Summary
Porque, ¿Quién fue el que dijo que la muerte es horrible? Mentira. La muerte es bella. Jean lo sabe. Porque Mikasa es bella, hermosa, muerte. Su muerte, y también su deseo y anhelo. Uno que jamás podrá tener. [Drabble]
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Liso, pulcro, perfecto, negro.
Como ella, como él.
Fue su culpa por caer ante una mirada y sonrisa inexistente. Debió girar la vista, debió. Para así no perderse en el laberinto de hebras negras, cortas y a la vez infinitas.
- M-mikasa, estás muy linda hoy.
Sigue su camino y el laberinto oscuro se va perdiendo en el horizonte.
Ah, que ingenuo que eres Jean. Mikasa está muerta, lo está desde que sus padres se fueron y ella, como toda niña obediente, los siguió hacia donde van lo muertos.
¿Cielo, infierno, purgatorio? Eso sólo un todopoderoso tiene el conocimiento.
Jean jura que ella debió ir al cielo. A su vista se ve como un ángel. Una diosa.
Una que intercambió sus alas.
Alma.
Por una bufanda gris, gris casi negro. Como ella. Pues Mikasa está muerta, y Eren vive por ella sin notarlo. Jean lo sabe pues él presta más atención a sus gestos, actitudes, cabello.
Sedoso, suave. Cómo desea tocarlo.
Y a la vez inalcanzable.
No está enamorado. No quiere aceptarlo, es irreal. Enamorarse de su muerte sólo es puro cliché de la literatura. Y Jean odia leer, le parece una actividad sin sentido.
Para Mikasa él no tiene sentido.
Jean sufre por ello en silencio. Pues aunque lo gritara nadie le escucharía.
Los cadáveres tampoco hablan
¿Verdad, Marco?
El amor es de dos, no de tres. El amor siempre gana. El amor es lo más hermoso. El amor…
Es muerte, destrucción, un alma compartida.
… es dañino, adictivo. Se mete en el cerebro, la razón, no deseando salir hasta haber consumido toda el alma de la persona. Mikasa no deseó hacerlo –interesó-. Mikasa es un ave enjaulada bajo cadenas humanas que tienen nombre. Eren
Jean termina siendo la última rueda del carro.
Nadie lo ve.
No quien desea.
Porque, ¿Quién fue el que dijo que la muerte es horrible? Mentira. La muerte es bella. Jean lo sabe. Porque Mikasa es bella, hermosa, muerte. Su muerte, y también su deseo y anhelo. Uno que jamás podrá tener.
Sólo ver, a la distancia, sin que ella lo note.
Sin que le importe.
Jean no es masoquista. No le gusta el dolor en lo absoluto. Es humano. Así de frívolo y cobarde.
Mikasa nunca fue humana, ella es belleza, parca…
Jean es la polilla que sigue a la luz ciegamente.
Sin entender que esa luz mata.
Lento, tan lento que Jean cree que no durará mucho. Siente que es comido por dentro, que la parca lo visita diariamente a llevarse su vida.
Aunque ni siquiera lo mire,
Le hable,
Se digne a saber su existencia.
