algo, cuando él la jalo hacia él, tomando de manera inesperada sus labios...

Por unos momentos, ella quedo anonadada, mientras s sentía el sabor de sus labios en los de ella, ante la cálida intrusión de su lengua en su cavidad.. Cuando fue nuevamente consciente de lo que estaba aconteciendo, ella trato de alejarse, pero Terry la aferro más a su cuerpo, cayendo juntos al gran sillón..

Cuando termino de besarla, con una sonrisa ladina le pregunto..

-¿Cómo estuvo? Ahora estas satisfecha? - pregunto socarronamente, mirándole curioso.. - Aunque debo decirte cariño debemos moderarnos de ahora en adelante pecosa.

Con lágrimas en los ojos, Candy comenzaba a golpearlo en el pecho, mientras trataba de no llorar...

-Tonto! Ese era mi primer beso! Yo quería que fuera especial

-Feh! Pero qué carácter ... Solo he hecho lo que tu pedías, dijiste que no te podías casar conmigo, porque no habías tenido tu primer beso..

-No es eso..!

-Si ese es el caso.. –Dijo sonriente George - Ahora su matrimonio es oficial..

-Pero que tonterías dice!... –Grito Candy, al momento que George, saco una almohadilla con tinta , la cual paso rápidamente por el dedo de ella, para después presionarlo en una hoja que traía desde varios momentos atrás...- ¿Qué es eso? ..

- Ah! Esto, no le tome importancia, es solo su certificado matrimonial, desde este momento están oficialmente casados.

Como si su cara, se hubiera convertido en la de la pintura "el grito" .. Candy no podía creer, en como esos dos ladinos, la habían engañado para hacerla participe de esa estupidez..

-La academia de St. Pauls, a la que asistes por deseos de tu madre, tiene una de las matriculas más caras, pero gracias al joven Grandchéster, puedes seguir estudiando ahí...¿No es genial? Tu madre debe de estar muy contenta desde el mas allá.. o dime si quieres anular este papel, y hacer entristecer a tu madre, abandonando la escuela y acampando al intemperie en el frio..

-Pero yo...

-Sabia que eras una chica sensata... –George sonrió- En hora buena! Felicidades por su matrimonio Candice.. Al igual que a ti Terry ¡! - Dijo George, quien le tomaba las dos manos y se las agitaba con alegría...

-No.. No puede ser... –Se dijo internamente Candy devastada...

Terry se levanto del gran y cómodo sillón, dirigiéndose a la puerta junto con George..

- Como tu madre recientemente falleció, no haremos un banquete de bodas, en todo caso, lo planearemos para cuando realicemos nuestra boda por la iglesia. Ya que este asunto esta arreglado, regresare al trabajo. - Terry al estar por pasar la puerta, el volteo a mirarle nuevamente, pero ahora de una manera más seria. - Candice... Como mi nueva esposa, debes de refinarte..

-Eh?.. Refinarme? .. Nueva esposa.. – Cada una de sus palabras le caía como un balde de agua fría...- A que te refieres a refinarme? ...

-No se preocupe señor Grandchéster, nosotras nos encargaremos de perfeccionarla, desde la punta de sus dedos, hasta la punta de sus cabellos...

-Se los encargo chicas...

-Claro, confié en nosotros.. -Gritaron todas las sirvientas ahí reunidas al unisonó.

Pero en qué momento, se habían reunido todas las sirvientas ahí... porque ella no se había dado cuenta... Se había casado... ella se había casado... aun aturdida ella quiso articular alguna palabra...

-Pero .. – Kyaaaaaaaaaaa!- Candy grito cuando todas ellas se juntaron y la llevaron sin su consentimiento al cuarto de baño..

Avanzando por el pasillo, Terry escucho un poco divertido el cómo su esposa, había gritado. Metiendo la mano a su bolsillo, saco el paquete de cigarrillos, del cual saco uno y lo encendió.

- A partir de ahora, puedo jugar con su vida, como dicté mi corazón.- Dijo para si después de haber exhalado una buena bocanada de humo... -No sabes, cuanto he esperado por esto George...

- Espero verlo, no sabe con cuanta impaciencia señor..

...

...

En el cuarto de baño ...

Todas las sirvientas, estaban en pie de guerra tratando de ayudar a su nueva señora... Mas Candy, se había amotinado detrás de un vestidor, mientras se aferraba fuertemente a su ropa, esperando en que salieran todas del cuarto de baño, para poder asearse sola...

-No es necesario que hagan esto chicas, yo puedo bañarme sin ayuda..

-El señor Grandchéster, dio instrucciones de que la perfeccionemos, para el...

.-Si pero ...- contesto de manera nerviosa Candy... – No es necesario que lleguemos a estos extremos... después de bañarme, me dejare hacer lo que ustedes quieran, solo denme un poco de privacidad..

- No.. no podemos desobedecer órdenes.. Mucho menos las del señor Grandchéster... Discúlpenos señora..- habiendo dicho eso, un par de sirvientas se fueron encima de ella, y le sacaron la ropa llevándola a la gran tina de baño..

Una le preparo una mascarilla y le puso rodajas de pepino en los ojos, mientras otra lavaba a conciencia su cabello... y otra tallaba con mucho cuidado su espalda.

Dejando un poco aturdida a Candy con tantas manos pasando por su cuerpo...

Después de terminado el baño, la pasaron a una sala, en donde le untaron varias cremas en todo el cuerpo mientras le daban un poco de masaje..

...

-"Como sucedió esto.. Como es que termine casada con alguien tan poderoso cuando apenas lo vi por primera vez"

...

Con mucha calma buscaron a su gusto, uno de los vestidos que un poco antes el señor de la casa había mandado a comprar. Uno blanco que le remarcaba su fina cintura y el busto de manera grácil. Le arreglaron las uñas y peinaron con mucho cuidado su cabello, dejando bien definidas cada una de sus ondas. Maquillaron sutilmente su rostro, quedando asombradas al mirar el matiz que habían tomado sus hermosos ojos verdes.

(Cremas y cosméticos, todos patrocinados por Givanchi).. xD

-Estamos sorprendidas.. no pensábamos que el joven Terrence se casara tan de repente... –Dijo una de las sirvientas cuando peinaba sus cabellos- el joven Grandchéster, siempre anda con ese look, tan imponente, que no nos extrañaría que fuera muy popular con las mujeres... pero, aparentemente, nunca ha tomado en serio a ninguna mujer...

-Cállense... no aturdan a la joven señora.. Podrían decir algo de lo que se puedan arrepentir... –Dijo una sirvienta que se veía ya un poco mayor...

-Lo siento señora, lo que pasa es que estamos un poco celosas de que usted es amada por ese hermoso hombre... en todo caso, la envidiamos, pero no haremos nada que la haga sentir mal... Puede confiar en nosotras, nosotras la cuidaremos...

...

...

Incluso aunque digan que están celosas.. Ellas me miran amablemente...

...

No es como si él me amase...

Solo es, que las cosas se dieron así...

Tanto...

Que aun sigo ...

Un poco confundida...

...

...

-Luce hermosa... –dijo otra sirvienta orgullosa de su trabajo... al ponerle un col dije, con diamantes en el cuello...

-Esto es... – Se sintió un poco mareada al mirar la joya- ¿son diamantes? Pero esto es muy caro! -

-Si... son diamantes señora, pero no debe de preocuparse por eso, en todo caso eso es secundario...

Corriendo, llego otra sirvienta... - Su chef personal, me ha mandado a preguntar qué es lo que desea para su cena.. además de que el señor Grandchéster ha llamado, pidiendo de que no lo espere para cenar, que llegara un poco más tarde a su habitación... , -

-Lo que sea está bien... –Dijo segura de no conocer, ningún platillo refinado que solicitarle al chef. Mientras no sabía si se alegraba o si le entristecía, el hecho de que Terry no la acompañaría a cenar ...

Poco después, las sirvientas le invitaron a pasar al comedor, en donde el chef, gustoso servía uno a uno sus platillos. Todos ellos, exquisitos al nivel de un gran banquete para un rey o un sultán. Mas, se sentía un poco tonta, al no poder entender del todo lo que decía el chef, ya que este hablaba en francés.

Cuando termino de cenar, y pudo visitar por primera vez la habitación que ocuparía, las piernas de ella temblaron un poco al igual que palideció, al notar el hermoso decorado que habían impuesto en ella.

-Era el escenario ideal para unos recién casados-

La cama era hermosa, con un dosel de telas vaporosas en blanco inmaculado, al igual que el gran edredón que era realzado en belleza con un gran ramo de rosas rojas en el centro la cama, había pétalos blancos y rojos dispersados por todo el lugar.. una botella de champagne que descansaba en una hilera plateada , un par de copas y un cuenco con fresas cubiertas de chocolate.

El aroma de las rosas impregnaba el ambiente, y al pensar en lo que podían hacer dos personas que realmente se amaran, en esa cama, ella se sonrojo..

-Plumas finas, hacen pájaros finos.. verdad - Le dijo Terry a Candy cerca al oído con una voz tan suave al ver el resultado del arduo trabajo de su personal.

No es que Candice, haya sido fea ante su vista, al verla arreglada de aquella manera, algo en él se tambaleo..

-Te sientes un poco más sexy ahora, mi pequeña pecosa? ... -susurro Terry a su oido- No era lo que en realidad esperaba, pero debo decir, que me gusta esta ropa en ti...

El sonido del latir de su corazón, lo oía fuertemente en sus oídos. Al igual que sentía que toda su cara estaba de color carmín...

-Re.. re.. Regresaste... – Dijo ella tartamudeando por lo que claramente sabia estaba por ocurrir... ella volteo a mirarlo, y noto que ya no traía su saco sastre puesto, y estaba por deshacer el nudo de su corbata, mientras le miraba de manera seductora...

La corbata se deslizo por sus manos cayendo al suelo seguidamente. Entonces el desabotono algunos de los botones de su camisa.

Candy estaba paralizada. No podía negar que su marido, era en verdad alguien muy deseable. Más no podía articular ni una palabra, sobre su sentir...

Los brazos de Terry bajaron por sus piernas y la afianzo firmemente a su cuerpo, llevándole en brazos hacia la cama..

Fue entonces cuando Candy salió de su aturdimiento comenzando a empujarlo, alejándole de ella..

-Espera un momento.. Este..Yo... No estoy preparada mentalmente para esto... por favor.. No lo hagas de esta manera.. - Candy le decía vehementemente a Terry, mientras se removía entre sus brazos...

Sintió el mullido encaje del edredón en su espalda, mientras Terry la aprisionaba con el peso de su cuerpo.

-¿Crees que me detendré? Nosotros somos una pareja de recién casados.. Es natural que yo haga esto contigo... –susurro con voz modulada a su oído para después besarle lentamente el cuello, mientras una sonrisa se curvaba en sus labios-

-Por favor espera!. Aléjate de mí.. . Hacer este tipo de cosas, no esta bien .. aunque estemos casados.. .- Chillo Candy...

-Vamos pecosa... rechazame más, de esa forma es más divertido. Va mas con tu vestimenta.. es tan agradable - Dijo el castaño en un tono un poco ronco, mientras deslizaba un poco más abajo el tirante de su vestido y besaba su hombro...

-Para!... - Candy se removió y pudo alejarlo un poco mas...- No me hagas esto, sin que estés consiente de tus sentimientos... por favor.. No lo hagas así, no me hagas esto, aun sin conocerme, sin que me des la oportunidad de que puedas amarme..

Sin querer... Terry desvió por un momento la mirada de ella, al notar la sinceridad de sus palabras. Eso era algo que no había contemplado, en sus planes. Sus ojos de Candy resplandecían, trasparentes, dejándole por un momento anonadado

-Antes de que mi padre muriera en un accidente, -dijo Candy en un tono apresurado- Mi madre y él se veían realmente felices. Ellos aprendieron a como amarse, y cuidarse mutuamente... Terrence... esto no tiene importancia... si no nos amamos , Yo se que tu no me amas...

Terry que había desviado la vista, volvió a mirarle nuevamente...

-Te amo!.. –Pronuncio Terry casi sin esperar, mientras su voz se volvía un poco mas temblorosa...

-¿Qué?... –Candy le miro asombrada, de que el dijera sin más esas palabras.

-Te amo! .. Yo he estado enamorado de ti desde hace mucho tiempo. Es por eso que quiero hacerte mía, porque siempre te he amado...—Susurro Terry en tono vehemente, mientras la encerraba nuevamente contra su cuerpo, y buscaba sus labios, para volver a besarla.

-Espera un poco.. Que estás haciendo... por favor... – Candy, se giro quedando de espaldas, aprovechado esto Terry para besarle los hombros.

- Vamos, no... no huyas de mi... mírame, dime que serás mía Candice...

El calor del pecho de Terry, además de los besos que iba desperdigando por sus hombros cuando el encierro su mano con la suya, hizo que un sonido extraño saliera de su boca, haciéndole estremecer.. .

Sintiendo como todo el calor de su cuerpo subía por su rostro, ella busco la manera de cómo encarar, las palabras que Terry había dicho..

-De verdad, tú me conocías antes?.. Por favor dime Terrence... tu deberás me amas?...

Ante la mirada transparente de ella, por un momento el dudo.

Abandonando la cama Terry le miro despectivamente..

-Te lo has tomado en serio?—Sonriendo cínicamente mientras arreglaba un poco su camisa—Debo aceptar que en verdad, fue un poco divertido jugar contigo. Ahora me doy cuenta que todas las chicas, siempre son así... Todas caen tan fácil y rápidamente como tu...

Candy estaba temblando... –Disculpa-

-Veras Candice, es estúpido creer en el amor. Te has dado cuenta, que solo vasto con decir una mentira, para que tu poco a poco accedieras a mis deseos.

-Pero.. ¿Por qué?... ¿Por qué mentir de esa forma?...

-Es fácil adivinarlo esposa mía, lo hice porque te detesto...—Dijo mientras se encaminaba a la puerta- Mas, ante los ojos de los demás, no deberás preocuparte, porque siempre serás mi amada esposa...

Que pases buena noche, cariño... –Termino por decir, antes de salir de aquella habitación..

Sentada en la cama, Candy seguía temblando. Tenía una rara mezcla de sentimientos... estaba tan enojada, con ella misma por haber caído en el engaño de su ahora marido.

-"No voy a llorar, por un hombre tan horrible como este" –Limpiaba rápidamente las lagrimas que amenazaban por desbordarse- " Definitivamente, no llorare"...

Mamá, Porque deseabas que me casara con un hombre así ...

¿Es porque tenias problemas financieros?... por eso tú querías...

...

–Otra lagrima se escapo de sus ojos... - No.. No llores estúpida Candy... Nada cambiara, si solo te pones a llorar...

...

Al día siguiente...

...

Era aun muy temprano por la mañana, cuando él se disponía a salir de su casa. Ajusto el reloj, en su muñeca, mientras comprobaba la hora que este marcaba, cuando varias de las sirvientas llegaron corriendo a él.

-Señor Grandchéster.. señor Grandchéster!

-¿Qué sucede? ¿Por qué hacen tanto escándalo?-Contesto un poco alterado Terry ante la interrupción..

-Señor Grandchéster, es su esposa—Decía una de ellas de manera nerviosa- En verdad nosotras quisimos detenerla, pero ella no entiende de razones...

Al pensar lo peor, Terry dejo caer el fino portafolio mientras corría por el interior de su casa buscando a su esposa... Cuando llego al comedor principal, miro a Candy vestida con un delantal, mientras acomodaba lo mejor posible los alimentos que había preparado en la mesa.

-¿Qué es esto?... –Pregunto Terry de manera retadora a su esposa...

Un poco ofendida, Candy le respondió- ¿Cómo que, que es esto? Es obvio que es el desayuno.. ¿Qué, no te piensas sentar?..

-Hace años que no desayuno esposa mía.. Así que no hace falta, que...

-Eso fue lo que escuche antes, me dijeron que llevas años solo tomando un poco de café. Acaso no te das cuenta que si no desayunas adecuadamente, no tendrás energía para realizar tu trabajo.

-Bueno.. Eso...

-Vamos, siéntate ya... A mí también se me hace tarde para ir a la escuela. –Dijo de manera enérgica Candy, mientras comenzaba a servir la comida.

No supo el porqué, pero accedió a sentarse y espero a que le sirviera, como un niño regañado. - Un poco alejados, el personal de Terry miraba de manera nerviosa la escena-

-Que es lo que planeas Candice? Estas tan enojada por lo que paso ayer y piensas desquitarte, haciendo que coma de tu comida.

-No, no es eso... Aunque... Si estoy molesta por lo de ayer, pero, me di cuenta que no sirve de nada que permanezca de esa manera.

-Terrence.. Tú has decidido que nos casáramos, y hoy yo he decidido en trabajar para llevarnos bien.. Así que... –Su tono de voz se torno un poco más suave- Así, que toma.. ella le tendió un plato con fruta picada y un poco de miel .—Tenemos que aprender a llevarnos bien, y como tu esposa, quiero ... no.. es mas yo te exijo que a diario desayunes conmigo.

Aun un poco dudoso, tomo el plato que ella le tendía.. –Tiene como 5 años que no desayuno .. –Comento Terry derrotado...

-Como puede ser posible eso, tu eres el presidente de Givanchi, tienes que comer más para que puedas estar al 100% en tu trabajo.

Tomando un bocado de la fruta que ella le dio, Terry acoto – Mmmm! Que se le puede hacer, de todas maneras, en algo debe de cambiar mi rutina, ahora que estoy casado...

Candy le miro como se llevaba la fruta a la boca, mientras parecía relajarse un poco su marido... -¡¿Esta bueno?! No tiene demasiada miel...

-Huh? .. No está del todo mal... –Contesto despreocupado, a lo que ella sonrió..

-También prepare unos Hot cakes, además de jugo de naranja...

-Bien... –Dijo secamente el castaño-

-O será que prefieres las cosas picantes o saladas?..

-Yo no como picante... –Contrarrestó..

-Que, acaso eres un niño?

-Candice! Cállate... no lo arruines...

...

...

Mamá...

Como vez, estoy tratando de llevarme bien con este chico que ahora es mi marido..

Estoy segura que el padre de él, debió ser un buen hombre... por ello me pediste venir aquí...

Me esforzare mucho, para ser lo que él necesita..

...

Al principio pensé, que sería horrible ..

Pero ... si me quedo con el..

Tal vez..

Tal vez...

Sea capaz de encontrar,

cosas agradables en el...

...

...

Y así comienza mi vida, como esposa a los 17 años, llena de altibajos ..

...

...

-Continuara...

...

...

Sakurai-Alighieri...